VIRGENCITA MIA
Virgencita
de mi vida,
madre de todos, y mía,
santísima y sufridora,
redímenos
por favor,
facilítanos la paz perdida.
La
luz que desprendes,
iluminación natural te atesora,
divinidad
que irradias,
paz, amor y armonía,
necesitamos nos ilumine.
Endereza
el rumbo,
de nuestras almas,
valga la redundancia,
ellas
pues perdidas,
desalmadas y a la vez solitarias.
Danos
fuerza y valor,
en estos duros momentos,
y endereza frente a
ellos,
pudiendo encauzar pues,
la vida bella perdida.
Virgencita
de mi vida,
amor de entre amores,
divina de entre todas,
ayúdanos
madre Santísima,
danos tu fuerza purísima.