"No, queremos ser ricos, ser
admirados, comer como leones
y estar flacos como serpientes.
Deseamos que los niños nos
pidan autógrafos, y tomar
medicinas mágicas que nos
relajen y nos vuelvan ingeniosos
y sensuales. Pero, como no
podemos tener todo eso,
nos conformamos con que
nos amen"
Que gran verdad. Gastamos
nuestra vida detrás de cosas
que parecen imposibles de
alcanzar todas juntas y a la
final tenemos que volvernos
para buscar lo que está más
cerca de nosotros.
Fuimos hechos para amar
y ser amados.
El mejor regalo que Dios nos
ha dado ha sido su amor
expresado corporalmente en
su hijo. Decidamos no
desesperarnos tras lo que
quizá nunca logremos y
volvámonos a aquel que está
cerca de nosotros, Dios y
entonces estaremos más
cerca de nuestros
semejantes.
Renuevo de Plenitud