DE EUROPA Y JÚPlTER
Pasando el mar el engañoso toro, volviendo la cerviz, el pie besaba de la llorosa ninfa, que miraba perdido de las ropas el decoro.
Entre las aguas y las hebras de oro, ondas el fresco viento levantaba, a quien con los supiros ayudaba del mal guardado virginal tesoro.
Cayéronsele a Europa de las faldas las rosas al decirle el toro amores, y ella con el dolor de sus guirnaldas,
dicen que lleno el rostro de colores, en perlas convirtió sus esmeraldas, y dijo: «¡Ay triste yo!, ¡perdí las flores!».
Lope de Vega
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