Frente a tu verdad, Señor, vano es el saber de los paganos. Por eso no he tenido miedo, de confesar tu Evangelio ante los poderosos.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, tú que enseñaste a san Justino que la sabiduría verdadera consiste en conocer a Jesucristo crucificado, concédenos, por la intercesión de tu santo mártir, que nada llegue a separarnos de ti ni del amor a la cruz de Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA 2 Ped 3, 11-15. 17-18
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro.
Hermanos: ¡Qué santa y piadosa debe ser la conducta de ustedes, esperando y acelerando la venida del Día del Señor! Entonces se consumirán los cielos y los elementos quedarán fundidos por el fuego. Pero nosotros, de acuerdo con la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva donde habitará la justicia. Por eso, queridos hermanos, mientras esperan esto, procuren vivir de tal manera que él los encuentre en paz, sin mancha ni reproche. Tengan en cuenta que la paciencia del Señor es para nuestra salvación. Hermanos míos, ustedes están prevenidos. Manténganse en guardia, no sea que, arrastrados por el extravío de los que hacen el mal, pierdan su firmeza. Crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria, ahora y en la eternidad!
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Al concluir la segunda carta de Pedro, se exhorta a vivir en santidad, como una forma de apresurar la venida del Señor. De este modo el autor sostiene que en esa espera, hay que vivir y trabajar para que el mundo camine por senderos de paz, de honestidad y reconciliación.
SALMO Sal 89, 2-4. 10. 14. 16
R. ¡Tú eres nuestro refugio, Señor!
Antes que fueran engendradas las montañas, antes que nacieran la tierra y el mundo, desde siempre y para siempre, tú eres Dios. R.
Tú haces que los hombres vuelvan al polvo, con sólo decirles: “Vuelvan, seres humanos”. Porque mil años son ante tus ojos como el día de ayer, que ya pasó, como una vigilia de la noche. R.
Nuestra vida dura apenas setenta años, y ochenta, si tenemos más vigor: en su mayor parte son fatiga y miseria, porque pasan pronto, y nosotros nos vamos. R.
Sácianos en seguida con tu amor, y cantaremos felices toda nuestra vida. Que tu obra se manifieste a tus servidores, y que tu esplendor esté sobre tus hijos. R.
ALELUYA Cfr. Ef 1, 17-18
Aleluya. El Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestros corazones, para que podamos valorar la esperanza a la que hemos sido llamados. Aleluya.
EVANGELIO Mc 12, 13-17
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Le enviaron a Jesús unos fariseos y herodianos para sorprenderlo en alguna de sus afirmaciones. Ellos fueron y le dijeron: “Maestro, sabemos que eres sincero y no tienes en cuenta la condición de las personas, porque no te fijas en la categoría de nadie, sino que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios. ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no? ¿Debemos pagarlo o no?”. Pero él, conociendo su hipocresía, les dijo: “¿Por qué me tienden una trampa? Muéstrenme un denario”. Cuando se lo mostraron, preguntó: “¿De quién es esta figura y esta inscripción?”. Respondieron: “Del César”. Entonces Jesús les dijo: “Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios”. Y ellos quedaron sorprendidos por la respuesta.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
La pregunta de los fariseos y herodianos tiene sabor a hipocresía y engaño. La respuesta de Jesús “a Dios lo que es de Dios” significa que Dios no se identifica con ningún proyecto político en particular, sino con todos aquellos que se identifiquen con las necesidades del pueblo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, celebrar dignamente este misterio de la Eucaristía, que tan valerosamente defendió el mártir san Justino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN 1Cor 2, 2
Cuando estuve entre vosotros nunca me precié de otra cosa que de conocer a Jesucristo crucificado.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has alimentado con el pan que da la vida, concédenos, Señor, que siguiendo las enseñanzas de san Justino, vivamos en continua acción de gracias por tus dones. Por Jesucristo, nuestro Señor
Mírame, Señor, y ten piedad de mí, porque estoy solo y afligido; mira mi aflicción y mis fatigas, y perdona todos mis pecados.
ORACIÓN COLECTA
Señor, cuya providencia es infalible en sus disposiciones, humildemente te pedimos que apartes de nosotros todo mal y nos concedas cuanto pueda beneficiarnos. Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURA 2Tim 1, 1-3. 6-12
Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo a Timoteo.
Pablo, Apóstol de Jesucristo, por la voluntad de Dios, para anunciar la promesa de Vida que está en Cristo Jesús, saluda a Timoteo, su hijo muy querido. Te deseo la gracia, la misericordia y la paz que proceden de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo. Doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia pura al igual que mis antepasados, recordándote constantemente, de día y de noche, en mis oraciones. Por eso te recomiendo que reavives el don de Dios que has recibido por la imposición de mis manos. Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no es un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de sobriedad. No te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que soy su prisionero. Al contrario, comparte conmigo los sufrimientos que es necesario padecer por el Evangelio, animado con la fortaleza de Dios. Él nos salvó y nos eligió con su santo llamado, no por nuestras obras, sino por su propia iniciativa y por la gracia: esa gracia que nos concedió en Cristo Jesús, desde toda la eternidad, y que ahora se ha revelado en la Manifestación de nuestro Salvador Jesucristo. Porque él destruyó la muerte e hizo brillar la vida incorruptible, mediante la Buena Noticia, de la cual he sido constituido heraldo, Apóstol y maestro. Por eso soporto esta prueba. Pero no me avergüenzo, porque sé en quien he puesto mi confianza, y estoy convencido de que él es capaz de conservar hasta aquel Día el bien que me ha encomendado. Palabra de Dios.
COMENTARIO
Diversos sufrimientos y ataques sobrellevan los servidores del evangelio. ¿Con qué espíritu enfrentarlos? La carta nos exhorta a mirar a Jesucristo, la vida y la fuerza que emergen de su resurrección. Él es el que sostiene la vida de sus seguidores.
SALMO Sal 122, 1-2
R. ¡Levanto mis ojos hacia ti, Señor!
Levanto mis ojos hacia ti, que habitas en el cielo. Como los ojos de los servidores están fijos en las manos de su señor. R.
Como los ojos de la servidora están en las manos de su dueña: así miran nuestros ojos al Señor, nuestro Dios, hasta que se apiade de nosotros. R.
ALELUYA Jn 11, 25. 26
Aleluya. “Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí no morirá jamás”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Mc 12,18-27
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Se acercaron a Jesús unos saduceos, que son los que niegan la resurrección, y le propusieron este caso: “Maestro, Moisés nos ha ordenado lo siguiente: «Si alguien está casado y muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia, se case con la viuda». Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin tener hijos. El segundo se casó con la viuda y también murió sin tener hijos; lo mismo ocurrió con el tercero; y así ninguno de los siete dejó descendencia. Después de todos ellos, murió la mujer. Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete la tuvieron por mujer?”. Jesús les dijo: “¿No será que ustedes están equivocados por no comprender las Escrituras ni el poder de Dios? Cuando resuciten los muertos, ni los hombres ni las mujeres se casarán, sino que serán como ángeles en el cielo. Y con respecto a la resurrección de los muertos, ¿no han leído en el Libro de Moisés, en el pasaje de la zarza, lo que Dios le dijo: «Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob»? Él no es un Dios de muertos, sino de vivientes. Ustedes están en un grave error”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Los saduceos, miembros de la clase alta sacerdotal, ejercían la autoridad religiosa a través del Templo y el Sanedrín. Ellos no creían en la resurrección; por el contrario, otros grupos religiosos confiaban en la resurrección de los justos. Dentro de esta controversia, Jesús afirma que Dios nos ha creado para la vida. Más aún, ¡Él es el Dios de la Vida!
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, confiados en tu bondad venimos con ofrendas ante tu sagrado altar, para que seamos purificados por tu gracia que nos dan los mismos misterios que celebramos. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Mc 11, 23. 24
Dice el Señor: Cuando pidan algo en la oración, crean que ya lo tienen, y lo conseguirán.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, guía por tu Espíritu a los que alimentas con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, para que confesando nuestra fe en ti, no sólo con la lengua y las palabras, sino con las obras y la verdad, merezcamos entrar en el Reino de los cielos. Por Jesucristo nuestro Señor.
Gozan con Cristo en el Cielo los santos que siguieron sus pasos. Derramaron la sangre por su amor, por eso se alegran con Cristo para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Señor, que de la sangre de los mártires haces simiente de nuevos cristianos; concede en tu bondad que el campo de tu Iglesia, regado con la sangre de san Carlos y sus compañeros, produzca siempre para ti abundantes cosechas. Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURA 2Tim 2, 8-15
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo.
Querido hijo: Acuérdate de Jesucristo, que resucitó de entre los muertos y es descendiente de David. Ésta es la Buena Noticia que yo predico, por la cual sufro y estoy encadenado como un malhechor. Pero la Palabra de Dios no está encadenada. Por eso soporto estas pruebas por amor a los elegidos, a fin de que ellos también alcancen la salvación que está en Cristo Jesús y participen de la gloria eterna. Esta doctrina es digna de fe: Si hemos muerto con él, viviremos con él. Si somos constantes, reinaremos con él. Si renegamos de él, él también renegará de nosotros. Si somos infieles, él es fiel, porque no puede renegar de sí mismo. No dejes de enseñar estas cosas, ni de exhortar delante de Dios a que se eviten las discusiones inútiles, que sólo sirven para perdición de quienes las escuchan. Esfuérzate en ser digno de la aprobación de Dios, presentándote ante él como un obrero que no tiene de qué avergonzarse y como un fiel dispensador de la Palabra de verdad.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Aunque no suframos la cárcel como Pablo, muchas veces podemos sentir que nuestra vida está “encadenada”: Trabas, contratiempos, circunstancias adversas que no permiten desarrollarnos como quisiéramos. “La Palabra de Dios no está encadenada”: Es la palabra de la verdad y la libertad, que no deja de anunciar a Jesucristo como único Señor.
SALMO Sal 24, 4-5. 8-10. 14
R. ¡Muéstrame, Señor, tus caminos!
Muéstrame, Señor, tus caminos, enséñame tus senderos. Guíame por el camino de tu fidelidad; enséñame, porque tú eres mi Dios y mi Salvador. R.
El Señor es bondadoso y recto: por eso muestra el camino a los extraviados; él guía a los humildes para que obren rectamente y enseña su camino a los pobres. R.
Todos los senderos del Señor son amor y fidelidad, para los que observan los preceptos de su alianza. El Señor da su amistad a los que lo temen y les hace conocer su alianza. R.
ALELUYA Cfr. 2Tim 1, 1
Aleluya. Nuestro Salvador Jesucristo destruyó la muerte, e hizo brillar la vida, mediante la Buena Noticia. Aleluya.
EVANGELIO Mc 12, 28-34
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Un escriba que oyó discutir a Jesús con los saduceos, al ver que les había respondido bien, se acercó y le preguntó: “¿Cuál es el primero de los mandamientos?”. Jesús respondió: “El primero es: «Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor; y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas». El segundo es: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». No hay otro mandamiento más grande que éstos”. El escriba le dijo: “Muy bien, Maestro, tienes razón al decir que hay un solo Dios y no hay otro más que él, y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios”. Jesús, al ver que había respondido tan acertadamente, le dijo: “tú no estás lejos del Reino de Dios”. Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Los escribas se encargaban del estudio de las Sagradas Escrituras y de su aplicación en la vida del pueblo. El escriba sabe perfectamente lo que las Escrituras dicen sobre los mandamientos. Su pregunta da ocasión a que Jesús le recuerde a él y a nosotros, cuál es el mandamiento más importante: Amar a Dios y al prójimo como a sí mismo. Esto es vivir el Reino.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al ofrecerte estos dones te pedimos humildemente que así como diste a tus mártires la gracia de morir antes que pecar, nos concedas vivir consagrados sólo a ti y servirte en tu altar. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Lc 22, 28-30
Dice el Señor: Ustedes son los que han permanecido siempre conmigo en medio de mis pruebas. Yo les confiero el poder del Reino, para que en él coman y beban.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, recordando el triunfo de tus santos mártires, hemos recibido este divino sacramento; te pedimos que así como a ellos les dio valor para soportar los tormentos, nos dé a nosotros la perseverancia en la fe y en la caridad en medio de las adversidades. Por Jesucristo nuestro Señor.
Mírame, Señor, y ten piedad de mí, porque estoy solo y afligido; mira mi aflicción y mis fatigas, y perdona todos mis pecados.
ORACIÓN COLECTA
Señor, cuya providencia es infalible en sus disposiciones, humildemente te pedimos que apartes de nosotros todo mal y nos concedas cuanto pueda beneficiarnos. Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURA 2 Tim 3, 10-17
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo.
Querido hijo: Tú has seguido de cerca mi enseñanza, mi modo de vida y mis proyectos, mi fe, mi paciencia, mi amor y mi constancia, así como también las persecuciones y sufrimientos que debí soportar en Antioquía, Iconio y Listra. ¡Qué persecuciones no he tenido que padecer! Pero de todas me libró el Señor. Por lo demás, los que quieran ser fieles a Dios en Cristo Jesús, tendrán que sufrir persecución. Los pecadores y los impostores, en cambio, irán de mal en peor, y engañando a los demás, se engañarán a sí mismos. Pero tú, permanece fiel a la doctrina que aprendiste y de la que estás plenamente convencido: Tú sabes de quiénes la has recibido. Recuerda que desde la niñez conoces las Sagradas Escrituras: Ellas pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación, mediante la fe en Cristo Jesús. Toda la Escritura está inspirada por Dios, y es útil para enseñar y para argüir, para corregir y para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para hacer siempre el bien. Palabra de Dios.
COMENTARIO
Antes de partir, víctima de la persecución, el autor de la carta da consejos a su sucesor, Timoteo, y le previene ante lo que va a suceder. Ante el clima de corrupción de la sociedad en que vive la comunidad cristiana, Timoteo como responsable de la misma, debe estar en guardia y animarlos a mantenerse fieles siguiendo las enseñanzas del Maestro.
SALMO Sal 118, 157. 160-161. 165-166. 168
R. ¡Los que te aman gozan de paz, Señor!
Son muchos los que me persiguen y me oprimen, pero yo no me desvié de tus prescripciones. Lo primordial de tu palabra es la verdad, y tus justos juicios permanecen para siempre. R.
Los poderosos me persiguen sin motivo, pero yo temo únicamente tu palabra. Los que aman tu ley gozan de una gran paz, nada los hace tropezar. R.
Yo espero tu salvación, Señor, y cumplo tus mandamientos. Yo observo tus mandamientos y tus prescripciones, porque tú conoces todos mis caminos. R.
ALELUYA Jn 14, 23
Aleluya. “El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará e iremos a él”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Mc 12, 35-37
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús se puso a enseñar en el Templo y preguntaba: “¿Cómo pueden decir los escribas que el Mesías es hijo de David? El mismo David ha dicho, movido por el Espíritu Santo: «Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies». Si el mismo David lo llama «Señor», ¿cómo puede ser hijo suyo?”. La multitud escuchaba a Jesús con agrado.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Jesús no acepta la filiación davídica, primero porque Él es más que David, y segundo porque evita la identidad real sea a imagen de David o de otro, debido a que los reyes terrenos fundamentan su permanencia en la fuerza bélica o el poder político, y no siempre en Dios.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, confiados en tu bondad venimos con ofrendas ante tu sagrado altar, para que seamos purificados por tu gracia que nos dan los mismos misterios que celebramos. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 16, 6
Yo te invoco, Dios mío, porque tú me respondes. Inclina tu oído hacia mí y escucha mis palabras.
ORA CIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, guía por tu Espíritu a los que alimentas con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, para que confesando nuestra fe en ti, no sólo con la lengua y las palabras, sino con las obras y la verdad, merezcamos entrar en el Reino de los cielos. Por Jesucristo nuestro Señor.
Este santo combatió hasta la muerte en defensa de la ley de Dios y no temió las amenazas de los impíos: estaba arraigado sobre roca firme.
ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Padre, que el mártir san Bonifacio interceda por nosotros, para que conservemos con firmeza y manifestemos con nuestras obras la fe que enseñó con su palabra y selló con su sangre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Tim 4, 1-8
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo.
Querido hijo: Yo te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, y en nombre de su Manifestación y de su Reino: proclama la Palabra de Dios, insiste con ocasión o sin ella, arguye, reprende, exhorta, con paciencia incansable y con afán de enseñar. Porque llegará el tiempo en que los hombres no soportarán más la sana doctrina; por el contrario, llevados por sus inclinaciones, se procurarán una multitud de maestros que les halaguen los oídos, y se apartarán de la verdad para escuchar cosas fantasiosas. Tú, en cambio, vigila atentamente, soporta todas las pruebas, realiza tu tarea corno predicador del Evangelio, cumple a la perfección tu ministerio. Yo ya estoy a punto de ser derramado como una libación, y el momento de mi partida se aproxima: He peleado hasta el fin el buen combate, concluí mi carrera, conservé la fe. Y ya está preparada para mí la corona de justicia, que el Señor, como justo Juez, me dará en ese Día, y no solamente a mí, sino a todos los que hayan aguardado con amor su manifestación.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
“Proclama la Palabra, insiste a tiempo y destiempo, convence, reprende, exhorta con paciencia y pedagogía” recomienda el apóstol a Timoteo. De alguna manera lo anima a seguir el ejemplo de quien ha corrido su carrera hasta el fin y ahora se dispone a recibir la corona de justicia, que el Señor como justo juez le dará.
SALMO Sal 70, 8-9. 14-15. 16-17. 22
R. ¡Mi boca anunciará tu salvación, Señor!
Mi boca proclama tu alabanza y anuncia tu gloria todo el día. No me rechaces en el tiempo de mi vejez, no me abandones, porque se agotan mis fuerzas. R.
Yo, por mi parte, seguiré esperando y te alabaré cada vez más. Mi boca anunciará incesantemente tus actos de justicia y salvación. R.
Vendré a celebrar las proezas del Señor, evocaré tu justicia, que es sólo tuya. Dios mío, tú me enseñaste desde mi juventud, y hasta hoy he narrado tus maravillas. R.
Entonces te daré gracias con el arpa, por tu fidelidad, Dios mío; te cantaré con la cítara, a ti, el Santo de Israel. R.
ALELUYA Mt 5, 3
Aleluya. Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Aleluya.
EVANGELIO Mc 12, 38-44
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús enseñaba a la multitud: “Cuídense de los escribas, a quienes les gusta pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los banquetes; que devoran los bienes de las viudas y fingen hacer largas oraciones. Éstos serán juzgados con más severidad”. Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo y miraba cómo la gente depositaba su limosna. Muchos ricos daban en abundancia. Llegó una viuda de condición humilde y colocó dos pequeñas monedas de cobre. Entonces él llamó a sus discípulos y les dijo: “Les aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros, porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
En oposición a la hipocresía de algunos letrados y maestros de la ley, Jesús destaca la generosidad de la viuda, que representa al pueblo de Israel excluido social y económicamente, cambiando así el concepto de limosna parcial por el de solidaridad total.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica con tu bendición estos dones que te ofrecemos, Señor, y, por ellos, enciende en nosotros la llama de aquel amor por el cual san Bonifacio venció los tormentos del martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Mt 10, 39
Dice el Señor: el que pierda su vida por mí, la encontrará.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor nuestro, que los sacramentos recibidos nos concedan aquella fortaleza que dio a tu mártir san Bonifacio la fidelidad en tu servicio y la victoria en su pasión. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La eucaristía es el alimento que sacia totalmente los anhelos más profundos del ser humano. Cristo no defrauda. Él es el pan de vida eterna: “El que venga a mí nunca más tendrá hambre” (Jn 6,35). Él – y sólo Él – calma el ansia de felicidad, la necesidad de ser querido, la búsqueda de la felicidad... ¿No es completamente insensato apagar nuestra sed en cisternas agrietadas que dejan insatisfecho y que, al fin, sólo producen dolor?
“Denles de comer ustedes mismos”.
Cristo no se contenta con darnos su cuerpo en la eucaristía. Lo pone en nuestras manos para que llegue a todos. Es tarea de todos –no sólo de los sacerdotes– el que la eucaristía llegue a todos los hombres. Todo apostolado debe conducir a la eucaristía. Y que Cristo tenga cada vez más personas en quienes vivir, según las palabras del salmista: “No daré sueño a mis ojos ni reposo a mis párpados hasta que encuentre un lugar para el Señor”.
Pero las palabras “Denles de comer” sugieren también otra aplicación. El que ha sido alimentado por Cristo no puede menos de dar y darse a los demás. La eucaristía es semilla de caridad. El que los pobres tengan qué comer también brota de la eucaristía. Por eso, el que frecuentando la eucaristía no crece en la caridad, es que en realidad no recibe a Cristo y le está rechazando.
I.-RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE ENTRA DA Cfr. Sal 80, 17
El Señor los alimentó con lo mejor del trigo, y los sació con miel silvestre.
ACTO PENITENCIAL
- Tú que eres el pan vivo bajado del cielo. Señor, ten piedad.
- Tú que sellaste con tu sangre la Nueva y Eterna Alianza. Cristo, ten piedad.
- Tú que nos dejaste el memorial de tu cuerpo entregado y tu sangre derramada para el perdón de los pecados. Señor, ten piedad.
SE DICE GLORIA A DIOS
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra suplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor Jesucristo, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tu Pasión, concédenos venerar de tal manera los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que podamos experimentar siempre en nosotros los frutos de tu redención. Que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo, y eres Dios, por los siglos de los siglos.
II.-LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA Gn 14, 18-20
Lectura del libro del Génesis.
En aquellos días: Melquisedec, rey de Salém, que era sacerdote de Dios, el Altísimo, hizo traer pan y vino, y bendijo a Abrám, diciendo: “¡Bendito sea Abrám de parte de Dios, el Altísimo, creador del cielo y de la tierra! ¡Bendito sea Dios, el Altísimo, que entregó a tus enemigos en tus manos!”. Y Abrám le dio el diezmo de todo.
Palabra de Dios.
Comentario
El relato presenta a Abrán bendecido por el rey-sacerdote Melquisedec. Éste ofrece pan y vino, y bendice al Dios creador del cielo y la tierra. En este personaje y en el gesto sagrado, el Nuevo Testamento ve un anticipo de la figura de Cristo, sumo y eterno sacerdote de la nueva alianza.
SAL MO Sal 109, 1-4
R. Tú eres Sacerdote para siempre, a la manera de Melquisedec.
Dijo el Señor a mi Señor: “Siéntate a mi derecha, mientras yo pongo a tus enemigos como estrado de tus pies”. R.
El Señor extenderá el poder de tu cetro: “¡Domina desde Sión, en medio de tus enemigos!”. R.
“Tú eres príncipe desde tu nacimiento, con esplendor de santidad; Yo mismo te engendré como rocío, desde el seno de la aurora”. R.
El Señor lo ha jurado y no se retractará: “Tú eres sacerdote para siempre, a la manera de Melquisedec”. R.
SEGUNDA LE CTURA 1Cor 11, 23-26
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Lo que yo recibí del Señor, y a mi vez les he transmitido, es lo siguiente: El Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó el pan, dio gracias, lo partió y dijo: “Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía”. De la misma manera, después de cenar, tomó la copa, diciendo: “Esta copa es la Nueva Alianza que se sella con mi Sangre. Siempre que la beban, háganlo en memoria mía”. Y así, siempre que coman este pan y beban esta copa, proclamarán la muerte del Señor hasta que Él vuelva.
Palabra de Dios.
Comentario
Pablo nos frece ya una versión “eclesial” del relato de la Cena, a diferencia del relato de Lucas (22, 19-20), donde la bendición sobre el pan está aún separada de la bendición sobre el vino, las dos reunidas en el ritual de las comunidades paulinas. Pablo insiste, además, sobre la comida del Señor como proclamación de su muerte (vv 24-25), y la fe en la presencia de Cristo en el corazón de la acción eucarística es ciertamente afirmada. Finalmente, cabe decir que Pablo parece más sensible a los comportamientos y gestos de la comunidad, mientras que los sinópticos lo son a los del ministro que preside la celebración.
SECUENCIA
Esta secuencia es optativa. Si se la canta o recita, puede decirse íntegra o en forma breve desde: * Este es el pan de los ángeles.
Glorifica, Sión, a tu Salvador, aclama con himnos y cantos a tu Jefe y tu Pastor.
Glorifícalo cuanto puedas, porque Él está sobre todo elogio y nunca lo glorificarás bastante.
El motivo de alabanza que hoy se nos propone es el pan que da la vida.
El mismo pan que en la Cena Cristo entregó a los Doce, congregados como hermanos.
Alabemos ese pan con entusiasmo, alabémoslo con alegría, que resuene nuestro júbilo ferviente.
Porque hoy celebramos el día en que se renueva la institución de este sagrado banquete.
En esta mesa del nuevo Rey, la Pascua de la nueva alianza pone fin a la Pascua antigua.
El nuevo rito sustituye al viejo, las sombras se disipan ante la verdad, la luz ahuyenta las tinieblas.
Lo que Cristo hizo en la Cena, mandó que se repitiera en memoria de su amor.
Instruidos con su enseñanza, consagramos el pan y el vino para el sacrificio de la salvación.
Es verdad de fe para los cristianos que el pan se convierte en la carne, y el vino, en la sangre de Cristo.
Lo que no comprendes y no ves es atestiguado por la fe, por encima del orden natural.
Bajo la forma del pan y del vino, que son signos solamente, se ocultan preciosas realidades.
Su carne es comida, y su sangre, bebida, pero bajo cada uno de estos signos, está Cristo todo entero.
Se lo recibe íntegramente, sin que nadie pueda dividirlo ni quebrarlo ni partirlo.
Lo recibe uno, lo reciben mil, tanto éstos como aquél, sin que nadie pueda consumirlo.
Es vida para unos y muerte para otros.
Buenos y malos, todos lo reciben, pero con diverso resultado.
Es muerte para los pecadores y vida para los justos; mira cómo un mismo alimento tiene efectos tan contrarios.
Cuando se parte la hostia, no vaciles: recuerda que en cada fragmento está Cristo todo entero.
La realidad permanece intacta, sólo se parten los signos, y Cristo no queda disminuido, ni en su ser ni en su medida.
Éste es el pan de los ángeles, convertido en alimento de los hombres peregrinos: es el verdadero pan de los hijos, que no debe tirarse a los perros.
Varios signos lo anunciaron: el sacrificio de Isaac, la inmolación del Cordero pascual y el maná que comieron nuestros padres.
Jesús, buen Pastor, pan verdadero, ten piedad de nosotros: apaciéntanos y cuídanos; permítenos contemplar los bienes eternos en la tierra de los vivientes.
Tú, que lo sabes y lo puedes todo, Tú, que nos alimentas en este mundo, conviértenos en tus comensales del cielo, en tus coherederos y amigos, junto con todos los santos.
ALELUYA Jn 6, 51
Aleluya. “Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Lc 9, 11-17
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús habló a la multitud acerca del Reino de Dios y devolvió la salud a los que tenían necesidad de ser sanados. Al caer la tarde, se acercaron los Doce y le dijeron: “Despide a la multitud, para que vayan a los pueblos y caseríos de los alrededores en busca de albergue y alimento, porque estamos en un lugar desierto”. Él les respondió: “Denles de comer ustedes mismos”. Pero ellos dijeron: “No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente”. Porque eran alrededor de cinco mil hombres. Entonces Jesús les dijo a sus discípulos: “Háganlos sentar en grupos de alrededor de cincuenta personas”. Y ellos hicieron sentar a todos. Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados y, levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición, los partió y los fue entregando a sus discípulos para que se los sirvieran a la multitud. Todos comieron hasta saciarse y con lo que sobró se llenaron doce canastas.
Palabra del Señor.
Comentario
Todas las actividades de Jesús, sus palabras y acciones, tienen como eje central la instauración del reino de Dios en la tierra. Un reino de Dios que empieza a verse en los signos y gestos como el milagro del desprendimiento y el compartir del compromiso generoso y solidario hacia los demás que Él provoca entre sus seguidores.
SE DICE EL CREDO
Creo en Dios Padre todopoderoso. Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna. Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada intención, pedimos: Ayúdanos a ser fieles a tu Alianza.
Para que la vida de cada comunidad cristiana exprese vivamente la entrega de Cristo. Oremos.
Para que los moribundos y enfermos terminales encuentren en la eucaristía fortaleza y consuelo. Oremos.
Para que en nuestra comunidad se avive el fervor eucarístico participando más frecuentemente de la Misa. Oremos
Para que contemplando la sangre derramada por Cristo se extingan los odios y conflictos sociales. Oremos.
III.- LITURGIA EUCARÍSTICA
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor y Dios nuestro, concede bondadosamente a tu Iglesia los dones de la unidad y de la paz, significados en las ofrendas que te presentamos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PRE FACIO DE LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA II
Los frutos de la Santísima Eucaristía
V. El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro. Él mismo, mientras comía con los Apóstoles en la Última Cena, para perpetuar el memorial salvífico de la cruz, se entregó a sí mismo como Cordero inmaculado y sacrificio perfecto de reconciliación.
Con este venerable sacramento alimentas y santificas a tus fieles, para que todos los que habitamos en el mundo, seamos iluminados por una misma fe y congregados en una misma caridad.
Nos acercamos así a la mesa de este sacramento admirable para que la abundancia de tu gracia nos conduzca a la vida eterna.
Por eso, todas las criaturas del cielo y de la tierra te adoran entonando un cántico nuevo, y también nosotros, con los ángeles, te alabamos cantando sin cesar:
Santo, Santo, Santo…
RITO DE COMUNIÓN
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
LA PAZ
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”. No tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia, y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
CORDERO
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Jn 6, 56
Dice el Señor: el que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y Yo en él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Jesucristo, te pedimos que podamos saciarnos con el eterno gozo de tu divinidad, anticipado en la comunión de tu Cuerpo y de tu Sangre. Que vives y reinas por los siglos de los siglos.
IV.- RITO DE CONCLUSIÓN
Bendición
Canto final
Después de haber compartido el misterio del Cuerpo y la Sangre de Cristo, volvamos a la vida diaria a compartir también su entrega de amor por los hermanos. Nos retiramos cantando.