Una trampa común a evitar en la espiritualidad es juzgar a los demás como menos espirituales que nosotros. Todos estamos aquí para ayudarnos unos a otros a elevarnos. Toda la sabiduría en el mundo es nula y sin efecto si no podemos practicar el principio fundamental de "ama a tu prójimo como a ti mismo".
Hoy, y siempre que te encuentres juzgando a alguien como inferior a ti, piensa en el tiempo en que tú estabas en su posición. Encuentra una manera de extender una mano amiga para levantarlos, justo como alguien hizo contigo alguna vez .