El aspecto más dañino de la vida
contemporánea es la mentalidad a corto plazo.
Para aprovechar la vida al máximo debes mantener en mente la visión de la eternidad
y el valor de la misma en tu corazón.
¡La vida es mucho más que vivir sólo el momento!
El hoy es la parte visible del témpano,
la eternidad es el resto que no
puedes ver porque está debajo de la superficie.
¿Cómo será la eternidad con Dios?
En realidad, nuestra capacidad
mental no puede imaginar
toda la maravilla y la grandeza celestial.
Sería como tratar de explicarle
la internet a una hormiga.
Es inútil.
Aún no se han inventado las palabras
que puedan transmitir
la experiencia de la eternidad.
La Biblia dice "Ningún ojo ha visto,
ningún oído ha escuchado,
ninguna mente humana ha concebido
lo que Dios ha preparado
para quienes lo aman", 1 Corintios 2:9.
Ahora bien,
Dios nos ha dado algunos destellos
de la eternidad en su
Palabra. Sabemos que en este instante
prepara un hogar eterno para nosotros.
Nos volveremos a encontrar
en el cielo con seres queridos
que eran creyentes,
seremos libres de todo dolor y sufrimiento,
recompensados por nuestra fidelidad en
la tierra y reasignados para
trabajar en algo que nos agrade.
¡No estaremos acostados flotando
en las nubes tocando el arpa!
Disfrutaremosde una relación
ininterrumpida con Dios,
y a su vez Él disfrutará de nosotros por siempre,
sin límites y sin fin.
Algún día Jesús dirá:
"Vengan ustedes,
a quienes mi Padre ha bendecido;
reciban su herencia,
el reino preparado para ustedes
desde la creación del mundo",
Mateo25:34.
Dios tiene un propósito para
tu vida en la tierra,
pero no termina
aquí. Su plan comprende
mucho más que unas cuantas décadas que
pasarás en este planeta.
Es mucho más que la "oportunidad única de la vida";
Dios te ofrece una
oportunidad más allá de tu vida.
La Palabra de Dios dice:
"Pero Dios cumple sus propios planes,
y realiza sus propósitos", Salmos 33:11.
La única ocasión en que la gente
piensa en la eternidad es en los funerales,
y suele ser de una manera superficial;
ideas sentimentales basadas en la ignorancia.
Quizás pienses que sea
morboso pensar en la muerte,
pero en realidad es contraproducente
vivir negándola y no considerar lo que es inevitable.
Sólo un necio puede andar por la vida
sin prepararse para lo que todos sabemos que
debe ocurrir.
Debes pensar más en la eternidad, no menos.
De la misma manera que estuviste
nueve meses en el vientre de tu
madre sin ser esto un fin en sí mismo,
sino una preparación para la
vida, así es esta vida,
una preparación para la otra.
Si tienes una relación con Dios por medio de Jesucristo,
no debes temer a la muerte,
que es la puerta a la eternidad.
Será la última hora de tu
vida en al tierra, perono el fin de tu ser.
En lugar de ser el fin
de tu vida, será tu cumpleaños en la vida eterna.
La Biblia afirma:
"Amigos, este mundo no es su hogar,
así que no se acomoden en él.
No complazca a su ego
a expensas de su alma", Hebreos 13:14.
Cuando medimos nuestro tiempo en la tierra,
comparado con la eternidad,
es como un abrir y cerrar de ojos,
pero las consecuencias
del mismo duran para siempre.
Las obras de esta existencia son el
destino de la otra vida.
Debemos pensar que "Por eso mantenemos
siempre la confianza,
aunque sabemos que mientras vivamos en este
cuerpo estaremos alejados del Señor", 2 Corintios 5:6.
Hace años un popular slogan
motivaba a la gente a vivir cada
día: "Este es el primer día del resto de tu vida".
En realidad,
sería más sabio vivir cada día
como si fuese el último.
Matthew Henry asertó:
"La responsabilidad de cada día debiera ser
prepararnos para nuestro día final".
¡La vida es mucho más que vivir el momento!
Tomado del libro:
UNA VIDA CON PROPÓSITO -
¿Para qué estoy aquí en
la tierra?, de Rick Warren. Editorial Vida.
Alex & Odris