La mayoría de nosotros perseguimos nuestros rabos en busca de placer ininterrumpido. La mayoría de nosotros también olvidamos que para satisfacer nuestro deseo de felicidad, debemos desear felicidad a los demás. Esto sigue el principio kabbalístico de que el compartir con los demás, es compartir con nosotros mismos.
Hoy, puedes avanzar un paso para satisfacerte a ti mismo al buscar oportunidades para satisfacer a los demás. Cada vez que des tiempo, energía o dinero, piensa en que no sólo estás ayudando a "él" o "ella". Piensa solamente que te estás ayudando a ti mismo.