Las cosas están al revés cuando de aprender Kabbalah se trata. Cuando pensamos que sabemos algo, lo más probable es que no sea así. Y viceversa. Es decir, estamos constantemente yendo en contra de la ilusión de los cinco sentidos, y debemos reconocer que nada es lo que parece. La forma de evitar esto es hacer preguntas sobre lo que estás aprendiendo. No hay prohibición alguna contra el plantear preguntas y nunca ha habido una ley en contra del conocimiento y el entendimiento. La Luz quiere ser conocida. Pero aquel que no hace preguntas nunca lo sabrá.
Hoy, deja que la primera y la última pregunta que salgan de tu boca sean "¿Por qué?"