Movimiento.
El movimiento tomado como meditación
se encuentra en muchas tradiciones
milenarias. Existe un movimiento
impensado, inconsciente, dormido y un
movimiento consciente, centrado en la
consciencia corporal y en el presente,
que es la esencia de la meditación.
Desde el Tai-Chi a la danza sufí, pasando
por hacer jogging, nadar en la piscina o
simplemente estar en el parque o fregar
los platos, podemos meditar y hacer descender
nuestra energía de la cabeza al cuerpo y
disminuir las ondas cerebrales desde las
frecuencias Beta hasta Alfa,, volviendo
a llegar a nuestros sentidos desde el
funcionamiento del hemisferio
izquierdo hasta el derecho.