En
nuestra vida
terrenal es difícil recordar que somos *almas*... y no simples cuerpos
físicos.
Constantemente
nos distraen, las ilusiones y desilusiones de este mundo.
Nos
enseñan que
el dinero y el poder, el prestigio y las posesiones materiales son
de suma importancia y a veces incluso, el motor de nuestras
vidas.
Nos
enseñan que
para ser felices tenemos que lograr que los demás nos aprecien y
nos respeten.
Estar
solos,
nos dicen, es ser desgraciados.
En
realidad
somos seres inmortales que nunca se separan energéticamente de los
que aman...
tenemos
almas
gemelas y familias espirituales que son eternas!
Los
espíritus
guardianes nos guían y nos aman siempre...! Nunca estamos solos.
Al
morir no nos
llevamos las cosas que poseemos, nos llevamos nuestros actos y
nuestras obras, y los frutos de la sabiduría alcanzada por nuestro
*corazón*.
Cuando
despertamos a la idea que somos *seres espirituales*, cambian
nuestros valores y por fin podemos ser felices y estar en paz.
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