El Zóhar explica que estamos hechos de un reino interno (alma) y un reino externo (cuerpo).
El interno controla al externo. Si nos enfocamos en el alma y en sus necesidades, si la alimentamos más de lo que alimentamos el cuerpo, podemos experimentar una mayor satisfacción porque el alma es mucho más elevada que el cuerpo.
Hoy, sé consciente que cada vez que das de ti mismo más libremente –así como restringes tus deseos egoistas– estás alimentando a tu alma.