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Respuesta  Mensaje 1 de 31 en el tema 
De: LUNASOL  (Mensaje original) Enviado: 23/05/2010 02:36

Enviado: 28/06/2009 21:20

 

El encuentro con la palabra de Dios nos lleva a reflexionar

sobre nuestra mision , comportamiento y fe,  aqui dejare unas reflexiones

sobre  ella, el estar cerca de el, el hacerlo dueno de nuestra alma

el que haya dejado a su hijo derramar su sangre , por nosotros

nos hace perdonar nuestras faltas

Espero , la conversion real autentica en la gracia de Dios

gracias mis gaviotas

 

 



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Respuesta  Mensaje 17 de 31 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 23/05/2010 02:54

“Mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo”

Lc 24, 46-53

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

1.      UNA SÍNTESIS DEL KERIGMA

Este pasaje, quiere responder, en su fondo, a las conversaciones de Cristo con los apóstoles en los 40 días en que les habló del reino (Hech 1:3). En su exposición hay una síntesis del kerigma: el “cumplimiento” el sufrimiento del Mesías y su resurrección al tercer día  junto con el arrepentimiento de los pecados.

2.      ESTÁ ESCRITO EN LA LEY DE MOISÉS Y EN LOS PROFETAS Y EN LOS SALMOS DE MÍ

Hacerles ver por la Escritura que enuncia en sus tres partes, y sobre todo al especificar los Salmos — quizá por su gran valor mesiánico, ya que, generalmente, sólo se citaban la Ley y los Profetas — , que el plan del Padre no era el mesianismo ambiental, nacionalista y político, sino que el Mesías había de morir y resucitar. Y entonces “les abrió la inteligencia para que entendiesen las Escrituras, y les dijo que así estaba escrito que el Mesías padeciese y al tercer día resucitase de entre los muertos.”

3.      “ABRIRLES LA INTELIGENCIA PARA QUE ENTENDIESEN LAS ESCRITURAS,”

Previamente (Lc  24,44), Lucas relata que les abrió la inteligencia para que entendiesen las Escrituras.” Esto  podría tener dos sentidos: o que Jesús les concede un carisma para que ellos penetren este sentido de las Escrituras, a diferencia de los de Emaús, a los que él abiertamente se las explicaba (Lc 24:26.27), o que se trate de una frase fundamentalmente equivalente a la de los de Emaús, aunque la redacción literaria sea algo distinta, pues aquí mismo dice Lucas que después de “abrirles la inteligencia,” que es hacer comprender, “les dijo que así estaba escrito, que el Mesías padeciese y al tercer día resucitase de entre los muertos.” Es decir, explicación hecha por él mismo.

4.      SE LES CAPACITÓ PARA QUE TUVIESEN UNA VISIÓN NUEVA

Probablemente este segundo sentido sea preferible, si entendemos que se les capacitó para que tuviesen una visión nueva — la auténtica — del A.T. Que se predicase en “su nombre,” del Cristo muerto y resucitado, la “penitencia”  para la remisión de los pecados. Esta “penitencia” es cambiar el modo de ser, y de ver en El, con su mesianismo de cruz y de resurrección, al único Salvador que Dios puso para la salvación. En los Hechos de los Apóstoles dirá San Pedro ante el Sanedrín: “En ningún otro (Cristo) hay salud, pues ningún otro nombre (semitismo por persona) nos ha sido dado bajo el cielo, entre los hombres, por el cual podamos ser salvos” (Hech 4:12). Con la “conversión” a este Mesías y a su doctrina, se tiene la remisión de los pecados.

5.      LA CONVERSIÓN Y LA REMISIÓN DE LOS PECADOS A TODAS LAS NACIONES

Esta predicación de Cristo Mesías y la salvación anexa a su fe es para “todas las naciones.” Es el universalismo de la fe (Mt 28:19.20). Pero en el plan de Dios será irradiada esta Buena Nueva comenzando por Jerusalén (Hech 1:8). Era todavía la bendición del Mesías al pueblo que lo crucificó, y como gran beneficio, al tiempo que pasaba el privilegio de Israel a las gentes. El mismo San Pablo reconocerá estas “primacías” privilegiadas de Israel.

Los apóstoles serán “los testigos” de toda esta verdad y enseñanza. La expresión “a todas las gentes,” vocabulario del Ν. Τ., pero que es el mesianismo profético, refleja también, redaccionalmente, la Iglesia primitiva ya en marcha (cf. Mc 16:20).

6.      VAN A RECIBIR EL ESPÍRITU SANTO

Pero van a ser preparados con la gran fuerza renovadora y fortalecedora de Pentecostés. Van a recibir el Espíritu Santo, de cuyo envío y obras tanto habló Jn en los discursos de la cena. El complemento de esto lo expone Lc en los Hechos de los Apóstoles (Hech 1:48; c.2).

La enseñanza — orden (Mt 28:19-20) — de que se “predique” a “todas las gentes” la salvación en “su nombre,” tema frecuente en Hechos de los Apóstoles (2:38; 3:6; 4:10.30), es la proclamación de la divinidad de Cristo, pues tiene dos poderes de Yahvé: el perdón de los pecados y el “enviar” la promesa del Padre: el Espíritu Santo.

7.      LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR EN PRESENCIA DE LOS APÓSTOLES.

Marcos sólo consigna el hecho de la ascensión del Señor en presencia de los apóstoles. Lucas describe algo más. Acaso sólo pone un resumen de lo que pudiera ser ya en su propósito la escritura del libro de los Hechos, en donde da una más amplia descripción de la ascensión. El relato no tiene conexión cronológica con lo anterior.

Lleva un día a los apóstoles hacia Betania, en el monte de los Olivos (Hech). La tradición señala un lugar en la cima del monte de los Olivos como lugar de la ascensión.

8.      ELLOS “SE POSTRARON” ANTE EL.

Era el acto de acatamiento ante la majestad de Cristo, que así subía a los cielos. Cuando, ante la pesca milagrosa (Lc 5:8ss), Pedro, admirado, “se postró” a los pies de Jesús, diciéndole que se apartase de él porque era pecador, ahora era la reacción espontánea ante Cristo subiendo a los cielos.

9.      VOLVIERON A JERUSALÉN.

Se comprende el “gozo” de ellos al ver este término apoteósico del Cristo crucificado. Lucas, que comienza su evangelio en el templo con el oficio sacerdotal de Zacarías, lo termina igualmente en el templo con la asidua oración de los apóstoles. “Y estaban de continuo en el templo bendiciendo a Dios”. Lucas nos quiere decir que con gran  frecuencia, asistían a los actos de culto en el templo. El cristianismo no rompió de golpe con ciertas prácticas judaicas. El templo era el lugar de la oración, y allí, siguiendo el plan de Dios, asistían asiduamente, preparándose para la recepción del Espíritu Santo prometido.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

SAN SIMÓN STOCK

"el amado de María",religioso carmelita, él recibió de manos de María el Santo Escapulario del Carmen,

(1164-1265)

 

La vida y la iconografía de este santo inglés va inseparablemente unida con la Virgen del Carmen y su popular escapulario del Carmen.

Parece ha habido alguna confusión al hablar de San Simón Stock. Hoy se ha hecho ya más luz, ya que los críticos han estudiado pacientemente sus datos biográficos. En ellos, más o menos, nos fijamos al recordar su preciosa biografía:

Nació en el Condado de Kent (Inglaterra) por el 1165. Su apellido Stock haría alusión según algunos a su significado en inglés "tronco de árbol" o mejor "hueco en el tronco" donde pasaba el pequeño y joven Simón muchas horas entregado a la oración.

Al llegar los carmelitas a Inglaterra venidos de Oriente y conocer la santa vida que llevaban, pues pronto se extendió su fama por todas partes, pidió ser admitido entre ellos. El joven Simón se entregó de lleno a aquel género de vida y muy pronto fue elegido Superior General de la Orden a la que gobernó durante varios años. Unos dicen que cincuenta, otros que veinte.

Un Santoral del siglo XIV, que recoge las vidas de los primeros Santos Carmelitas, dice de él que viendo que su Orden era duramente atacada por algunos acudía fervorosamente en ayuda de la Virgen María a quien estaba consagrada la Orden. El Cardenal Gasquet, O.S.B. dice que los carmelitas fueron recibidos en Inglaterra "como llovidos del cielo por parte de los laicos, pero no así por los religiosos y sacerdotes que no aceptaban que éstos se llamaran "hermanos de la Virgen María del Monte Carmelo".

San Simón, a quien se le ha llamado "el amado de María", hasta llegó a componer preciosos himnos a la Virgen, Madre de Dios. Precioso es el "Ave stella matutina..." Y cada día recitaba éste que cantan todos los días los carmelitas: "Flor del Carmelo, viña florida, Esplendor del cielo, Virgen Madre. Singular. ¡Oh Madre tierna!, Intacta de hombre; a los carmelitas proteja tu nombre (da privilegios), Estrella del mar".

Dice el Santoral que mientras rezaba este himno "se le apareció la Bienaventurada Virgen María, acompañada de una multitud de Angeles, llevando en sus benditas manos el Escapulario de la Orden, y diciendo estas palabras: «Este será privilegio para ti y todos los carmelitas; quien muriere con él no padecerá el fuego eterno; es decir, el que con él muriese se salvará»".

Desde entonces la devoción del Santo Escapulario empezó a divulgarse por todas partes. Los reyes y príncipes, papas y gentes sencillas se apresuraban a vestir este vestido de la Virgen que fue enriquecido con muchas gracias por los Papas, y por su medio la Virgen María obraba muchos prodigios.

San Simón desarrolló una gran actividad en favor de su Orden. Consiguió el paso de Orden cenobita a mendicante. Retocó la Regla de San Alberto y obró muchos prodigios. Famosos son aquellos dos milagros: la conversión del agua en vino para poder celebrar y la resurrección de un pez ya cocido.

Su culto empezó en Burdeos desde el año 1435 y poco después en Inglaterra e Irlanda hasta extenderse a toda la Orden.

La iconografía del Santo es muy abundante y casi siempre lo presenta de rodillas ante la Virgen María recibiendo de sus manos el santo Escapulario. Sobre todo a partir del siglo XVII ya vino a ser muy popular en todas partes donde había religiosos carmelitas.

SU VIDA

Tomado de Los Santos Carmelitas, escrito por P. Rafael María López-Melús

San Simón Stock es uno de los personajes centrales de la historia de la Orden del Carmen, por dos títulos, sobre todo: a él se debe el cambio estructural de la Orden abandonando el eremitismo originario y entrando a formar parte de las ordenes mendicantes o de apostolado. La tradición nos ha legado que él recibió de manos de María el Santo Escapulario del Carmen, tan difundido desde el siglo XVI entre el pueblo cristiano.

La primera noticia de San Simón Stosck es del dominico Gerardo de Frascheto, contemporáneo del Santo (+1271). No es claro si el "hermano Simón, Prior de la misma Orden (Carmelitana), varón religioso y veraz" sea San Simón Stock.

La segunda referencia en orden cronológico es un antiguo Catálogo de Santos de la Orden, del cual se conservan tres redacciones del siglo XIV. La más breve y, por lo mismo, más antigua, dice de él:

"El noveno fue San Simón de Inglaterra, sexto General de la Orden, el cual suplicaba todos los días a la gloriosísima Madre de Dios que diera alguna muestra de su protección a la Orden de los Carmelitas, que gozaban del singular título de la Virgen, diciendo con todo el fervor de su alma estas palabras: 'Flor del Carmelo...'", que veremos en el apartado siguiente: Su espiritualidad.

Otra redacción más extensa de este Santoral añade nuevos e interesantes datos sobre él; Su apellido STOCK, que parece se deba a que vivía en el tronco de un árbol. Su ingreso entre los carmelitas recién llegados a Inglaterra procedentes del Monte Carmelo. Su elección como Prior General y la aprobación de la Orden por el Papa Inocencio IV. Su don celestial de obrar ruidosos milagros. Fue autor de varias composiciones, entre ellas el Flos Carmelí y el Ave Stella Matutina.

Parece que mientras visitaba la Provincia de Vasconia, murió en Burdeos, el 16.5.1265, casi centenario de edad.

Se le tributa culto desde 1435.

Su fiesta se celebra el 16 de mayo

Su espiritualidad

Se halla ya apuntada en cuanto precede sobre su vida.

La personalidad de este gran Superior General "el Santo del Escapulario", como le llamó el papa Juan Pablo II el 24.9.1983-se deja ver en varias facetas que aquí sólo enunciamos:

A él se debe de hecho la Aparición y Promesa del santo Escapulario del Carmen con los enormes beneficios que han venido a toda la humanidad por medio de este Sacramental Mariano durante estos más de siete siglos que cuenta de vida. Lo dice el Santoral que hemos recordado: Rezaba así San Simón Stock cada día pidiendo por su Orden:

"Flor del Carmelo

Viña floridal esplendor del cielo;

Virgen fecunda y singular;

oh Madre dulce

de varón no conocida;

a los carmelitas,

proteja tu nombre,

estrella del mar.

Se le apareció la Virgen rodeada de ángeles según la tradición del 16 de julio de 1251- y le mostró el santo Escapulario de la Orden diciéndole: "Este será el privilegio para ti y todos los carmelitas; quien muriere con él no padecerá el fuego eterno, es decir, el que con él muriere se salvará".

Amó tanto a María que se le conoce con el apelativo de "el Amado de María".

Otro rasgo de su espiritualidad sería su profundo amor a la Orden del Carmen, por la que oró, luchó y trabajó con denuedo admirable durante toda su vida. A él se debe la transformación de la Orden de eremita en cenobita y mendicante. A él la modificación y aprobación de la Regla Albertina. A él la expansión del Carmelo en Europa.

Su mensaje

·       que amemos y suframos por nuestra Orden y Congregación.

·       que acudamos a María en todas nuestras necesidades.

·       que merezcamos llamarnos "el amado de María".

·       que practiquemos las virtudes que simboliza el ESCAPULARIO.

Su oración

Señor, Dios nuestro, que llamaste a San Simón Stock a servirte en la familia de los Hermanos de Santa María del Monte Carmelo; concédenos, por su intercesión, vivir como él entregados siempre a tu servicio y cooperar a la salvación de los hombres. Amén.

Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de  Vigo


Respuesta  Mensaje 18 de 31 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 23/05/2010 02:55

“Padre, ha llegado la Hora: glorifica a tu Hijo para que el Hijo te glorifique a ti”

Jn 17, 1-11ª

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

1.     JESÚS LEVANTÓ LOS OJOS AL CIELO

A la hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús levantó los ojos al cielo, orando así. Jesús aparece frecuentemente en los evangelios orando ante los momentos trascendentales. Y éste es culminante. Esta es la oración resumen de su vida pasada, de su muerte, de su glorificación, del futuro de su Iglesia. Juan la redacta — como parte de un todo — con plenitud de teología cristiana pospentecostal. Es la gran oración introductoria a su pasión.

Jesús ora dirigiéndose directamente a su Padre. Ninguna invocación mejor en labios de Jesús, en esta oración, que invocar a su Padre, por cuya revelación da su mensaje. El vino al mundo y va ahora a la muerte. Y Jesús, como hombre, pudo llamar a Dios, en sentido propio, su Padre

El motivo de dirigir esta oración es que llegó la hora. Varias veces en su vida alegó para obrar de determinada manera que aún no había llegado su hora (Jn 7:30-8:20). Esta es la hora de su muerte, como se ve por el contexto, la hora que él había deseado tanto ( Lc 12:50).

2.     JESÚS VA A ORAR COMO HOMBRE.

En este sentido, él podía pedir al Padre que le concediese lo que era donación divina. La oración de Jesús en esta primera parte es la siguiente:

Padre, ha llegado la hora: glorifica a tu Hijo para que el Hijo te glorifique a ti, ¿Qué glorificación pide aquí Jesús?, Así la dice luego; la gloria que yo tenía contigo antes que el mundo existiera. Jesús pide esta glorificación suya para así glorificar El al Padre. Esta gloria que Jesús pide ahora e inminentemente es su resurrección, cuerpo glorioso irradiando la divinidad, había de estar tres días en el sepulcro. Y que esta glorificación que pide aquí es principalmente la resurrección, aunque con lo que ésta llevaba agregado, es lo que El mismo dice al salir Judas del cenáculo: Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre, y Dios ha sido glorificado en El. Si Dios ha sido glorificado en El, Dios también le glorificará a El, y le glorificará en seguida (Jn 13:31-32) -. El Padre es glorificado en el homenaje de la muerte de Jesús, y le glorificó en seguida con su resurrección. Pues con ella verán que el mensaje de Jesús era verdad. Así lo comentaba San Agustín: Resucítame, para que seas manifestado a todo el mundo por mí.

3.     EL HIJO GLORIFICA AL PADRE DANDO LA VIDA ETERNA 

Jesús invoca el poder que el Padre le dio sobre todos los hombres. Jesús, por razón de su unión hipostática y su misión redentora, tiene este poder, dado por el Padre, sobre todo el género humano. Y es lo que ahora invoca para poder cumplir su misión: que el Padre le glorifique, para que, acreditado ante los hombres en su resurrección, pueda El cumplir su finalidad redentora: para que él diera vida eterna.

Y ésta va a darla a todos los que tú les has dado refiriéndose a todos los hombres, dice que Jesús llevó a cabo la obra que el Padre le encomendó: Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste, anunciar el Evangelio. Unos lo aceptaron y otros no. Pero él no se limitó a exponerlo sólo a los judíos predestinados. A esto mismo lleva la invocación que hace Jesús Padre, ha llegado la hora: glorifica a tu Hijo para que el Hijo te glorifique a ti, ya que le diste autoridad poder que el Padre le dio sobre todos los hombres, Sería incongruente hacer esta invocación de un poder universal para luego limitarse sólo a darlo — con voluntad antecedente — a solos los predestinados. Le hace falta su glorificación en la resurrección, para dar a todos la vida eterna.

4.     ¿QUÉ SE ENTIENDE POR VIDA ETERNA EN EL EVANGELIO DE SAN JUAN Y EN ESTE PASAJE?

Los sinópticos presentan el reino de los cielos o reino de Dios como el reino instituido por Jesús, pero destacando preferentemente el aspecto externo y de organización social del mismo. En cambio, en San Juan, tanto en su evangelio como en su primera epístola, el reino se presenta bajo el concepto de vida eterna, con lo que se acusa preferentemente el aspecto interno y vital del mismo en el alma, vinculado a la fe, junto con sus repercusiones religiosas sobre el mismo cuerpo - San Juan 6:40 - . Concepto que aquí se expresa bajo un doble acto de fe en el Padre y en Jesús.

Dice Jesús: Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a tu Enviado, Jesucristo. Este conocimiento que aquí se dice constituir la vida eterna, es, en la enseñanza de San Juan, un conocimiento vital, íntimo y amoroso, no abstracto; es un conocimiento que es vida - San Juan 3:14-21; 8:55; 10:15; 16:3 -

5.     LUEGO JESÚS ORA AL PADRE POR LOS APÓSTOLES.

Manifesté tu Nombre a los que separaste del mundo para confiármelos. Eran tuyos y me los diste, Comienza su oración presentando a los apóstoles, que, aun siendo de este mundo el Padre, por una elección, se los dio. Y El les manifestó su nombre, que está por persona, es decir, les enseñó el misterio de que, en aquel monoteísmo cerrado del Antiguo Testamento, había un Padre verdadero, del cual El es su Hijo.

Esta presentación tiene por objeto destacar los motivos que los recomiendan a la benevolencia del Padre en la oración que Jesús le va a dirigir por ellos.

Eran tuyos. Como criaturas y como piadosos israelitas que esperaban el Mesías. Y también lo eran por una elección que el Padre hizo de ellos para su misión apostólica - San Juan 6:37.44.65 -. Y me los diste. Estos hombres que así pertenecían privilegiadamente al Padre, se los dio a Jesús para que recibiesen de El su mensaje y fuesen sus apóstoles: los continuadores de su obra.

6.     DICE JESÚS: Y ELLOS FUERON FIELES A TU PALABRA.

Ahora saben que todo lo que me has dado viene de ti, porque les comuniqué las palabras que tú me diste: Guardaron tu palabra. El mensaje de Jesús. Por eso Ahora saben que todo lo que me has dado viene de ti, La frase quiere decir que todo lo que el Padre le dio: su filiación, su misión, sólo puede venir de El. Ellos han reconocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me enviaste. Este salí de ti no es ni la procesión eterna ni el simple venir como Mesías, sino, en el contexto de San Juan y en el de este mismo capítulo, es el salir del Padre por la encarnación.

Terminados los motivos que recomiendan al Padre a los apóstoles, por los que Jesús va a orar, comienza la oración propiamente dicha: Yo ruego por ellos, pero se añade que no ruego por el mundo, No es que lo excluya de su oración, pues por él muere - San Juan 3:16 -, sino que va a tener una oración exclusiva por sus apóstoles. Y alega también los motivos por los que ha de ser escuchada su oración, porque son tuyos, del Padre. Es el celo de Jesús en mirar con la solicitud máxima por todo lo que es del Padre. Y añade una frase que tiene una gran portada y un nuevo motivo para rogar por ellos: Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío.

7.     DICE JESÚS: Y EN ELLOS HE SIDO GLORIFICADO.

El maestro es glorificado en los discípulos al reflejar éstos las enseñanzas recibidas. Tales son los apóstoles, máxime frente a la indiferencia u hostilidad del mundo y la deserción de sus enseñanzas de muchos discípulos (Jn 6:66)

Dice Jesús: Ya no estoy más en el mundo, pero ellos están en él; Él va a la cruz; tan inminente, y yo vuelvo a ti, será que ya se considera fuera del mundo. Muy poco después será preso en Getsemaní. Pero ¡ellos se quedan huérfanos de su Pastor!

Jesús ha rezado por nosotros, para que tengamos éxito en esta santificación propia, la oración de Jesús, será oída por el Padre, por tanto, no nos faltará la gracia, y con la gracia, todo resulta más fácil. Porque Jesús, pide que sus discípulos seamos santos, y ser santos, es pensar y amar como Jesús, y es vivir una lucha constante contra las inclinaciones que nos llevan al mal.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

SAN JUAN I, PAPA Y MÁRTIR

 

Difícilmente ningún papa tuvo que cumplir nunca una más complicada que Juan I en el viaje que hubo de hacer a Constantinopla en el año 526. Bajo la amenaza de las represalias por parte de la población de la península italiana, el rey arriano Teodorico le enviaba al emperador Justino I, a fin de obtener de este que cesara en su opresión a los arrianos para que se convirtieran a la ortodoxia y aun que permitiera que convertidos retornaran al arrianismo. Constantinopla recibió en Juan I a un papa por primera vez en su historia: le acogió como hubiera hecho con el mismo Pedro en persona. El emperador quiso ser coronado de nuevo de manos del pontífice romano y este celebró solemnemente la misa de Pascua en Santa Sofía, rodeado por el clero griego y latino, por la corte y por todo el pueblo (19 de abril del 526). Evidentemente que ni el papa ni el emperador cedieron a las instancias de Teodorico. Por eso, convencido éste de que habla sido burlado, encerró al papa en la cárcel en cuanto regresó a Rávena. Allí le dejó morir de hambre. Cuatro años después, el cuerpo del papa Juan fue trasladado a Roma, en donde se le depositó en la basílica vaticana con los honores reservados a los mártires.

Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de  Vigo


Respuesta  Mensaje 19 de 31 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 23/05/2010 02:56

Cuídalos en tu nombre que me diste para que sean uno, como nosotros.”

Jn 17, 6a.11b-19

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

1.     PADRE SANTO, MANIFESTÉ TU NOMBRE A LOS QUE SEPARASTE DEL MUNDO PARA CONFIÁRMELOS

Cristo comienza su oración presentando a los apóstoles, que, aun siendo de este mundo, el Padre, por una elección, se los dió. Y El les manifestó su nombre, que esta por persona, es decir, les enseñó el misterio de que, en aquel monoteísmo cerrado del Antiguo Testamento, había un Padre verdadero, del cual El es su Hijo.

Esta presentación tiene por objeto destacar los motivos que los recomiendan a la benevolencia del Padre en la oración que Cristo le va a dirigir por ellos.

Eran tuyos. Y también lo eran por una elección que el Padre hizo de ellos para su misión apostólica (Jn 6:37.44.65).

Expuestos los motivos de su plegaria al Padre, comienza por esta invocación: Padre santo. La palabra padre, en labios de Cristo, lleva, aún en cuanto hombre, el sentido ontológico de Dios-Padre, ya que El, por su persona, es su Hijo. El calificarle aquí de santo probablemente se debe a la santificación que va a pedir para los suyos.

2.     CUÍDALOS EN TU NOMBRE QUE ME DISTE PARA QUE SEAN UNO

Esta primera parte de la plegaria es como el aspecto negativo de la misma. En su ausencia, Cristo pide al Padre que los cuide de todo mal. Les hace falta esta protección contra el mundo hostil. Mientras Cristo estaba, El los cuidaba. Y no pereció, por lo mismo, ninguno, sino Judas. Pero esto estaba en la Escritura. No fue falta de celo en Cristo por él.

En tu nombre. Pide por la adhesión de fidelidad de ellos a este nombre, persona, del Verbo encarnado, Hijo, y a su mensaje. Es en esta unión de Padre-Hijo en la que ellos habrán de perseverar.

Para que sean uno como nosotros. El tema fundamental de esta oración de Cristo por sus apóstoles esta enunciado arriba. Como este pensamiento lo desarrolla mas ampliamente en los versículos 22-24, allí se estudia.

La pérdida de Judas. Mientras estaba con ellos, el Buen Pastor miraba celosamente por Judas. Pero este fue traidor. De los guardados por Cristo solo pereció el hijo de perdición, semitismo que esta calificando a una persona, que aquí es Judas. Ya Cristo le había avisado de los malos pasos en que andaba (Jn 6:70) al que deseaba salvar. Por eso, como justificación de la solicitud de Cristo, se invoca que esta perdición estaba predicha en la Escritura. No es que ella lo causase, sino que proféticamente lo anunciaba. Era un problema de libertad, al que afectaba la predestinación y donación del Padre (Jn 6:37.44): de misterio. Pero la Escritura tenía que cumplirse. En la ultima Cena también se cita un salmo --Sal 41:10-- como prueba profética de esta traición de Judas (Jn 13:18). Esta perdición es abandono de apóstol de Cristo; no se trata de su destino.

3.     PARA QUE TENGAN MI GOZO CUMPLIDO EN SI MISMOS.

Que gozo es este que Cristo desea que los apóstoles lo tengan pleno o cumplido en si mismos Esta frase para que vuestro gozo sea cumplido es usada varias veces por Cristo (Jn 15:11; 16:24) y parece tener un cierto valor proverbial o redundante.

En este contexto se establece relación entre las cosas que Cristo hablo, les acaba de hablar, para que tengan este gozo. Luego este gozo debe provenirles de estas cosas que Cristo ora en voz alta para que le oigan.

Y en el contexto inmediato de esta frase se ruega por ellos para que el Padre los guarde en su ausencia, para que tengan esa unión entre si, con el Padre y Cristo, y al modo de estos. Esta unión es la adhesión al Padre y al Hijo, garantizada por la guarda que les hará el Padre; es lo que les hará tener este supremo gozo: fe y caridad firmes con la esperanza abierta a su ida a las moradas del cielo.

4.     QUE LOS CUIDE DEL MAL.

Algunos piensan y discuten si Cristo ruega aquí que los libre del mal o del maligno, Satanás, ya que esta expresión puede tener ambos sentidos. Parece preferible el primer sentido el mal, pues, en estos contextos del sermón de la cena, se esta diciendo que el mundo es malo y que los odia y perseguirá. Por lo que parece que este concepto ha de prevalecer aquí (Jn 17:14-16). Además, cuando en el evangelio de Juan se habla del demonio, nunca se lo nombra por el maligno, sino por el diablo o Satanás, o el príncipe de este mundo El maligno lo usa en las epístolas, pero ninguno de estos textos es la explicación autentica del nuestro (cf. Jn 13:2.27- 17.)

5.     CONSÁGRALOS EN LA VERDAD

Que los consagre, los santifique. Si en la primera parte de esta oración predominaba el aspecto negativo, en esta predomina el positivo de santificación.

Cristo dice que se santifica a si mismo para que los apóstoles sean santificados en la verdad y  pedirá que los santifique verdaderamente.

El verbo aquí usado por consagrar, significa santificación, que puede ser interna, pero que también puede ser externa y equivalente a consagración. Muy especialmente se dice de las victimas dedicadas al sacrificio, y de los sacerdotes del A.T.

El sentido, pues, de esta santificación de Cristo no es otra cosa que su consagración, que es su dedicación, su entrega al sacrificio de la cruz: su consagración victimal; y, como se ve por el contexto, se destaca especialmente el sentido meritorio de la misma. Pues Cristo la hace en provecho de los apóstoles, y precisamente para que sean consagrados  verdaderamente.

El pensamiento es: Cristo se consagra victimalmente al Padre para merecer el que sus apóstoles sean consagrados, dedicados verdaderamente a lo que pide para ellos

6.     TU PALABRA ES VERDAD

¿Cual es la consagración que Cristo pide para ellos? Conságralos en la verdad. ¿Cual es ésta?, el texto lo dice abiertamente: Tu palabra  es verdad.

La palabra de Cristo es el mensaje del Padre; El Evangelio. Precisamente El dirá: “Yo soy la Verdad.” Lo que Cristo ruega al Padre es que los consagre verdaderamente en su verdad.

En su sacrificio mereció esta inconmovible permanencia y comprensión de los apóstoles de la verdad y en la verdad, y ahora pide que les aplique esos méritos que se lograran en la cruz.

Hasta donde se extiende y abarca esta santificación, no se dice. Pero en ella se incluyen todas las gracias y asistencias, externas e internas, que son necesarias para estar consagrados, verdaderamente, en la verdad.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

SAN CELESTINO V  1214-1296

 

San Pedro Morone, más tarde Celestino V, nació en los Abruzzos, Italia. "Mis padres, cuenta en su Autobiografía, tuvieron doce hijos, como Jacob, y su mayor deseo era ofrecer alguno al Señor. Fue escogido el undécimo, (él mismo), que se llamaba Pedro, como fue escogido José, en casa de Jacob". Pedro repetía con frecuencia a su madre "Quiero ser un buen siervo de Dios".

Pedro era la humildad personificada. Sus deseos se inclinaban a la vida de los anacoretas. Marchó a una montaña y se quedó en una cueva, dedicado totalmente a la oración. Después cavó un hoyo bajo una roca, para mayor austeridad. Se alternaban grandes tentaciones con altas consolaciones.

Acudían muchos a consultarle. Le animaban a que recibiera el sacerdocio. Accedió y fue a Roma a recibirlo. De vuelta, se quedó otros cinco años en otra cueva para vivir en soledad con Dios. Tenía dudas sobre la celebración de la Misa. Pensaba que si celebraba acudirían muchos y perdería la soledad. Además se sentía indigno. La voz del cielo se dejó oír. - Celebra Misa, hijo. - Pero San Benito y otros Santos no se atrevieron. No soy digno. - Nadie es digno. Celebra Misa con temor y temblor. Y quedó tranquilo.

Marchó al monte Morone, que le ha dado el apellido, buscando mayor soledad. Pero crecía la fama de santidad y tenía el carisma de los milagros. Acudieron muchos que querían ser sus discípulos. Se resistía pero al fin cedió, y nació la Orden de los Celestinos, luego unida a los benedictinos.

Un día llegó una visita inesperada. Era el arzobispo de Lyón con varios prelados, embajadores del cónclave, notificándole que había sido elegido Sumo Pontífice. Rondaba ya los 80 años. Era el año 1294. Muchos se alegraron de esta elección. Hacía falta un Papa santo, que rompiera las intrigas de los Orsinis y Colonnas en el Sacro Colegio. Además era necesario terminar con el largo interregno de más de dos años sin Papa.

Pedro Morone cedió y tomó el nombre de Celestino V. Montado humildemente en un borriquillo entró en Aquila, como Jesús en Jerusalén. Recibió el homenaje de los cardenales, la consagración episcopal y la coronación como Papa. No quiso ir a Roma, sobresaltada por luchas ciudadanas. Se fue al Palacio Real de Nápoles e hizo construir una cabaña dentro de sus habitaciones para vivir mejor la soledad. Pero le influía demasiado el rey de Nápoles, y los asuntos de la Curia iban de mal en peor.

Su temperamento poco sociable, el desconocimiento de las cosas humanas, le acarrearon graves dificultades. Además todo eran intrigas y ambiciones. Entonces se convenció de su incapacidad para el cargo y dio un gran ejemplo de humildad y desapego de las grandezas y honores terrenos.

Constituyó una comisión para estudiar la posibilidad de renuncia. Dado el visto bueno, reunió a los cardenales y leyó la bula de abdicación. Fue una escena única en la historia. Es "la gran renuncia" que Petrarca le alabará y Dante le reprochará hasta hundirlo en el infierno. Había gobernado - más bien, había ocupado el Solio pontificio - unos cinco meses.

Poco después era elegido su sucesor Bonifacio VIII, que encerró a Pedro Celestino en el castillo de Monte Fumone, junto a AnagIli, por temor a un cisma. Allí vivió como un simple monje, según era su deseo. Allí continuó su vida de oración, soledad y penitencia, hasta mayo de 1296 en que murió.

El Papa Clemente V lo elevó al honor de los altares en Avignon el 1313.

Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de  Vigo


Respuesta  Mensaje 20 de 31 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 23/05/2010 02:57

“Para que el amor con que me amaste esté en ellos, y Yo también esté en ellos.”

Jn 17, 20-26

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

1.     NO TE RUEGO SOLAMENTE POR ELLOS

Dice Jesús: Padre, no te ruego solamente por ellos, sino también por todos lo que, creerán en mí gracias a su palabra.

El tercer aspecto de esta oración de Jesús es por la Iglesia apostólica: por cuantos crean en mí por su palabra - de los apóstoles - Esta predicación seguramente ha de tomarse aquí con un sentido indefinido: aun los que procedan mediatamente de ellos. Son varias las cosas que Jesús pide en esta oración para esos creyentes futuros.

Dice Jesús: Que todos sean uno. Es unión doble: de los fieles entre sí y en unión con el Padre y el Hijo. Unión que ha de estar calcada - lo mismo que lo somos tú y yo - en la unión del Padre y el Hijo encarnado.

Con ello se busca la caridad, unión necesaria para que ellos - por ellos - estén en nosotros.

2.     YO LES HE DADO A ELLOS LA GLORIA QUE TÚ ME DISTE A MÍ.

Jesús ha hecho donación de la gloria que le dio el Padre a ellos, pero con esa donación busca la finalidad de la unión. La gloria de filiación divina; la gloria de los milagros; la gloria que Jesús comunicó al hombre dándose en la eucaristía y haciéndolo uno - 1 Cor 10:17 - basándose en el amor con que el Padre ama al Hijo y éste a los hombres. Esta gloria aquí ha de interpretársela por otros textos paralelos. Unas veces en San Juan esta gloria son los milagros - San Juan 1:14; 2:11 -. Pero en esta misma oración hay pasajes en los que su gloria es la divinidad.

Más si esta gloria es la divinidad que el Padre le dio en la unión hipostática, ¿cómo Jesús puede dar a sus fieles su divinidad? La explicación debe de ser lo que se lee en el mismo San Juan: que a los que creen en el Hijo los hace hijos de Dios (Jn 1:12.13). Por la unión hipostática,(relacionado con cada una de las tres personas de la Santísima Trinidad) el Padre le hizo a Jesús el ser verdaderamente su Hijo. Los cristianos — hijos de Dios — participan de la plenitud - San Juan 1:16 - de la gracia de Jesús al ser hijos de Dios, es decir, participan la naturaleza divina.

Ni se ve inconveniente en que la palabra gloria no pueda expresar la filiación divina natural de Jesús y la participada de los fieles. San Juan dice que Jesús es el Hijo de Dios, pero también los fieles son los hijos de Dios. Es la misma palabra para expresar conceptos analógicos.

3.     LA CARIDAD, QUE ES UNIÓN DEL SER HUMANO CON DIOS Y CON LOS DEMÁS HOMBRES.

Y en el mismo evangelio de San Juan se llama con una misma palabra — Dios, dioses — a Dios y a los jueces, por participar éstos el poder judicial de Dios. Y dice así: Si llama dioses a aquellos a quienes fue dirigida la palabra de Dios., ¿a aquel a quien el Padre santificó y envió al mundo, decís vosotros: Blasfemas, porque dije: Soy Hijo de Dios? (Jn 10:34-36) -.

De aquí que, conforme al espíritu literario de San Juan, se puede utilizar un mismo término para hablar del Hijo de Dios y de la participación de esa filiación divina en los hombres - 1 San Juan 3:2 -.

Supuesto esto, se explica bien cómo esa gloria produzca la unión de los creyentes, ya que la gracia — participación de la naturaleza divina, de esa gloria — lleva consigo la caridad, que es unión del ser humano con Dios y con los demás hombres.

4.     PARA QUE EL MUNDO PUEDA RECONOCER ASÍ QUE TÚ ME HAS ENVIADO.

Y el mundo pueda reconocer así que tú me has enviado, y que los amas a ellos como me a amas a mí.

Jesús busca con esto también el provecho apologético de esta unión. Dado el egoísmo humano, la superación del mismo hace ver que es don de Dios dispensado por Jesús, que dejó este mandamiento como necesario y nuevo. Ante ello, el mundo tiene objetivamente que reconocer que el Padre le envió, pues tal obra realiza.

Dice Jesús: y que los amas a ellos como me a amas a mí. Esta enseñanza está en íntima relación con la afirmación anterior. Si ese amor entre ellos era una prueba apologética de que el Padre lo había enviado, pues El enseñaba y dispensaba esa gracia de la superación del egoísmo, esta gracia era don sobrenatural, originariamente del Padre, en ellos. Y, por tanto, prueba del amor del Padre a los mismos.

5.     PADRE, QUIERO QUE LOS QUE TÚ ME DISTE ESTÉN CONMIGO DONDE YO ESTÉ

Luego Jesús pide que los suyos estén un día con El en el cielo y vean su gloria -- y yo mismo esté en ellos - La última petición es que los creyentes estén donde está El: en el cielo. Para que vean mi gloria, la que el Padre le dio, porque me amaste antes de la constitución del mundo. Esta gloria de Jesús se comprende aquí mejor de la predestinación de la humanidad de Jesús a la unión hipostática; éste es ese amor con que dice Jesús aquí que el Padre le amó desde la eternidad, como lo expresa la frase bíblica antes de la constitución del mundo - Ef 1:4 -.

Es de interés destacar la forma como que Jesús dice esto al Padre: yo deseo. Es más que simple deseo, es la abierta expresión de su voluntad. Es el Hijo, que, conociendo claramente la voluntad definitiva del Padre, conforma su querer absoluto con ella.

También se ve aquí una predestinación, pues se trata de los que el Padre le donó. Más no sería fácil saber si se trata de un deseo de Jesús por sus creyentes con voluntad antecedente o consiguiente. En otros pasajes de San Juan se habla de una predestinación del Padre, pero se expone en forma sapiencial y según la naturaleza de las cosas (Jn 6:36.39.44.65). Así, los que le da el Padre vienen a El, y los resucitará en el último día. Pero parece que se habla sólo según una forma enunciativa y conforme a la naturaleza de las cosas. No se dice si, después de venir a El, no lo abandonarán, como pasó con muchos discípulos suyos (Jn 6:66). Aquí es probable que la redacción tenga un valor equivalente a lo anteriormente dicho.

6.     PADRE JUSTO, EL MUNDO NO TE HA CONOCIDO, PERO YO TE CONOCÍ

Jesús finaliza este fragmento diciendo: Padre justo, el mundo no te ha conocido; yo, en cambio, te conozco y todos estos han llegado a reconocer que tú me has enviado. Les he dado a conocer quién eres, y continuaré dándote a conocer, para que el amor con que me amaste pueda estar también en ellos, y yo mismo esté en ellos

Estos dos versículos se los suele considerar como independientes de la triple petición que Jesús tuvo; por lo que más bien parecen un epilogo a la oración que el hace. Es una complacencia de Jesús en la fe de sus apóstoles frente al mundo incrédulo. Si el mundo malo no conoció — amor y entrega — al Padre, Jesús y los suyos lo conocieron: conocieron que me has enviado: al Hijo de Dios, que se encarnó.

Jesús hizo esta obra en los apóstoles y se lo hará conocer aún. Es la obra de Jesús, apareciéndoseles cuarenta días después de resucitado - Act 1:3 -- y habiéndoles del reino de Dios, pero también lo hará con nuevas luces e ilustraciones. Es la acción del Espíritu Santo en ellos, llevándolos a la verdad completa de sus enseñanzas mediante la obra mediadora de Jesús-Vid, sin el cual nada se puede - San Juan 15:5 -.

Si aquí se llama al Padre, Padre justo, acaso sea más que por una simple variación literaria. Pues al llamarle Padre santo o simplemente Padre, siempre se ve relación entre el nombre y el contexto en que se emplea.

Siendo el Padre justo y presentándosele el contraste entre el mundo hostil y el conocimiento amoroso — de vida — que de Él tienen Jesús y los suyos, quedaba establecido el motivo para que el Padre justo viese con complacencia el deseo que el Hijo va a realizar con ellos.

7.     PARA QUE EL AMOR CON QUE TÚ ME AMASTE ESTÉ EN ELLOS, Y YO TAMBIÉN ESTÉ EN ELLOS.

Pues, con toda esta obra de revelación, Jesús busca también, como síntesis de todo — síntesis terrena y celestial — para que el amor con que me amaste pueda estar también en ellos, y yo mismo esté en ellos.

¿En qué sentido pide Jesús a su Padre que el amor con que tú me amaste esté en ellos? Caben tres formas:

a) Que así como el Padre amó al Hijo encarnado y de ese amor nació en Jesús el amor al Padre, así, de semejante manera, que ese amor al Padre por el Hijo estuviese eficazmente en los apóstoles, haciendo que ellos, al conocer por la fe al Padre y al Hijo, amasen al Hijo al modo como lo ama el Padre. Acaso se podría basar esta interpretación en este mismo contexto (Jn 17:25cd).

b) Conociendo los apóstoles por la fe al Padre y al Hijo, haría esto que el Padre extendiese a ellos, por su unión con Jesús, el amor predilecto con que amó a éste.

c) Por razón del Cuerpo místico. Estando unidos ellos vitalmente a Jesús como sarmientos a la vid, así el amor del Padre a Jesús cabeza haría que lo extendiese a los miembros: al Jesús total, según San Agustín.

Si estas tres razones o modos de consideración se unen entre sí, formando una razón, la visión y la posibilidad de este amor del Padre todavía se vigorizan

Jesús pidió la unión de corazones y de espíritu en el amor de Jesús para sus apóstoles, y la sigue pidiendo hoy para todos sus fieles, para que nos unamos en el amor, por sobre cualquier obstáculo, esta unión, debe ser el argumento que debe convencer al mundo de la verdad de su misión. Es así como el Señor nos pide tener un solo corazón y una sola alma por la fe y la caridad. Esta unidad es el gran testimonio de que Jesucristo ha resucitado y sigue viviendo hoy en nosotros.

Que Cristo Jesús viva en sus corazones

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

SAN BERNARDINO DE SIENA

 

 

San Bernardino nace en Siena en 1380. Hijo de noble familia, quedó muy pronto huérfano. Tuvo buenos maestros y una vasta formación. Pero fue la Virgen María la que sobre todo lo tomó desde niño bajo su protección.

"Nací en el natalicio de Nuestra Señora. En la misma festividad entré en el convento, vestí el hábito franciscano, hice los votos, celebré la primera Misa y prediqué el primer sermón. Ella me llevará a la gloria".

En 1400 el azote de la peste llegó a Siena. Hasta veinte personas al día morían en el hospital local. A esta sima de la muerte llegó un grupo de jóvenes conducidos por Bernardino Albizeschi. Durante cuatro meses, Bernardino y sus seguidores cuidaron de los moribundos. Aunque muchos de sus compañeros murieron, Bernardino escapó a la enfermedad, aunque cayó víctima de una fiebre que le incapacitó durante varios meses. Tan pronto como se había recuperado, una tía favorita suya quedó ciega y postrada en cama. Se dedicó a su atento cuidado hasta que murió, catorce meses más tarde. Sólo entonces quedó libre Bernardino para entrar en los franciscanos y convertirse en uno de sus más famosos predicadores.

EI mismo año en que moría el dominico Vicente Ferrer en Vannes (1419), él comenzaba en Milán su carrera apostólica como predicador. Contaba por aquel entonces treinta y nueve años. La guerra asolaba a Europa, y la Iglesia apenas si surgía del gran cisma de Occidente (1471). En medio de este mundo desgarrado fue donde Bernardino iba a hacer oír: no ya el anuncio de los cataclismos postreros — como Vicente Ferrer —, sino el llamamiento misericordioso del amor divino.

Se le vio pasar de Sena a Florencia y Milán, bajar hacía la Umbría y la Marca de Ancona, caminando tan pronto a pie como montado sobre un asno. El pueblo de Roma se congregaba para oírle. Y, con el fin de hablar a las multitudes en un lenguaje que les resultara comprensible, predicaba la salvación en el Nombre de Jesús, cuyo anagrama JHS (Jesús Hombre Salvador) inscribía en las paredes y frontones de los edificios públicos.

El papa Martín V se alarmó con esto hasta el punto de pensar en una posible superstición, mas el fervor del apóstol se impuso a todos.

Lo suyo era recorrer pueblos y ciudades, levantando fervores y encendiendo los corazones en el amor a Jesús y a la Señora.

Le siguen llamando de todas partes y a todos los sitios acude sin tomarse descanso alguno. En esta vida peregrinante le sorprende la muerte, exhausto ya de fuerzas, en la ciudad de Aquila, camino de Nápoles. Era el 20 de mayo de 1444, víspera de la Ascensión del Señor a los cielos.

Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de  Vigo


Respuesta  Mensaje 21 de 31 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 23/05/2010 02:58

Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?

Jn 21, 15-19

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

Después de la aparición a la orilla del lago, Jesús resucitado dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Esta escena tiene lugar poco antes de subir Jesús al Padre, es muy conmovedora, Pedro pasa por un examen de amor, Jesús lo pone a prueba, y Pedro la pasa. Pedro experimenta una situación especial, Recordemos que Pedro había negado tres veces a Jesús, y lo hizo en público, sin embargo ahora Jesús mira con gran bondad a su discípulo.

Como vemos en este fragmento del Evangelio, antes de confiar a Pedro la misión pastoral de la Iglesia, Jesús le pregunta una triple confesión de amor. Pero para Pedro, es como una forma de rehabilitación, ante su triple negación durante la pasión del Señor.

Jesús, emplea dos formas amar y querer. El pregunta por dos veces ¿me amas? amor de caridad y misericordioso, que refleja en cierto modo el amor de Dios. Pedro responde humildemente Sí, Señor, sabes que te quiero, que es el verbo del afecto, de la amistad sincera. La tercera vez, sin embargo, Jesús pregunta Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?, así se pone a la altura de Pedro, condescendiendo amorosamente al nivel de Pedro. Entonces es cuando Pedro se entristece, al comprobar el amor inmenso del Maestro que no duda en ponerse a su misma altura.

Hermosa forma de establecer confianza, de comunión y de auténtico amor hacia Jesús. Luego le pasa a Pedro su misma misión: Apacienta mis ovejas.

El amor del apóstol se manifestará en su docilidad a los caminos de Dios en el servicio eclesial. El apóstol verdadero está siempre dispuesto a servir en cualquier circunstancia con obediencia y prontitud y sin olvidar que no hay amor más grande que dar la vida por sus amigos (Jn 15,13), como Jesús.

¿Como estamos nosotros para pasar la prueba? Si Jesús no examinara en esta materia, ¿la aprobaríamos? El cristianismo es amor, amar es darse, pero darse como Jesús, sin ninguna medida, porque el amor no tiene limites ni fronteras, menos tiempo de espera.

Pedro, respondió con generosidad y humildad, el estaba dispuesto a todo por Jesús. Pero el sabia que había negado al Maestro tres veces y en público y sin embargo el amor de Jesús, es inmenso, mira a su apóstol con ojos de infinita bondad, y estos hicieron surgir en su corazón sentimientos de sincera convicción; las lágrimas derramadas por Pedro le habían obtenido el perdón de Jesús. Pero para que el apóstol no abrigara ya ninguna duda del perdón y el recuerdo del pecado cometido no lo torturase más, quiso Jesús que públicamente le confesara su amor también tres veces.

Sin embargo, Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntara si lo quería, y le dijo: Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero. En esta respuesta Pedro ya esta cambiando, ya no presume y se entristece al llegar a la pregunta número tres, cargada de alusiones dolorosas.

En este examen de amor, por que cual Jesús nos examina día a día, tenemos que responder personalmente ante El, es a nosotros a quien corresponde responder, nosotros somos los preguntados, no podemos refugiarnos en las respuestas de los demás, nosotros somos los únicos que sabemos si podemos responder: Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero.

Es así como también el Señor conoce muy bien la debilidad de Pedro y conoce la nuestra, pero Pedro apela a ese conocimiento aun más profundo que Jesús tiene de él: sabes que te quiero. Pero al responder Pedro, con esta respuesta de amor, asume un gran compromiso, ya que amar a Dios, tienes la responsabilidad de ser pastor de los demás y conducirlos a verdes praderas. El primado de Pedro, su responsabilidad sobre sus hermanos, es una carga que Jesús le confió, y que se apoya en una profesión de amor: Jesús le ha pedido incluso ser superior en el amor, ¿me amas más que éstos?

En esta prueba del amor de Jesús, nadie debe tratar de sustraerse al interrogante que Jesús nos hace en la persona de Pedro. Nos encanta estar al lado del Señor, nos entusiasma ser amigos suyos, nos emociona tener fe, nos maravillamos al oír su palabra, nos gusta saborear las maravillas de su amor misericordioso, pero en pocas ocasiones nos habrá examinado Jesús tan a fondo como lo hace hoy preguntándonos por el grado de nuestro amor y por la seriedad de nuestros compromisos de vida. Entonces no desperdiciemos esta oportunidad que nos da hoy Jesús de provocar en nosotros mismos un cambio radical y un reencuentro con el Señor que sea fecundo en gracia.

Hoy ya estamos muy cerca de Pentecostés, venida del Espíritu sobre nosotros. La Antífona de Entrada de la Liturgia de Hoy dice: Cristo nos amó, y nos purificó de nuestros pecados por medio de su sangre; nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios, su Padre, aleluya.

Que Cristo Jesús viva en sus corazones

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

SAN CRISTOBAL MAGALLANES, y compañeros

 

Mártires de la persecución contra los cristeros.

"Soy y muero inocente; perdono de corazón a los autores de mi muerte y pido a Dios que mi sangre sirva para la paz de los mexicanos desunidos" 

Nace en Totalice, México el 30 de julio de 1869, de familia muy humilde.

Trabaja en el campo hasta los 19 años.

En 1888 ingresa al seminario de Guadalajara donde se distingue por su piedad, honradez y aplicación.

Es ordenado sacerdote en septiembre del 1899 en la iglesia de Santa Teresa en Guadalajara.

Desempeña el cargo de capellán y subdirector de la escuela de artes y oficios en Guadalajara.

Organiza centros de catecismo y escuelas en las rancherías.

Construye una presa para favorecer el riego, funda un asilo para huérfanos y pequeños fraccionamientos de tierra para ayudar a los pobres.

Es párroco de Totalice por 17 años hasta que es fusilado.

El 21 de mayo de 1927 el padre va a celebrar una fiesta religiosa en un rancho cuando se inicia una balacera entre los cristeros y las fuerzas federales comandadas por el general Goñi. Es arrestado y conducido a Totalice donde lo encarcelan junto a su vicario el P. Caloca.

Los trasladan al palacio municipal de Colotitlán donde los fusilan el 25 de mayo de 1927. El P. Cristóbal, antes de ser fusilado dijo: "soy y muero inocente; perdono de corazón a los autores de mi muerte y pido a Dios que mi sangre sirva para la paz de los mexicanos desunidos".

Beatificado: 22 de noviembre de 1992

Canonizado por el Papa Juan Pablo II el 21 de mayo del 2000, en link siguiente puede leer la: Homilía del Santo Padre

Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de  Vigo

 


Respuesta  Mensaje 22 de 31 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 23/05/2010 02:59

“Este es el discípulo que ha escrito estas cosas, y su testimonio es verdadero

Jn 21, 20-25

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

Este relato corresponde al ultimo capitulo del Evangelio según San Juan. Por la confrontación de textos se ve que el evangelista es el discípulo al que amaba Jesús, del mismo modo, es el mismo que en la cena descansó sobre el pecho del Señor.

Pedro y Juan aparecen frecuentemente en amistad, leemos en hechos 3:1 “Subían un día Pedro y Juan al templo”… Hechos 3:3-4; “Pues como este viese a Pedro y a Juan…Pedro entonces fijando con Juan la vista..”  3:11 “ Teniendo, pues, él de la mano a Pedro y a Juan..”

Por eso Pedro, que debió de comprender que Cristo aludía a su muerte, se interesó por la suerte de su amigo Juan con relación a su muerte. Pero Cristo le respondió: “Si Yo quisiera que éste permaneciese hasta que yo venga, ¿a ti qué (te importa)? Tú sígueme”

Si la amistad llevaba a Pedro a querer saber esto, eran planes de Dios, en los que él no debía introducirse. Es la actitud de Cristo en los evangelios.

Relata este Evangelio: Por eso comenzó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no habría de morir. Pero Jesús no dijo que no moriría, sino: “Si yo quiero que permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti qué?”

Cristo sólo lo decía en forma condicional: “Si yo quisiera”; no era, pues, una afirmación. Pero la frase era un poco enigmática y corrió deformada, hasta el punto de decirse que Cristo le había prometido que no moriría hasta que El viniese en la parusía. Pero esto había que precisarlo. Dos son las soluciones que se dan en la teología a este propósito, sobre quién es el autor de esta rectificación y la finalidad que intenta.

Por una parte se dice que sería hecho por un discípulo de Juan. Este habría muerto recientemente. Y con esta “rectificación” se pretendía hacer ver que Cristo no se había equivocado, pues no había dicho esto, solo habría sido una mala interpretación  de lo que Cristo había dicho como en ciertas frases evangélicas, como lo que leemos en Mt 24; 34-36 (Parábola de la higuera)  “En verdad os digo que no pasará esta generación antes que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. De aquel día y de aquella hora nadie sabe, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sino sólo el Padre”. Y la misma ambigüedad de ésta, se vino a crear un falso ambiente en los cristianos primitivos de que la parusía era inminente, y que no pasaría de la edad apostólica. A esto debe de obedecer esta precisión.

Dice el relato Evangélico: “Este es el discípulo que atestigua estas cosas y las ha puesto por escrito, y estamos ciertos de que su testimonio es verdadero.”

Para otros, es el mismo evangelista el que lo rectifica. Quiere, sin más, poner las cosas en su punto. Si hubiese circulado este rumor entre los fieles y hubiese sido desmentido por la muerte de Juan, el autor de esta rectificación no les hubiese dado, probablemente, el nombre de hermanos al círculo por el que corrió este falso rumor. Sería, pues, Juan mismo, ya muy viejo, que querría también evitar un posible culto supersticioso en torno a él o posibles cabalas en torno a la parusía.

En todo caso, parece indicarse aquí que Jn había llegado a una gran vejez. La tradición dice que murió bajo Trajano (98-117) y suele admitirse que en el séptimo año de Trajano, que es el 104.

Finalmente el último capitulo de Juan dice: “Muchas otras cosas hizo Jesús y creo que, si se relataran una por una, no cabrían en todo el mundo los libros que se escribieran.”

Manifiestamente estos versículos son otro epílogo. Pero la redacción del mismo hace ver que no es del mismo evangelista. “Este es el discípulo” que da testimonio y “el que escribió estas cosas,” no es el modo de introducirse de Juan como vemos en Jn 19:35, donde dice; Y el que ha visto, da testimonio. Y su testimonio es verdadero y el sabe que dice verdad para que ustedes también crean”. Pero el contraste entre lo que sigue es aún más fuerte para hacer ver esto: y nosotros “sabemos” que su testimonio es verdadero. Este plural, puesto en función de la manera más impersonal en que está expresado el primero, hace ver que este versículo está redactado por un grupo de “discípulos” del evangelista, o acaso de los “ancianos” de Efeso, que testifican que el evangelio que publican está escrito por Juan, y ellos saben la verdad de su testimonio. Es una autentificación colectiva y oficial del valor del cuarto evangelio.

En una reflexión final, recordemos que san Juan, mientras acompaño a Jesús, fue testigo de sus discursos, de sus enseñanzas, de toda su palabra, de sus milagros, el vivió tres años junto a Cristo, por tanto puede dar testimonio de lo que vio, escucho y vivió. Agradezcamos a nuestro amado Padre, por su maravillosa bondad en permitir conocer este cuarto evangelio con el mensaje de salvación

Que Cristo Jesús viva en sus corazones

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

SANTA RITA DE CASIA

1381-1457

 

Rita o Margarita, mística agustina, vivió entre los siglos XIII y XIV. No conocemos ninguna biografía suya hasta 150 años después de su muerte en que aparecen con cierta profusión. Esto explica el que encontremos datos incongruentes y deformados por la tradición popular.

Es difícil discernir en los biógrafos aquello que se presenta como historia y aquello que es fruto de la pía conjetura. Coinciden todos en señalar como lugar de su nacimiento la pequeña aldea de Rocca-Porena y en un momento en que el destino político de la República Casia, así como de toda Italia, está en franca crisis. Se atribuye a su nacimiento un carácter milagroso.

Sus padres eran estériles y de avanzada edad. Su niñez transcurrió dentro de un ambiente familiar muy cristiano; según el proceso de beatificación fue distinguida por un prodigio especial, que luego se repetiría después de muerte: la presencia de abejas blancas que entraban y salían de su boca. Aficionada a la oración y a la piedad nació dentro de su corazón muy pronto el deseo de consagrarse a Dios. Sin embargo, tuvo que desistir porque debía atender a sus padres.

Contrajo matrimonio hacia los 12 años con un joven influyente en la vida política. Coinciden los biógrafos en describir las características de este matrimonio. Es frecuente presentar a un marido brusco y vicioso que acabaría por ser atraído al buen camino por la santa, quizá con la intención de exaltar la virtud de la santa. Lo cierto es que cuando existía ambiente familiar armónico, en aquel hogar con varios hijos sucede un grave contratiempo: el esposo es asesinado, sin duda por motivos políticos. La santa tiene que afrontar este hecho y los deseos de venganza de sus hijos. Estos mueren prematuramente, y comienza una nueva etapa en la vida de Rita.

Libre de todo lazo familiar intenta por todos los medios realizar sus antiguos deseos de ingresar en el monasterio de Religiosas de la Orden de San Agustín en Casia. No le sería fácil lograrlo, pues las reglas vigentes el monasterio eran muy exigentes y no admitían más que vírgenes. Este obstáculo sería superado milagrosamente con la intervención de la Virgen y de santos de su devoción, S. Agustín, S. Nicolás de Tolentino y S. Juan Bautista, que, según refieren los biógrafos, con base legendaria, la introdujeron en dicho monasterio estando cerradas puertas y ventanas.

Su vida estará llena de contrastes y esta nueva forma de total consagración por los votos tendrá el sello del sufrimiento. Siempre tuvo una devoción especial a la Pasión de Cristo, quien la hizo partícipe de sus sufrimientos marcándole la frente con el estigma de una espina.

Después de ser ejemplo de las virtudes cristianas más heroicas, murió hacia el año 1457, siendo ya septuagenaria.

Por los numerosos hechos extraordinarios ocurridos en su vida y a raíz de la muerte, se convirtió Casia muy pronto en lugar de peregrinación, al mismo tiempo que la devoción popular fue extendiéndose, no sólo a Italia, sino a todo el mundo.

Su cuerpo permanece incorrupto en Casia en el rico Santuario dedicado recientemente a su nombre. Por los muchos obstáculos que tuvo que superar, se la invoca con el título de “abogada de los imposibles”.

El distintivo de su devoción son las rosas, fundándose en la tradición que refiere el hecho prodigioso de las preciosas rosas halladas en enero en el huerto de Rita horas antes de su muerte. Fue beatificada el l6 jul. 1627 por Urbano VIII, que siendo Cardenal había intervenido en la restauración del monasterio de Casia. Canonizada el 24 mayo 1900. Su fiesta se celebra el 22 de mayo.

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Respuesta  Mensaje 23 de 31 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 23/05/2010 03:01

“Reciban el Espíritu Santo”

Jn 20, 19-23

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

1.     AL ATARDECER DEL PRIMER DÍA DE LA SEMANA

Estas apariciones a los apóstoles son destacadas en el Evangelio de San Juan para relatarnos su particular importancia, estos son hechos excepcionales. La primera aparición, sucede en la “tarde” del mismo día de la resurrección, cuyo nombre de la semana era llamado por los judíos como lo pone aquí San Juan, “el primer día de la semana.”

Los discípulos se encontraban con las puertas cerradas por temor a los judíos. Suponemos que los once apóstoles están juntos, sin embargo también se puede presumir que posiblemente hubiese con ellos otras personas, pero estas no se citan.

El relato evangélico no precisa el lugar donde sucedieron estos hechos, no obstante creíblemente podría ser en el cenáculo (Hech 1:4.13). Los sucesos de aquellos días, siendo ellos los discípulos del Crucificado, les tenían temerosos. Esa es la razón por la cual se ocultaban y permanecían a puertas cerradas. Temía la intromisión inesperada de sus enemigos.

2.     EL ESTADO “GLORIOSO” EN QUE SE HALLA CRISTO RESUCITADO

Pero la entrega de este detalle tiene también por objeto demostrar el estado “glorioso” en que se halla Cristo resucitado cuando se presenta ante ellos. Es así como inesperadamente, Cristo se apareció en medio de ellos. En el relato de Lucas, se comenta que quedaron “despavoridos,” pues creían ver un “espíritu” o un fantasma.

Entonces llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: “¡La paz esté con ustedes!”. Con ello les dispensó lo que ésta llevaba adjunto (cf. Lc 24:36-43). San Juan omite lo que dice en evangelio de Lucas, sobre que no se turben ni duden de su presencia. Aquí, al punto, como garantía, les muestra “las manos,” que con sus cicatrices les hacían ver que eran las manos días antes perforadas por los clavos, y “el costado,” abierto por la lanza; en ambas heridas, mostradas como títulos e insignias de triunfo, tal así que Tomás podría poner sus dedos.

En el evangelio de Lucas se relata que les muestra “sus manos y pies,” y se omite lo del costado, sin duda porque se omite la escena de Tomás. Ni quiere decir esto que Cristo tenga que conservar estas señales en su cuerpo. Como se mostró a Magdalena seguramente sin ellas, y a los peregrinos de Emaús en aspecto de un caminante, así aquí, por la finalidad apologética que busca, les muestra sus llagas. Todo depende de su voluntad. Esta, como la escena en Lucas, es un relato de reconocimiento: aquí, de identificación del Cristo muerto y resucitado; en Lucas es prueba de realidad corporal, no de un fantasma.

Bien atestiguada su resurrección y su presencia sensible, San Juan transmite esta escena de trascendental alcance teológico.

3.     COMO EL PADRE ME ENVIÓ A MÍ, YO TAMBIÉN LOS ENVÍO A USTEDES.

Jesús anuncia a los apóstoles que ellos van a ser sus “enviados,” como El lo es del Padre. Es un tema constante en los evangelios. Ellos son los “apóstoles” (Mt 28:19; Jn 17:18, etc.).

Jesucristo tiene todo poder en cielos y tierra y los “envía” ahora con una misión concreta. Los apóstoles son sus enviados con el poder de perdonar los pecados. Para ese tiempo, ese envío era algo insólito. En el Antiguo Testamento, sólo Dios perdonaba los pecados. Por eso, de Cristo, al considerarle sólo hombre, decían los fariseos escandalizados: Este “blasfema. ¿Quién puede perdonar los pecados sino sólo Dios?” (Mc 2:7).

4.     AL DECIRLES ESTO, SOPLÓ SOBRE ELLOS Y AÑADIÓ: “RECIBAN EL ESPÍRITU SANTO”

El Espíritu Santo es el “don” por excelencia, infinito como infinito es Dios; aunque quien cree en Cristo ya lo posee, puede sin embargo recibirlo y poseerlo cada vez más. La donación del Espíritu Santo los Apóstoles en la tarde de la Resurrección demuestra que ese don inefable está estrechamente unido al misterio pascual; es el supremo don de Cristo que, habiendo muerto y resucitado por la redención de los hombres, tiene el derecho y el poder de concedérselo. La bajada del Espíritu en el día de Pentecostés renueva y completamente este don, y se realiza no de una manera íntima y privada, como en la tarde de Pascua, sino en forma solemne, con manifestaciones exteriores y públicas indicando con ello que el don del Espíritu no está reservado a unos pocos privilegiados sino que está destinado a todos los hombres como por todos los hombres murió, resucitó y subió a los cielos Cristo. El misterio pascual culmina por lo tanto no sólo en la Resurrección y en la Ascensión, sino también en el día de Pentecostés que es su acto conclusivo.

5.     “LOS PECADOS SERÁN PERDONADOS A LOS QUE USTEDES SE LOS PERDONEN, Y SERÁN RETENIDOS A LOS QUE USTEDES SE LOS RETENGAN”.

Al decir esto, “sopló” sobre ellos. Es símbolo con el que se comunica la vida que Dios concede (Gen 2:7; Ez 37:9-14; Sab 15:11). Por la penitencia, Dios va a comunicar su perdón, que es el dar a los hombres el “ser hijos de Dios” (Jn 1:12): el poder de perdonar, que es dar vida divina. Precisamente en Génesis, Dios “sopla” sobre Adán el hombre de “arcilla,” y le “inspiró aliento de vida” (Gen 2:7) Por eso, con esta simbólica sopladura explica su sentido, que es el que “reciban el Espíritu Santo.” Dios les comunica su poder y su virtud para una finalidad muy concreta: “Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan”.

Aquí el regalo del Espíritu Santo a los apóstoles tiene una misión de “perdón.” Los apóstoles se encuentran en adelante investidos del poder de perdonar los pecados. Este poder exige para su ejercicio un juicio. Si han de perdonar o retener todos los pecados, necesitan saber si pueden perdonar o han de retener. Evidentemente es éste el poder sacramental de la confesión.

Por otra parte, para no confundirse, esta no es la promesa del Espíritu Santo que les hace en el evangelio de Juan, en el Sermón de la Cena (Jn 14:16.17.26; 16:7-15), ya que en esos fragmentos se les promete al Espíritu Santo, que se les comunicará en Pentecostés, una finalidad “defensora” de ellos e “iluminadora” y “docente.” En este relato san Juan trata sólo del poder que se confiere del perdón de los pecados. “Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan”.

6.     EL ESPÍRITU DEL SEÑOR LLENÓ TODA LA TIERRA, Y ÉL QUE DA UNIDAD A TODAS LAS COSAS, HABLA CON SABIDURÍA. (Sab 1, 7)

Esta realidad, anunciada en el libro de la Sabiduría, se cumplió en toda su plenitud el día de Pentecostés, cuando los Apóstoles y los que estaban con ellos se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería” (Hech 2, 4).

Pentecostés es el cumplimiento de la promesa de Jesús: Pero yo les digo la verdad: conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a ustedes el Paráclito; pero si me voy, se los enviaré: (Jn 16,7); es el bautismo anunciado por él antes de subir al cielo: “serán bautizados en el Espíritu Santo” (Hech 1, 5); como también el cumplimiento de sus palabras:”El último día de la fiesta, el más solemne, Jesús puesto en pie, gritó: “Si alguno tiene sed, venga a mí, y beba el que crea en mí , como dice la Escritura: De su seno correrán ríos de agua viva. Esto lo decía refiriéndose al Espíritu que iban a recibir los que creyeran en él. Porque aún no había Espíritu, pues todavía Jesús no había sido glorificado. (Jn 7, 38-39)  No había sido dado en su plenitud, pero no quiere decir que el Espíritu faltara a los justos. El Evangelio o atestigua de Isabel, de Simeón y de otros más. Jesús lo declaró de sus Apóstoles en la vigilia de su muerte: “ustedes le conocen, porque permanece con ustedes” (Jn 14, 17); y más aún en la tarde del día de Pascua, cuando apareciéndose a los Once en el cenáculo, “sopló y les dijo: Recibid el Espíritu Santo”

7.     VEN, ESPÍRITU SANTO, LLENA LOS CORAZONES DE TUS FIELES Y ENCIENDE EN ELLOS EL FUEGO DE TU AMOR. ALELUYA.

Pentecostés, no es un hecho que sucedió cincuenta días después de la Pascua para que haya quedado cerrado y cumplido, esto es una realidad vigente y presente, y cada vez estamos mas deseosos de poder atenderlo y recibirlo con toda plenitud, agrandemos nuestro corazón para recibirlo efusivamente, como en la secuencia de la liturgia de Pentecostés que incluye hoy un himno de súplica y alabanza al Espíritu Santo

Ven, Espíritu Santo, y envía desde el cielo un rayo de tu luz. Ven, Padre de los pobres, ven a darnos tus dones, ven a darnos tu luz. Consolador lleno de bondad, dulce huésped del alma, suave alivio de los hombres. Tú eres descanso en el trabajo, templanza de las pasiones, alegría en nuestro llanto. Penetra con tu santa luz en lo más íntimo del corazón de tus fieles. Sin tu ayuda divina no hay nada en el hombre, nada que sea inocente. Lava nuestras manchas, riega nuestra aridez, sana nuestras heridas. Suaviza nuestra dureza, elimina con tu calor nuestra frialdad, corrige nuestros desvíos. Concede a tus fieles, que confían en ti, tus siete dones sagrados. Premia nuestra virtud, salva nuestras almas, danos la eterna alegría.

Que Cristo Jesús viva en sus corazones

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

SAN JUAN BAUTISTA ROSSI

 1698-1764

Los santos pueden ser compañeros celestes, pero a veces pueden volver un poco infernal la vida en la Tierra para quienes no comparten su impulso. San Juan Bautista Rossi es uno de esos santos que probablemente distrajera con sus buenos actos a todos aquellos que lo rodeaban. Por ejemplo, cuando se le dio un puesto eclesiástico que había sido tenido por su sobrino, rápidamente entregó el salario para comprar un órgano para la iglesia y pagar a un organista. Donó a su orden religiosa, los capuchinos, la casa asociada con su puesto y se mudó a un ático. Usó los estipendios que recibía de la Misa para alquilar una casa para mujeres sin hogar.

Cuando estamos arrebatados por el entusiasmo hacia nuestros proyectos, necesitamos recordar que siempre tenemos el derecho a gastar nuestro propio tiempo y dinero como elijamos, pero que no tenemos derecho a insistir en que otros hagan las mismas inversiones.

Es natural que queramos que otros se involucren en las cosas que nos interesan, pero necesitamos ser caritativos con quienes no se hallan en nuestro mismo plano espiritual o emocional. No es justo insistir en que otros hagan sacrificios por causas en las que no creen. Necesitamos tener especial cuidado con los proyectos que suponen contribuciones financieras. Por muy entregados que estemos a una causa, necesitamos conceder a otros un espacio en el que tomar sus propias decisiones y llegar a sus propias conclusiones. Si somos afortunados, seremos capaces de compartir nuestro interés. Si no, bueno, que prevalezca la caridad.

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Respuesta  Mensaje 24 de 31 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 04/06/2010 12:56

“Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él todo es posible”

Mc 10, 17-27

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

Jesús se puso en camino. Un hombre corrió hacia él y, arrodillándose, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna? No podemos tratar de sorprender a Jesús con ninguna pregunta, jamás lo podemos hallar desprevenido, me refiero a algo imprevisto, incomprensible y que le cause sorpresa, por mucho que nos acerquemos con algo oculto o disimulado, El nada tarda en descubrirlo, en todo caso ante esta pregunta Jesús le dice: ¿Por qué me llamas bueno? Los Evangelios según san Marcos y según san Lucas, recalcaban bien la pregunta de Jesús al joven, algo modificada en san Mateo. Al subrayarle que le llama Maestro bueno y que sólo Dios es bueno, está atrayendo a este joven hacia sí, significándole su esfera divina.

Jesús le dice; Sólo Dios es bueno. En ese instante el Joven recibe una sorpresa, porque espera que Jesús le indique alguna regla, entonces Jesús le responde: Tú conoces los mandamientos. Cuando leemos a san Mateo 19,16-22, dice si quieres entrar en la Vida eterna, cumple los Mandamientos, pero el joven falto de humildad frente al maestro, y quizá con algún aire de soberbia, pregunta ¿Cuáles?, pero Jesús mantiene su paz en su natural forma de ser y le responde como dice aquí: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre.

El hombre le respondió: Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud. Jesús lo miró con amor y le dijo: San Marcos, es el único que destaca que el Señor le amó y le miró con cariño al decir: Jesús lo miró con amor. Es un rasgo de la exquisitez de Jesús. El joven mira a Jesús preguntando ¿qué me queda por hacer? - san Mateo - Aunque parezca una respuesta sencilla e inocente de alguien que busca ser mejor, no puedo imaginarme que no halla una cierta altanería en una respuesta como esta, es algo típico de alguien orgulloso o que se cree superior o autosuficiente, y esto es porque responde casi en de forma despectiva ¿Qué me queda por hacer?, es así como Jesús que un instante puede haber puesto la mirada en un joven como un futuro discípulo, entonces le responde con algo que descoloca al Joven, Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme. Al oír estas palabras, el joven se retiró entristecido, porque poseía muchos bienes.

El pedirle que venda su hacienda y la dé a los pobres no es enunciar una doctrina universal preceptiva, sino dirigirse a un caso concreto y a una meta libre de perfección.

Pero pensemos también que el Joven se sintió atraído por las enseñanzas de Jesús, y buscaba la perfección al buscar algo mas que cumplir la Ley, y entonces Jesús le recuerda primeramente los mandamientos y para mejor perfección le abre el camino al desprendimiento y si lo hace, lo invita a seguirlo, en ese instante el joven no reconoce el gran beneficio de seguir a Jesús y prefiere mantener su bienes y se retira entristecido. Jesús debe haber quedado desilusionado del joven.

Cuantas veces nosotros le preguntamos al Señor, ¿Qué debo hacer?, ¿Señor, que quieres que haga?, e incluso nos atrevemos a decir, Señor, hágase tu voluntad, pero tenemos que conocer a quien nos llama y a quien nos ofrecemos, y lo conocemos abriéndole nuestro mejor espacio en el corazón, con la oración y la contemplación, porque El nos tiene ya una misión clara y especifica, ahora nos corresponde a nosotros tener claridad en nuestra respuesta y esta no puede ser causa de desilusión, es así, como para dar nuestro primer o siguiente paso, tenemos que saber que nuestras intenciones son sinceras y de corazón, y con mucho deseo de mejoramiento y perfección.

Jesús necesita muchos colaboradores, que estén dispuestos a desprenderse de de todo aquello que el nos pida, la renuncia debe ser radical, y llama a muchos jóvenes a tomar una buena decisión, Dios hace un llamado personal al hombre, y los hombres somos libres de aceptar o no ese llamado.

Tenemos que reconocer, que seguir a Jesús no es fácil, pero cuando el Señor llama, sabe muy bien a quien llama, porque lo llama y para que lo llama, como del mismo modo sabe cuanta fuerza necesita el que es llamado.

No hacemos una pregunta, ¿Estamos satisfecho de nosotros mismos?, ¿estamos contento con la vida que llevamos?, ¿podemos hacer algo mas?, ¿Qué estamos dispuesto hacer si Jesús nos pide algo?

Dios tiene un plan para nosotros, y espera de nosotros. Cuando nos acerquemos a Jesús, hagámoslo con sencillez, con actitud humilde, sin responderle con una pregunta y sin tratar de justificarnos, para El solo valen los resultados y la honestidad de sentimiento, las excusas, no sirven.

Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: "¡Qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios!". Los discípulos se sorprendieron por estas palabras, pero Jesús continuó diciendo: "Hijos míos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios". Los discípulos se asombraron aún más y se preguntaban unos a otros: "Entonces, ¿quién podrá salvarse?".

Es bueno para nosotros hacerse esta pregunta, ¿somos capaces de renunciar a los bienes y a la familia por seguir a Jesús? Jesús mantiene sus radicales exigencias, pero también mantiene su promesa, pero igual vemos hombres que ven como imposible desprenderse de sus riquezas, y también vemos otros que tocados por la Gracia de Dios, están dispuestos al desprendimiento.

Así es como Jesús después de la triste retirada del joven rico, aprovecha las circunstancias para dar una lección a sus discípulos y a todos nosotros. Sabemos que no se puede servir a Dios y a las Riquezas, y el poder hacerlo es un don más que un esfuerzo basado en una buena intención. En efecto en el contexto de fe, de confianza puesta en Dios, se puede dejarlo todo y seguir a Jesús. Es así, como la renuncia a los bienes y capacidad de compartirlos con los necesitados, y tener la disposición al seguimiento de Jesús, es un don de Dios, para el que todo es posible.

No significa que los ricos no puedan salvarse, sino aquellos que ponen su confianza en el dinero, difícilmente se salvarán. Peor es para aquellos que lo han obtenido a través de una vida desordenada, cometiendo injusticias, aferrados a su egoísmo, o con cualquier actitud contraria a los principios de salvación.

Pero dejar las riquezas, es una de las condiciones para seguir a Jesús, la perfección es seguirlo.

Dice Jesús: Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él todo es posible. Santa Teresa de Avila decía: Teresa sola, que poco puede, en cambio, Teresa con Dios lo puede todo. Nos llena esta frase de alegría, al saber y sentirnos hijos de Dios, ayudados por El y respaldados por Dios.

Que Cristo Jesús viva en sus corazones

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

SAN VICENTE DE LÉRINS

445

Su singularidad estriba en haber sido un santo que se equivocó en sus opiniones teológicas, lo cual a simple vista no deja de parecer chocante; se equivocó, hay que aclararlo, cuando lo que se discutía era aún una cuestión abierta, y sólo después de su muerte la Iglesia se pronunció en contra de sus tesis.

Poco se sabe de este Vicente, quizá natural del norte de Francia, que fue una de las luminarias intelectuales del famoso monasterio de Lérins, fundado por san Honorato; un gran sabio que se hizo religioso una vez «ahuyentados los vientos de la vanidad y de la soberbia, aplacando a Dios con el sacrificio de la humildad cristiana».

¿Tuvo un pasado borrascoso, como parece deducirse de cierta alusión que hace en uno de sus libros? No es seguro, posiblemente el énfasis que pone en sus palabras hay que cargarlo a cuenta de la severidad con que los santos acostumbran a juzgarse a sí mismos.

Lo que sí es indudable es que fue un hombre muy docto en las Escrituras y con profundos conocimientos de las letras clásicas. Un temible polemista cuando se lanza al fragor de la discusión teológica, oponiéndose a san Agustín, con quien intercambia vehementes latines y complicados argumentos (su tan leído Commonitorium es más o menos del 434) sobre el delicadísimo problema de armonizar gracia divina y libertad.

En la querella del semipelagianismo parece que san Vicente se inclinó por soluciones que más tarde el magisterio había de rechazar, pero ahí está en la lista de los santos, apaciguado por el amor de Dios, que está más allá de las polémicas de los teólogos.

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Respuesta  Mensaje 25 de 31 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 04/06/2010 12:57

“Muchos de los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros”

Mc 10, 28-31

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

En El fragmento del Evangelio de hoy, a diferencia del anterior, donde el Joven rico no tuvo el ánimo para seguir a Jesús, Pedro y sus amigos dan a Jesús una respuesta generosa y de carácter positiva.

Al oír las enseñanzas de su Maestro, sobre las riquezas, los apóstoles que eran pobres y lo poco que tenían ya lo habían dejado para seguir a Jesús, le hacen ver esto y le hacen una pregunta; Pedro le dijo a Jesús: Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. Probablemente por una conexión lógica con lo anterior — el joven que no dejó sus riquezas —, Pedro dice que ellos lo dejaron todo por seguirle. En San Marcos falta explícitamente la pregunta que está en san Mateo sobre el premio.

En la respuesta de Jesús es especificando todo lo que se deje, Jesús respondió: Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y padre, hijos o campos por mí y por la Buena Noticia, desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y campos, San Marcos añade persecuciones. -en medio de las persecuciones- No exige esto, en absoluto, una ampliación del evangelista en vista de las persecuciones que experimentaba ya la Iglesia. Ya estaba supuesto en el programa anunciado por Jesús, por parte del fariseísmo: si a mí me persiguieron, también a ustedes los perseguirán -san Juan 3- Pero lo primero parece más probable. La síntesis de las persecuciones por el Evangelio es explicitación de San Marcos o de la catequesis.

Sin embargo la belleza es que Pedro y sus amigos, oyeron las condiciones que les puso Jesús, exigencia necesaria para seguirlo, pero ellos con mucho gozo reconocieron que la han cumplido, es así como alegres han seguido al Maestro.

Dice Jesús; Y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna. Estos premios son espirituales, como se ve al decirse que, por dejar, a su madre, recibirá aquí el ciento por un,  ahora en este tiempo en madre. Es la clásica hipérbole y paradoja oriental, que hace ver, por su misma forma, el sentido espiritual de lo que pretende decirse. Aparte que, de no ser así, sería todo ello una contradicción, porque era dejar todo por Jesús, para, estar más desocupado, poder seguirle sin algo que lo ate o lo complique, y como premio aquí le venía el ciento por un, de lo dejado, que sería el céntuplo de complicaciones para no poder seguirle. 

La recompensa del ciento por un, no debe entenderse en el sentido terrenal, sino que en el sobre natural. En efecto, recibiremos la gracia y el amor de Dios, que es muy superior a cualquier bien que podamos anhelar.

Jesús, ha sido claro con su respuesta, y debemos meditar sobre ella y apreciar que la recompensa es grandiosa para nosotros, el que a causa de mi Nombre deje, recibirá cien veces más y obtendrá como herencia la vida eterna.

Esa debe ser la causa de nuestra alegría y regocijo, seguir al Señor y dejarnos invadir por el gozo de sentirnos sus discípulos.

También es importante considerar que aún estamos a tiempo para tomar nuestra decisión, es así como el nos dice; Muchos de los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros. Esto es no porque hayan sido llamados antes van a merecer más que los llamados a última hora, no es el tiempo lo que vale, sino que la generosidad de la respuesta la que nos va acercar más a El, pero no basta solo comenzar, se debe perseverar, y no basta decir sí, es preciso hacerlo con generosidad.

Despeguemos el corazón de las riquezas terrenales, y acerquemos más nuestro interés en Dios, y nos aseguraremos de llegar primero al Reino.

Que Cristo Jesús viva en sus corazones

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

SANTA MARIA MAGDALENA DE PAZZI

En un Carmelo no reformado, a la edad de dieciséis años ingresa Catalina de Pazzi, dos meses después de la muerte de Teresa de Jesús (1582).

Esta gran mujer - una de las más grandes figuras de la mística cristiana - nació el 2 de abril de 1566 en Florencia. Sus padres, nobles, se llamaron Camilo de Pazzi y Magdalena Buendelmonte. Fue bautizada al día siguiente de nacer y contaba diez años cuando recibió la Primera Comunión.

De muy niña fue internada en las religiosas de San Juan de los Caballeros para que recibiera una esmerada educación. Allí llamó poderosamente la atención de todas las religiosas por su virtud y por las largas horas que pasaba ante el sagrario y ante las imágenes de la Virgen María. Todas las religiosas cuando después depongan en los Procesos para su beatificación, resaltarán los heroicos ejemplos de virtud, especialmente de mortificación, oración y caridad que aprendían de aquella niña que parecía una veterana en la escuela de la perfección más encumbrada.

El 1 de diciembre de 1582 abrazaba la vida de religiosa carmelita en el Monasterio de Santa María de los Ángeles de Florencia. El 3 de enero de 1583 vestía el hábito de carmelita cambiando su nombre por el de Sor María Magdalena comenzando así su año de noviciado. A primeros de mayo de 1584 le vino una rara enfermedad que amenazaba su vida. Tuvo un exceso de amor como ya le había sucedido mientras vivía en el mundo, y los superiores le permitieron que hiciera su Profesión el 27 de mayo ante un altar de la Virgen María.

La joven patricia florentina había elegido es casa para consagrarse en ella a Dios puesto que allí se podía comulgar todos los días. Convertida en sor María Magdalena se distinguió enseguida por su amor a la Iglesia con el ofrecimiento de su vida a Dios para obtener su renovación espiritual.- iba a pasar pronto por las mas elevadas experiencia. Místicas: soportó purificaciones interiores extremadamente dolorosas y conoció éxtasis en los que el Señor le hablaba al corazón. Con las relaciones de tales éxtasis se llenan siete volúmenes de una doctrina profunda que enseña los caminos de la más alta mística. Se llaman: Los cuarenta días; Los visos; Sentencias y Cartas...a veces se advierte en ellos como un eco de Catalina de Sena.

Pero, donde María Magdalena ponía lo mejor de su amor, era en la fidelidad diaria sin desfallecimientos a los tres votos de su profesión religiosa:, y tampoco trazó nunca ningún otro camino a sus hijas.

Desempeñó varios cargos en la Comunidad, sobre todo, Maestra de novicias, dejando siempre destellos de santidad en los mismos. Llena de méritos, moría el 25 de mayo de 1607. Fue beatificada el 1626 y canonizada el 1669

Decía de ella San Pío X en 1908: "La Vida de Santa María Magdalena de Pazzi no es solamente un prodigio de estéril admiración, sino un vivo modelo que todos podemos y debemos en parte imitar..." Y en 1952 el Papa Pío XII: "Santa María Magdalena de Pazzi, la virgen de Florencia, brilló, más que por su nobleza, por el fervor de todas las virtudes, y, sobre todo, por su amor encendidísimo para con Dios y para con el prójimo".

Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de  Vigo


Respuesta  Mensaje 26 de 31 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 04/06/2010 12:58

 “El Hijo del Hombre ha venido para dar su vida en rescate por todos”

San Marcos 10, 32-45

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant  

 1.      MAESTRO, QUEREMOS QUE NOS CONCEDAS LO QUE TE VAMOS A PEDIR

Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir. En San Marcos son Juan y Santiago los que hacen la petición a Jesús. En San Mateo es su madre. Ambas divergencias se compaginan bien, porque ellos lo piden por su madre, como recurso más discreto y hábil, o acaso se debe a las fuentes. En el fondo de la petición posiblemente hubiese razones de posible parentesco (cf. Jn 19:25), de tanta fuerza vinculante en las costumbres de Oriente.

Ellos le dijeron a Jesús, En tu gloria. En San Mateo se pide que se sienten junto a El en tu reino. Parecería que se tratase de la fase celeste. Sin embargo, en el medio ambiente se esperaba que el reinado del Mesías precediese aquí a la fase final del reino de Dios. Esto es lo que piden – Hech1:6 -. Sin embargo, parece aludir a la parusía - San Marcos 8:38; 13:26 -, aunque se discute a qué aluden estos textos. La frase no es ajena a la teología de San Marcos. Jesús les pone su ejemplo de servidor que vino a dar la vida en redención por muchos, con el sentido semita de todos. Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud.

Se piensa que pueda haber un duplicado, ya que parece que El censuraría la ambición de esta pretensión ¡No saben lo que piden! ¿Pueden beber el cáliz que Yo beberé y recibir el bautismo que Yo recibiré? y luego se daría por buena, al excusarla con la predestinación del Padre. - En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes han sido destinados -

2.      LA AMBICIÓN QUE REFLEJAN AQUÍ LOS DOS APÓSTOLES

La ambición que reflejan aquí los dos apóstoles está en la misma línea de incomprensión de un Mesías doliente y de su reino espiritual. Para ellos se pide los dos primeros puestos en su reino. Se lo concibe como terreno. La petición no miraba sólo a los puestos de honor, sino también a los de ejercicio y poder. Estos dos puestos correlativos de su derecha e izquierda eran los dos primeros puestos de una serie. Santiago y Juan, son primo de Jesús y quieren hacer prevalecer este parentesco.

3.      ¿PUEDEN BEBER EL CÁLIZ QUE YO BEBERÉ?

En la respuesta de Jesús les corrige el enfoque de su concepción terrena del reino. Este es de dolor, entonces Jesús les pregunta; ¿Pueden beber el cáliz que Yo beberé y recibir el bautismo que Yo recibiré?, entonces nos preguntamos ¿Podrán ellos beber el cáliz que a El le aguarda de su pasión?, la pregunta es un contexto lógico, para precisarles bien la naturaleza del reino. El martirio — testimonio — estaba bien experimentado en la Iglesia a esta hora.

En la literatura judía se presenta frecuentemente el cáliz como imagen de alegría y fortuna, derivando acaso su uso de los festines, pero luego, por influjo de la copa de la venganza divina, que usaron los profetas, vino a significar también, y preferentemente, el sufrimiento y la desgracia El mismo sentido tiene en la literatura rabínica. El cáliz que Jesús bebería era el de su pasión y muerte.

A la pregunta que les hace Jesús si estarían dispuestos a beber este cáliz y a sumergirse, como El en este dolor, le respondieron que sí podemos, no era una respuesta de fácil inconsciencia. Y Jesús les confirma, con vaticinio, este martirio de dolor. De hecho, Santiago el Mayor sufrió el martirio sobre el año 44, por orden de Agripa I -Hech 12:2-, siendo decapitado. Juan murió en edad muy avanzada -san Juan 21:23 -, de muerte natural. Pero, antes de ser desterrado a la isla de Patmos, sufrió el martirio, pues fue sumergido en una caldera de aceite hirviendo, de la que Dios le libró milagrosamente.

Quedaba con ello corregido el erróneo enfoque sobre la naturaleza de su reino. Y les aprobaba su coraje cristiano, cuyo ímpetu se refleja en otras ocasiones. Pero había en esta petición un plan más profundo del Padre que no competía a Jesús el cambiarlo; había en todo ello una predestinación: Dios dispone libremente de sus dones: de la donación gratuita de su reino y de los puestos del mismo.

4.      LOS OTROS DIEZ, QUE HABÍAN OÍDO A SANTIAGO Y A JUAN, SE INDIGNARON CONTRA ELLOS

Los otros diez, que habían oído a Santiago y a Juan, se indignaron contra ellos por esta pretensión y proposición Al ver aquella disputa, Jesús los llamó. Y va a restablecer la armonía con una gran lección de humildad, dada especialmente para los que van a tener puestos jerárquicos, para ellos, que son apóstoles y se sentarán en tronos en su reino -Lc 22:30-. Les va a dar una lección por capítulo doble, primero con la verdadera doctrina del mando, y luego con su mismo ejemplo.

5.      USTEDES SABEN QUE AQUÉLLOS A QUIENES SE CONSIDERA GOBERNANTES DOMINAN A LAS NACIONES

En el mundo, los que gobiernan las naciones fácilmente abusan de su poder, y, en lugar de ser en servicio benéfico del bien común, lo es en provecho propio, y así oprimen a los pueblos. Los apóstoles comprendieron y asumieron como misión el hecho político y social desigual de su época. Eran galileos y habían oído hablar de los abusos de Herodes el Grande, de Arquelao y Antipas, lo mismo que de los abusos de algunos de los procuradores romanos.

Jesús los llamó y les dijo: Ustedes saben que aquéllos a quienes se considera gobernantes dominan a las naciones como si fueran sus dueños, y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. En efecto, sucede de hecho, ya que no es ésa la misión del poder entre gobernantes de pueblos, no ha de ser así entre los que son apóstoles y se sentarán en tronos del reino para juzgar a las doce tribus de Israel.

6.      EL QUE QUIERA SER GRANDE QUE SE HAGA SERVIDOR DE USTEDES

Jesús le dice; Al contrario, el que quiera ser grande que se haga servidor de ustedes, y el que quiera ser el primero que se haga servidor de todos. Porque que éstos no son para honor ni provecho propio, sino para ministerio, servicio y provecho directo del bien común. No siendo para provecho propio, en lugar de tener esos sentimientos de ambición, si alguno pensase en ello, que piense que ha de tener sentimientos, en este orden, de servidor y de servidor de todos. Pues ha de tener los sentimientos de servicio. Deberá ser servidor de todos. Así enfocados, los puestos jerárquicos y de mando cobran su auténtica proyección y excluyen automáticamente las apetencias en el Reino terreno. Pues nadie tiene apetencia por egoísmo de ser servidor de todos.

Y luego de la doctrina, pone el gran ejemplo de su vida, que es el Rey-Mesías. No vino a ser servido. Sus sufrimientos, su pobreza, las intrigas armadas contra El, la perspectiva de su pasión y muerte, hacían ver bien que no vino a ser servido, sino a servir; al contrario, vino a dar su vida como rescate de muchos. Esta enseñanza de Jesús tiene responde a la idea de la liberación por rescate, una liberación mediante un sacrificio, es decir dar su vida por salvar a los hombres.

7.      UNA GRAN LECCIÓN DE HUMILDAD

Hay que saber beber a tiempo el cáliz amargo de la Pasión, las contradicciones, las penas, las amarguras, las tristezas y enfermedades, las persecuciones y las malas interpretaciones, pero todo esto nos ayudará a purificar nuestros corazones y lo preparará la gloria de la resurrección y luego, para la alegría del triunfo en unión con Jesús, nuestro Señor.

Jesús nos da en este fragmento del Evangelio una gran lección de humildad, algo que para nosotros es necesario comprender, nos llega a nuestro amor propio, o por que sufrimos si otros nos aventajan, o porque queremos ser los primeros en todas partes, sobresaliendo en todo y sin importar si estamos relegando a los demás. El tratar de ser primeros, sin importar como y a costa de quien, no esta conforme al espíritu cristiano. Jesús no enseño a ser humildes por amor a El.

El que tiene que sobresalir siempre, es Jesús y nosotros no ser notado.

Que Cristo Jesús viva en sus corazones

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

SAN FELIPE NERI

San Felipe Neri nació en Florencia en 1515. Es uno de los santos más deliciosos del calendario. "El más italiano de los santos". Sencillo, ingenioso, alegre, extático, imprevisible, músico, poeta, extravagante. Y humorista. El hermano Zaboni riñó un día a Felipe porque reía a carcajadas leyendo Las bromas del cura Arlotto: --Los sacerdotes no deben reír ruidosamente.--El Señor es bueno, contestó Felipe. ¿Cómo no va a alegrarse de que sus hijos nos riamos? La tristeza nos hace doblar el cuello y no nos permite mirar el cielo. Debemos combatir la tristeza, no la alegría.

Contaba veintiséis años Felipe Neri, nacido en Florencia en 1515, cuando llegó a Roma, como vagabundo del Señor. Apenas si se despertaba por aquel entonces la ciudad de la pesadilla que se había cernido sobre ella con el pillaje de los Imperiales (1527).

En Roma, en donde permanece vivo su recuerdo desde San Jerónimo de la Caridad hasta Chiesa Nuova, ha profesado un verdadero cariño a este florentino jovial y travieso, sumergido a veces en éxtasis ante el Santísimo Sacramento y que consagraba largas horas a charlar con los jóvenes, sin lamentarse nunca de su turbulencia.

Si se quiere llevar cuenta de sus actividades, hay que añadir que servía en los hospitales, visitaba las cárceles y atendía a los peregrinos pobres y al catecismo de los niños.

Cuando fue ordenado sacerdote (1551), Felipe asumió además la tarea de la confesión de pequeños y mayores, y suscitó gran número iniciativas insólitas, que inquietaban a veces a la Curia  - como la peregrinación a las «siete iglesias» para hacer la competencia al carnaval -. Y todo esto vivido con alegría, pues Felipe es el santo de la alegría.

De hecho, sus dos libros favoritos fueron el Nuevo Testamento y un Libro de chistes. Era alegre incluso aconsejando a los penitentes. Una vez dijo a una mujer cotilla que arrojara un saco de plumas al aire y luego las recogiera todas. Cuando ella le dijo que una penitencia así era imposible, respondió que las palabras desenfrenadas eran como esas plumas; una vez que se sueltan son imposibles de recoger.

Quería difundir la alegría por todas partes y ante todo animaba a ella a sus hermanos del "Oratorio del divino Amor". Para él, la alegría es fruto del Amor y camino que conduce al Amor. Acaso sea por esta elección por lo que los cristianos nuestro tiempo hayan de sentirse más deudores con respecto a San Felipe Neri.

Fue amigo de San Carlos, San Ignacio, San Camilo y San Félix de Cantalicio. Su obra definitiva fue la fundación del Oratorio, una congregación de sacerdotes regulares, los oratorianos, para vivir en comunidad sin votos especiales para instruir y entretener a niños y jóvenes. Sed buenos... si podéis, les decía comprensivo. Con tal de no ofender a Dios, podéis cortar leña sobre mis espaldas. Desde el Oratorio extendía el bien a todas partes.

El Oratorio influyó mucho a través del Cardenal Baronio y otros muchos. Murió Felipe en 1595. Era la noche del Corpus y se fue a acabar la fiesta al cielo. Sus restos descansan en la Chiesa Nuova de Roma. Fue canonizado por Gregorio XV el 1622 junto con cuatro santos españoles.

Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de  Vigo


Respuesta  Mensaje 27 de 31 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 04/06/2010 12:59

“He deseado ardientemente comer esta Pascua con ustedes”

Lc 22, 14-20

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

1. CON ANSIA HE DESEADO COMER ESTA PASCUA CON VOSOTROS

Cuando llegó la hora, Jesús se puso a la mesa con los apóstoles, y les dijo: Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer Los elementos propios de San Lucas en la institución eucarística, que son los que se destacan aquí, son varios. En las narraciones de la institución eucarística, siendo fundamentalmente las mismas, literariamente se notan dos grupos diferenciados: San Mateo-San Marcos y San Lucas-Pablo - 1 Cor 11:23-26 - El primer grupo parece representar la tradición de alguna iglesia Palestina, Jerusalén, mientras que el otro representa la tradición de una iglesia helenística.

Los tres sinópticos traen una mención especial en este pasaje. San Mateo-San Marcos lo ponen después de la institución eucarística. En él, Jesús anuncia a sus apóstoles que ya no beberá más este vino hasta que lo beba nuevo con ellos en el reino. El banquete eucarístico evoca este otro banquete escatológico, esta vida futura, representada en el medio ambiente por la imagen de un banquete. Pero San Lucas le da una situación literaria distinta y un sentido también algo distinto.

2. NO BEBERÉ DEL PRODUCTO DE LA VID HASTA QUE LLEGUE EL REINO DE DIOS

Lucas construye con esta mención un paralelo con la institución eucarística. Con él anuncia el fin de la vieja Pascua, sustituida por la muerte de Jesús y renovada en la Eucaristía, memorial de su muerte (Lc 22:19). San Lucas pone un paralelismo para expresar su pensamiento: - porque os digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios - Ni volverá a beber esta Pascua, - no beberé del producto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios -

Este segundo verso hace ver que San Lucas le da un sentido, no escatológico, como San Mateo-San Marcos, a esta nueva Pascua, sino eclesial.

Este nuevo banquete que El comerá con ellos en el reino, la Iglesia, se lo suele interpretar, no en sentido metafórico, sino de las comidas que debían tener lugar después de la resurrección, y que él -San Lucas - es el único en mencionar.

3. ESTE CÁLIZ ES LA NUEVA ALIANZA EN MI SANGRE

En San Lucas, por el hecho de haber puesto en este cuadro la metáfora del cáliz como parte del banquete escatológico, - Este cáliz es la Nueva Alianza en mi Sangre -, creó en la tradición manuscrita una fuerte oscilación. Algunos escribientes - copistas -, creyendo que era una repetición este cáliz del que luego cita al hablar de la consagración eucarística, quitaron unas veces la narración del primero y otras la del segundo.

Después de la bendición se bebía la primera copa ritual; luego se hacía la haggadah, o relato de la Pascua. Este lo hacía el que presidía, citando los textos Dt 26, Ex 13; 12:29; 1:14, a petición del más joven de los presentes; aquí probablemente Juan. Luego se cantaba la primera parte del Hallel - Sal 113-14 -, y después se partía y daba el pan. Este debió de ser el momento de la consagración del pan eucarístico.

4. HAGAN ESTO EN RECUERDO MÍO

San Lucas es el único evangelista que, después de la consagración del pan, añade en boca de Jesús: Haced esto en memoria mía. - hagan esto en recuerdo mío -, Pablo, en el lugar paralelo, trae esta fórmula dos veces. La fórmula es auténtica. El concilio de Trento definió doctrina de fe que con ella Jesús ordenó sacerdotes a los apóstoles y les preceptuó que ellos y sus sucesores ofreciesen el sacrificio eucarístico La ausencia de esta fórmula en San Mateo-San Marcos se debe, seguramente, a que, procediendo estos relatos eucarísticos inmediatamente del uso litúrgico, no se creyó necesario, en ciertas catequesis, conservarla, máxime cuando les podía resultar innecesaria, ya que está implicada en la celebración eucarística, la nueva Pascua.

Se ha hecho notar que esta fórmula tiene alguna afinidad literaria con ciertas fórmulas de textos grecorromanos, con los que algún personaje funda banquetes funerarios que han de celebrarse en su memoria después de su muerte. Pero esto sólo indica que, no recogiéndose en un principio esta fórmula, cuando se la quiso incorporar, San Lucas-Pablo la formularon literariamente acaso al modo usado en el mundo helenístico.

5. QUE VA A SER DERRAMADA POR USTEDES

San Lucas, a diferencia de San Mateo-San Marcos, en las dos fórmulas de la consagración pone por vosotros, - que va a ser derramada por ustedes -. Seguramente es debido a la liturgia, de donde pasa directamente a los evangelios, y que se adapta en su enunciación a los cristianos asistentes.

Esta anamnesis es, en sustitutivo de la Vieja Alianza, la constante renovación de este sacrificio redentor. La Antigua Alianza era una memoria (Ex 12:14; 13:9; Dt 16:3). Pero ésta era para un judío la restitución de una situación pasada en un momento desaparecido, esto significa que cada uno, al recordarse de la liberación de Egipto, debe saber que él mismo es objeto del acto redentor, en cualquier generación a que él pertenezca. Así también, de alguna manera, la nueva Pascua eucarística, que tiene a todo hombre vinculado a ella por el sacrificio de la cruz, no hace otra cosa que actualizar, y no puede faltar, el sacrificio redentor, al que todos están por necesidad vinculados. Aquí esta memoria es anunciar la muerte del Señor (1 Cor 11:26) al renovar su mismo sacrificio redentor: la nueva y eterna alianza.

6. DE IGUAL MODO, DESPUÉS DE CENAR, TOMÓ EL CÁLIZ DICIENDO

San Lucas es el único evangelista que dice que la consagración del cáliz tiene lugar después de cenar. - De igual modo, después de cenar, tomó el cáliz diciendo - Los otros sinópticos sólo dicen que la institución eucarística se realiza mientras cenaban. No es más que efecto del ritual de la cena pascual. Tenía diversas partes, pero la cena estrictamente dicha terminaba con la comida del cordero pascual, aunque seguían después nuevos complementos. Y San Lucas no hace otra cosa que precisar el momento de la consagración del cáliz, que fue precisamente después de comer el cordero. Acaso correspondió al tercer cáliz de vino que se bebía después de comer el cordero, y que se llamaba el cáliz de bendición, por las largas bendiciones que sobre él se hacían (1 Cor 10:16).

Esta cena pascual judía que relata san Lucas, obtiene un nuevo sentido, al pasar a ser un anuncio de la muerte del Maestro. Jesús es el inicio de la nueva alianza, Jesús quiere fervientemente establecer la novedad de su trato con los hombres. Lucas reclama la importancia de la celebración.

Estos gestos remiten a su muerte en la cruz, que da origen a la nueva alianza, la cual sólo alcanzará su totalidad en el Reino que viene.

7. JESÚS, QUIERE CELEBRAR CADA DÍA LA PASCUA CON NOSOTROS

El eje del relato está en las palabras de Jesús sobre el pan y el vino. Reflejan, junto con los relatos de san Mateo y san Marcos, y también de san Pablo, cómo se celebraba la eucaristía en las primeras comunidades cristianas.

Hoy se hace presente en el mundo a través de los discípulos que siguen al Maestro y celebran comiendo juntos la cena pascual y entregándose al servicio los unos de los otros, para que el mundo crea. Es así, como en nuestras comunidades eucarísticas continuamos el memorial de Jesús, celebramos la nueva alianza y encendemos nuestros corazones con el fuego de su ardiente caridad.

Jesús, quiere celebrar cada día la pascua con nosotros y se nos hace presente en la celebración eucarística, El quiere estar con nosotros, y le pedimos al mismo tiempo que se quede con nosotros. La eucaristía, nos fortalece, no anima, nos entrega paz en nuestro corazón, acudimos a ella llenos de esperanza y la convertimos en nuestra principal celebración.

Que Cristo Jesús viva en sus corazones

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

JESÚS SUMO Y ETERNO SACERDOTE

Jesús, como Sumo Sacerdote, realizó durante toda la vida su obra sacerdotal: la santificación salvación de los hombres para gloria del Padre; obra cuyos postreros acontecimientos fueron la última cena, la pasión, la muerte, la resurrección y la ascensión. Hoy Jesús resucitado sigue ejerciendo su Sacerdocio en la Iglesia y con ella, en especial mediante la Eucaristía, que actualiza continuamente la última cena, la muerte y resurrección de Cristo. En la Eucaristía Jesús comparte su Sacerdocio con los fieles, mediante el sacerdocio bautismal, y con los pastores, mediante el sacerdocio ministerial. El Vaticano II afirma en la Lumen gentium: “El sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial... participan a su manera del único Sacerdocio de Cristo» (LG 10); “Los fieles... participando del sacrificio eucarístico, fuente y cumbre de toda la vida cristiana, ofrecen a Dios la Víctima divina y se ofrecen a sí mismos juntamente con ella” (LG 11). Los fieles deben ser catequizados sobre sublime privilegio del sacerdocio bautismal, para ejercerlo conscientemente en cada eucaristía y prolongarlo en la vida.

Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de  Vigo


Respuesta  Mensaje 28 de 31 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 04/06/2010 12:59

"Mi Casa será llamada Casa de oración para todas las naciones"

Mc 11, 11-25

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 San Marcos, a diferencia de San Mateo, divide hábilmente este relato en dos puntos separados. Jesús va a una higuera por si encuentra algún fruto en ella, mas sólo encontró hojas. Pero San Marcos resalta que no era tiempo de ellos. La maldijo, diciendo que no produjese más fruto. - Dirigiéndose a la higuera, le dijo: Que nadie más coma de tus frutos -. San Mateo dirá que se secó al punto. En San Marcos queda así planteado el problema para dar la solución después de intercalarse otro pasaje. - Cuando llegaron a Jerusalén, Jesús entró en el Templo y comenzó a echar a los que vendían y compraban en él -. Es forma de relatar de san Marcos, es una acción simbólica, de valor complejo. Esta partición de la escena puede tener alguna relación con el estilo de describir propio de el, cercana con la del ciego que ve en dos etapas - San Marcos 8:23-25 -

Pero para darle una continuidad más simple, haré un paréntesis con el segundo relato, comentándolo mas adelante, a diferencia del estilo de san Marcos, entonces comenzamos que A la mañana siguiente, al pasar otra vez, vieron que la higuera se había secado de raíz.

Pedro, acordándose, dijo a Jesús: Maestro, la higuera que has maldecido se ha secado. La estructura hábil de San Marcos le permite unir a la sorpresa de los discípulos ante la higuera seca, no sólo la doctrina sobre la necesidad de la oración, sino añadir en un amplio contexto lógico otra serie de enseñanzas relacionadas con ello - Tengan fe en Dios - La confianza en el poder de Dios y el poder de la oración. - Porque Yo les aseguro que si alguien dice a esta montaña: Retírate de ahí y arrójate al mar, sin vacilar en su interior, sino creyendo que sucederá lo que dice, lo conseguirá - La comparación del monte era un proverbio ambiental para indicar la realización de cosas que no podían ser hechas por medios ordinarios. - Y cuando ustedes se pongan de pie para orar, si tienen algo en contra de alguien, perdónenlo - La oración le evoca a San Marcos la petición del Padrenuestro sobre la necesidad del perdón. Una de las necesidades más apremiantes es pedir perdón por nuestras culpas y para esto hay que perdonar al prójimo. Máxime se diría exigida esta oración de doble perdón ante esa fe confiada que producirá milagros de Dios.- y el Padre que está en el cielo les perdonará también sus faltas -

Luego san Marcos relata que: Cuando llegaron a Jerusalén, Jesús entró en el Templo y comenzó a echar a los que vendían y compraban en él. Derribó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas, y prohibió que transportaran cargas por el Templo. San Juan es el que presenta más amplia referencia de este episodio. De los sinópticos es San Marcos el que más lo destaca. San Marcos destaca la universalidad del templo para todas las gentes, lo que omite San Mateo y San Lucas. Acaso esta evocación se haga porque, al establecer estos comercios en el patio de los gentiles, dificultaban a éstos el acceso al templo. Pero el sentido teológico es la universalidad de la misma fe. La segunda alusión, que traen los tres sinópticos, comparando la profanación a una cueva de ladrones, por sus mercancías abusivas, es una evocación sumamente oportuna de Jeremías (7:11) 4.

Jesús, al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: ¿Acaso no está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración para todas las naciones? Pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones. En este mismo relato, pero según san Lucas, Jesús enseñaba diariamente en el Templo, por esa razón los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo buscaban la forma de matarlo. Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras, y san Marcos precisa que todo el pueblo estaba maravillado de su enseñanza.

Jesús, no acepta convertir el templo en una casa de mercaderes, porque esa es una casa de santidad. El templo no es un centro de comercio, es un lugar para actividades sacerdotales. Entonces la multitud de comerciantes que vendían animales para ofrecer los sacrificios, según lo indicaba la ley, fueron expulsados por Jesús.

En efecto, era conocido, que los que asistían al templo para hacer ofrendas, tenían que pagar exigencias gravosas. Pero al mismo tiempo, Jesús es la verdad que hace desaparecer las sombras de lo incorrecto, y su deseo es que el Templo se convierta ya en casa de oración

Recordemos, que esto también lo hizo Jesús, al principio de su predicación, como cuenta San Juan 2, 13-22; y ahora lo repite para hacer más inexcusable la culpabilidad de los judíos, que no se habían enmendado con su primera lección.

Pero Jesús, no excluye de su predicación ni a los indignos ni a los ingratos. Por lo que después que restableció el rigor de la disciplina arrojando a los malos, les da a conocer el don de su gracia. Si san Lucas nos dice que diariamente enseñaba en el Templo, entonces para Jesús era una labor habitual.

San Marcos nos dice; Cuando se enteraron los sumos sacerdotes y los escribas, buscaban la forma de matarlo, porque le tenían miedo, ya que todo el pueblo estaba maravillado de su enseñanza. El debería haber recibido la adoración como Hijo de Dios, por tantos prodigios hechos, sin embargo, los que hacían los sacerdotes y los escribas, y los principales del pueblo era tratar de matarlo. Sin embargo, como todos los días enseñaba en el templo, recibió una numerosa multitud de creyentes que lo alababan con himnos celestiales.

Dice el Evangelio; buscaban la forma de matarlo, porque aún no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras, estaba maravillado de su enseñanza. Entonces sabemos que el pueblo le tenía más estimación a Jesús que los escribas, los fariseos, y los príncipes de los judíos, los que, como no aceptaban la fe de Jesús, reprendían a los demás.

Jesús se dedico a enseñar a la gente la doctrina evangélica y las personas aprovechaban esta oportunidad de oírlo. Hoy nosotros no podemos perder la oportunidad de oír los que nos dice el Señor, por eso estamos atentos cuando se proclama el Evangelio.

Este fragmento del Evangelio, nos enseña que el templo, es la casa Dios, allí en esa morada especial, es un lugar donde desea ser adorado, de un modo especial, considerando su presencia. Es así, como los comerciantes que había profanado el templo fueron reprendidos.

Este ejemplo nos enseña como debemos actuar hoy cuando estamos en el templo, debemos hacerlo con actitud de respeto y reverencia, guardando el debido silencio, que exige la presencia del Señor en el Sagrario. Es entonces una obligación de nuestra fe, hacer que el templo sea una casa de oración, y de silencio para oír la Palabra de Dios.

Convirtamos el templo en nuestra segunda casa, hagamos del templo el segundo lugar más visitado, allí siempre encontraremos paz y tranquilidad para hablar con Dios y recibir su luz.

Que Cristo Jesús viva en sus corazones

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

SAN GERMÁN DE PARÍS  496-576

Debió de nacer en las cercanías de Autun, en la Borgoña, en el seno de una familia numerosa y complicada de la que estuvo a punto de ser mártir; su tío, que hacía vida eremítica, se lo llevó con él, y así vivieron en la soledad quince años; durante su santo aprendizaje, se interesó por el joven el obispo de Autun, quien le hizo sacerdote para luego nombrarle abad de San Sinforiano.

La fama de sus virtudes y su lucha sin tregua contra la esclavitud y el paganismo atrajeron la atención del rey Childeberto, que le nombró obispo de París, y empieza así sus esfuerzos por cristianizar las costumbres del soberano franco, que buena falta le hacía, y de los magnates de su corte.

Las caridades de Germán no tienen límite, y cuando el rey le abre sus arcas, hace fundir su vajilla de plata y le entrega además la cadena de oro que adornaba su cuello, el obispo se lo agradece exhortándole a ser más generoso aún: «No dejéis de dar, la Providencia es una fuente que nunca se seca».

También hace milagros para salvar vidas apagando con sus oraciones el incendio de una casa, y al ver que los que no pueden pagar los impuestos llenan las cárceles, cae de rodillas ante las prisiones implorando al Cielo su libertad, y en seguida las puertas se abren solas (por eso en su escudo hay cadenas y llamas).

Antes de morir octogenario, el santo obispo funda en las afueras de París una abadía dedicada a san Vicente, una de cuyas reliquias acababa de recibir de Zaragoza; allí será enterrado, y la iglesia, con las transformaciones de muchos siglos de historia, aún hoy perpetúa su nombre en la ciudad, que es también el de un barrio famoso en el mundo entero, Saint-Germain-des-Prés.

Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de  Vigo


Respuesta  Mensaje 29 de 31 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 04/06/2010 13:00

"Yo tampoco les diré con qué autoridad hago estas cosas"

Mc 11, 27-33

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

Después de haber expulsado a los vendedores del Templo, Jesús volvió otra vez a Jerusalén. Mientras caminaba por el Templo, los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos se acercaron a él y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿O quién te dio autoridad para hacerlo? Poco después de la purificación del templo, estando en él, la autoridad del mismo — representación oficial del sanedrín — le interroga sobre el poder con que hace estas cosas, es decir, de quién lo recibió. La condena estaba de antemano, pues no lo había recibido de ellos. La referencia es a la acción purificadora del templo (Marcos y Mateo). En el caso de Lucas, sin duda, se refiere a la misma, pero por yuxtaponerlo o acercarlo a Jesús, que estaba en el templo enseñando, desorienta un poco su verdadero sentido.

Jesús les responde, conforme al método rabínico, con una pregunta tan comprometida para ellos, que no tenía respuesta. Jesús reconoce y destaca su autoridad.

Cuando se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo, estaban encendidos por la envidia. La envidia no conlleva la admiración hacia otra persona, tampoco es solo la codicia por los bienes ajenos, o solo el deseo de tener las dotes o cualidades de otro, la envidia además es, entristecerse por el bien ajeno. Pero aún más, la envidia va destruyendo y minando al envidioso y no le deja ser feliz. Si observamos a un envidioso, vemos su amargura y como se entristece cuando otro triunfa, se disgusta si alguien disfruta más que él. El envidioso sufre y se ahoga al ver la felicidad ajena.

El envidioso procura aquietar su dolor disminuyendo en su interior los éxitos de los demás. Cuando ve que otros son más alabados, piensa que la gloria que se tributa a los demás se la están robando a él, e intenta compensarlo despreciando sus cualidades, desprestigiando a quienes sabe que triunfan y sobresalen.

Entonces como habían visto que Jesús había entrado en el templo con grandeza, estaban agitados por la envidia, es decir sufriendo en su corazón el ardor de la envidia que les acosa. Por eso se atreven a pedirle cuentas a Jesús.

Jesús se había permitido hacer cosas insólitas, como expulsar del templo a los mercaderes, también había hecho curaciones milagrosas, y como no podían difamarle por sus milagros, se deciden a preguntar. Pero ellos no estaban movidos por un sincero deseo de saber el origen de los poderes de Jesús. Es decir, los escribas y fariseos, no le preguntaban a Jesús con sinceridad, con el corazón abierto y con el deseo de aprender de La Verdad, ellos intentaban encontrar la oportunidad para condenarlo.

Los escribas se angustian y preguntan; ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿O quién te dio autoridad para hacerlo? Ellos hacen estas preguntas por que ven que Jesús, habla como quien tiene autoridad, pero además ellos han visto como el pueblo reconoce por sus obras la autoridad que tiene Jesús.

Los escribas y fariseos, no creen en Jesús como el Hijo de Dios, a quien consideran haciendo prodigios, no por sus propias fuerzas, sino en virtud de poderes ajenos, ese el asunto de las preguntas. Sin embargo, Jesús no les responde directamente. Podía el Señor haber desechado aquella calumnia de sus tentadores por medio de una contestación sencilla, pero les preguntó con mucha prudencia, para que ellos se condenasen a sí mismos, o con su silencio o con su sabiduría. Así Jesús les dice: Yo también quiero hacerles una pregunta.

La malicia con la que actúan los fariseos, es evidente, y al preguntarle Jesús, los desenmascara, porque la pregunta que les hace los pone en apuros, le hace notar sus malas intenciones. En otras palabras, la pregunta que les devuelve Jesús los confunde.

La pregunta de Jesús va a la médula, Díganme: el bautismo de Juan Bautista, ¿venía del cielo o de los hombres? San Juan recibió el poder de bautizar de Aquél a quien bautizó después, luego el bautismo que administraba, se llama aquí bautismo de Juan. Sólo él recibió esta gracia, ninguno antes que él ni después de él ha recibido la facultad de bautizar con bautismo propio; porque Juan había venido a bautizar en el agua de la penitencia, preparando el camino al Señor, pero no purificando interiormente, lo que un simple hombre no puede hacer.

Ellos se hacían este razonamiento: Si contestamos: Del cielo, él nos dirá: ¿Por qué no creyeron en él? ¿Diremos entonces: De los hombres?, pero ellos temían a la multitud, porque todos consideran a Juan un profeta. Porque si respondían que el bautismo de Juan procedía del cielo era muy natural la respuesta: entonces ¿por qué no habéis sido bautizados por Juan? Y si se atrevían a decir que había sido inventado por engaño de los hombres, y nada tenía de divino, temían a las gentes, pues casi todos los que se hallaban allí reunidos habían recibido por grupos el bautismo de Juan, y en realidad lo respetaban como a un profeta.

Así fue como ellos respondieron, No sabemos, los hacen con mala intención. Los escribas y fariseos, mintieron al decir que no lo sabían. Jesús se dio cuenta de esto, entonces Él, por su parte, les respondió: Entonces Yo tampoco les diré con qué autoridad hago estas cosas.

Aprendemos una lección, cuando nos enfrentamos a aquellos que niegan a Jesús, no lo aman ni lo aceptan, no nos dejemos enredar por sus fraudes, engaños y mentiras. Cuando estos vengan con sus malas intenciones, nosotros afirmemos nuestra verdad, mostremos nuestra convicción en la fe de Jesús. Cuidémonos de caer en la trampa de responder a las preguntas capciosas, a las consultas que conllevan retorcidas intenciones.

Que Cristo Jesús viva en sus corazones

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

SAN GUILLERMO DE TOLOSA 1242

¿Alguna vez te han tomado el pelo? Si así es, sabrás lo poco que puedes hacer por salvarte a ti mismo. A San Guillermo de Tolosa y sus compañeros, Guillermo Amaud, Esteban, Raimundo y otros nueve, les tomaron el pelo: regiamente. Invitado a permanecer en un castillo perteneciente al conde Raimundo VII de Tolosa, fueron en cambio asesinados por una banda de soldados que los aguardaban allí.

Que le tomen a uno el pelo, incluso si no acaba en asesinato, no es agradable. En el mejor de los casos, nos enoja más con nosotros mismos, por haber sido tan estúpidos, que con los demás.

A veces, sin embargo, no hay nadie más a quien culpar. Nos burlamos de nosotros mismos por causa del fracaso, la decepción y el desánimo. Cuando emprendemos un proyecto sin la preparación adecuada, cuando dejamos una abertura para alguien de lengua mordaz, cuando nos andamos con tantas dilaciones que no podemos cumplir nuestras obligaciones, entonces nos dejamos tomar el pelo. De un modo perverso, creamos situaciones en las que estamos abocados a fracasar de modo que no se nos pueda pedir cuenta por nuestras acciones. Puede deberse a que tenemos miedo de vivir a la altura del nivel que nos asignamos a nosotros mismos, o a que tenemos miedo del éxito. Cualquiera que sea la razón, las peores exposiciones al ridículo a menudo vienen de dentro.

No siempre podemos impedir que otros traten de burlarnos, pero podemos evitar ponemos nosotros mismos en ridículo. Podemos tratamos a nosotros mismos con el mismo respeto que concederíamos a los demás. Y lo que es más importante, sin embargo, incluso cuando no nos ponemos en ridículo nosotros mismos, siempre podemos tratar la experiencia como un aprendizaje.

Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de  Vigo


Respuesta  Mensaje 30 de 31 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 04/06/2010 13:02

“Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes”

Jn 16, 12-15

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

  1. CUANDO VENGA EL ESPÍRITU DE LA VERDAD

El relato del Evangelio, proyecta una nueva luz sobre la misión del Espíritu Santo y sobre todo el misterio trinitario. En el discurso de la Cena, al prometer el Espíritu Santo, dice Jesús: “Cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él los introducirá en toda la verdad”. También Jesús es la Verdad (Jn 14, 6) y ha enseñado a los suyos toda la verdad que ha aprendido del Padre —“todo lo que he oído a mi Padre, se los he dado a conocer’ (Jn 15, 15)—; por eso el Espíritu Santo no enseñará cosas que no estén contenidas en el mensaje de Cristo, sino que hará penetrar su significado profundo y dará su exacta inteligencia preservando la verdad del error. Dios es uno solo, por eso única es la verdad; el Padre la posee totalmente y totalmente la comunica al Hijo: Todo lo que tiene el Padre es mío, declara Jesús y añade: el Espíritu Santo “Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes” (Jn 16, 15).

  1. VIVIR EN SOCIEDAD CON LA TRINIDAD QUE MORA EN ÉL

De este modo afirma Jesús la unidad de naturaleza y la distinción de las tres Personas divinas. No sólo la verdad, sino todo es común entre ellas, pues poseen una única naturaleza divina. Con todo, el Padre la posee como principio, el Hijo en cuanto engendrado por el Padre y el Espíritu Santo en cuanto que procede del Padre y del Hijo. No obstante, el Padre no es mayor que el Hijo, ni el Hijo que el Espíritu Santo. En ellos hay una perfecta comunión de vida, de verdad y de amor. El Hijo de Dios vino a la tierra justamente para introducir al hombre en esta comunión altísima haciéndolo capaz por la fe y el amor, de vivir en sociedad con la Trinidad que mora en él. (Intimidad Divina, P. G. de Santa Magdalena ocd)

  1. CUANDO VENGA EL PARÁCLITO

La acción del Espíritu Santo sobre los apóstoles continúa explicitándose ahora en una función reveladora.

Cristo quería completar su enseñanza sobre sus apóstoles, pero no puede ahora, porque no podrían comprender ni recibir útilmente estas enseñanzas sublimes. A pesar de tener el mejor Maestro, su rudeza, su estado de gentes sencillas e imbuidas en el ambiente judío, y, sobre todo, la sublimidad de las enseñanzas, no les permitía recibirlas entonces. Necesitaban una transformación radical, que estaba reservada, en el plan del Padre, a Pentecostés, como momento inicial de la acción del Espíritu en ellos. Por eso, cuando venga el Paráclito, los conducirá a la verdad toda entera. El término usado aquí para llevarlos o hacerles comprender es guiar en el camino: los llevará a la verdad toda entera.

  1. EL PARÁCLITO LES RECORDARÁ TODO

La razón de esto es que les hacía falta la acción del Espíritu para comprender la plenitud de la enseñanza de Cristo; pues el Espíritu Santo no hablará de sí mismo, sino que hablará lo que oyere, porque tomará de lo mío y os lo dará a conocer.

El Paráclito les recordará todo lo que Yo os he dicho (Jn 14:26), es decir, tomará las enseñanzas de Cristo y se las hará comprender en la plenitud conveniente, llevándoles así a la verdad completa de su enseñanza.

  1. TODO LO DEL PADRE ES MÍO

Como una garantía trinitaria, final, dirá Cristo que toda su doctrina es del Padre. Todo cuanto tiene el Padre es mío, parece restringirse aquí al orden doctrinal; es toda la doctrina que el Padre le entregó para comunicarla en su mensaje. Por eso es una posesión mutua. Y, siendo su doctrina del Padre y llevándola a plenitud el Espíritu, la doctrina de Cristo es, en realidad, esa verdad toda entera.

El contexto del evangelio de san Juan sugiere que, mejor que a una revelación absolutamente nueva de verdades hecha por el Espíritu, se refiere a una mayor penetración de las verdades reveladas por Cristo a los apóstoles (Jn 15:15; 17:8.14; cf. Mt 28:19.20).

  1. EL ESPÍRITU SANTO LES REVELARÁ EL NUEVO ORDEN DE COSAS

En esta acción iluminadora del Espíritu se destaca concretamente que les anunciará las cosas venideras. Encuadrado esto en las enseñanzas de Cristo, probablemente se refiere este sentido profético a que el Espíritu Santo les revelará el nuevo orden de cosas, que tiene su origen en la muerte y resurrección de Cristo.

Una última cuestión es saber si este llevar a la verdad toda entera se refiere sólo a los apóstoles o es promesa hecha aquí, en este pasaje, a la Iglesia. El paralelo con Jn 14:26 hace ver que esta frase forma parte de un contexto más amplio, que conduce, allí como aquí, a la valoración de un contenido más universal.

  1. EL ESPÍRITU, CONDUCIRÁ A LOS DISCÍPULOS DE CRISTO POR NUEVOS CAMINOS

Es así, como el Espíritu, conducirá a los discípulos de Cristo por nuevos caminos, por ignorados horizontes, por situaciones diversas, no exentas de dificultades, a muchos santos los llevo por cárceles, a otros por martirios, sin embargo en la historia del cristianismo el Espíritu Santo siempre se ha hecho presente.

Muchos corazones que siempre mostraron su docilidad al Espíritu Santo, recibieron de EL inspiraciones donde les fue revelado los secretos del amor del Padre. A ejemplo de ellos, dejémoslo que sea nuestro guía, es decir, no le impidamos en nosotros sus impulsos, prestemos atención a su voz, seamos receptivos con El, nos hablara a través de la Palabra, en la oración, en la contemplación y en muchas ocasiones para nosotros insospechadas.

Invocar al Espíritu Santo es de las más perfectas y bellas entre todas las que puede realizar. Él es Dios, es el Santificador. Él ha de alumbrarnos, confortarnos, guiarnos, vigorizarnos, abrasarnos con el fuego del amor divino, el nos convertirá en santos apóstoles

Que Cristo Jesús viva en sus corazones

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

SAN FERNANDO

Los designios de Dios resultan con frecuencia incomprensibles para los hombres. El Santo cuya fiesta celebramos hoy es el fruto de un matrimonio real incestuoso, anulado por el propio pontífice Inocencio llI, el de Alfonso IX de León y su sobrina Berenguela, pero luego el niño fue legitimado por el mismo Papa Inocencio III.

Vio la luz Fernando en los últimos años del siglo XII y llegaría a ser la máxima figura de la España de su tiempo, alcanzó la santidad santificando su propia función de rey.

Le acompañará siempre la fortuna. Una teja que hiere a su tío, Enrique I, mientras jugaba, le hace rey de Castilla. Le pertenecía a su madre, pero ésta con clarividencia pasa la corona a su hijo.

Poco después, en las Huelgas de Burgos, el obispo Don Mauricio le ciñe la espada de Fernán González y le arma caballero. Caballero de Cristo, según sus deseos.

Tuvo dificultades con su padre, pero al morir éste, Don Fernando heredó también el reino de León. Todos le aman y bendicen. Tenía obsesión por la justicia, pero estaba moderada por la piedad. Le gustaba la vida cortesana y participar en torneos, pero también sabía cantar bellas trovas en loor de Santa María y en su honor rezaba el oficio parvo mariano.

Pero su idea fija era la total reconquista de España, el retorno de Andalucía a la civilización cristiana. Conquista Baeza, Córdoba, Jaén, Murcia, Sevilla... Mientras las naves de Ramón Bonifaz entraban por el Guadalquivir, tuvo lugar la entrada triunfal en Sevilla, y cerrando la marcha, la Virgen de los Reyes, sobre un carro ricamente adornado.

No descuida San Fernando otras obligaciones. Creó la Universidad de Salamanca, mandó traducir el Fuero Juzgo, promovió la construcción de nuestras catedrales góticas, protegió a los artistas. Tenía buenos consejeros, como el arzobispo Don Rodrigo Jiménez de Rada. En todo veía la mano protectora de Dios.

Recibía con singular agrado a los pobres, los sentaba a su mesa, les servía y les lavaba los pies. "Más temo, solía decir, la maldición de una pobre vieja que todos los ejércitos juntos de los moros".

Aún preparó una poderosa flota para extender la cristiandad por el suelo africano. Pero le sorprendió la muerte.

No fue un monje revestido de monarca, sino un hombre de corte, cazador, jinete diestro y hábil en los juegos de salón, amigo de las bellas artes, buen guerrero — con la fortuna sonriéndole en las batallas, experto en las relaciones políticas y en la administración de la justicia...—. Pero, ante todo, se declaraba a si mismo como «caballero de Cristo, siervo de María y alférez de Santiago (Fuero de Castilla), cosa que los papas reconocerían al calificarle como «atleta de Cristo» y «campeón invicto de Jesucristo» (Gregorio IX e Inocencio IV). Austero, dentro de su elegancia natural, y penitente - poniendo especialmente esta penitencia en consagración plena al servicio de su pueblo, sin reservarse nada sí mismo -, «no conoció el vicio ni el ocio», como dice de él su propio hijo Alfonso X el Sabio. Para encontrar fuerza para a esa constante superación, sabía robar tiempo a sus noches para consagrarlas al trato con Dios en la oración, en la adoración de la Eucaristía y en el cariñoso trato con su Madre, cuya imagen de «la Virgen de las Batallas» - que hoy se guarda Sevilla - le acompañaba siempre asida al arzón de su cabalgadura y a la que cedió el honor de entrar en su lugar al frente del ejército victorioso en Sevilla.

Su hijo Alfonso X el Sabio, en su Historia General de España, narra con detalles tan conmovedores el fervor con que su padre recibió el Viático hiriéndose el pecho, besando la cruz y echándose una soga al cuello, y los últimos consejos que le dio. Luego pidió la candela "que todo cristiano debe tener en mano al su finamiento", adoró el cirio, símbolo del Espíritu Santo, y mientras los clérigos cantaban el Tedeum, "muy simplemente dio el espíritu a Dios".

Era el 30 de mayo de 1252. Sus restos, con elogioso epitafio, se veneran en la catedral de Sevilla. 

Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de  Vigo


Respuesta  Mensaje 31 de 31 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 04/06/2010 13:02

Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador

Lc 1, 39-56

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

Durante su embarazo, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.

Poco después de los días de la encarnación, como ya sabemos por el sexto mes de Isabel, se puso en camino sin demora a la casa de su prima. No eran motivos de curiosidad lo que lleva a María a visitar a su pariente, lo hace por amor y por atender a su familiar, que es más anciana. Pero, sobre todo, era por el entusiasmo de felicitarla y la alegría de verla.

El evangelista, nos relata que Isabel vivía en la región montañosa de Judá, no cita el pueblo, pero por la tradición, sabemos que es cercano a Jerusalén, en el actual Kain Karim, a siete kilómetros al oeste, auque esto no es muy seguro. En todo caso, para llegar hasta allí desde Galilea, se empleaban de tres a cuatro días.

El fragmento del Evangelio, nos muestra que a la llegada de María a casa de Isabel, la saludó primero. Podemos imaginar que por el parentesco debían saludarse muy cordialmente, esto es con muestras de afecto y de mutuo cariño. Por el modo como hace el relato san Lucas, nos hacemos la idea de cómo es María, por eso podemos decir que con un gesto de delicadeza, ella se daría por enterada del hecho de su gozosa maternidad. Es en este bello ambiente, con una agradable y dulce exquisitez espiritual, como se suceden las escenas de la visitación.

Al oír Isabel el saludo de María, Apenas esta oyó el saludo de María, suceden dos bellísimos hechos, el niño, (Bautista), saltó en su seno de gozo, y ella fue llena del Espíritu Santo, y bendice a María y al Niño que guardaba en su seno.

Isabel, iluminada por el Espíritu Santo, se convierte en profetisa al descubrir el misterio de María y conocer que en su seno estaba el que era esperado a través de toda la historia del pueblo de Israel; El esperado por los Patriarcas y vaticinado por los Profetas.

Lucas, nos hace comprender que la bendición a María la hace con emoción y con una fuerte voz y la proclama bendita entre las mujeres, en otras palabras, quiere decir que es la más bendita de todas. Isabel, por revelación del Espíritu Santo, sabe que se halla ante la madre de mi Señor. Es la proclamación de hallarse ante el Mesías.

El Bautista saltó de gozo en el seno de Isabel Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre, como indicando el privilegio de hallarse el Precursor ante el Mesías. Algunos teólogos han pensado que en este momento fue la santificación del Bautista, y se plantearon problemas sutiles y gratuitos relativos a su libertad y conocimiento por razón del gozo.

Isabel esta inspirada por el Espíritu Santo, ella ve en María el instrumento providencial de la salvación que vendrá a través del Fruto de su vientre, el Salvador y Redentor de Israel, al que no se puede aclamar menos que bendito.

Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor. Nuevamente beatifica Isabel a María. En efecto, Isabel, elogia a María, que creyó, por lo que se realizarán en ella los misterios anunciados de parte de Dios. Con ello se exalta la fe de María.

Porque María creyó, ésta fue su grandeza, este es el fundamento de toda su alegría y felicidad, su fe, es decir María, es la Maestra de la fe. María, sin poder explicarse el modo como se iba a realizar el Plan de Dios, lo acepta cuando se le anuncia. María con su fe, hizo que la obra de Dios fuera una realidad.

María es La que ha creído y el acto de fe en el ángel, la constituye en María, Madre de todos los creyentes en Jesús, nuestro Salvador. Esto no fue oculto a Isabel, por eso llama a María, Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? En otras palabras, reconoce a María como la Madre Dios.

Bella enseñanza la de María, ella es feliz, es dichosa, porque ha creído, porque ha aceptado la Palabra de Dios que llegó a su corazón.

Ojala, la palabra de Dios, lleguen en estas fechas tan entrañables, a los corazones de todos los hombres y sea aceptada con amor, y así poder recibir las bendiciones del Señor.

Luego dijo María dijo: Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora………………..

El fragmento del evangelio, nos presenta el cántico de María, El Magníficat, responde a una explosión de júbilo en Dios, incubada desde que se había realizado en ella el misterio de la encarnación. El himno de María no es ni una respuesta a Isabel ni propiamente una plegaria a Dios; es una elevación y un éxtasis y una profecía.

María dijo entonces; Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, este canto es la una expresión elevadísima del alma de María, donde las lágrimas de alegría, gozo y esperanzas, se encierran en el Corazón de la Virgen María.

Podemos observar, en este cántico, la alabanza de María a Dios por la elección que hizo de ella, el reconocimiento de la providencia de Dios en el mundo y como con esta obra se cumplen las promesas hechas.

Porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora. La humildad de la Virgen María, es la causa de su grandeza, como ella, se humilla hasta en lo más ínfimo y Dios la eleva a lo más alto de la dignidad.

La alabanza que hace María a Dios por la elección que hizo en ella, engrandeciendo a Dios, ella esta profundamente agradecida, así es como le bendice y le celebra.

Este gozo de María es en Dios mi Salvador. Nunca como aquí cobra esta expresión el sentido mesiánico más profundo. Ese Dios Salvador es el Dios que ella lleva en su vientre, y que se llamará Jesús, Yehoshúa, es decir, Yahvé salva. Y ella se goza y alaba a Dios, su Salvador.

María atribuye esta obra a la pura bondad de Dios, que miró la humanidad de su esclava. Fue pura elección de Dios, que se fijó en una mujer de condición social desapercibida, aunque de la casa de David. Pero por esa mirada de elección de Dios, desde ahora es decir, en adelante, la van a llamar bienaventurada todas las generaciones.

En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, por esa dignidad tan grande a la cual María fue elevada. Como vemos hoy, todas las generaciones cristianas de todos los siglos, han cantado las glorias de esta Virgen humilde y amorosa, que fue hecha la Madre de Dios.

Es la eterna bendición a la Madre del Mesías. Profecía cumplida ya por veinte siglos. Y todo es debido a eso: a que hizo en ella maravillas, cosas grandes — la maternidad mesiánica y divina en ella —, el único que puede hacerlas, Dios.

Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas. Esta obra sólo podía ser obra de la omnipotencia de Dios. Y cuyo nombre es Santo. Es, pues, obra de la santidad de Dios. ¡Su Nombre es santo!, Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen. El pensamiento progresa, haciendo ver que todo este poder es ejercido por efecto de su misericordia. Esta es una de las constantes de Dios en el Antiguo Testamento. Ya al descubrir su nombre a Moisés se revela como el Misericordioso (Ex 34:6).

Y ninguna obra era de mayor misericordia que la obra de la redención. Pero se añade que esta obra de misericordia de Dios, que se extiende de generación en generación, es precisamente sobre los que le temen. Era el temor reverencial a Dios. Así, en el A.T., cuando el pueblo pecaba, Dios lo castigaba; pero, vuelto a él, Dios lo perdonaba.

Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón., Con esta metáfora, se expresa el poder de Dios, que aplasta a los soberbios y exalta a los humildes.

Derribó a los poderosos de sus tronos, y elevó a los humildes., como enseñándonos a todos, que si queremos ser grande a los ojos de Dios y ser amados por El, debemos ser humildes ante los hombres, reconociendo nuestra pequeñez y miseria. Esta imagen celebra cómo Dios quita a los poderosos de sus tronos y ensalza a los que no son socialmente poderosos.

María: a una virgen, la hace madre milagrosamente; y a una esclava, madre del Mesías.

Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Así María, se coloca en la línea de todos los que son pequeños y humildes, los hambrientos de Israel, los que están vacíos de si mismos, pero llenos de Dios.

Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre.

A María la elige para enriquecerla mesiánicamente. Es lo mismo que canta luego: los bienes prometidos a Abraham, que eran las promesas mesiánicas. Al fin, todo el Antiguo Testamento giraba en torno a estas promesas. Con esta Obra cumple Dios las Promesas, hechas a los Padres.

Con este hermoso himno, María, alaba a Dios por la elección que hizo en ella, reconoce la Providencia de Dios en el gobierno del mundo y nos recuerda como Dios cumplió las promesas hechas a los Patriarcas.

Nada será mas agradable a Dios, que lo alabemos como lo hizo María, con las hermosas palabra que el Espíritu divino la inspiró.

Que Cristo Jesús viva en sus corazones

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

LA VISITACIÓN DE SANTA MARIA

El Evangelio dice que, cuando María fue a visitar a su prima Isabel, permaneció con ella «unos tres meses». Precisamente los tres meses que separan la Anunciación. del Señor del nacimiento de Juan Bautista es cuando celebramos la fiesta del encuentro de Isabel y. María, pero más aún del encuentro misterioso de dos seres a través de sus dos madres; una del Precursor, y la otra del Mesías. Una repentina alegría hace vibrar a María e Isabel a causa del Misterio que acontece por su medio, a la tierra. En este sentido, la Visitación es una nueva Anunciación: al estremecerse de alegría Juan anuncia ya a Aquel cuyo profeta va a ser , a la vez que se le descubre a María parte del misterio de su hijo divino.

Para María, la Visitación es además un misterio de humilde servicio y de júbilo: júbilo que estalla bajo la inspiración del Espíritu en el Magníficat. Semejante júbilo es fruto del amor: brota el canto de acción de gracias después de un maravilloso viaje que María se impuso para ponerse al servicio de su prima encinta. Por lo que toca al manantial de tal alegría, es algo muy intimo: Jesús, a quien María lleva dentro de si. 

Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de  Vigo



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