A menudo pensamos que nuestros problemas nos ponen tristes. Pero la realidad es que estamos tristes y por lo tanto tenemos problemas. Esperar que una fuerza externa despierte nuestra alegría y felicidad es precisamente lo que nos mantiene sin alegría y felicidad.
Hoy, piensa acerca de lo que estás esperando antes de permitirte ser verdaderamente feliz. ¿Cómo te sentirías si tuvieses lo que quieres ahora mismo?