Señor, sé para mí una roca protectora, un baluarte donde me encuentre a salvo, porque tú eres mi roca y mi baluarte; por tu Nombre, guíame y condúceme.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que te complaces en habitar en los corazones rectos y sencillos, concédenos la gracia de vivir de tal manera que encuentres en nosotros una morada digna de tu agrado. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Sant 1,1-11
Lectura de la carta de Santiago.
Santiago, servidor de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus de la Dispersión. Hermanos, alégrense profundamente cuando se vean sometidos a cualquier clase de pruebas, sabiendo que nuestra fe, al ser probada, produce la paciencia. Y la paciencia debe ir acompañada de obras perfectas, a fin de que ustedes lleguen a la perfección y a la madurez, sin que les falte nada. Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que la pida a Dios, y la recibirá, porque El la da a todos generosamente, sin exigir nada en cambio. Pero que pida con fe, sin vacilar, porque el que vacila se parece a las olas del mar levantadas y agitadas por el viento. El que es así no espere recibir nada del Señor, ya que es un hombre interiormente dividido e inconstante en su manera de proceder. Que el hermano de condición humilde se gloríe cuando es exaltado, y el rico se alegre cuando es humillado, porque pasará como una flor del campo: apenas sale el sol y calienta con fuerza, la hierba se seca, su flor se marchita y desaparece su hermosura. Lo mismo sucederá con el rico en sus empresas.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Santiago invita a ser valientes ante las pruebas, porque una vez superadas, éstas fortifican la fe. También nos exhorta a pedir la sabiduría humana y divina. Salomón se la pidió al Señor y fue un gran rey.
SALMO Sal 118, 67-68.71-72. 75-76
R. ¡Llegue hasta mí tu misericordia, Señor! Antes de ser afligido, estaba descarriado; pero ahora cumplo tu palabra. Tú eres bueno y haces el bien: enséñame tus mandamientos. R.
Me hizo bien sufrir la humillación, porque así aprendí tus preceptos. Para mí vale más la ley de tus labios que todo el oro y la plata. R.
Yo sé que tus juicios son justos, Señor, y que me has humillado con razón. Que tu misericordia me consuele, de acuerdo con la promesa que me hiciste. R.
ALELUYA Jn14,6
Aleluya. «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí», dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Mc 8, 11-13
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Llegaron los fariseos, que comenzaron a discutir con Jesús; y, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. Jesús, suspirando profundamente, dijo: « ¿ Por qué esta generación pide un signo? Les aseguro que no se le dará ningún signo». Y dejándolos, volvió a embarcarse hacia la otra orilla.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Al pedirle a Jesús una prueba o señal espectacular, para aceptarlo como Mesías, se nota que algunos no recogieron frutos de la predicación de Jesús. No porque El no haya sido claro en sus planteamientos, sino por nuestro orgullo y lentitud mental: no hay peor sordo que el que no quiere oír, ni peor ciego que el que no quiere ver.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que esta ofrenda nos purifique y renueve, Señor, y sea causa de recompensa eterna para quienes cumplen tu voluntad.
Por Jesucristo, nuestro Señor
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Sal 77,29-30
Ellos comieron y se saciaron, el Señor les dio lo que habían pedido; no fueron defraudados.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados con el pan del cielo, te pedimos, Padre, la gracia de desear siempre este alimento que nos da la vida verdadera.
Martes 6° durante el año. Verde.
Semana 2
del Salterio.
Este
link (enlace) cuaresma,lodirecciona
para
leer el mensaje de SS. Benedicto XVI
Cuaresma 2010
y más sobre la Cuaresma
ANTÍFONA
DE ENTRADA Cfr. Sal 30, 3-4
Señor, sé para mí una roca
protectora, un baluarte donde me
encuentre a salvo, porque tú eres mi roca y mi baluarte; por tu
Nombre,
guíame y condúceme.
ORACIÓN
COLECTA
Dios nuestro, que te complaces
en habitar en los
corazones rectos y sencillos, concédenos la gracia de vivir de tal
manera que
encuentres en nosotros una morada digna de tu agrado. Por nuestro
Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu
Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA
LECTURA Sant 1,12-18
Lectura de la carta
de Santiago.
Queridos hermanos: Feliz el
hombre que soporta la prueba, porque
después de haberla superado, recibirá la corona de Vida que el Señor
prometió
a los que lo aman. Nadie, al ser tentado, diga que Dios lo tienta.
Dios no
puede ser tentado por el mal, ni tienta a nadie, sino que cada uno es
tentado
por su propia concupiscencia, que lo atrae y lo seduce. La
concupiscencia es
madre del pecado. Y éste, una vez cometido, engendra la muerte. No se
engañen, queridos hermanos. Todo lo que es bueno y perfecto es un don
de lo
alto y desciende del Padre de los astros luminosos, en quien no hay
cambio ni
sombra de declinación, Él ha querido engendrarnos por su Palabra de
verdad,
para que seamos como las primicias de su creación.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
El
apóstol Santiago es categórico al decir que
Dios no manda tentaciones a nadie. En cada individuo hay inclinaciones
naturales que se desarrollan. Si se frena la fantasía que da paso a la
acción
hemos encontrado una solución adecuada. De Dios sólo vienen dones y
virtudes.
SALMO Sal
93 2-13. 14-15. 18-19
R. ¡Feliz el que es
educado por ti Señor!
Feliz el que es educado por ti,
Señor, aquél a quien instruyes con
tu ley, para darle un descanso después de la adversidad. R.
Porque el Señor no abandona a su
pueblo ni deja desamparada a su
herencia: la justicia volverá a los tribunales y los rectos de corazón
la
seguirán. R.
Cuando pienso que voy a
resbalar, tu misericordia, Señor, me
sostiene; cuando estoy cargado de preocupaciones, tus consuelos me
llenan de
alegría. R.
ALELUYA
Jn 14, 23
Aleluya. «El que me ama será
fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará;
e iremos a él», dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO
Mc 8,13-21
Evangelio de nuestro
Señor Jesucristo según
san Marcos.
Jesús volvió a embarcarse hacia
la otra orilla del lago. Los
discípulos se habían olvidado de llevar pan y no tenían más que un pan
en la
barca. Jesús les hacía esta recomendación: «Estén atentos, cuídense de
la
levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes». Ellos discutían
entre
sí, porque no habían traído pan. Jesús se dio cuenta y les dijo: «,A qué viene esa discusión porque no tienen pan?
¿Todavía
no comprenden ni entienden? Ustedes tienen la mente enceguecida.
Tienen ojos
y no ven, oídos y no oyen. ¿No recuerdan cuántas canastas llenas de
sobras
recogieron, cuando repartí cinco panes entre cinco mil personas?»
Ellos le
respondieron: «Doce». «Y cuando repartí siete panes entre cuatro mil
personas, ¿cuántas canastas llenas de trozos recogieron?» Ellos le
respondieron: «Siete». Entonces Jesús les dijo: «Todavía no comprenden?»
Palabra del Señor.
COMENTARIO
El
Divino Maestro pone en guardia contra los
fariseos; es decir, contra sus artimañas y sus falsas enseñanzas. Sus
discípulos podían caer fácilmente en sus trampas. El fariseo está
dispuesto a
servir a Dios, a cambio de que se le reconozcan sus méritos y ser
premiado.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Que esta ofrenda nos purifique y
renueve, Señor, y sea causa de
recompensa eterna para quienes cumplen tu voluntad. Por Jesucristo,
nuestro
Señor
ANTÍFONA
DE COMUNIÓN Jn3,16
Dios amó tanto al mundo, que
entregó a su Hijo único para que todo
el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados con el pan del cielo,
te pedimos, Padre, la gracia de
desear siempre este alimento que nos da la vida verdadera.
Este
link (enlace) cuaresma,lodirecciona
para
leer el mensaje de SS. Benedicto XVI
Cuaresma 2010
y más sobre la Cuaresma
Orientación
de la celebración del Miércoles Ceniza.
(El
templo esté levemente iluminado).
Hermanos y hermanas: La Iglesia
está a oscuras, necesitamos luz. Si
no hay luz, no sabemos a donde vamos. En la vida hay muchos que no
saben a
dónde van ni para qué están en el mundo. Cristo es “la Luz que ilumina
a todo
hombre”. Lo celebraremos en la Vigilia Pascual cuando cantamos “Esta
es la
luz de Cristo”. Por esto se halla presente tu cirio pascual, para
recordarnos
que la Cuaresma es camino hacia la Pascua. (Se enciende el cirio).
Hoy con el rito de la imposición
de la ceniza comenzamos el camino
hacia la Pascua. A este camino lo llamamos Cuaresma. Cinco semanas de
gozosa
penitencia para revisar nuestra vida, dejarnos iluminar por la Palabra
de
Dios y zambullirnos en la misericordia de Dios.
El color litúrgico es el morado.
Color que nos recuerda la
austeridad de este tiempo. Por la misma razón no cantaremos la Gloria
ni el
Aleluya que retornarán solemnemente en la Vigilia Pascual.
Nos ponemos de pie. Recibimos al
padre que en nombre el de Cristo
presidirá nuestra eucaristía, y uniendo nuestros corazones y nuestras
voces,
cantamos.
1.RITOS
INICIALES
ANTÍFONA
DE ENTRADA Cír. Sab
11,23.24.26
Señor, tú eres misericordioso
con todos y no aborreces nada de lo
que has hecho, cierras los ojos a los pecados de los hombres para que
se
arrepientan y los perdonas, porque tú eres el Señor, nuestro Dios.
La
imposición de la ceniza es un rito penitencial. Por eso, ahora se
suprime el
acto penitencial acostumbrado, y el celebrante reza la Oración de la
asamblea.
ORACIÓN
COLECTA
Señor nuestro, concédenos
iniciar con el santo ayuno cuaresmal un
camino de verdad era conversión y de afrontar con la penitencia la
lucha
contra el espíritu del mal. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los
siglos de
los siglos.
2.LITURGIA
DE LA PALABRA
PRIMERA
LECTURA JI 2, 12-18
El
profeta Joel nos exhorta vibrantemente al arrepentimiento y a la
conversión
mediante la penitencia.
Lectura de la
profecía de Joel.
Ahora dice el Señor: Vuelvan a
mí de todo corazón, con ayuno,
llantos y lamentos. Desgarren su corazón y no sus vestiduras, y
vuelvan al
Señor, su Dios, porque El es bondadoso y compasivo, lento para la ira y
rico
en amor, y se arrepiente de sus amenazas. Quién sabe si El no se
volverá
atrás y se arrepentirá, y dejará detrás de sí una bendición: la
ofrenda y la
libación para el Señor, su Dios! Toquen la
trompeta
en Sión, prescriban un ayuno, convoquen a una reunión solemne, reúnan
al
pueblo, convoquen a la asamblea, congreguen a los ancianos, reúnan a
los
pequeños y a los niños de pecho! Que el
recién
casado salga de su alcoba y la recién casada de su lecho nupcial! Entre el vestíbulo y el altar lloren los
sacerdotes, los
ministros del Señor, y digan: “Perdona, Señor, a tu pueblo, no
entregues tu
herencia al oprobio, y que las naciones no se burlen de ella! ¿Por qué se ha de decir entre los pueblos: Dónde
está su
Dios?”. El Señor se llenó de celos por su tierra y se compadeció de su
pueblo.
Palabra de Dios
COMENTARIO
A
Israel se le reprocha por numerosos atropellos.
Además, se mantienen las ceremonias religiosas, las cuales son
pretextos para
borracheras y prostitución. Hacen tomar vino a los nazarenos, pero se
acalia
a los profetas que anuncian la Palabra de Dios. Ahora, no pueden
esperar sino
el castigo de Dios.
SALMO Sal
50, 3-6. 12-14. 17
El
salmo es la súplica del pecador arrepentido. Es la súplica penitencial
por
excelencia. Participamos de esta oración, aclamando Ten piedad, Señor;
porque
hemos pecado.
R. ¡Ten piedad,
Señor, porque hemos pecado!
Ten piedad de mí, Señor, por tu
bondad, por tu gran compasión, borra
mis faltas! Lávame totalmente de mi culpa y
purifícame de mi pecado! R.
Porque yo reconozco mis faltas y
mi pecado está siempre ante mí.
Contra ti, contra ti solo pequé e hice lo que es malo a tus ojos. R.
Crea en mí, Dios mío, un corazón
puro, y renueva la firmeza de mi
espíritu. No me arrojes lejos de tu presencia ni retires de mí tu
santo
espíritu. R.
Devuélveme la alegría de tu
salvación, que tu espíritu generoso me
sostenga. Abre mis labios, Señor, y mi boca proclamará tu alabanza. R.
SEGUNDA
LECTURA 2Cor 5, 20—6, 2
San
Pablo nos exhorta a “dejarnos reconciliar con Dios”.
Lectura de la
segunda carta del Apóstol san
Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Nosotros somos
embajadores de Cristo, y es Dios el que
exhorta a los hombres por intermedio nuestro. Por eso, les suplicamos
en
nombre de Cristo:
déjense reconciliar con Dios. A Aquél que no conoció
el pecado, Dios lo
identificó con el pecado en favor nuestro, a fin de que nosotros
seamos
justificados por El. Y porque somos sus colaboradores, los exhortamos a
no
recibir en vano la gracia de Dios. Porque El nos dice en la Escritura:
“En el momento favorable te
escuché, y en el día de la salvación te
socorrí”. Este es el tiempo favorable, éste es el día de la salvación.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Nos
presentamos como mensajeros de Cristo”. Esto
no vale solamente para los apóstoles y Pablo, vale también para
nosotros
cuando vamos a visitar al enfermo o al necesitado. Cuando vamos donde
el
hermano, superando los recelos para crear espíritu de confianza.
VERSÍCULO
ANTES DEL EVANGELIO Cf r. Sal 94, 8. 7
No endurezcan su corazón, sino
escuchen la voz del Señor.
EVANGELIO
Mt 6, 1-6. 16-18
Jesús
recomienda la oración, el ayuno y la limosna y señala las
características que
las hacen meritorias.
Evangelio de nuestro
Señor Jesucristo según
san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos:
Tengan cuidado de no practicar su
justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo
contrario,
no recibirán ninguna recompensa del Padre de ustedes que está en el
cielo.
Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de
ti, como
hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser
honrados por
los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Cuando tú
des
limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que
tu
limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te
recompensará.
Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta
orar de
pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos
por los
hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Tú, en cambio,
cuando
ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que
está en
lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando
ustedes
ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que
desfiguran su
rostro para que los hombres noten que ayunan. Les aseguro que con eso,
ya han
recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu
cabeza y
lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres,
sino por
tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te
recompensará.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
La
verdadera religión es comunicación del hombre
con Dios en sinceridad de mente y voluntad. El hombre debe comunicarse
por el
lenguaje del cuerpo. En este intento, la limosna, la oración y el
ayuno son
gestos que ayudan a la comunicación. Dios ve en lo secreto, por eso
todo
gesto publicitario desvirtúa una acción buena.
BENDICIÓN
E IMPOSICIÓN DE LA
CENIZA
Después de la
homilía el sacerdote, de pie,
con las manos juntas dice:
Queridos hermanos: oremos a
Dios, nuestro Padre, para que se digne
bendecir con su gracia estas cenizas que vamos a imponer sobre
nuestras
cabezas en señal de penitencia.
Y después de una breve oración
en silencio, prosigue con las manos
extendidas:
Dios nuestro, que te conmueves
ante quienes se humillan y hacen
penitencia, escucha con bondad nuestra súplica y derrama la gracia de
tu
bendición sobre estos hijos tuyos que van a recibir las cenizas, para
que
sean fieles a las prácticas cuaresmales y así lleguen a celebrar, con
un
corazón puro, el misterio pascual de tu Hijo. Que vive y reina por los
siglos
de los siglos.
O bien:
Señor y Dios nuestro, que no
quieres la muerte del pecador sino que
se arrepienta, escucha con bondad nuestra oración y bendice estas
cenizas que
vamos a imponer sobre nuestras cabezas, reconociendo que somos polvo y
al
polvo hemos de volver, y concédenos, por medio de las prácticas
cuaresmales,
el perdón de nuestros pecados y la vida nueva a imagen de tu Hijo
resucitado.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.
R. Amén.
Bendición
de la ceniza
Y rocía
con agua bendita las cenizas, sin decir nada. Seguidamente,
todos los fieles se acercan al sacerdote que impone la ceniza sobre
ellos; a
cada uno le dice:
Conviértete y cree en el
Evangelio. (Cfr.
Mc 1,15)
O bien:
Recuerda que eres polvo y en
polvo te convertirás (Cfr. Gn 3,19)
Imposición
de la ceniza
La
ceniza recibida es signo de conversión; petición de perdón y
confianza en la misericordia de Dios.
Permanecemos en nuestros sitios.
Nos acercamos ordenadamente a
recibir la ceniza. Mientras marchamos, digamos en el fondo de nuestro
corazón: Me rebelé contra Dios; yo que no soy más que polvo.
(Se puede cantar un salmo u otro
canto adecuado).
ANTÍFONA 1
Revistamos el hábito de la
penitencia con la ceniza y el cilicio;
ayunemos y lloremos delante del Señor, porque nuestro Dios es
compasivo y
misericordioso para perdonar nuestros pecados.
ANTÍFONA 2
(CftJI
2,17, Est 4,17)
Entre el atrio y el altar lloren
los sacerdotes, ministros del
Señor, diciendo: Perdona, Señor, atu
pueblo; no
permitas que callen quienes te alaban.
ANTÍFONA 3
(Sal 50,3)
Borra mi culpa, Señor.
Esta
antífona puede repetirse después de cada uno de los versículos
del salmo 50.
RESPONSORIO
(Cf
Bar 3,2; Sal 78, 9)
R. Reparemos el mal que
cometimos por nuestra ignorancia, no sea
que, sorprendidos por la muerte, busquemos el tiempo para hacer
penitencia y
no lo encontremos. Míranos, Señor, y ten piedad de nosotros, porque
hemos
pecado contra ti.
V. Ayúdanos, Dios salvador
nuestro, por el honor de tu Nombre;
líbranos, Señor. Míranos, Señor.
No se dice Credo.
Acabada la imposición de las
cenizas, el sacerdote se lava las
manos; el rito concluye con la Oración de los Fieles y la Misa
continúa como
de costumbre.
ORACIÓN
DE LOS FIELES
A cada intención,
pedimos:
Lávame totalmente de mi culpa y
purifícame de mi pecado:
·Por
la Iglesia
que somos todos: para que el Señor perdone los errores cometidos y nos
purifique. Oremos.
·Por
el mundo
entero: para que el Señor perdone los pecados de los hombres, las
familias y
los pueblos. Oremos.
·Por
los
cristianos alejados de la práctica religiosa: para que se dejen
reconciliar
con Dios. Oremos.
·Por
nosotros que
hemos recibido la ceniza: para que practiquemos con fervor la oración,
la
limosna y el ayuno. Oremos.
3.LITURGIA
EUCARÍSTICA
Presentación
de las ofrendas: Cristo muerto y resucitado para nuestra salvación, es
nuestra gran ofrenda al Padre. Unidos a él presentemos nuestros
corazones
arrepentidos y dispuestos a dejarse reconciliar con Dios.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Al ofrecerte el sacrificio con
el que iniciamos solemnemente la
Cuaresma, te pedimos, Señor, que por las obras de penitencia y
caridad,
dominemos nuestras pasiones y, limpios de pecado, podamos celebrar con
fervor
la Pasión de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio:
El Señor quiere reconciliarnos. Con alegría gratitud elevemos, junto
al
celebrante, el canto de alaban porque “con el ayuno y las prácticas
cuaresmales quiere elevar nuestro espíritu y darnos fuerza”.
ANTÍFONA
DE COMUNIÓN Cfr. Sal 1,2-3
El que medita la ley del Señor
de día y de noche, da fruto a su
debido tiempo.
Comunión:
Jesucristo nos ofrece el alimento de su Cuerpo para recorrer el camino
de
conversión hacia la Pascua, Con alegría marchemos a recibir el Pan de
Vida.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Fortalécenos, Señor Dios, con
los sacramentos recibidos para que
nuestro ayuno sea agradable a tus ojos y cure todos nuestros males.
Por Jesucristo,
nuestro Señor.
4.RITO
DE CONCLUSIÓN
ORACIÓN
SOBRE EL PUEBLO
(facultativa)
El sacerdote con las manos
extendidas sobre el pueblo, dice la
siguiente oración de despedida: Infunde el espíritu de arrepentimiento
sobre
los que se inclinan ante ti, Dios nuestro, para que merezcan
conseguir, por
tu misericordia, los premios prometidos a los que hacen penitencia.
Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Canto final; Con alegría por
haber proclamado nuestra fe en el
perdón misericordioso de Dios, nos retiramos cantando.
Este
link (enlace) cuaresma,lodirecciona
para
leer el mensaje de SS. Benedicto XVI
Cuaresma 2010
y más temas sobre la Cuaresma
ANTÍFONA
DE ENTRADA Cfr. Sal 54, 17-20. 23
Invoqué al Señor y él me
escuchó; me defendió de los que me
atacaban. Confía tu suerte al Señor y él te sostendrá.
ORACIÓN
COLECTA
Señor, que tu gracia inspire y
sostenga nuestras obras, para que
toda nuestra actividad tenga siempre en ti su principio y, por ti
iniciada,
alcance su fin.
Por nuestro Señor
Jesucristo.
LECTURA Deut
30, 15-20
Lectura del libro
del Deuteronomio.
Moisés habló al pueblo diciendo:
Hoy pongo delante de ti la vida y
la felicidad, la muerte y la desdicha. Si escuchas los mandamientos
del
Señor, tu Dios, que hoy te prescribo, si amas al Señor, tu Dios, y
cumples
sus mandamientos, sus leyes y sus preceptos, entonces vivirás, te
multiplicarás, y el Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde
ahora vas
a entrar para tomar posesión de ella. Pero si tu corazón se desvía y
no
escuchas, si te dejas arrastrar y vas a postrarte ante otros dioses
para
servirlos, yo les anuncio hoy que ustedes se perderán
irremediablemente, y no
vivirán mucho tiempo en la tierra que vas a poseer después de cruzar
el
Jordán. Hoy tomo por testigos contra ustedes al cielo y a la tierra:
yo he
puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición.
Elige
la vida, y vivirás, tú y tus descendientes, con tal que ames al Señor,
tu
Dios, escuches su voz y le seas fiel. Porque de ello depende tu vida y
tu larga permanencia en la tierra que el
Señor juró dar a
tus padres, a Abraham, a Isaac y a Jacob.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
“Hoy
pongo delante de ti, la vida y la felicidad,
la muerte y la desdicha”. El predicador de la alianza pone al pueblo
en el
compromiso de decidir su propia suerte. Dos caminos se le abren a
Israel, al
igual que para nosotros hoy: el de la fidelidad a la voluntad del
Señor, que
conduce a la felicidad y a la vida, o el de la maldad de nuestros
pecados,
que nos conduce a una vida sin sentido, es decir, a la muerte. La
elección
corresponde a cada uno. El camino es el del discernimiento.
SALMO Sal
1, 1-4. 6
R. ¡Feliz el que
pone su confianza en el
Señor!
¡Feliz el hombre que no sigue el
consejo de los malvados, ni se
detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la reunión de
los
impíos, sino que se complace en la ley del Señor y la medita de día y
de
noche! R.
Él es como un árbol plantado al
borde de las aguas, que produce
fruto a su debido tiempo, y cuyas hojas nunca se marchitan: todo lo
que haga
le saldrá bien. R.
No sucede así con los malvados:
ellos son como paja que se lleva el
viento. Porque el Señor cuida el camino de los justos, pero el camino
de los
malvados termina mal. R.
VERSÍCULO
ANTES DEL EVANGELIO Mt
4, 17
“Conviértanse,
porque el Reino de los Cielos
está cerca”, dice el Señor.
EVANGELIO
Lc
9, 22-25
Evangelio de nuestro
Señor Jesucristo según
san Lucas.
Jesús dijo a sus discípulos: “El
Hijo del hombre debe sufrir mucho,
ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas,
ser
condenado a muerte y resucitar al tercer día”. Después dijo a todos:
“El que
quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su
cruz
cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y
el que
pierda su vida por mí, la salvará. ¿De qué le servirá al hombre ganar
el mundo
entero, si se pierde o se arruina a sí mismo?”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
“El
que pierda su vida por mi causa la salvará”.
El Maestro no engaña a nadie. Seguirlo es difícil; tan difícil como
“negarse
a sí mismo y cargar con la cruz”. ¡Qué contraste con nuestro modo de
pensar y
actuar! ¡Cómo nos agarramos a la vida! Y estamos en nuestro derecho,
porque
es lo más valioso que tenemos. Nos equivocamos cuando hacemos como el
hombre
que enterró el talento que le fue confiado para hacerlo producir. Pero
una
vida generosamente gastada al servicio de los demás, se llena de
sentido que
no puede perderse, merece perdurar y alcanzar la plenitud, como la del
Maestro.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, te suplicamos que mires
benignamente las ofrendas que presentamos
sobre tu altar, para que glorifiquen tu nombre otorgándonos tu
misericordia.
Por Jesucristo
nuestro Señor.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN Sal 50, 12
Crea en mí, Dios mío, un corazón
puro, y renueva la firmeza de mi
espíritu.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, te suplicamos
que, recibida la bendición del don
del cielo, este sacramento sea para nosotros causa de perdón y
salvación.
El Señor me escuchó y tuvo
misericordia de mí; el Señor es mi protector.
ORACIÓN COLECTA
Señor, que tu bondad nos acompañe
en las obras penitenciales que hemos iniciado, de modo que
practiquemos con
corazón sincero la austeridad impuesta a nuestro cuerpo. Por nuestro
Señor
Jesucristo.
LECTURA Is 58, 1-9
Lectura del libro de Isaías.
Así habla el Señor Dios: ¡Grita a
voz en cuello, no te contengas, alza tu voz como una trompeta:
denúnciale a
mi pueblo su rebeldía y sus pecados a la casa de Jacob! Ellos me
consultan
día tras día y quieren conocer mis caminos, como lo haría una nación
que
practica la justicia y no abandona el derecho de su Dios; reclaman de
mí
sentencias justas, les gusta estar cerca de Dios: «¿Por
qué ayunamos y tú no lo ves, nos afligimos y tú no lo reconoces?».
Porque
ustedes, el mismo día en que ayunan, se ocupan de negocios y maltratan
a su
servidumbre.
Ayunan para entregarse a pleitos
y querellas y para golpear perversamente con el puño. No ayunen como
en esos
días, si quieren hacer oír su voz en las alturas.
¿Es éste acaso el ayuno que yo
amo, el día en que el hombre se aflige a sí mismo? Doblar la cabeza
como un
junco, tenderse sobre el cilicio y la ceniza: ¿a eso lo llamas ayuno y
día
aceptable al Señor? Éste es el ayuno que yo amo – oráculo del Señor–: soltar las cadenas injustas, desatar los
lazos
del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos;
compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo;
cubrir
al que veas desnudo y no despreocuparte de tu propia carne. Entonces
despuntará tu luz como la aurora, y tu llaga no tardará en cicatrizar;
delante de ti avanzará tu justicia, y detrás de ti irá la gloria del
Señor.
Entonces llamarás, y el Señor responderá; pedirás auxilio, y él dirá: «¡Aquí estoy!».
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Reaccionando
contra el formalismo del culto, tentación permanente de Israel, y
también de
la Iglesia, el profeta invita al pueblo a practicar el ayuno agradable
a
Dios, a saber, el restablecimiento de la justicia en todos los casos
en que
es atropellada. Lo que cuenta en el ayuno no es privarse de los
alimentos,
sino la seriedad y la coherencia de la fe en el servicio efectivo al
Señor y
a los hombres de quienes nos hacemos prójimos como el buen Samaritano.
SALMO Sal 50, 3-6. 18-19
R. ¡Tú no desprecias un corazón contrito, Señor!
¡Ten piedad de mí, Señor, por tu
bondad, por tu gran compasión, borra mis faltas! ¡Lávame totalmente de
mi
culpa y purifícame de mi pecado! R.
Porque yo reconozco mis faltas y
mi pecado está siempre ante mí. Contra ti, contra ti solo pequé e hice
lo que
es malo a tus ojos. R.
Los sacrificios no te satisfacen;
si ofrezco un holocausto, no lo aceptas: mi sacrificio es un espíritu
contrito, tú no desprecias el corazón contrito y humillado. R.
VERSÍCULO Cfr. Am 5, 14
Busquen el bien y no el mal, para
que tengan vida, y así el Señor estará con ustedes.
EVANGELIO Mt 9, 14-15
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san
Mateo.
Se acercaron a Jesús los
discípulos de Juan Bautista y le dijeron: “¿Por qué nosotros y los
fariseos
ayunamos mucho mientras que tus discípulos no ayunan?”. Jesús les
respondió:
“¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo
está
con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y
entonces
ayunarán”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
“¿Por
qué tus discípulos no ayunan?”. Ayuno sin amor no tiene valor. Amor
sin
compartir nadie lo cree. Ayunar en la fiesta no tiene sentido. El
ayuno y
todas las demás prácticas ascéticas no tienen valor en sí mismas, sino
en
función de algo mayor.
Por
eso, una extrema rigidez en la regulación de estas prácticas es
ciertamente antievangélica e inhumana. Por
ahí van las orientaciones
bíblicas de hoy, que guardan relación con el ayuno. El Maestro se
presenta
como el novio, como el esposo. El que llega a descubrirlo como tal,
¿cómo va
a guardar ayuno? Celebrará la fiesta más alegre y gozosa.
ORACIÓN SOBRE LAS
OFRENDAS
Señor, te ofrecemos el sacrificio
de nuestra austeridad cuaresmal; que él nos haga agradables a tus ojos
y más
generosos en la práctica de la penitencia.
Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal
24, 4
Muéstranos, Señor, tus caminos y
enséñanos tus senderos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA
COMUNIÓN
Dios todopoderoso, purificados de
todo pecado, te pedimos que por la participación de este misterio, nos
dispongamos a recibir los remedios de tu bondad.
Escúchanos, Señor, porque eres
bueno y misericordioso; míranos, Señor, por tu gran misericordia.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, mira
compasivo nuestra fragilidad y protégenos con la fuerza de tu poder.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURA Is 58, 9-14
Lectura del libro de Isaías.
Así habla el Señor: Éste es el
ayuno que yo amo: Si eliminas de ti todos los yugos, el gesto
amenazador y la
palabra maligna; si ofreces tu pan al hambriento y sacias al que vive
en la
penuria, tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad será como el
mediodía. El Señor te guiará incesantemente, te saciará en los ardores
del
desierto y llenará tus huesos de vigor; tú serás como un jardín bien
regado,
como una vertiente de agua, cuyas aguas nunca se agotan. Reconstruirás
las
ruinas antiguas, restaurarás los cimientos seculares, y te llamarán
«Reparador de brechas», «Restaurador de moradas en ruinas». Si dejas
de
pisotear el sábado, de hacer tus negocios en mi día santo; si llamas
al
sábado «Delicioso » y al día santo del Señor «Honorable »; si lo
honras
absteniéndote de traficar, de entregarte a tus negocios y de hablar
ociosamente, entonces te deleitarás en el Señor; yo te haré cabalgar
sobre
las alturas del país y te alimentaré con la herencia de tu padre
Jacob,
porque ha hablado la boca del Señor.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
“Partir
el pan con el hambriento es vivir en la luz”. Se engaña frecuentemente
a sí
mismo, el hombre religioso cuando cumple los ritos referentes al
sábado o al
ayuno.
Esto
es muy loable, pero hace más falta que toda nuestra vida sea
consecuente con
la fe que profesamos y con el culto que practicamos. La justicia con
el oprimido
y la bondad con el necesitado harán brillar la luz del Señor en el
mundo.
Entonces se llenará de sentido el culto, el descanso y la fiesta en
honor de
Yahvé.
SALMO Sal 85, 1-6
R. ¡Enséñame tu camino, Señor!
Inclina tu oído, Señor,
respóndeme, porque soy pobre y miserable; protégeme, porque soy uno de
tus
fieles, salva a tu servidor que en ti confía. R.
Tú eres mi Dios: ten piedad de
mí, Señor, porque te invoco todo el día; reconforta el ánimo de tu
servidor,
porque a ti, Señor, elevo mi alma. R.
Tú, Señor, eres bueno e
indulgente, rico en misericordia con aquellos que te invocan:
¡atiende,
Señor, a mi plegaria, escucha la voz de mi súplica! R.
VERSÍCULO Ez 33, 11
«Yo no deseo la muerte del malvado, sino que se
convierta y viva»,
dice el Señor.
EVANGELIO Lc 5,
27-32
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san
Lucas.
Jesús salió y vio a un publicano
llamado Leví, que estaba sentado junto a
la mesa de
recaudación de impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Él, dejándolo todo, se
levantó y lo siguió. Leví ofreció a Jesús
un gran
banquete en su casa. Había numerosos publicanos y otras personas que
estaban
a la mesa con ellos. Los fariseos y sus escribas murmuraban y decían a
los
discípulos de Jesús: “¿Por qué ustedes comen y beben con publicanos y
pecadores?”. Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: “No son los sanos
los que
tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a
llamar a
justos, sino a pecadores, para que se conviertan”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
“Éste,
come con publicanos y pecadores”. El Maestro llama a Leví,
un publicano y un pecador. El banquete que ofrece en agradecimiento, y
al que
invita gente de su misma condición, levanta las sospechas y las
críticas de
los fariseos. Ya sabemos la respuesta: “No he venido a llamar a los
justos,
sino a los pecadores”. Pero me temo que seguimos con la manía de
dividir al
mundo en buenos y malos. La gran tentación de los cristianos de todos
los
tiempos es la de convertirse en “ghetto”. Según el diagnóstico del
Maestro
somos enfermos y pecadores y él es nuestro médico y salvador.
ORACIÓN SOBRE LAS
OFRENDAS
Señor, recibe este sacrificio de
reconciliación y alabanza, y concédenos que purificados por su
eficacia, te
ofrezcamos el amor de nuestro corazón. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Mt
9, 13
Prefiero la misericordia a los
sacrificios. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los
pecadores.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA
COMUNIÓN
Señor, alimentados con el pan de
la Vida celestial, concédenos que el sacramento que en esta vida es
para
nosotros un misterio, se convierta en ayuda para la eternidad.
Al inicio de la Cuaresma, este
evangelio pone delante de nuestros ojos toda la seriedad de la vida
cristiana. «Nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino...
contra
los espíritus del mal que están en las alturas» (Ef 6, 12). Desde el
Paraíso
(Gén 3), toda la historia humana es una lucha entre el bien y el mal,
entre
Cristo y Satanás. La Cuaresma nos fuerza a una decisión: ¿De qué parte
nos
ponemos?
Pero en esta lucha no estamos a
la deriva. Cristo ha luchado, para que nosotros luchemos; Cristo ha
vencido
para que nosotros venzamos. En este sentido, la liturgia de Cuaresma
comienza
haciéndonos elevar los ojos a Cristo, para seguirle como modelo y para
dejarnos influir por el impulso interior de combate victorioso que
quiere
infundir en nosotros.
También se nos indican las armas
para vencer a Satanás. A cada tentación Jesús responde con un texto de
la
Escritura. En estos días Cuaresmales se nos invita a alimentarnos con
más
abundancia de la Palabra de Dios, para que esta sea como un escudo que
nos
haga inmunes a las asechanzas del enemigo. El salmo responsorial nos
recuerda
la confianza que, ante la prueba, Cristo tiene en el Padre y que
nosotros
necesitamos para no sucumbir a la tentación: «Me invocará y lo
escucharé».
Necesitamos vivir la fe (segunda lectura), una fe hecha plegaria –«no
nos
dejes caer en la tentación»–, que es la que nos libra de la esclavitud
del
pecado y de Satanás, pues sólo la fe da la victoria (1 Jn 5,4). (FGD)
I. RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr.
Sal 90,15-16
Me invocará, y yo le responderé. Estaré
con él, en el peligro, lo defenderé y lo glorificaré; le haré gozar de
una
larga vida.
ACTO
PENITENCIAL
·Tú fuiste
tentado como nosotros. Señor, ten piedad.
·Tú te compadeces
de nuestras flaquezas. Cristo, ten piedad.
·Tú cargaste con
nuestras culpas. Señor, ten piedad.
No
se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, concédenos que por la
práctica anual de la Cuaresma, progresemos en el conocimiento del
misterio de
Cristo y vivamos en conformidad con él. Por nuestro Señor Jesucristo,
tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es
Dios,
por los siglos de los siglos.
II. LITURGIA DE LA
PALABRA
PRIMERA LECTURA Deut 26,
1-2. 4-10
Cuaresma
es conversión, y nada ayuda tanto en
nuestra propia conversión a Dios, como el recuerdo de todo lo bueno
que Dios
ha hecho por nosotros. Por eso, esta lectura es sobre Dios lleno de
misericordia y liberador de su pueblo de la servidumbre egipcia. Esta
servidumbre y liberación, simbolizan nuestras propias servidumbres al
mal; y
la obra de Cristo a favor de nuestra liberación anterior.
Lectura
del libro del Deuteronomio.
Moisés habló al pueblo diciendo: Cuando
entres en la tierra que el Señor, tu Dios, te da en herencia, cuando
tomes
posesión de ella y te establezcas allí, recogerás las primicias de
todos los
frutos que extraigas de la tierra que te da el Señor, tu Dios, las
pondrás en
una canasta, y las llevarás al lugar elegido por el Señor, tu Dios,
para
constituirlo morada de su Nombre. El sacerdote tomará la canasta que
tú le
entregues, la depositará ante el altar, y tú pronunciarás estas
palabras en
presencia del Señor, tu Dios: “Mi padre era un arameo errante que bajó
a
Egipto y se refugió allí con unos pocos hombres, pero luego se
convirtió en
una nación grande, fuerte y numerosa. Los egipcios nos maltrataron,
nos
oprimieron y nos impusieron una dura
servidumbre.
Entonces pedimos auxilio al Señor, el Dios de nuestros padres, y El
escuchó
nuestra voz. El vio nuestra miseria, nuestro cansancio y nuestra
opresión, y
nos hizo salir de Egipto con el poder de su mano y la fuerza de su
brazo, en
medio de un gran terror, de signos y prodigios. El nos trajo a este
lugar y
nos dio esta tierra que mana leche y miel. Por eso ofrezco ahora las
primicias de los frutos del suelo que tú, Señor, me diste”. Tu depositarás las primicias ante el Señor, tu
Dios, y te
postrarás delante de El.
Palabra
de Dios.
SALMO Sal 90, 1-2. 10-15
Ante la
acción de Dios, el salmo nos invita a
confiar plenamente en el Señor. Participamos de esta oración,
aclamando: En
el peligro, Señor, estás conmigo.
R.
En e/peligro, Señor, estás conmigo.
Tú que vives al amparo del Altísimo y
resides a la sombra del Todopoderoso, di al Señor: “Mi refugio y mi
baluarte,
mi Dios, en quien confío”. R.
No te alcanzará ningún mal, ninguna plaga
se acercará a tu carpa, porque El te encomendó a sus ángeles para que
te
cuiden en todos tus caminos. R.
Ellos te llevarán en sus manos para que no
tropieces contra ninguna piedra; caminarás sobre leones y víboras,
pisotearás
cachorros de león y serpientes. R.
“Él se entregó a mí, por eso, Yo lo
libraré; lo protegeré, porque conoce mi Nombre; me invocará, y Yo le
responderé. Estaré con él en el peligro, lo defenderé y lo
glorificaré”. R.
SEGUNDA LECTURA Rom 10,
5-13
Esta
lectura aborda otro ángulo de nuestra
conversión: no tenemos fuerza para con vertimos profundamente. No
podemos
mejorar nuestras vidas con facilidad. La conversión es un don de
Cristo. El
murió y resucitó para hacer posible nuestra conversión.
Lectura
de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.
Hermanos: Moisés escribe acerca de la
justicia que proviene de la Ley: “El hombre que la practique, vivirá
por
ella”. En cambio, la justicia que proviene de la fe habla así: “No
digas en
tu corazón:
¿quién subirá al
cielo?”, esto es, para hacer descender a Cristo. O bien: “,quién
descenderá al Abismo?”, esto es, para hacer subir a Cristo de entre
los
muertos. Pero ¿qué es lo que dice acerca de la justicia de la fe? “La
palabra
está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón”, es decir, la palabra de
la fe
que nosotros predicamos. Porque si confiesas con tu boca que Jesús es
el Señor
y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás
salvado. Con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la
boca se
confiesa para obtener la salvación. Así lo afirma la Escritura: “El
que cree
en El, no quedará confundido”.
Porque no hay distinción entre judíos y
los que no lo son: todos tienen el mismo Señor, que coima de bienes a
quienes
lo invocan. Ya que “todo el que invoque el nombre del Señor se
salvará”.
Palabra
de Dios.
ACLAMACIÓN Mt 4,4
El hombre no vive solamente de pan, sino
de toda palabra que sale de la boca de Dios.
EVANGELIO Lc 4, 1-13
Jesús es
tentado en el desierto. Él fue allá para
rezar largo y prepararse a una misión que implicaba luchar contra el
mal. Así
la Cuaresma es una invitación para orar por la conversión. Jesús
venció la
tentación y nos enseñó a superarla.
Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó
de las orillas del Jordán y fue conducido por el Espíritu al desierto,
donde
fue tentado por el demonio durante cuarenta días. No comió nada
durante esos
días, y al cabo de ellos tuvo hambre. El demonio le dijo entonces: “Si
tú
eres Hijo de Dios, manda a esta piedra que se convierta en pan”. Pero
Jesús
le respondió: “Dice la Escritura: El hombre no vive solamente de pan”.
Luego
el demonio lo llevó a un lugar más alto, le mostró en un instante
todos los
reinos de la tierra y le dijo: “Te daré todo este poder y el esplendor
de
estos reinos, porque me han sido entregados, y yo los doy a quien
quiero. Si
tú te postras delante de mí, todo eso te pertenecerá”. Pero Jesús le
respondió: “Está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a El solo
rendirás
culto”. Después el demonio lo condujo a Jerusalén, lo puso en la parte
más
alta del Templo y le dijo: “Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí
abajo,
porque está escrito: El dará órdenes a sus ángeles para que ellos te
cuiden.
Y también: Ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece
con
ninguna piedra”. Pero Jesús le respondió: “Está escrito: No tentarás
al Señor,
tu Dios”. Una vez agotadas todas las formas de tentación, el demonio
se alejó
de El, hasta el momento oportuno.
Palabra
del Señor.
EL CREDO
Creo en Dios
Padre todopoderoso. Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo,
su
único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del
Espíritu
Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio
Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al
tercer día
resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la
derecha
de Dios Padre todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los
vivos y a
los muertos.
Creo en el
Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos,
el
perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna.
Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A
cada intención, pedimos: Enséñanos a confiar en ti.
·Para que la
Iglesia, empujada por el Espíritu, al desierto de este mundo, se vea
fortalecida en la lucha contra las fuerzas del mal. Oremos.
·Para que el espíritu
de la Cuaresma ayude a los gobernantes y a los dirigentes sociales a
practicar la austeridad en favor de los más necesitados. Oremos.
·Para que los
desalentados, los tristes, los deprimidos, puedan superar esa
situación
confiando en Dios. Oremos.
·Para que todos
nosotros vivamos esta Cuaresma con mayor espíritu de oración,
penitencia y
caridad. Oremos.
III. LITURGIA
EUCARÍSTICA
ORACIÓN SOBRE LAS
OFRENDAS
Te pedimos que nos dispongas, Señor, para
ofrecer convenientemente estos dones con los que iniciamos el camino
cuaresmal.
Por
Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO: LAS
TENTACIONES DEL SEÑOR
V. El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro
deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre
santo,
Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Él mismo, al abstenerse de alimentos
terrenos durante cuarenta días, consagró con su ayuno la práctica
cuaresmal,
y al rechazar las tentaciones del demonio, nos enseñó a superar los
ataques
del mal, para que, celebrando con sinceridad el misterio pascual,
podamos
gozar un día de la Pascua eterna.
Por eso, unidos a los ángeles y a los
santos, cantamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del
Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu
gloria. Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
RITO DE COMUNIÓN
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre; venga
a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos
hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también
nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y
líbranos del mal.
LA PAZ
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:
“La paz os dejo, mi
paz os doy”. No tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu
Iglesia,
y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y
reinas
por los siglos de los siglos. Amén.
CORDERO
Cordero de Dios, que quitas el pecado del
mundo, ten piedad de
nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad
de
nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la
paz.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Mt
4,4
No sólo de pan vive el hombre, sino de
toda Palabra que sale de la boca de Dios.
O bien: Cfr. Sal 90, 4
El Señor te cubrirá con sus plumas, y
hallarás un refugio bajo sus alas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA
COMUNIÓN
Te pedimos, Padre, que reconfortados con
el pan del cielo que alimenta nuestra fe, acrecienta nuestra esperanza
y
fortalece nuestra caridad, aprendamos a tener hambre de este pan vivo y
verdadero y a vivir de toda palabra que sale de tu boca.