La respiración es un medio para centrar
nuestra consciencia en el presente y en
nuestro cuerpo. Los ejercicios de
respiración también elevan el nivel
de energía en el cuerpo.
Llegar a ser y seguir siendo conscientes
de nuestra respiración es una de las técnicas
de meditación más sencillas. Una vez más,
esta técnica funciona para aquietar la mente.
La regularidad y el ritmo de la respiración
tiene un efecto calmante y disminuye la
velocidad y disminuye la velocidad del
proceso del pensamiento. Si tenemos un
traspié en la cuenta de cada respiración y
caemos en la trampa de seguir una
línea particular de pensamiento, lo
advertimos de inmediato y podemos
abandonar los pensamientos para
retomar la cuenta.
Tal vez, lo más importante es llegar a
ser conscientes de que respirar nos
recuerda que tenemos un cuerpo.