1.MAESTRO, DILE A MI HERMANO QUE COMPARTA CONMIGO LA HERENCIA
En aquel tiempo, hallándose Jesús en medio de una multitud, un hombre le dijo: Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia”. En este relato, Lucas pone una introducción histórica, que le da motivo para insertar luego la parábola sobre la avaricia. Es el único evangelista que la trae. Esta persona le pide, basado en el prestigio que tenía, más que como un simple rabí, que intervenga en un asunto familiar.
En la Ley se decía que el hermano mayor, cuando eran dos, llevaría dos partes de la hacienda, y el menor una (Dt 21:17). Pero, cuando eran más hermanos, los rabinos resolvían la cuestión de maneras distintas. En la Mishna hay una sección para las herencias, y que era orientadora para las consultas que les hacían a los rabinos. Nada se dice aquí si el mayor retenía injustamente la parte del menor o si, siendo varios, a éste no le satisfacía la solución aceptada según el criterio rabínico. En todo caso, siempre era un asunto enojoso la intromisión en partición de herencias, y, sobre todo, Cristo le hace ver que su misión es otra, no la de arreglar cuestiones materiales. “No quiere aparentar que aprueba una actitud de absorción por los bienes de este mundo”
2.UN HOMBRE RICO TUVO UNA GRAN COSECHA Y SE PUSO A PENSAR
Lucas relata la parábola de Jesús contra la avaricia. Lo que sugiere en el hermano antes citado una retención injusta de la hacienda..
Jesús nos ilustra con esta parábola de un rico que sólo se dedica a atesorar riquezas, pensando disfrutar largos años de buena vida con ellas. Pero la muerte le sobrevino: la avaricia le hizo no poder disfrutarlas. La palabra “alma” está por vida. Se le llama “insensato” que en A.T. (Sal 14) se aplica al que, en la práctica, niega a Dios; aquí absorbido por las riquezas de la vida. Y termina con esta sentencia: “Así será el que atesora para sí y no es rico ante Dios.”
Este versículo añade un elemento nuevo a la parábola. Esta hace ver la inutilidad del atesorar para prolongar la existencia, pero aquí se añade un pensamiento nuevo: la riqueza en función de la vida eterna. Por eso algunos la tienen por un elemento “adventicio” a la parábola, aunque tomado de otra sentencia del Señor.
3.“EVITEN TODA CLASE DE AVARICIA”
Y dirigiéndose a la multitud, dijo: “Eviten toda clase de avaricia, porque el alma del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea”.
La avaricia es uno de los pecados capitales, está prohibido por el noveno y décimo mandamiento. (CIC 2514, 2534). Es importante en la vida del cristiano saber se este mal, para no caer en la insensatez.
Recordemos que el Señor nos también nos dice: El que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser discípulo mío (Lc 14,33) y en el Catecismo Católico, (2536) se dice que el décimo mandamiento proscribe la avaricia y el deseo de una apropiación inmoderada de los bienes terrenos. Prohíbe el deseo desordenado nacido de lo pasión inmoderada de las riquezas y de su poder. Prohíbe también el deseo de cometer una injusticia mediante la cual se dañaría al prójimo en sus bienes temporales:
Cuando la Ley nos dice: "No codiciarás", nos dice, en otros términos, que apartemos nuestros deseos de todo lo que no nos pertenece. Porque la sed del bien del prójimo es inmensa, infinita y jamás saciada, como está escrito: "El ojo del avaro no se satisface con su suerte" (Si 14,9) (Catec. R. 3,37) (1 Co 6,10). "No robarás" (Dt 5,19). "Ni los ladrones, ni los avaros...ni los rapaces heredarán el Reino de Dios"(CC 2450)
4.EL ANSIA O DESEO DESORDENADO Y EXCESIVO POR LA RIQUEZA.
La avaricia es el afán excesivo de poseer y de adquirir riquezas para atesorarlas o la Inclinación o deseo desordenado de placeres o de posesiones.
“La avaricia (del latín "avarus", "codicioso", "ansiar") es el ansia o deseo desordenado y excesivo por la riqueza. Su especial malicia, ampliamente hablando, consiste en conseguir y mantener dinero, propiedades, y demás, con el solo propósito de vivir para eso”.
Dice Santo Tomás: Cuando el amor desordenado de sí mismo se convierte en deseo de los ojos, la avaricia no puede ser retenida. El hombre quiere poseerlo todo para tener la impresión de que se pertenece a sí mismo de una manera absoluta. La avaricia es un pecado contra la caridad y la justicia. Es la raíz de muchas otras actitudes: perfidia, fraude, perjurio, endurecimiento del corazón.
El instinto de conservación, se manifiesta en esa perversión que no hace más que exagerar el instinto de economía y ahorro.
La avaricia sobrepasa la precaución y la prudencia; es un vicio espiritual, puesto que ha dado lugar a la precaución de la precaución, y ambiciona no carecer de nada. La avaricia es la enfermedad del ahorro. A veces, este pecado es considerado como una virtud en razón de la modestia de vida del avaro y de su lógica ante el porvenir.
Teólogos y científicos han observado la psicología del avaro y han comprendido la perversión moral y psicológica de tal hombre. El avaro se aparta de los demás, se encierra en sí mismo y se impone una austeridad que va incluso en contra de sus necesidades vitales. Como menos de lo necesario, pierde horas de sueño (para velar su fortuna), vive en la obsesión del robo o del incendio.
5.¿PARA QUIÉN SERÁN TODOS TUS BIENES?’
El Evangelio (Mt, 6,24) dice “Nadie puede servir a dos patrones: necesariamente odiará a uno y amará al otro, o bien cuidará al primero y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al Dinero”
De acuerdoeste relato, el personaje de la parábola es un rico que, tras haber obtenido una abundante cosecha, decide almacenarla en unos nuevos y grandiosos graneros, saboreando ya el placer tanto de poseer muchos bienes como de disponer de muchos años para gozarlos alegremente. Sin embargo, Dios le despierta de su estupidez haciéndole consciente de que no es él el dueño de su vida y de que, de un momento a otro (siempre muy pronto), será llamado a entregarla al Señor.
El Señor nos quiere hacer ver que quien piensa en acumular bienes para enriquecerse en vistas a un interés sólo personal es un insensato, porque es ante Dios, realizando el precepto del amor, como se enriquece el hombre. En efecto, sólo dando es como nos enriquecemos del amor de Dios y de su premio eterno.
Jesús nos ha recomendado que no acumulemos tesoros en la tierra, sino en el cielo, y nos ha hecho conscientes de que allí donde consideremos que está nuestro tesoro, allí estará constantemente nuestro corazón (cf.Mt 6,19ss). En consecuencia, es importante que, especialmente en las profundidades del corazón, nos mantengamos libres de los “apetitos de la carne” que nos llevan a este desordenado instinto de la ambición.
En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista, se marchó de allí en barca a un sitio tranquilo y apartado.
Jesús se retira en barca a un lugar desierto a causa de la noticia de la muerte del Bautista; Van a un lugar desierto, cerca de Betsaida (Lc). Dice el Evangelio: Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. La gente se dio cuenta y lo siguió a pie desde los pueblos. La multitud que oyó esto y que le iba a buscar debía de ser en gran parte de gentes que se iban concentrando allí para ir a la muy cercana Pascua, en caravanas, a Jerusalén. Acaso estas gentes se encontraron en Cafarnaúm, centro caravanero para ir a Jerusalén por el valle del Jordán, evitando así las molestias de ir por Samaría. De Cafarnaúm a Betsaida hay a pie 10 kilómetros .
2.SE COMPADECIÓ DE ELLA Y CURÓ A LOS ENFERMOS
Al desembarcar vio Jesús a la muchedumbre, se compadeció de ella y curó a los enfermos Podemos suponer que un retraso por conversación o con viento en contra permitió a las gentes llegar a aquella zona antes que El. También relata Mateo que: Al desembarcar vio Jesús a la muchedumbre, se compadeció de ella y curó a los enfermos. Hubo curaciones. Marcos dirá que se compadeció de ellos porque estaban como ovejas sin pastor, frase de evocación bíblica (Ez 34:5), que aquí tiene su aplicación por estar a merced del fariseísmo y sin la enseñanza del verdadero Pastor (Ez c.34).
3.SIEMPRE MOTIVADO POR UN AUTENTICO SENTIMIENTO DE AFECTO
Jesús nos muestra como en casi en todos los Evangelios su carácter lleno de sentimientos de pena y lástima por la desgracia o por el sufrimiento ajeno. Siempre nos enseña esa natural inclinación a compadecerse y mostrarse comprensivo ante las miserias y sufrimientos, siempre motivado por un autentico sentimiento de afecto, cariño y solidaridad hacia aquella gente que estaba cansada y hambrienta, por querer estar en su compañía, es así como sintió una gran compasión y curó a los enfermos que ellos traían.
4.LOS DISCÍPULOS ESTÁN PREOCUPADOS
Mateo relata: Como ya se hacía tarde, pone en conocimiento que el día esta por terminar, y ya no hay tiempo necesario para poder ir a proveerse de víveres y alojamientos, entonces se acercaron sus discípulos a decirle: Estamos en despoblado y empieza a oscurecer. Los discípulos están preocupados, lo que había llevado como provisiones, no era suficiente para tanta gente. La enseñanza que impartía de Jesús debe haber sido cautivante, se había quedado más tiempo de lo considerado y se habían agotado los víveres. Entonces los discípulos le dicen al Señor: Despide a la gente para que vayan a las aldeas y compren algo de comer.
5.DENLES USTEDES DE COMER
Pero Jesús les contestó: No hace falta que vayan; denles ustedes de comer. Ellos le respondieron: No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados. El Corazón de Jesús, siempre esta dispuesto a dar una solución y no titubea en recurrir a lo que El puede hacer, para ir en ayuda a tanta gente hambrienta, entonces le dijo: Tráiganmelos. Jesús dan pan material a las gentes, pero el sabe que también los hombres sienten hambre de Dios, las dos hambres que experimenta el hombre y los dos son urgentes de atender.
6.MANDÓ QUE LA GENTE SE RECOSTARA EN LA HIERBA.
Luego mandó que la gente se recostara en la hierba. Tomó los cinco panes y los dos pescados, alzó la mirada al cielo, pronunció una bendición. Jesús elevó los ojos al cielo. Este gesto de Jesús era frecuente en su oración. En cambio, no era usual en las costumbres rabínicas, porque se decía: “La regla es que el que ora ha de tener los ojos bajos y el corazón elevado al cielo.” Jesús no enseña nuevamente que todo viene del Padre, El esta con su corazón en ese momento en la tierra, pero levanta los ojos al cielo, enseñándonos que es allí donde debemos mirar, porque todo viene de Dios y todo nos debe llevar a Dios. También el relato nos dice que: pronunció una bendición. Jesús sigue la tradición judía. La costumbre rabínica había establecido que no se comiese o bebiese sin bendecir los alimentos, pues equivalía a un pecado de infidelidad.
7.PARTIÓ LOS PANES Y SE LOS DIO A LOS DISCÍPULOS
También dice Mateo que: partió los panes y se los dio a los discípulos para que los distribuyeran a la gente. El milagro se hizo en las manos de Jesús, y se puede suponer que se fue multiplicando en las manos de los discípulos, porque de lo contrario hubiese sido incesante e inacabable ir y venir a Jesús. Entonces, Jesús no sació directamente el hambre, lo hace a través de sus discípulos, es así como les dios a ellos los panes y estos a las gentes.
8.TODOS COMIERON HASTA SACIARSE
Así han de ser los apóstoles de hoy, en ningún caso indiferente a las necesidades de los demás, siempre dispuestos a atender y acudir en la ayuda de los necesitados, con generosidad y sin pensar muchas veces en el descanso, porque esto se hace por el amor a Cristo, por amor al Padre Bueno y a todos sus hermanos.
Los apóstoles le ofrecieron a Jesús todo lo que tenían, fruto del trabajo y del esfuerzo, solo cinco panes y Jesús hizo todo los demás. El Evangelio continúa: Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que habían sobrado se llenaron doce canastos. Los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y a los niños.
El milagro fue tan abundante, que todos se saciaron y luego recogieron doce canastos sobrantes. Era uso judío recoger, después de las comidas, los trozos de comida caídos a tierra. El milagro se constataba bien: las sobras eran más que la materia de cinco panes para el milagro.
9.LAS GENTES QUE NO TIENEN QUÉ COMER EN EL DESIERTO
En el trasfondo de este hecho está la evocación de Moisés, viniendo a ser ello una tipología de esta obra de Jesús. A las gentes que no tienen qué comer en el desierto (Núm 11:13.14), Moisés, con su oración, logra el maná. En esta época se esperaba que el Mesías saliese del desierto, y aparecieron por entonces varios pseudo Mesías, que llevaban las gentes al desierto, donde las prometían señales prodigiosas y de donde saldrían triunfadores, pero se cuenta que su fin fue desastroso. Igualmente, en los días mesiánicos, como renovación de los días del desierto, se esperaba una lluvia perpetua de maná.
Todo esto podía provocar una explosión de entusiasmo mesiánico en torno a Jesús. Pero Jesús despachó a las gentes y discípulos, para que no se dejasen contagiar de aquel mesianismo, no era el auténtico, ni la hora de su plena proclamación, y El mismo se marchó solo a un monte a hacer oración.
Si está un alma en toda la tribulación y alboroto interior que queda dicho y oscuridad del entendimiento y sequedad; con una palabra de éstas que diga solamente: no tengas pena, queda sosegada y sin ninguna, y con gran luz, quitada toda aquella pena con que le parecía que todo el mundo……y si esta toda llena de temor: y con una palabra que se le diga sólo: Yo soy, no hayas miedo, se le quita del todo, y queda consoladísima, y pareciéndole que ninguno bastará a hacerla creer otra cosa….( Castillo Int. O Las Moradas 6, 3, Santa Teresa de Jesús)
2.JESÚS NO DEJA NUNCA DE ORAR
Relata el Evangelio, (Mt 14, 22-36), que después de la multiplicación de los panes, Jesús obligó a los discípulos que subieran a la barca y pasaran antes que él a la otra orilla, mientras él despedía a la multitud. Después, subió a la montaña para orar a solas.
Jesús no deja nunca de orar, los Evangelios nos muestran muchas situaciones donde El se retira a orar, y busca la soledad para hacerlo.
Muchas veces hablamos mucho, somos inquietos, queremos hacer muchas cosas, pero la actividad mas importante es orar, es la mejor forma de utilizar el tiempo, y no se puede considerar como algo secundario.
Cuando planifiquemos la actividad del día, incluyamos unos minutos para la oración, y dejemos esos instantes para dedicarnos con constancia a comunicarnos con nuestro Padre y que nada nos aparte de esta intención.
3.DOCE ÍNTIMOS AMIGOS DEL SEÑOR, AVANZA ENTRE LAS DIFICULTADES
Después de navegar casi toda la noche, la barca donde navegan los Doce íntimos amigos del Señor, avanza entre las dificultades ocasionadas por la violencia de las olas y el viento en contra, podemos imaginar la fatiga que llevaban al remar así.
Es como le sucede hoy a nuestra Iglesia, que avanza por Cristo en una mar de dificultades, remando contra la irreverencia y el descaro de aquellos que imponen leyes contrarias a las enseñanzas del Señor.
4.“TRANQUILÍCENSE, SOY YO; NO TEMAN”.
A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, al verlo caminar sobre las aguas, se asustaron. “Es un fantasma”, dijeron, y llenos de temor se pusieron a gritar. Sin embargo la palabra de Nuestro Señor Jesucristo viene a tranquilizar a sus almas y les dice: “Tranquilícense, soy yo; no teman”. De todos ellos, Pedro es el más audaz, ya es el líder entre sus amigos, y le dice a Jesús: “Señor, si eres tú, mándame ir a tu encuentro sobre el agua” y lo hace porque el no duda de que el Señor tiene ese poder y a una palabra “Ven”, baja de la barca y camina sobre las aguas. Pero a causa de la violencia del viento, tuvo miedo, y como empezaba a hundirse, gritó: “Señor, sálvame”. La reacción del Apóstol es muy humana, es un contraste entre la fe y su intuitivo temor.
5.FRENTE A LAS TORMENTAS POR LA CUAL LA IGLESIA PASA, TODOS TENEMOS QUE ANIMARLA
Quizás distinto hubiera sido si sus amigos desde la barca le hubieran entre todos animados, “Pedro, avanza con confianza”, “Pedro si se puede, ten fe”, y es posible pensar que entre tanto ánimos de sus amigos el no hubiera tenido el normal temor de hundirse. Esto nos enseña, comparando este suceso, que la barca es como nuestra Iglesia y Pedro como nuestro Papa,es decir, frente a las tormentas por la cual la Iglesia pasa, todos tenemos que animarla a que siga adelante al encuentro con el Señor.
6.“HOMBRE DE POCA FE, ¿POR QUÉ DUDASTE?”.
Pedro, esta colmado de entusiasmo y ardor por su Maestro, pero también expuesto a los miedos, al cansancio, por cuanto necesita que el Señor venga en su ayuda para sostenerlo. Caminando sobre las aguas turbulentas, el Dios de Jesucristo, se muestra como persona humana y divina, el se hizo hombre y fue hermano para sus discípulos, es parte de la familia de sus amigos, El los ánima pero también los reprende, el calma sus tormentas, pero al mismo tiempo les tiende su mano. Frente al peligro, EL se hace presente para salvarlos. Así es como en seguida, Jesús le tendió la mano y lo sostuvo, mientras le decía: “Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?”. En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en ella se postraron ante él, diciendo: “Verdaderamente, tú eres el Hijo de Dios”.
7.SU PRESENCIA NOS PROTEGE DEL PELIGRO
El encogimiento de la fe, nos hace temer frente al peligro, como también nos hace sentir desanimado en las dificultades, y parece quenaufragamos. Pero donde la fe es viva, es cuando no dudamos del poder de Jesucristo, por cuanto su presencia nos protege del peligro y nuestra Iglesia estará por siempre a salvo, la mano del Señor se extenderá amorosamente para salvarla de cualquier tormenta.
Y cuando estemos solos, o cuando nos veamos solo, aprendamos a sentir la presencia del Señor, El siempre quiere estar con nosotros, lo hemos visto que no deja de preocuparse por sus apóstoles y esta justamente ahí, donde el peligro asecha, para animarnos y darnos confianza. Es lógico asustarse si no tenemos a Jesús junto a nosotros, es normal que nos sintamos solo si no tenemos su compañía. Pero ahí esta Jesús diciéndonos "Tranquilícense, soy yo; no teman".
8.NOS CUESTA MUCHO RECONOCER SU PRESENCIA
En muchas ocasiones perdemos la tranquilidad, y tenemos a nuestro alrededor una tormenta de preocupaciones y nos sucede que no identificamos la voz de calma que nos da el Señor o nos cuesta mucho reconocer su presencia, seguramente esto es porque estamos algo alejados de Dios, y entonces no hundimos en la inseguridad que esta bajo nuestros pies. Cuando esto suceda busquemos tomar la mano salvadora de Jesús que se extiende hacia nosotros, y hagámoslo poniendo mucho de nuestra parte.
9.¡SEÑOR SÁLVAME!,
En efecto tenemos que poner mucho de nosotros y hacerlo en forma habitual cada día, ya que Jesús no pide esfuerzo, y si damos todo de si, podemos confiar en la ayuda de Jesús, y como ante el grito angustioso de Pedro ¡Señor Sálvame!, El nos extenderá cariñosamente las manos para hacerlo, pero no hará ver la poca fe, nos echará en cara que si estuvimos en peligro y tuvimos miedo fue por no confiar en El o por que no hemos distanciados de El.
Todo volvió a la calma en el momento que Jesús tomo la mano de Pedro, y todo es distinto cuando nosotros no tomamos de Jesús, es cuestión de fe, esa fe que debe guiar nuestra vida, nuestro propósitos, nuestros planes, fe que debe mantenerse viva para que ilumine y la fuente de energía que permite que no se apague esta en la oración.
10.¡OH, QUE BUENO ERES DIOS MÍO, DICIÉNDOLE A ELLOS Y A NOSOTROS ESAS PALABRAS!,
“Tranquilícense, soy yo; no teman”, le dice el Señor a sus discípulos, ¡OH, que bueno eres Dios mío, diciéndole a ellos y a nosotros esas palabras!, .. Qué débil soy, qué miserable, qué pecador, qué agitado estoy de continuo por el viento de la tentación y cómo estoy a punto de anegarme...! Porque no es tanto que la tentación sea fuerte cuanto que yo soy débil... Sí reconozco; tú no dejas que yo sea muy tentado; siento mano sin cesar sobre mí para protegerme y cualquier tentación grave... Qué bueno eres, Dios mío, diciéndome a mí que bogo sin avanzar un paso, a mí que me siento juguete de las olas e impotente para continuar: No teman. ... iQué bueno eres, no sólo diciéndome esa palabra, sino también dejándome entrever quela esperanza de que algún día tu mismos subirás a mi barquita..(Carlos de Foucauld)
Él, el Hijo de Dios, proclama y realiza la voluntad del Padre: que todos los hombres se salven. La salvación que Dios nos ofrece es una salvación concreta, histórica, comienzo de la vida eterna que será la comunión con él, la experiencia inexpresable del amor, de la alegría, de la fiesta sin fin. Esto nos hace invulnerables contra los distintos tipos de sufrimientos que marcan la vida humana, en virtud de su naturaleza limitada y frágil y, por estar herida por el pecado, amenazada por la angustia.
La presencia de Dios junto a nosotros, en nuestro acontecer terreno, aparece frecuentemente más como una ausencia o, en cualquier caso, no parece ser eficaz. Ante nuestros ojos, empañados por el miedo a vivir, su imagen se confunde con la imagen de los numerosos mercaderes de soluciones fáciles e inmediatas para salir de la angustia. A veces, se interponen entre nosotros y él ritos convencionales y tradiciones de los antiguos. Estamos tan acostumbrados a los sucedáneos de Dios que ya no sabemos reconocerle a él mismo. Más aún, Dios nos desorienta porque no le conocemos como él se da a conocer. Nos espanta porque fácilmente queremos verlo según nuestra imaginación y no tal como él se muestra a nosotros.
En medio del remolino que supone la imposibilidad que sentimos para encontrar vías de escape por nosotros mismos, podemos hacer nuestro el grito de Pedro: «¡Señor, sálvame!», y tener la esperanza cierta de oírnos repetir lo que somos: gente de poca fe, siempre dispuesta a dudar. Con nuestra débil fe podemos reconocer que Jesús es el salvador, sólo él, y nadie más. Todo instante es el momento oportuno para el encuentro decisivo con él, en lo íntimo y en lo profundo de nuestro ser.
ORACION
¿Por qué dudo? Porque tu presencia, Jesús, me resulta en ocasiones incomprensible, tu venida a mi encuentro no pasa por los senderos de mis lógicas y no te veo allí donde tú estás. Te quisiera a mi medida, quisiera que fueras alguien que resuelve mis desgracias, un antídoto contra los infortunios y las posibles calamidades.
¿Por qué dudo? Porque tu salvación abarca mi humanidad y la transfigura a tu semejanza divina, y me produce vértigo. Si sigues apoyándome, Señor, también yo con mi titubeo dubitativo podré confiarme a tu mano. Que pase junto a ti, a través de las oleadas del tiempo, a la dulcísima quietud de la eternidad
1.LA CANANEA, NOS MUESTRA LO QUE ES TENER UNA FE FIRME
El Evangelio de hoy, nos trae el suceso de la mujer cananea, donde se destaca la fe de esta gentil frente al fariseísmo judío
La cananea, nos muestra lo que es tener una fe firme, es además un verdadero ejemplo de paciencia y perseverancias, por que con las cosas de Dios, hay que tener paciencia. Y también esta sufrida mujer, nos enseña a no desanimarnos cuado parece que Dios no atiende de inmediato nuestras peticiones y creemos que El nos esta probando nuestra fe.
2.NOS SUCEDE QUE SENTIMOS QUE EL SEÑOR NO NOS RESPONDE
Muchas veces nos sucede que sentimos que el Señor no nos responde cuando le pedimos, y creemos que El esta indiferente a nuestras necesidades, entonces conviene hacerse algunas preguntas, ¿Rezamos mal?, ¿Estamos pidiendo algo que el Señor sabe que no nos conviene?
El episodio de la cananea, ocurre la comarca de Tiro y Sidón, provincia de Siria. Había un cierto desprecio en la misión de Jesús a los gentiles, del mismo modo, ellos se molestaban de decir que los judíos son, simbólicamente, señores de ellos.
3.BUSCANDO UN LUGAR DE RETIRO Y REPOSO PARA SUS AMIGOS DISCÍPULOS
Ese es el ambiente donde sucede este relato, donde una mujer salio de de sus contornos para ver a Jesús. El Señor se había supuestamente retirado a esa zona al norte de Galilea, buscando un lugar de retiro y reposo para sus amigos discípulos, algo que no habría encontrado en la región de Betsaida (Mc 6:31). Hemos de suponer, que Jesús tendría largas conversaciones de preparación y formación y diálogos sobre el Reino con sus discípulos.
San Mateo dice que con motivo de la actividad de Jesús en Galilea, se había “extendido su fama por toda Siria” (Mt 4:24). Tiro es vecino a Galilea, por tanto habían escuchado a Jesús en esa zona, precisamente junto al lago. También habían sido testigo presénciales de muchas curaciones (Mc 3:8.11).
4.LA MUJER CANANEA SALE EN BUSCA DE JESÚS
Entonces la noticia de su llegada por esa provincia se supo con rapidez, por eso la mujer cananea sale en busca de Jesús, ella necesita de él, y pide su ayuda. Esta mujer, viniendo al encuentro de Jesús, según san Marcos, se echó a sus pies; y grita ¡Señor, hijo de David, ten compasión de mí!. Es grande la fe de la cananea, ella verdaderamente cree en la divinidad de Cristo, lo llama Señor y en su humanidad lo llama “hijo de David”. Este título era mesiánico y estrictamente judío, sin embargo la cananea emplea este calificativo. La resonancia de aclamaciones anteriores de las gentes se extendía hasta esa región. (Mc 3:8).
5.MI HIJA ESTÁ TERRIBLEMENTE ATORMENTADA POR UN DEMONIO
Hay que destacar, que ella no le pide al Señor un favor haciéndole ver sus propios meritos, solo suplica la misericordia de Cristo, y le ruega “ten piedad de mi”. Por cierto ella pide por su hija, y como toda mama, siente que el dolor de una hija es también su dolor.
La mujer le dice a Jesús; Mi hija está terriblemente atormentada por un demonio. Conforme al medio ambiente, atribuye el mal de su hija a un demonio. La sola expresión no basta para dictaminar si se trata de una verdadera posesión diabólica o de modos públicos y crédulos de juzgar así ciertas enfermedades.
6.LOS DISCÍPULOS SE ACERCARON Y LE ROGABAN: ATIÉNDELA
Jesús no le contestó una sola palabra; pero los discípulos se acercaron y le rogaban: Atiéndela, porque viene gritando detrás de nosotros. La mujer insistía mucho con sus gritos, es por eso que los discípulos le ruegan que la atienda y la despida. Pero Jesús tarda en responder, era la espera para avivar la fe.
Con esa demora en responder, Jesús nos muestra la paciencia y la perseverancia de la mujer cananea, pero además hay otro detalle, el oye a sus discípulos cuando se acercaron y le pidieron: “Señor, atiéndela”, es decir, nos enseña a rogar por las necesidades de nuestro prójimo, independiente de quienes son, de nacionalidad o de que raza o condición.
7.YO NO HE SIDO ENVIADO, SINO A LAS OVEJAS DESCARRIADAS
Jesús, les contestó a sus discípulos: Yo no he sido enviado, sino a las ovejas descarriadas de la casa de Israel, que son los que están sumidos por la desorientación mesiánica farisaica. El judío debería venir a la fe, por descender de los padres, y por haber tenido las revelaciones. Recordemos que antes el Señor les había dicho: “Vayan, en cambio, a las ovejas perdidas del pueblo de Israel” (Mt 10, 5), porque El había reservado su tiempo para la salvación de todos en el momento de su pasión y luego su resurrección, entonces en seguida los apóstoles llevarían la fe hasta lo último confín de la tierra” (Act 1:8).
8.¡SEÑOR, AYÚDAME!
Sin embargo, Ella se acercó entonces a Jesús y postrada ante él, le dijo: ¡Señor, ayúdame! La respuesta de Jesús, debe entenderse en el contexto como lo dice Marcos, primeramente deje que atienda a los hijos, porque la intención no era no atender a la mujer cananea, sino que primero debe atender a Israel, por eso El le respondió: No está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perritos. Era conocido denominar de modo metafórico a los dioses paganos como perros. Son entonces esta expresiones formas de enunciar termino gráficos semitas, así es que no debemos pensar en boca de Jesús, palabra de aspereza menos aún en la intención del Señor, que iba a elogiar la fe de aquella mujer y sanar a su hija.
Sabiamente, la cananea no se atrevió a contradecir, no se entristeció, y no abandono al Señor. La fe, la humildad y la paciencia, hacen admirable a esta mujer y ella estaba convencida de que Cristo Jesus podía sanar a su hija.
9.PERO TAMBIÉN LOS PERRITOS SE COMEN LAS MIGAJAS QUE CAEN
Por eso ella respondió: Es cierto, Señor; pero también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de sus amos. Esta mujer no deja de insistir y lo hace con fe, y responde con una razón conocida en los hogares, le dirá que no hace falta que quite el pan a los hijos, sino que, como sucede en las casas, sin quitar el pan a los hijos, los pequeños perrillos comen también del mismo pan. Ella ve en Jesús, como un gran padre de Israel, entonces podía comprender esta situación mejor que los padres en el hogar, y así pidiendo con todo su corazón, demostraba una fe y confianza única.
10.MUJER, ¡QUÉ GRANDE ES TU FE!
Jesús, con su natural inclinación de hacer el bien, compasivo y bondadoso, hace la excepción para esta mujer gentil. Entonces Jesús le respondió: Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que se cumpla lo que deseas. Jesús elogia la fe de esta cananea, en contraste con tantas de Israel, de su mismo Nazaret y de su misma coterráneos que no “creían” en El, Y en aquel mismo instante quedó curada su hija. Fue un nuevo milagro a distancia. La mujer marchó llena de fe en la palabra de Jesús, y así fue como volvió a su casa y encontró a su niña acostada en la cama, habiendo ya salido el demonio.
En este milagro, donde se produce finalmente un acontecimiento de gran ternura, nos enseña del gran corazón de Jesús, El ama a los hombres con una grandeza inimaginable, pero también nos deja una bella lección, la confianza que debemos tener en El, como la tuvo la mujer gentil. Aquí se hace un milagro a distancia, no hay autosugestión, y con una curación instantánea. Jesús nos había dicho al inicio de este fragmento del evangelio, Yo no he sido enviado, sino a las ovejas descarriadas de la casa de Israel, había un privilegio de los judíos, pero el aprecia la disposición de las gentes, de la salvación única de todos por la fe.
Roguemos al Señor, nos regale la fe y que nada nos haga perder nuestra confianza en su infinita misericordia.
"Subió a la montaña para orar. Mientras oraba, su rostro cambió de aspecto”
Lc 9, 28-36
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brantocds
1. SUBIÓ A LA MONTAÑA PARA ORAR
Jesús tomó a Pedro, Juan y Santiago, y subió a la montaña para orar. En otra ocasiones, el ha subido al monte a orar solo, (Mt 14, 23) en esta ocasión ha invitado a tres de sus apóstoles y, los ha escogido como testigos para una gran acontecimiento. Ellos son los mismos apóstoles que luego serán testigo de de su agonía en Getsemani. Se podría pensar que ocupaban un lugar privilegiado de entre sus apóstoles. Ellos se sentían muy bien el estar allí.
La primera enseñanza importante es, que Jesús había subido orar, él siempre lo esta haciendo, es un modelo que debemos hacerlo parte de nuestra vida diaria, orar al Padre. En esta ocasión invita tres de sus amigos íntimos, entregándonos una gran oportunidad para aprender de este ejemplo, cuando Jesús invita a seguirlo, es porque nos esta dando la oportunidad de ser testigo de las maravillas del Señor, como para darnos a conocer cada instante de su vida. Prestemos atención a las invitaciones que nos hace Jesús, tengamos disposición de atender sus palabras, y guardar silencio para oírlo.
2. LA TRANSFIGURACIÓN, ES UNA EXPERIENCIA PROFUNDA DE FE
Mientras Jesús oraba, su rostro cambió de aspecto y sus vestiduras se volvieron de una blancura deslumbrante.
La transfiguración, es una experiencia profunda de fe tenida por Pedro, Juan y Santiago, los amigos más íntimos de Jesús y para llegar a conocer los momentos mas transcendentes de Jesús, necesitamos ser sus amigos íntimos, con una comunicación profunda, como la que ellos tuvieron para percibir a Jesús en su verdadera identidad.
Debe haber sido un instante de éxtasis, vieron la realidad gloriosa de Jesús, aunque no se les mostró en toda su magnitud, porque para llegar a entenderlo, tuvieron que conocer a través de la vida, pasión y muerte y de sus propios sufrimientos y muerte, que hay que pasar por esta última, la muerte, para llegar a la vida.
Jesús nos transfigura nuestra vida, El nos ayuda a descubrir la presencia de Dios en nosotros y nos llama a ser sus testigos ante un mundo de contradicciones.
3. Y DOS HOMBRES CONVERSABAN CON ÉL: ERAN MOISÉS Y ELÍAS
Pedro dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías". Muchas veces soñamos con grandes templos, majestuoso, no preocupamos por construir bellas Iglesias o templos muy bien ambientados para Dios, pero el lugar favorito de El no deja de ser aquí entre nosotros, en el corazón de los hombres, en nuestra familia, junto a los niños, a los trabajadores, a los religiosos, sacerdotes, laicos, y con gran privilegio donde la calidez del amor esta presente.
4. "ÉSTE ES MI HIJO, EL ELEGIDO, ESCÚCHENLO".
Desde una nube se oyó entonces una voz que decía: "Éste es mi Hijo, el Elegido, escúchenlo".
Esta es nuestra gran instrucción de Dios, "escucharlo", eso nos debe caracterizar para ser un servidor de verdad, oír siempre a Jesús, esta actitud receptiva es para la palabra y la total aceptación de Cristo, es una invitación a descubrir lo divino de sus enseñanzas y toda su obra.
La transfiguración consiste esencialmente en la toma de conciencia, por parte de los tres apóstoles, de que Jesús es verdaderamente el Mesías, también revela que la persona de Jesús, es el Hijo muy amado del Padre y trascendente que posee su misma gloria divina.
Estamos llamados también a transfigurarnos cada vez más por la acción del Señor, la sociedad, el mundo, y nosotros en él, se transformara cada vez que aceptamos la voz del Padre en su Hijo, cuando escuchamos su Palabra y la llevamos a la vida. Aceptar las palabras de Jesús, es una invitación a transfigurarnos, es decir a transformarnos en hombres buenos, y salir al mundo a hacer el bien.
Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó a ellos solos a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos. Sus vestiduras se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo podría blanquearlas. Y se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
Jesús sube a un monte elevado, tomó consigo a Pedro, Juan y Santiago, en el evangelio de Lucas (Lc 9,28-29) dice que subió al monte a orar. Ha escogido como testigos para una gran acontecimiento a los mismos apóstoles que luego serán testigo de de su agonía en Getsemani, así parece que ocupaban un lugar privilegiado de entre sus apóstoles. Ellos se sentían muy bien el estar allí.
Los Evangelios nos relatan que en ciertos momentos, Jesús ha subido orar al monte solo, y en esta ocasión invita tres de sus amigos íntimos. Estas narraciones son una gran oportunidad para aprender de su ejemplo. El monte, alejado del mundanal ruido, es un buen lugar para meditar cada instante de la vida de Cristo, de sus palabras, y guardar silencio para oírlo.
Mientras Jesús oraba, su rostro cambió de aspecto, “Allí se transfiguró en presencia de ellos”, en Lucas se narra que “sus vestiduras se volvieron de una blancura deslumbrante”. En nosotros también habrá una transformación si hay oración, es decir, si oramos con fe, sentiremos un cambio profundo en nosotros y nuestra alma se deslumbrará en el diálogo con Dios.
"Éste es mi Hijo muy querido, escúchenlo".
Pedro dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías". Pedro no sabía qué decir, porque estaban llenos de temor. Entonces una nube los cubrió con su sombra, y salió de ella una voz: "Éste es mi Hijo muy querido, escúchenlo".
Pedro esta muy feliz, "Maestro, ¡qué bien estamos aquí”, y además quiere seguir en estado de fiesta, por eso propone hacer tres carpas. El relato de la transfiguración comienza diciendo que seis días después Jesús tomó consigo a Pedro, Juan y Santiago, por lo que suponemos que se refiere a los seis días de la Fiesta de las Tiendas que celebraban en recuerdo de los cuarenta años en el desierto. Pero además el relato nos habla del temor de Pedro, “no sabía qué decir” ¿será porque no alcanzaba aún a comprender lo que sucedía?
Entonces una nube los cubrió con su sombra, y salió de ella una voz: "Éste es mi Hijo muy querido, escúchenlo". Se recuerda aquí la profecía de Isaías: He aquí mi siervo a quien yo sostengo, mi elegido en quien se complace mi alma. He puesto mi espíritu sobre él: dictará ley a las naciones.(Is 42,1) y cuando dice “escúchenlo” se recuerda a “Dios suscitará, de en medio de ti, entre tus hermanos, un profeta como yo, a quien escucharéis.(Deuteronomio 18,15), es decir en Cristo se realizan las profecías del Antiguo Testamento.
Muchas cosas le pedimos a Dios, y El nos pide ahora, "Éste es mi Hijo muy querido, escúchenlo"., Y María Santisima nos pide “Hagan lo que él les diga”. ¿Y que hacemos nosotros?, ¿Oímos a Jesús?, ¿Hacemos lo que él nos pide?
Jesús solo con ellos
De pronto miraron a su alrededor y no vieron a nadie, sino a Jesús solo con ellos. Mientras bajaban del monte, Jesús les prohibió contar lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos cumplieron la orden, pero se preguntaban qué significaría "resucitar de entre los muertos
¿Qué me quiere decir “Jesús solo con ellos”?, ¿Será por que ahora Jesús es nuestra única revelación de Dios?, ó el Señor quiere que sepamos que através de él se puede comprender el Antiguo testamento?
San Pablo: "hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús" (1 Tim 2,5).
Jesucristo es la figura central de la Biblia, situado en la cúspide misma, allí donde culmina el Antiguo y el Nuevo Testamento. Los dos Testamentos tienen en él explicación consumada o dicha de otra forma cumplida. Porque, en definitiva, si leemos con contemplación ambos textos, uno y otro se refieren al Mesías, a Cristo, el Salvador, es decir a El únicamente. No puede caber duda, todo el Antiguo Testamento hace referencia al Nuevo. No se puede entender en plenitud el Antiguo sin la luz del Nuevo. Y si alguien no quiere considerar o desea ignorar el Antiguo, no le va a ser posible entender verdaderamente el Nuevo.
Las Sagradas Escrituras, la Biblia entera, desde sus primeras páginas hasta las últimas, nos hablan de múltiples maneras y de forma variada, de Jesucristo, Nuestro Señor.
“si tuvieran fe ……nada sería imposible para ustedes”.
Mt 17, 14-20:
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brantocds
1.UN HOMBRE SE ACERCÓ A JESÚS
La escena tiene lugar después de la transfiguración. Lucas dice que “al día siguiente.” Entonces sucedió cuando Jesús bajaba del monte junto a sus tres apóstoles testigos de la transfiguración. Al reencontrarse con los otros apóstoles que habían quedado al pie del monte, se encontró con que había mucha gente con ellos. Un hombre se acercó a Jesús y, cayendo de rodillas, le dijo: “Señor, ten piedad de mi hijo, que es epiléptico y está muy mal”.
Este es un verdadero acto de humildad y delante de mucha gente este hombre agobiado y deprimido por el dolor de padre le trae a Jesús una necesidad urgente, su hijo esta enfermo, al mismo tiempo inculpa a los apóstoles al decir yo lo llevé a tus discípulos, pero no lo pudieron sanar.
2.“LUNÁTICOS,”
En la concepción popular, a los epilépticos, como es el caso de éste, se los llamaba ordinariamente “lunáticos,” porque se admitía, por efecto de una experiencia, más o menos obtenida de casuales coincidencias, que tales enfermos experimentaban más fuertes crisis en las épocas de luna nueva o luna llena. La medicina antigua pasa a los escritos rabínicos, y éstos discutían si estas crisis epilépticas eran por influjo directo de la luna en las fases dichas en estos enfermos u otros semejantes, más propicio aún en estas fases lunares.
3.¿SE TRATA SÓLO DE UN ENFERMO EPILÉPTICO?
¿Se trata sólo de un enfermo epiléptico, cuyos síntomas evangélicos corresponden a las tres fases de la epilepsia conforme al diagnóstico médico, o es, además, un verdadero caso de posesión diabólica? Todo el problema está en saber si repugna, en el caso de curaciones físicas reales, el que Jesucristo se acomode al modo de hablar de las gentes y del medio ambiente. Hay quien así lo piensa. Parece que no hay, en principio, esta incompatibilidad. Jesús, ni para sus curaciones ni para acusar su poder de taumaturgo, necesita dar precisamente un diagnóstico científico. Como tampoco corrige en cada caso lo que era creencia vulgar: que toda enfermedad era efecto de un pecado (Jn 9:2). Y, admitiendo en el mismo Evangelio casos de curaciones demoníacas, parece que es el contexto el que valorará, en simple exégesis, si se trata de una verdadera posesión o de una acomodación al lenguaje ambiental.
4.¡GENERACIÓN INCRÉDULA Y PERVERSA! ¿HASTA CUÁNDO ESTARÉ CON USTEDES? ¿HASTA CUÁNDO TENDRÉ QUE SOPORTARLOS?
Jesús parece molesto y expresa; "¡Generación incrédula y perversa!, sabemos que incrédulos son los que no tienen fe ni creencias religiosas y perversos los que tienen mucha maldad, o que hacen daño intencionadamente, pero nos cuesta pensar en unos discípulos reprendidos de esta forma y por estos motivos, desesperación y frustración en los apóstoles, no alcanzan a comprender sus fracaso, ya que anteriormente cuando Jesús envió a los 72, (Lc 10, 17- 22), ellos vuelven contentos porque hasta los demonios les obedecen al invocar el nombre de Jesús, esto es en aquella ocasión, sí curaron enfermos y expulsaron demonios ¿por qué ahora no?. ¿Será que entonces lo hacían al invocar el Nombre de Jesús y ahora quieren expulsarlos ellos solos, en su propio nombre?
5.TRÁIGANMELO AQUÍ
Jesús manda traer al joven, que en aquel momento, por todo el contexto, no debe de estar en el ataque. Sin embargo, cuando se lo traen a Jesús, se produce el ataque con síntomas epilépticos. Parece estar en cierta analogía con los casos de “endemoniados,” que a la vista de Jesús le reconocían y pedían no los perdiese (Mt 8:28.29). Sin embargo, el ataque pudo producirse entonces por efecto de la misma emoción. El hecho de que el espíritu malo lo arroja al fuego para hacerle perecer, según la descripción popular de Mc, no postula, en absoluto, una verdadera posesión diabólica, sino una redacción colorista y ambiental de Marcos, y también de Lucas, en contraste con la descripción sobria de Mateo.
6."¿POR QUÉ NOSOTROS NO PUDIMOS EXPULSARLO?"
Al reprender a sus apóstoles, Jesús, desea corregir y desaprobar su conducta, los discípulos se acercaron entonces a Jesús y le preguntaron en privado: "¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?" "Porque ustedes tienen poca fe, les dijo. En efecto la fe de los apóstoles fue poca, ellos confiaron en si mismo, como si se bastaran por si solo. No hacemos las cosas porque tenemos el poder para sanar, este no es de nosotros, es de Dios y es por su amor, nosotros no somos los protagonistas, siempre dependemos del Padre, siempre dependemos de la oración, y de fuerza que nosotros le pongamos a ella, porque una oración si convicción y sin fe no es mas que recitar una poesía que no es nuestra.
7.LES ASEGURO QUE SI TUVIERAN FE DEL TAMAÑO DE UN GRANO DE MOSTAZA”
Entonces no nos extrañemos que a veces nos sentimos fracasados al orar, puede que sea por falta de fe y confianza y que al orar, no hemos preparado las condiciones que se requieren, no hemos hecho las cosas como hemos sido enseñado, o nos falto reconocer que al pedir en nombre de Jesús, estamos reconociendo que Dios ha depositado todo su poder en su Hijo, aquel que se humillo y fue obediente hasta la cruz, en El Dios salva, en Él y con Él podremos curar, sanar expulsar tantas clases de demonios con los que nos encontramos, y todo con mucha fe, esto es, no basta solo con la oración.
Jesús le dice a los apóstoles y nos dice hoy a nosotros, “Les aseguro que si tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza”, La comparación que utiliza sobre el “grano de mostaza” y el “trasladar montes” eran metáforas usadas en el ambiente rabínico. Como término comparativo de lo mínimo se usaba el “grano de mostaza,” lo mismo que el “trasladar un monte” era metáfora usual para indicar que una cosa se realizaría fuera de los modos ordinarios. La enseñanza que nos deja Jesús, es como con algo tan pequeñito, tan insignificante, podríamos mover montañas, nos esta claramente enseñando que no hay dificultad que no pueda ser vencida por el que tiene espíritu de fe, así nada será imposible para nosotros.
CREER EN DIOS, EN SU BONDAD, EN SU AMOR POR MÍ Y POR TODAS LAS CRIATURAS
La Palabra de Dios me provoca hoy a proceder a una comprobación de mi fe. Creer en Dios, en su bondad, en su amor por mí y por todas las criaturas, es algo que se dice muy pronto. Pero existe el dolor del mundo, existe el mal en todas sus perversas manifestaciones, y, ante los atroces «espectáculos» de injusticias evidentes o de tragedias que producen víctimas entre los inocentes, la sensibilidad y la inteligencia sufren un duro contragolpe. ¿Cómo es posible que Dios, si es bueno, permita que sufra tanta gente?
Jesús me dice que mi fe, por muy pequeña que sea, lo puede todo; el profeta me habla de una vida que la fe garantiza. Creer en Dios, lejos de ser un analgésico, un remedio para la pena producida por el dolor personal y ajeno, me abre a la acción: voy a él, no me detengo en mí mismo; proyecto en él mi esperanza y acojo su promesa. ¿No empieza a obrar así en mí y a mi alrededor lo imposible, lo inesperado?
ORACION
A veces siento el corazón y la garganta cerrados por una mordaza de por qué... por qué... por qué...
¿Por qué, Dios mío, esta infinita letanía de muerte? ¿Dónde está tu providencia generosa, oh Señor del tiempo y de la historia? ¿Dónde está tu amor? Tú lo sabes, Dios mío: si denuncio tu contumacia es porque he experimentado sobre mi piel que vivir sin ti es condenarse al vacío.
Y me parece como si ahora estuvieras preguntándome: ¿Qué Dios estás buscando? ¿Un Dios que resuelva tus problemas? ¿Un Dios que te regala soluciones prefabricadas? Yo soy el Dios amor. Quien ama no crea títeres o niños eternos, sino hombres libres, pero el precio de la libertad es el dolor. Si el juego de las libertades puede transformar el vivir humano en un crisol, tú eres siempre para mí ese metal precioso que -purificado- se vuelve luminoso. Puedes creer en mi amor, por el que yo, el crisol del vivir humano, lo he atravesado hasta el final. Puedes creer en mi amor, por el que te he unido a mí en lo «imposible» de la resurrección.
1.“ESTÉN PREPARADOS, CEÑIDAS LAS VESTIDURAS Y CON LAS LÁMPARAS ENCENDIDAS.
Jesús dijo a sus discípulos: “Estén preparados, ceñidas las vestiduras y con las lámparas encendidas. Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta. ¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlos. ¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!”
Estén preparado dice Jesús, eso es, estar dispuestos, es decir, estar prevenidos para aquello que no ha sucedido pero que está próximo a ocurrir. Sabemos que nadie pasa un examen si no se ha preparado bien.
Las vestiduras deben estar ceñidas, esto es, listas para hacer algo importante y que además no nos estorbe para entrar en acción. Con las lámparas encendidas, en otras palabras, iluminados, lejos de las tinieblas de la ignorancia, lámparas provistas de suficiente aceite para que no se apague.
El alma que ha recibido la luz de Dios, es lámpara y alumbra a los demás. Entonces si nosotros estamos con suficiente claridad y vigilancia y enseñemos a los demás para que también lo estén.
2.EL PUEDE VENIR EN CUALQUIER MOMENTO
El fin de la vida terrenal, llega sin previo aviso, ha querido Dios que así sea, para que siempre estemos preparados.
Son dos cosas las que nos advierte el Señor, una es que puede venir en cualquier momento y la otra que estemos preparados para recibirlo. Pero Pedro preguntó entonces: "Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?" Entendemos que cuando Pedro dice para nosotros, se refiere a los doce íntimos apóstoles, y cuando dice para todos, lo hace pensando en los demás sean estos cristianos o no.
3.“ADMINISTRADOR FIEL Y PREVISOR”
Ante esta pregunta el Señor le dijo: "¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno?
Destaco tres palabras del Señor, “Administrador fiel y previsor”. La parábola es para todos los fieles, pero también en especial para el que es “administrador”, esta es la persona que se dedica a administrar bienes que no son suyos, es el criado principal encargado del resto de la servidumbre, y es “fiel” es decir, es una persona, que es constante en sus ideas, afectos u obligaciones y que no defrauda la confianza que se le ha depositado, y es “previsor” si se anticipa al daño o a un perjuicio, si es capaz de preverlo o conocerlo de antemano o con anticipación.
4.JESÚS DICE A QUIEN EL SEÑOR PONDRÁ AL FRENTE
Entonces el Señor se refiere a aquellas personas a las cuales se le haotorgado la gracia y dones especiales, aquellos que les corresponde dirigir a los demás hacia un camino adecuado, con sus consejos y enseñanzas y las advertencias necesarias. Luego Jesús dice a quien el Señor pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno”, este el alimento del alma y esta se alimenta con buen trigo. Es ración, porque cada uno de los que lo escuchan la palabra tiene una diferente capacidad y es oportuno porque todo beneficio que no se dispensa en su tiempo es infructuoso, por ejemplo el pan es apetitoso para el hambriento y no lo es para el que está harto.
5.“LES ASEGURO QUE LO HARÁ ADMINISTRADOR DE TODOS SUS BIENES.
Entonces Jesús dice; ¡Feliz aquél a quien su señor, al llegar, encuentra ocupado en este trabajo! Es bienaventurado aquel que cuando venga el Señor, lo encuentre trabajando de corazón, no de casualidad, porque El quiere gente constante en su misión.
Luego agrega; “Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.” Este premio lo recibirá el que muestre su méritos tanto de oír bien como de enseñar bien, pero el que cumpla a la vez con fidelidad y prudencia ambas cosas, los colocará sobre todo lo que posee, es decir sobre todas las alegrías del reino de los cielos.
6.LOS DEFECTOS DEL SERVIDOR MALO
Jesús también dice; Pero si este servidor piensa: "Mi señor tardará en llegar", El Observa que entre los defectos del servidor malo esta el que cree que su señor tarda en volver; Muchas veces por no pensar en nuestra última hora cometemos muchas faltas y pecados, pero si pensáramos que el Señor esta por venir y que nuestra vida ha de concluir pronto, pecaríamos menos o trataríamos de no caer en faltas.
En efecto también hay muchos que menospreciando el temor de Dios, no sólo se entregan a la lujuria, sino que también llenan de injurias a los que tienen a sus órdenes. Como el que “Se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas”. Se puede entenderse por maltratar a los siervos y criados el corromper los corazones de los débiles con el mal ejemplo, y dice que “Se pone a comer, a beber y a emborracharse” comer, beber y embriagarse, es decir ocuparse en los delitos y placeres mundanos que enloquecen al hombre.
7.“EL SEÑOR LLEGARÁ EL DÍA Y LA HORA MENOS PENSADA
Entonces Jesús dice: “El señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la misma suerte que los infieles.” El administrador desleal, incumplidor e infiel recibirá muy justamente el castigo de los infieles, porque careció de verdadera fe. Pero también nos dice; Al que se le dio mucho se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho se le reclamará mucho más". Lo que Dios nos entrega, no es un elemento decorativo, es un elemento de trabajo, esto es un medio para que ejerzamos mejor nuestro apostolado. Dios le ha dado a todos los hombres las gracias necesarias para salvarse, porque El quiere que todos nos salvemos. Pero también el Señor nos distingue y nos da mas, entonces no corresponde dar más, y nuestra forma de vida debe ser mejor.
Hay algo muy importante que Dios nos da a todos lo hombres, esas son las gracias necesaria para salvarnos, no tengamos ninguna duda, El quiere que nos salvemos todos y que todos lleguemos a conocer la verdad, y al decir todos, es sin ninguna distinción, pero quizás las gracias no sean para todos las mismas, si queremos saber porque, miremos cuanto amor le damos nosotros a Dios, cuanto nos dedicamos a El, cuanto conversamos con El, cuanto le pedimos, es decir cuanto oramos. No olvidemos el Evangelio de Mateo 7, 7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
LA BIENAVENTURANZA QUEPROCEDE DE LA FE, QUEESUNDONESPECIAL QUENOSHACEDIOS
Serpentea enestaliturgia delaPalabra, deunamanera máso menosexplicita, el tema de las bienaventuranzas: Dichosos los criadosa quienes el amoencuentre vigilantes cuando llegue (…..); Dichosoese criadosi, al llegar suamo,lo encuentra haciendo lo quedebe!.Sabemosbienque,según el mensaje bíblico, la bienaventuranza noconsiste en unvagoconsuelo dadoa quiense encuentra en unasituación de sufrimiento. Hasta las bienaventuranzas queinauguran el “magno sermón del monte”(Mt5,1-13)sonmásbieninyecciones de ánimo e invitación a la lucha, a ejemplo de Aquelquees el pobreporexcelencia, el misericordioso porantonomasia, el másperseguido de todos.Es,antetodo,la bienaventuranza quebrota de la historia humana, cuando éstaes considerada como visitada porDios,esdecir,enriquecidaporlapresencia deAquelque,despuésdehaber creado al hombre, no le abandona a su destino, sinoque le orienta por el camino delasalvación; de Aquelque, después de haber elegidoa su pueblo, nolo dejaa mercedde losenemigos, sinoquelo llevasanoy salvoa la metafelizde la tierra prometida.
Es, también, la bienaventuranza queprocede de la fe, queesundonespecial quenoshaceDiosa nosotros, peregrinos sobrela tierra. Desde esta perspectiva, fue bienaventuradoAbrahánporquecreyóyfue también bienaventurada Saraporhaber aceptado la promesa del Señor. Ambosfueron bienaventurados por haber sido atraídos totalmente a la órbita de Dios,porque se encaminaron dócilmente porel camino queDiosleshabía indicado, porqueestaban radicalmenteconvencidos de que Diostambién puede resucitar a los muertos.
Es,porúltimo, labienaventuranza delsiervoquese dacuenta de la maravilla quesuponepoderconocer la voluntad desuSeñor y se dispone congozosa libertada traducirla enobras buenas y enunestilode vida dignodeél. Esabienaventuranza encuentra lasiguiente motivación evangélica: A quiense le diomucho se le podráexigirmucho. Comoesobvio,estedichodeJesús, conel quese cierra la página evangélica quehemos leídohoy, pretende explicitar el dinamismo delarelaciónquediscurre entreDiosy el hombre, cuando esta relaciónestámarcada y es vividasiguiendo la lógicade la alianza, queconsidera a Dioscomoprimer actoy a! hombrecomoinvitadoaundialogodeamor.Nohay nadamásexigente queel amor cuando éstese encarna en unarelaciónde alianza.
ORACION
Erestú,Señor,la luzque ilumina micamino. Conexcesivafrecuencia meencuentro soloy perdido porlos caminosdeestemundo.Conexcesiva frecuenciame siento presa o victima de oscuros asaltos queobscurecen los ojosde mi mente y de mi corazón. Inúndame,Señor, conla luzde tuPalabra.
Erestú, Señor,el fundamento de la promesa en la que estáfirmemente asentada mife. Conexcesiva frecuenciamesiento débile inestable frente a las promesas alternativas quemellegande todaspartes y cadadospor tres.Conexcesiva frecuenciamesientoatraído y casi seducido porpromesas totalmente contrarias a la tuya. Lléname, Señor,conla fuerza de tupromesa.
Erestú, Señor, el dador de todo bien. excesivafrecuencia el mundo mehaceprobar bienes quemeapartandetumesa y medistraen detuspropuestas.Con excesiva frecuenciameveoexpuesto a lasseducciones dealimentosterrenosquesatisfacenmipaladar peronoalimentan mivida.Hazmegustar,Señor,los bienes quesontuyos, perosobre todoa ti, queeresmi único bien.
Eres tú, Señor, mi bienaventuranza, con excesiva frecuencia oigoque,en el mundo, sonproclamados bienaventuradoslosricos,lospoderosos,losvividores.Con excesivafrecuencia veo oprimidos y perseguidos a aquellos quetesiguen porel camino delEvangelio. Hazme participar,Señor,deesaalegríaquesolopuede derivar de la práctica de las bienaventuranzas evangélicas.
“El que quiera servirme, que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor”
Jn 12, 24-26
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brantocds
1.LA MUERTE DE JESUCRISTO COMO SU TRIUNFO
La hora de la muerte de Jesucristo ya es inminente. Hecha la entrada mesiánica en Jerusalén, el período para su muerte está ya en marcha. Esta es la hora tantas veces anunciada, así esta relatada en Jn 2:4; 7:30; 8:20; 13:1; 17:1 y la que sistematizó su vida.
Pero esta hora es la hora en que el Hijo del hombre será glorificado. San Juan, es el evangelista que, por excelencia, destaca la muerte de Jesucristo como su triunfo: no sólo victoria sobre el pecado, sino paso, pascua, al Padre (Jn 13:1) e ingreso de su humanidad en la plenitud de sus derechos divinos (Jn 17:1b.5.24).
2."LES ASEGURO QUE SI EL GRANO DE TRIGO QUE CAE EN LA TIERRA NO MUERE, QUEDA SOLO; PERO SI MUERE, DA MUCHO FRUTO”
Este fragmento del Evangelio, nos Ilustra este triunfo,es la comparación parabólica con el grano de trigo. Si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. Lo que Cristo enseña con una semejanza es la riqueza del fruto universal (Jn 11:52) de su muerte.
Así es, como en esta ocasión, Jesús por medio de esta metáfora, nos anuncia su glorificación por su propia muerte por medio de la comparación con el grano de trigo, con lo cual nos hace ver que su muerte no será un fracaso, al contrario será los que nos permitirá una vida nueva.
3.NO SIRVE UN GRANO DE TRIGO SIN GERMINAR
Como es habitual en El, Jesús es un hombre sencillo para comunicarse con los suyos, y emplea un lenguaje que no es difícil de entender. En esta ocasión los hace con metáforas de la vida ordinaria como en este caso de la semilla del trigo, todo campesino sabe muy bien que al sembrar el grano en la buena tierra, este muere, esto es, se pudre, pero como consecuencia de esto, de elsurge una nueva planta que crece y luego bien regada da muchos granos más, y su siembra resultaría un verdadero fracaso si el grano no muriera.
Es así, como no sirve un grano de trigo sin germinar, pero la germinación de vida supone entrar él mismo en la muerte, como la muerte de Jesucristo y de los que estamos unidos a Él por la fe y el Bautismo, es como la muerte del grano de trigo y de esa muerte nace Vida Nueva. Para seguir a Cristo, no podemos evitar la cruz, si lo hiciéramos, estaríamos siendo como el grano sin germinar.
4.EL QUE QUIERA SERVIRME, QUE ME SIGA, Y DONDE YO ESTÉ, ESTARÁ TAMBIÉN MI SERVIDOR.
Jesús nos invita a seguirle y nos pide siempre entrega total. Nos invita a tener una actitud de confianza completa y sin reservas a la salvación del reinado de Dios, siguiendo a Cristo perderemos muchas cosas superfluas de esta sociedad, pero se convertirán en ganancia en fuente de vida. Jesús siempre nos pide una entrega radical y nos pide una vida sin egoísmo y sin pensar en asegurar nuestra propia existencia, tenemos que olvidarnos por completode si mismo, como el lo hizo y sin palabra, el lo hizo con su vida en la cruz.
El que sirve a Cristo, ha de seguirle. Donde Cristo está, también deberá estar él. Si El está ahora en la muerte, también el servidor ha de seguirle por este camino. “El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (Mt 16:24 par.). La enseñanza no se limita a solos los apóstoles o discípulos; es universalmente para todos. Esto exige, en orden a la vida eterna, perder su alma en este mundo.
Cuando leemos los Evangelios de san Juan, el mundo tiene el sentido de los hombres malos. Por eso, el que quiera guardarla intacta y preservarla (Jn 17:12) para la vida eterna, ha de perderla para la vida de este mundo malo.
5.PARA DAR BUENOS FRUTOS, HACE FALTA ENTREGARSE COMO SEMILLA
El Evangelio siempre nos pide un cambio y un compromiso, si miramos como está la sociedad hoy día, encontramos ese mundo malo del que habla Juan, donde cada vez hay menos interés por vivir como nos ha enseñado Jesús, donde se pierde fácilmente el estimulo por ser solidario con los mas pobres, un mundo que le es difícil amar y entregarse incondicionalmente al prójimo de la forma como Jesús nos ha pedido, una sociedad olvidada de orar. Entonces nos preguntamos ¿Qué frutos se pueden esperar con esta forma de vida? Para dar buenos frutos, hace falta entregarse como semilla, hace falta comprometerse por lo que uno cree, entonces si queremos dar fruto, debemos ser capaces de darnos, de entregarnos, de morir por aquello que estamos convencidos que es bueno.
6.“SERVIR” Y “SEGUIR”
A los cristianos se nos exige renunciar a nosotros mismo, renunciar a nosotros mismos en el servicio. “Servir” y “seguir”, son dos palabras que se usan frecuentemente para decir que somos cristianos: se sirve al Señor y se sigue al Señor y si seguimos a Cristo en todo momento y en todas las circunstancia, muriendo con Cristo, también seremos glorificados con Él. Así es, como el premio a este “servicio” y “seguimiento” a Cristo, será como nos anuncia El mismo: será honrado por mi Padre".
“El que quiera servirme, que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor”
Jn 12, 24-26
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brantocds
1.LA MUERTE DE JESUCRISTO COMO SU TRIUNFO
La hora de la muerte de Jesucristo ya es inminente. Hecha la entrada mesiánica en Jerusalén, el período para su muerte está ya en marcha. Esta es la hora tantas veces anunciada, así esta relatada en Jn 2:4; 7:30; 8:20; 13:1; 17:1 y la que sistematizó su vida.
Pero esta hora es la hora en que el Hijo del hombre será glorificado. San Juan, es el evangelista que, por excelencia, destaca la muerte de Jesucristo como su triunfo: no sólo victoria sobre el pecado, sino paso, pascua, al Padre (Jn 13:1) e ingreso de su humanidad en la plenitud de sus derechos divinos (Jn 17:1b.5.24).
2."LES ASEGURO QUE SI EL GRANO DE TRIGO QUE CAE EN LA TIERRA NO MUERE, QUEDA SOLO; PERO SI MUERE, DA MUCHO FRUTO”
Este fragmento del Evangelio, nos Ilustra este triunfo,es la comparación parabólica con el grano de trigo. Si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. Lo que Cristo enseña con una semejanza es la riqueza del fruto universal (Jn 11:52) de su muerte.
Así es, como en esta ocasión, Jesús por medio de esta metáfora, nos anuncia su glorificación por su propia muerte por medio de la comparación con el grano de trigo, con lo cual nos hace ver que su muerte no será un fracaso, al contrario será los que nos permitirá una vida nueva.
3.NO SIRVE UN GRANO DE TRIGO SIN GERMINAR
Como es habitual en El, Jesús es un hombre sencillo para comunicarse con los suyos, y emplea un lenguaje que no es difícil de entender. En esta ocasión los hace con metáforas de la vida ordinaria como en este caso de la semilla del trigo, todo campesino sabe muy bien que al sembrar el grano en la buena tierra, este muere, esto es, se pudre, pero como consecuencia de esto, de elsurge una nueva planta que crece y luego bien regada da muchos granos más, y su siembra resultaría un verdadero fracaso si el grano no muriera.
Es así, como no sirve un grano de trigo sin germinar, pero la germinación de vida supone entrar él mismo en la muerte, como la muerte de Jesucristo y de los que estamos unidos a Él por la fe y el Bautismo, es como la muerte del grano de trigo y de esa muerte nace Vida Nueva. Para seguir a Cristo, no podemos evitar la cruz, si lo hiciéramos, estaríamos siendo como el grano sin germinar.
4.EL QUE QUIERA SERVIRME, QUE ME SIGA, Y DONDE YO ESTÉ, ESTARÁ TAMBIÉN MI SERVIDOR.
Jesús nos invita a seguirle y nos pide siempre entrega total. Nos invita a tener una actitud de confianza completa y sin reservas a la salvación del reinado de Dios, siguiendo a Cristo perderemos muchas cosas superfluas de esta sociedad, pero se convertirán en ganancia en fuente de vida. Jesús siempre nos pide una entrega radical y nos pide una vida sin egoísmo y sin pensar en asegurar nuestra propia existencia, tenemos que olvidarnos por completode si mismo, como el lo hizo y sin palabra, el lo hizo con su vida en la cruz.
El que sirve a Cristo, ha de seguirle. Donde Cristo está, también deberá estar él. Si El está ahora en la muerte, también el servidor ha de seguirle por este camino. “El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (Mt 16:24 par.). La enseñanza no se limita a solos los apóstoles o discípulos; es universalmente para todos. Esto exige, en orden a la vida eterna, perder su alma en este mundo.
Cuando leemos los Evangelios de san Juan, el mundo tiene el sentido de los hombres malos. Por eso, el que quiera guardarla intacta y preservarla (Jn 17:12) para la vida eterna, ha de perderla para la vida de este mundo malo.
5.PARA DAR BUENOS FRUTOS, HACE FALTA ENTREGARSE COMO SEMILLA
El Evangelio siempre nos pide un cambio y un compromiso, si miramos como está la sociedad hoy día, encontramos ese mundo malo del que habla Juan, donde cada vez hay menos interés por vivir como nos ha enseñado Jesús, donde se pierde fácilmente el estimulo por ser solidario con los mas pobres, un mundo que le es difícil amar y entregarse incondicionalmente al prójimo de la forma como Jesús nos ha pedido, una sociedad olvidada de orar. Entonces nos preguntamos ¿Qué frutos se pueden esperar con esta forma de vida? Para dar buenos frutos, hace falta entregarse como semilla, hace falta comprometerse por lo que uno cree, entonces si queremos dar fruto, debemos ser capaces de darnos, de entregarnos, de morir por aquello que estamos convencidos que es bueno.
6.“SERVIR” Y “SEGUIR”
A los cristianos se nos exige renunciar a nosotros mismo, renunciar a nosotros mismos en el servicio. “Servir” y “seguir”, son dos palabras que se usan frecuentemente para decir que somos cristianos: se sirve al Señor y se sigue al Señor y si seguimos a Cristo en todo momento y en todas las circunstancia, muriendo con Cristo, también seremos glorificados con Él. Así es, como el premio a este “servicio” y “seguimiento” a Cristo, será como nos anuncia El mismo: será honrado por mi Padre".
Jesús dijo a sus discípulos: "Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto.
Jesús nos presenta, una sencilla parábola pero con un gran significado, la rutina de una semilla, una forma simple para comunicarse con la gente. Y como con las palabras no podía convencerlos suficientemente, se vale de un ejemplo, porque el trigo da mucho más fruto después que muere. “Y si esto sucede en las semillas, con mayor razón en Mí.” (Crisóstomo).
La gente conoce el recorrido de la semilla, desde los recovecos del suelo que la sofoca, la pudre y allí muere, pero con gran asombro, aparece viva sobre los surcos y se convierte en una dorada espiga con muchos granos nuevos. En otras palabras, la semilla muere sola y resucita multiplicando sus frutos. Nuestro Señor Jesucristo, “murió solo y resucito acompañado de muchos” (Beda)
El que ama su vida la perderá
El que ama su vida la perderá; pero el que odia su vida en este mundo la conservará para la vida eterna.
Jesús nos pide que no amemos el alma en esta vida, para no perderla en la vida eterna. No resulta fácil comprender esta frase, ¿nos suena duro?, ¿Qué significa para mí amar mi alma en esta vida terrenal o en este mundo?, ¿Pierde su alma quien la pone a los deseos de la farándula, y a disposición de una vida desordenada?.
El que quiere vivir según está el mundo y continuar gozando de las cosas temporales que la vida terrenal ofrece, éste la perderá, porque no la conduce a los términos expresado por el Señor en la bienaventuranza.
El que menosprecia las cosas terrenas y temporales, prefiriendo la verdad, la vida recta, el trabajo solidario por sus semejantes, la incasable tarea por los derechos del hombre entregados por Dios, la búsqueda de la paz, la vida según los evangelios, aún exponiéndose a la muerte, en otras palabras pierde su alma por las enseñanzas de Cristo, más bien la salvará.
Y el que odia su vida en este mundo, ¿es aquel que no tolera la manera de vivir de aquellos que nos quieren llevar a las cosas que no son de Dios?.
En todo caso, nuestra vida fiel a Jesús, debe ser aquella que aparte a nuestra alma de todo los que nos induce a realizar cosas contrarias s Dios, si es así, el Señor nos promete que la guardaremos para la vida eterna.
El que quiera servirme, que me siga
El que quiera servirme, que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor. El que quiera servirme será honrado por mi Padre"
¿Quiénes son los que sirven al señor? Ciertamente a los que no van detrás de su satisfacción propia, todo lo contrario, sirven al Señor los que buscan la gloria de Jesús. “Que me siga y donde yo este”, es decir por los mismos caminos de Señor, no por los míos. Este es un gran compromiso, Jesús dio todo lo suyo por los demás, dio su propia vida por todos nosotros, sus hermanos. El que hace la voluntad de mi Padre ese es mi hermano. “Donde yo esté, estará también mi servidor”, ¿En la cruz?,
No es fácil tomar la cruz y seguir a Cristo, es un camino duro, arduo, hay que estar dispuesto a cumplir con todo lo que el Señor nos enseño, hay que tener dispuesta la vida contra los sufrimientos, contra los peligros y ofrecerse hasta la muerte. Así como lo han hecho muchos, dejar lo conocido por lo desconocido, abandonar las cosas del presente, por las futuras y del Reino prometido. Esta en nosotros, el encontrarnos con el Señor, por eso dijo “El que quiera servirme”.Jesús, bueno y piadoso, algo natural en El, no quiso tener ninguno que lo sirviese como obligado, por el contrario, hace que lo sirviesen espontáneamente y le agradeciesen el poderlo servir.
Muchas veces nos enfrentamos a lo que llamamos la “Corrección Fraterna”, o porque nos vemos en la necesidad de hacerla o porque alguien nos quiere ayudar. Pero también es cierto que en muchas ocasiones esta corrección no es tal, en especial cuando observamos que no se hace por amor y es un cierto juzgamiento velado en una falsa corrección y se apela a este concepto con una disfrazada caridad.
El ideal del hombre que quiere ser apóstol eficaz es cultivar con la gracia las cualidades humanas: Corazón noble, ser humano, compasivo y generoso. Tener una conciencia recta, una actitud social impecable y una voluntad inflexible, decidida, firme y perseverante.
La verdad es la verdad y hemos de profesar un culto ferventísimo a la verdad, salvada siempre la prudencia y la caridad. Lo que no está bien hecho no está bien hecho aunque lo haga el más amigo que yo tenga, pero manteniendo la cordialidad y dulzura.
“Que predomine siempre la razón sobre el corazón. Así diremos las palabras convenientes y no las que halaguen o para que nos halaguen. Hay personas tan deseosas de causar buena impresión, de que se los tenga en mayor estima que aun sin darse cuenta, callan lo que deben decir o no hablan lo que deberían. Importa mucho que por nuestra acción todos sean más santos, todos vivan más plenamente la fe y practiquen más las virtudes. Que por nosotros nadie descienda en la humildad. Que ayudemos con nuestros consejos y con nuestra entereza a que los nuestros vivan mejor la caridad, la mortificación, la vocación, la obediencia, la vida cristiana. Obrar guiándose por la razón, no por el corazón; por la fe, no por el amor de la carne y de la sangre. Aunque quien pague las consecuencias sea tu padre o tu madre, tus propios familiares... o tú mismo. (Comenta el Padre Jesus Marti Ballester en su libro Caminos de Luz)
2.LO QUE DICE EL EVANGELIO
“Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos.Si les desoye a ellos, díselo a la comunidad. Y si hasta a la comunidad desoye, sea para ti como el gentil y el publicano.” (Mateo (SBJ) 18, 15-17)
3.UN ACTO DE CARIDAD
Este “repréndele” es acto de caridad, por amor a un hermano, y aplicamos la corrección fraterna, porque estamos buscando su bien y lo hacemos como nos lo pide Jesús, en primera instancia, en privado y no divulgamos lo conversado. Ahora bien, si a quien queremos corregir no nos oye, nos pide Jesús aplicar la corrección con dos testigo y en último caso junto a la comunidad.
No debemos olvidar, que esta corrección fraterna, esta contenida en el mandato del servicio a los más pequeños y del perdón sin límites. También se enmarca en la condena del escándalo, como de la falta de misericordia.
Muchas veces oímos y expresamos la palabra caridad, esto nos invita a reflexionar en profundidad el significado de esta a fin de no olvidar su sentido, es una palabra muy bella, con mucho sentimiento, caridad es la actitud solidaria con el sufrimiento ajeno, es así como damos una limosna por caridad, porque queremos ir en auxilio de quien lo necesita y lo hacemos por amor a Dios. Caridad es la virtud sobrenatural infusa (gracias y dones que Dios infunde en el alma) por la que la persona ama a Dios sobre todas las cosas por si mismo (no por interés) y ama al prójimo por Dios.
La caridad no es indecorosa, ni busca lo suyo propio. No se irrita, ni lleva cuentas del mal. (Cor.1- 13,5)
4.UN ACTO DE AMOR FRATERNO
Toda nuestra vida, como hijos de Dios, tenemos que hacerla de la mejor forma,con y por la caridad, en ella se expresa fielmente el amor fraterno, es así como Jesús siempre nos enseña que hemos de dar y buscar el amor al prójimo.
Ciertamente, la corrección fraterna, debe efectuarse con la amabilidad con la cual la haría Cristo, no exentos de franqueza y sinceridad, pero fundamentalmente con sentimientos profundos de amor al hermano que ha caído en falta, y su fin no es otro que desear su bien, sobre todo su bien eterno.
El amor fraterno, nos debe impedir el permanecer indiferentes, es decir no nos encojamos de hombros si sabemos que alguien está en peligro porque no va por el camino justo o camina por sendas del error. No tengamos temor, es precisamente la palabra de Cristo la que nos exige a no dejar caer en falta a un hermano.
5.CRISTO CORRIGE A SUS APOSTOLES
Los Apóstoles convivían a diario con Cristo, eran hombres sencillos, por tantos se manifestaban tal como eran a un Jesucristo que los amaba como ama Dios, pero que vive como hombre y con un corazón humano que no pierde ocasión para corregirle y enseñarles el buen camino. Como sabemos, el Señor los quiere santos.
6.CRISTO LOS CORRIGE ANTE EL CELO Y LA ENVIDIA.
Juan le dijo: - Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros. Pero Jesús dijo: - No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí.(Marcos (SBJ) 9)
Jesús no autoriza esa prohibición. Si hay una delegación suya para ello en los apóstoles, también otros pueden invocar su nombre, con reverencia, apelando a su poder, lo que no es estar lejos de su discipulado, pues, al menos, está con él. Que no se lo prohíban. Quien así obró, no sólo no hablará mal de El, sino que se aproximará cada vez más a su reino, al ver el gran signo del mesianismo y del Mesías: la expulsión y triunfo sobre Satán.
Lo que ha hecho Jesús, es hacerle ver a sus discípulos que es no partidario de los celos que ellos tienen, hoy a nosotros nos dice que no debemos confundir los intereses de El Hijo de Dios, con los nuestros. Lo que nos debe interesar es la Gloria del Señor, no la nuestra.
En efecto, en algunas ocasiones nos confundimos, estamos celosos y la verdad es que estamos envidiosos, porque nos sentimos postergados, como si estuviéramos en segundo lugar, como si otros nos opacaran y nos hacen sombra y nos duele esta situación.
7.APOYAR AL QUE HACE EL BIEN.
Es importante saber ver que lo que importa en la lucha contra el mal y la maldad, sin importar quien la realiza, ni donde ni como se hace. Debemos sentirnos gozosos cuando otros están trabajando por el bien de los demás. Debemos apoyar a los que hace el bien, no envidiarlos. No debemos confundirnos, y oremos por los que en nombre del Señor trabajan por su gloria, sin preocuparnos si ellos brillan más que nosotros.
8.JESUCRISTO NOS SORPRENDE.
En otra ocasión, el Señor nos sorprende, porque reprende con dureza a Pedro. Entonces Pedro se lo llevó aparte (a Jesús) y trató de disuadirlo, (a que suba a Jerusalén) diciéndole: No lo permita Dios, Señor; eso no te puede suceder a ti. Pero Jesús se volvió y le dijo a Pedro: - ¡Apártate de mí, Satanás, y no intentes hacerme tropezar en mi camino, porque tu modo de pensar no es el de Dios, sino el de los hombres!-
La respuesta de Jesús a Pedro es que no sea para El un Satanás, el gran enemigo del reino. Por eso, la proposición de Pedro, nacida de ignorancia y de afecto, era para el Señor un obstáculo de seguirla, para no cumplir el mesianismo de dolor, que era el plan del Padre. No es de extrañar en Pedro una dificultad para aceptar aquellas profecías de Jesús. Pedro conocía y confesaba la mesianidad de Jesús, pero algo deformada por los prejuicios rabínicos que el antes había oído sobre un Mesías triunfador y nacionalista, entonces no le era fácil aceptar la imagen de un Mesías doliente, humillado y crucificado por los jefes de la nación. Así es como Jesús le hace ver que habla al modo humano y, que elude el dolor.
Jesús debía padecer y morir, ese era el Plan de Dios, pero ese sufrimiento había de ser la causa de nuestra salvación. Como a Pedro, nos sucede lo mismo, el no entendía las cosas de Dios, del mismo modo, por no situarnos en el Plan del Padre, se nos hace difícil entender sus obras. Tenemos necesidad de despojarnos de los criterios del hombre y adoptar solo y únicamente el de Jesucristo.
9.¿PODÉIS BEBER LA COPA QUE YO VOY A BEBER?
En otra ocasión, se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo. El le dijo: -- ¿Qué quieres? - Dícele ella: - Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino. - Replicó Jesús: - No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber? -- Dícenle: - Sí, podemos. - Díceles: - Mi copa, sí la beberéis; pero sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre. Al oír esto los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos. (Mateo (SBJ) 20)
La ambición que reflejan aquí los dos apóstoles está en la misma línea de incomprensión de un Mesías doliente y de su reino espiritual. En este fragmento de san Mateo, la petición la hace Salome, la madre de Santiago y Juan. Para ellos se pide los dos primeros puestos en su reino. Se lo concibe como terreno. La petición no miraba sólo a los puestos de honor, sino también a los de ejercicio y poder. Estos dos puestos correlativos de su derecha e izquierda eran los dos primeros puestos de una serie. Santiago y Juan, son primo de Jesús y quieren hacer prevalecer este parentesco.
En la respuesta de Cristo les corrige el enfoque de su concepción terrena del reino. Este es de dolor. ¿Podrán ellos “beber el cáliz” que a El le aguarda de su pasión?, la pregunta es un contexto lógico, para precisarles bien la naturaleza del reino. El martirio — testimonio — estaba bien experimentado en la Iglesia a esta hora.
A la pregunta que les hace Jesucristo si estarían dispuestos a beber este “cáliz” y a sumergirse, como El en este dolor, le respondieron que sí. No era una respuesta de fácil inconsciencia. Y Cristo les confirma, con vaticinio, este martirio de dolor. De hecho, Santiago el Mayor sufrió el martirio sobre el año 44, por orden de Agripa I (Act 12:2), siendo decapitado. Juan murió en edad muy avanzada (Jn 21:23), de muerte natural. Pero, antes de ser desterrado a la isla de Patmos, sufrió el martirio, pues fue sumergido en una caldera de aceite hirviendo, de la que Dios le libró milagrosamente.
Quedaba con ello corregido el erróneo enfoque sobre la naturaleza de su reino. Y les aprobaba su coraje cristiano, cuyo ímpetu se refleja en otras ocasiones. Pero había en esta petición un plan más profundo del Padre que no competía a Jesucristo el cambiarlo; había en todo ello una “predestinación”: Dios dispone libremente de sus dones: de la donación gratuita de su reino y de los puestos del mismo.
Observamos que los Apóstoles conocen, riguroso, el rostro amable de Jesús, cuando debe corregirles; lo bello es que además conocen el cariño que incluye a sus lecciones. En efecto, Jesucristo reprende movido por el amor.
Jesús, es el Buen Pastor, vigila los caminos de su rebaño para que estén pastos seguros, para que vayan por senderos peligrosos ni pasten en malos pastos, por tanto sus ovejas saben que están en manos confiables. Ese el ejemplo que debemos seguir para corregir fraternalmente a nuestros hermanos, atentos, pero con mucho cariño.
10.CUIDADO CON CONFUNDIRSE, CORREGIR POR AMOR.
A menudo sucede que nos confundimos en el concepto de la corrección fraterna,y esta se extiende mas allá de lo que nos pide el Señor, y en vez de corregir, solo causamos heridas y dolor, por tanto debemos ser muy prudentes al hacerla, es decir esta debe hacerse siempre con caridad y como respuesta a cariño que tenemos a quien se la pedimos.
Nos enseña San Agustín: corregir por amor; no con deseos de hacer daño, sino con la cariñosa intención de lograr su enmienda Si así lo hacemos, cumpliremos muy bien el precepto: "si tu hermano pecare contra ti, repréndelo estando a solas con él" ¿Por qué lo corriges? ¿Porque te apena haber sido ofendido por él? No lo quiera Dios. Si lo haces por amor propio, nada haces. Si es el amor lo que te mueve, obras excelentemente. Las mismas palabras enseñan el amor que debe moverte, si el tuyo o el suyo: "si te oyere -dice- habrás ganado a tu hermano"Luego has de obrar para ganarle a él. (Sermon 2, 4.)
11.LA CORRECCIÓN FRATERNA NO DEBE TENER SENTIMIENTOS DE ENVIDIA.
A muchos les gusta ocupar los primeros puesto y sentirse más que los de atrás, pero mayor falta tiene aquel que se siente envidioso por no estar delante. La envidia produce un sentimiento de disgusto a quien la siente, le quita paz en el corazón y es atrapado por el rencor consigo mismo por no lograr lo que tiene otro.
Es así como la envidia es entristecerse por el bien ajeno. Es un mal desde todo punto de vista censurable. Es una costumbre difícil de comprender, y nos aterroriza que nos atribuyan ser poseedor de ese defecto. La envidia destruye el corazón de quien la padece y por tanto no puede gozar de la felicidad que debiera.
El envidioso, no disfruta de la vida, por estar pensando que su prójimo esta disfrutando algo más que él. Pero lo más triste, es el sufrimiento que siente por la felicidad ajena. El envidioso desprecia el éxito de los demás, y esta convencido que se las estánquitando injustamente a él.
Por los labios del envidioso, siempre esta el desprestigio de los que se destacan, siempre están echando a tierra a todo el que sobresale. Pero además, invita a los otros a pensar mal del modo como ha tenido éxito cierta persona. Es así como el envidioso critica duro y sin fundamento al que es admirado por alguna cualidad.
12.LA CORRECCIÓN FRATERNA, DEBE LLEVAR IMPLÍCITA LA GENEROSIDAD.
Nuestra actitud cristiana, debe ser espejo del carácter de Nuestro Señor Jesús, debe tener incluida toda la generosidad que tiene el corazón de Cristo. Si le amamos, debemos dar testimonio con nuestra conducta, para que más hombres se entusiasmen seguir a Jesús. Si mostramos una actitud digna de ejemplo, si entre nosotros nos tratamos como si estuviéramos tratando con Cristo, no me cabe la menor duda que más hombres buscarían sentirse nuestro prójimo de la forma como nos enseña el Señor.
Si mostramos egoísmo, ¿Cómo podemos al mundo que queremos atraer convencer del gran amor de Dios? ¿Cómo podemos explicar la generosidad de Dios? “Porque de tal manera Amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3,16)
Estábamos en un mal camino, habíamos condenado nuestra existencia a unas tinieblas, sin embargo a través de Jesús, hoy recibimos la vida eterna y vida abundante.Por la generosidad de Dios, fuimos rescatados de una vida sin esperanza, por el sacrifico de Jesucristo nos fueron perdonados nuestros pecados, fuimos sanados de nuestras enfermedades y fuimos liberados del mal. Esa es la gran generosidad del corazón de Dios. A nosotros nos compete demostrar lo mismo.
“Por tanto, sed imitadores de Dios como hijos amados” (Efesios 5,1),
Dios es generosidad, es el corazón de Dios. A Dios, se le habita en el corazón, ese es su lugar preferido, por lo tanto la generosidad debe comenzar en nuestros corazones.
13.AL CORREGIR, CUIDÉMONOS DE NO JUZGAR.
El pecado más grande que cometemos, es juzgar al prójimo, ¿existirá algo peor?.. Si tenemos la convicción de que Dios habita en el corazón de los hombres, ¿Quién es el más próximo a nosotros? Para algunos el pecado es la infracción a la Ley, pero no es solo eso, sino el rechazo de la voluntad de Dios, el vivir a espaldas de Dios, la disposición mental que lleva al pecador a hacer la propia voluntad en oposición a la de Dios. ¿Hay algo que moleste más a Dios que oponerse a su voluntad? ¿Tiene derecho el hombre asumir la responsabilidad de Juzgar a su prójimo?
Que fácil es criticar, juzgar y de esta forma llegar a despreciar a los demás. Se critica censurando negativamente a las personas y sus actos, se juzga a las personas valorando sus acciones o sus condiciones y se emite undictamen o sentencia sobre ellas pensando que se tiene autoridad para ello, desde allí, el desprecio al criticado y juzgado es el paso siguiente. Sin embargo juzgar es un pecado grave. Jesucristo mismo ha dicho: Hipócrita, sácate primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver claro para sacar la paja del ojo de tu hermano (Lc 6, 42). Las faltas y los pecados que más conocemos íntimamente, son los nuestros, y nosotros sabemos mejor que nadie lo soberbios que somos. También sabemos cuales son las cosas buenas que hacemos. Así mismo, conocemos el fariseo que llevamos dentro.
El fariseo que oraba y agradecía a Dios por sus buenas acciones; (Lc 18-11): --OH Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos, adúlteros, o como ese publicano---. El no mentía, decía la verdad; pero no es por eso por lo que fue condenado. En efecto, debemos agradecer a Dios por cualquier bien que podamos realizar, puesto que lo hacemos con su asistencia y su ayuda. Luego, no fue condenado por haber dicho: no soy como demás hombresni fue condenado cuando, vuelto hacia el publicano, agregó: ni como ese publicano. Sin embargo el fue culpable, porque juzgaba a la persona misma de ese publicano, la disposición misma de su alma, en una palabra su vida entera. Y así Jesús nos dice; “Yo les digo que este último estaba en gracia de Dios cuando volvió a su casa, pero el fariseo no”
Entonces no existe nada más grave, que juzgar o despreciar al prójimo. ¿Por qué mejor no nos juzgamos a nosotros mismos, ya que conocemos íntimamente nuestras faltas, pecados y defectos, de los cuales sabemos que deberemos rendir cuenta a Dios? ¿Para que pretender hacer lo que le corresponde a Dios al juzgar a los hombres? ¿A caso, a nosotros nos corresponde autorizar o cerrar las puertas del cielo a los hombres?
Si bien es cierto nosotros hacemos bien en llevar el mensaje de salvación a nuestro prójimo, es una preocupación muy agradecida, tenemos que preocuparnos por nosotros mismos, por nuestras faltas, nuestras propias miserias. Sólo a Dios le corresponde el juzgar, hacer justicia y condenar. Elconoce el estado del alma de cada uno, El sabe de nuestras fuerzas, a El le consta nuestro comportamiento, El sabe cuales son nuestros dones, y nos va a juzgar a cada uno de forma diferente.
14.LA CORRECCIÓN FRATERNA, NO ES UN JUICIO
La corrección fraterna, no es un juicio, es una observación, un consejo de profundo amor y delicadeza, un deseo verdadero de salvar al hermano, buscando que esta se transforme en delicada fraternidad, donde este presente el amor para oír y comprender.
No debemos ser autoritarios para corregir, tampoco debemos hacerla con hipocresía ni escudándonos en frases de buena crianza, algo que es habitual, comenzamos disculpándonos por hacerla, algo que no hace falta.
No debemos tratar de deshogarnos, solo buscar el bien del hermano. Tampoco es buena la actitud paternalista ni menos la que se hace por sentirse con el derecho o el poder de corregir, sino que por amor.
Tampoco debemos caer en el hecho de que nos sentimos mejor que el hermano que estamos corrigiendo, es decir es bueno tener siempre presente que yo tampoco puedo tirar la primera piedra; y que si corrijo al hermano es por hacerle el regalo de un sentimiento mío negativo que me cuesta expresar (me resultaría más cómodo y fácil callar), pero que, al compartirlo aclarará nuestra relación y estrechará, a la larga, lazos más fuertes.
Debemos cuidarnos de no decir tu siempre haces esto, tu tiene que hacer esto otro, o tu tienes que actuar de esta manera, es mejor, siempre que sea así de sincero, “me causa dolor cuando te veo en esta actitud o sufro porque te veo caer en tal cosa, a fin de mostrar verdadera inquietud por el hermanos que deseamos ayudar a corregir.
15.CUALIDADES HUMANAS
Actuar siempre con prudencia: La virtud de la prudencia que es un arma de combate indispensable. Prudencia en las obras. Prudencia en las palabras. Éstas salen sin darse cuenta. Cuando te has descuidado, ya te has comprometido. Y después será difícil reparar los daños.
Saber dialogar con sensatez: Aunque el diálogo noble siempre enriquece, las discusiones siempre son peligrosas, por eso no las aceptes en ningún terreno: ni moral, ni dogmático, ni de crítica. No los has de convencer y perderás el tiempo y la paz. Y, a lo mejor, dices cosas que no debes.
Cuidado con los líos: que éste me dijo, que el otro le contó, que dijeron ayer... Hay que huir de eso, como de la culebra. Hay que huir del enredo, del chisme, de la soplonería; ¡cuántos malos ratos se pasan en el mundo por esta causa!
Cuando sea necesario advertir algo, hay que encomendarlo a Dios y buscar el momento oportuno.
Actuar con sensibilidad: Pero no sólo hay que cultivar la voluntad y la inteligencia. También hay que mimar la sensibilidad de la cual nace la elegancia. Hay una elegancia física y hay una elegancia espiritual, moral.
La elegancia espiritual, delicadeza de alma, es enemiga de lo grosero y bajo, de lo que degrada el pensamiento, la imaginación, la memoria, los sentidos, el corazón.
La elegancia espiritual nada huye tanto como lo vulgar; en el lenguaje, en las maneras, en las acciones.
Esta elegancia espiritual se confunde con el señorío moral, la aristocracia interior y la delicadeza de alma. Puede hallarse entre los pobres y entre los ricos. Como también entre unos y otros puede ser cultivada su contraria.
La manifestación del alma en su faceta más sonriente tanto tiene lugar en privado como en público. San Francisco de Sales, el dulce Obispo de Ginebra, en la soledad de su aposento edificaba por la realeza de su porte, ¡Y estaba solo! Lo dice quien lo espió.
¿No será un bello sueño ser un alma delicada? ¿De las que aman apasionadamente todo lo que es bello Y noble Y grande Y generoso?
Esa alma distinguida sabe adivinar las llagas más secretas, los secretos más amargos. Pero les lleva consuelo; sobre esos corazones en otoño, o en crudo invierno, destila bálsamo reconfortante.
¿Quién, si no el alma aristócrata, sabe intuir que tal palabra producirá pena y la callará Y que esa frase dará consuelo y la dirá?
Almas delicadas, creced Y multiplicaos, llenad la tierra, para que cese la noche de la vulgaridad y amanezca la primavera de la bondad. (Padre Jesús Marti Ballester)
16.CAMINOS DE LUZ
Pero Dios quiere salvarnos, y para ese fin esta vida es la prueba que hay que superar. Perseverancia en acoger la semilla para que rinda fruto de buenas obras.
La vida cristiana se reduce a dejarse trabajar el corazón por Dios, para que, convertido en tierra buena, sea capaz de recibir la semilla de su Palabra, semilla viva y poderosa; para que una vez la semilla en el surco vaya transformando la vida antigua hasta que llegue la sementera de frutos espléndidos de una sobre-naturaleza no viciada ni bastardeada. ¡Pero cuánto esfuerzo es preciso para soportar los aguaceros, y las escarchas, el calcinador sol de fuego y la humillación suprema del grano que se pudre sin quejas! Es más fácil chillar, pero es más eficaz perseverar. Es más cómodo tirarse en el surco que enterrarse en él. Pero sólo dan fruto los que perseveran en medio de las tormentas, en el fragor de las persecuciones.
"Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano?”
Mt 18, 21-19, 1
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brantocds
1.¿CUÁL DEBE DE SER LA ACTITUD CRISTIANA ANTE LAS FALTAS REITERADAS DE NUESTRO PRÓJIMO Y DE NOSOTROS CON ELLOS?
El Evangelio de hoy, nos viene a tratar un tema importante en la vida de todo cristiano, la caridad, la misericordia, la compasión, la piedad, para ello, ¿Cuál debe de ser la actitud cristiana ante las faltas reiteradas de nuestro prójimo y de nosotros con ellos?
La vida está llena de reincidencias en culpas perdonadas, entonces ¿a cuantas recaídas va a estar sometida la voluntad de perdonar? ¿Importa el número?, ¿existe la actitud sincera de perdón ante Dios?
2.SEÑOR, ¿CUÁNTAS VECES TENDRÉ QUE PERDONAR A MI HERMANO?
Pedro, plantea la pregunta a Jesús: "Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?". Es un número simbólico y la pregunta de Pedro es equivalente a saber si tiene que perdonar siempre.
¿Por qué poner límites?, la caridad, el amor no tiene limites, siete es un número indefinido, Jesús le respondió: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”, esto es, un rechazo de plano a la limitación agregándole un número simbólico aún más indefinido.
3.SEAN MUTUAMENTE BUENOS Y COMPASIVOS, PERDONÁNDOSE
Pablo nos recuerda: “Sean mutuamente buenos y compasivos, perdonándose los unos a los otros, como Dios los perdonó en Cristo” (Ef 4,32). Esto es, los cristianos debemos perdonarnos siempre, no algunas veces. Pero además Pablo nos dice: Sean mutuamente buenos, invitándonos a tener actitud de buenos, humanos, caritativos, exentos de rencor y le agrega compasivos, es decir piadosos y misericordiosos, porque cuando pecamos u ofendemos y nos arrepentimos, nuestro corazón se colma de paz cuando encontramos comprensión, del mismo modo, si vemos a alguien arrepentido y que por ello sufre, lo natural es que nazca en nosotros sentimientos de pena y lástima por la desgracia o por el sufrimiento de nuestro hermano. Ese es el corazón que el Señor necesita para ser buenos y compasivos. Es así como debemos perdonamos siempre y, como Dios nos perdona a nosotros.
4.ES INDISPENSABLE EL PERDÓN.
Es así, como para que la caridad siempre este viva y reine entre nosotros, es indispensable el perdón. ¿Pero de cualquier tipo de faltas?, ¿También las injurias? Jesús rechaza las limitaciones que quiso poner Pedro, para destacar aún más la necesidad de perdonar y sin límites, nos pide perdonar siempre de corazón. Lo mismo lo exige para el amor, cuando uno ama, ama de verdad, de todo corazón, sin límite y siempre. Así es nuestro Dios Padre con nosotros, así nos ha enseñado, y así debemos ser y actuar, pero no solo perdonar a nuestro prójimo de corazón, además rogar por él, desearle todo bien y hacer que llegue la paz, por sobre cualquier dificultad.
5."PÁGAME LO QUE ME DEBES".
Luego, para ilustrar mejor su enseñanza, Jesús no enseña una parábola muy hermosa, de aquel servidor que debía diez mil talentos y que se arroja a los pies de su rey diciéndole: "Dame un plazo y te pagaré todo". El rey se compadece y lo deja ir y le perdona la deuda, sin embargo al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: "Págame lo que me debes". El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: "Dame un plazo y te pagaré la deuda". Pero él no quiso y se comporta si ninguna misericordia, al contrario lo encarceló hasta que pagara lo que debía. A nosotros no llega al corazón esta parábola, porque nos damos cuenta de la falta de generosidad de aquel que había recibido la benevolencia y la comprensión y luego el se la niega a un hermano.
6.LO ENTREGÓ EN MANOS DE LOS VERDUGOS HASTA QUE PAGARA TODO LO QUE DEBÍA.
Es así como luego al enterarse el rey lo mandó llamar y le dijo: "¡Miserable!" e indignado, lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía. Esa es la gran diferencia que quiere destacar Jesús y nos pone en contrastes la generosidad de Dios, que nos perdona grandes deudas, contra la mezquindad de los hombres, el cual muchas veces ni siquiera quiere perdonar pequeñísimas cosas. Y no deja de se cierto la gran diferencia de nuestros pecados contra Dios y la de algunos contra nosotros que comete nuestro prójimo o nosotros contra ellos, por eso Jesús destaca que el servidor debía diez mil y a el tan solo cien.
7.DIOS NO NOS PERDONARÁ, SI NOSOTROS NO PERDONAMOS
Pero debemos tener muy en cuenta, que al final de este Evangelio, Jesús nos dice “Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos". Esta deducción es muy clara, Dios no nos perdonará, si nosotros no perdonamos. ¿Es justo esto?, lo que no es justo es que nosotros pidamos perdón, Dios nos conceda misericordia (Perdona nuestras deudas…), y nosotros no seamos capaces de perdonar (...asi como nosotros perdonamos a los que nos ofenden)
Con la venida de Jesús, el perdón se vuelve inmediatamente perceptible. Para el evangelista Mateo, toda la obra de Jesús está caracterizada por la remisión de los pecados: así en la curación del paralítico (9,2-7), así con su sangre, «que se derrama por todos para el perdón de los pecados» (26,28). Jesús intercede en la cruz por los que le están crucificando: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34).
El perdón de Dios, otorgado con generosidad y misericordia, se vuelve normativo para las relaciones entre los discípulos: «¿No debías haber tenido compasión de tu compañero, como yo la tuve de ti?». La experiencia de haber sido perdonados por Dios debe llevarnos al perdón de los hermanos. Nuestra relación con el otro debe reflejar la de Dios con nosotros; lo que él ha hecho por nosotros es el paradigma de lo que nosotros debemos hacer a los otros. Hay, en la enseñanza de Jesús, algunos «como» sobre los que no reflexionamos bastante. Cuando Jesús nos enseña el amor al prójimo, establece unos cuanto «como» que forman una progresión que no admite excusas: «Ama a tu prójimo como a ti mismo» (Mt 22,39; Gal 5,14), «como yo os he amado» (Jn 15,12), «como yo amo al Padre» (Jn 14,31)... En el Padre nuestro nos hace decir Jesús: «Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden». Con este «como» no nos enseña Jesús que el precio para ser perdonados por Dios sea perdonar a nuestros hermanos. Ni nos enseña que lo único que debemos hacer para ser perdonados por él es perdonar; ni tampoco que si nosotros perdonamos imponemos al Dios omnipotente la obligación de perdonamos. El perdón de Dios no es simplemente el eco de nuestro espíritu de perdón. Es más bien lo contrario: el pensamiento de la grandeza del perdón de Dios debería amonestamos y ablandar nuestro corazón hasta el punto de hacernos desear también a nosotros perdonar a los otros.
ORACION
Padre, míranos en tu inmensa bondad, mira a estos siervos de la parábola que deben una suma enorme a su patrón y ven perdonada toda su deuda. Pero, apenas recibido este favor, cogemos por la garganta a los que no nos deben casi nada para ordenarles que nos devuelvan todo y de inmediato.
Padre, nos olvidamos enseguida de que tú nos has perdonado todo. Somos deudores con memoria corta, que nos convertimos en un instante en acreedores despiadados, que exigen ser pagados hasta el último céntimo. Guárdanos, Padre, de semejante arrogancia y de un olvido como éste, porque tú nos has perdonado. Amén (G. Danneels, Padre nostro que seineicieli, Milán 1992).
1.“¿ES LÍCITO AL HOMBRE DIVORCIARSE DE SU MUJER POR CUALQUIER MOTIVO?”
Los fariseos, que se caracterizaban por su rigor y austeridad en el cumplimiento de la letra de la ley y en la atención a los aspectos externos de los preceptos religiosos se acercaron a Jesús para ponerlo a prueba, entonces le preguntaron:"¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo?".
La escena surge presentada a Jesús por un grupo de fariseos. Sus intenciones eran, ya muy de antes, manifiestamente hostiles contra El. Y esto mismo se declara aquí, quería ponerlo a prueba. Le van a presentar, con el fin de enemistarle, una cuestión que era entonces muy debatida.
2.“DARLE LIBELO DE REPUDIO,”
En la Ley se leía lo siguiente: “Si un hombre toma una mujer y es su marido, y ésta luego no le agrada, porque ha notado en ella algo indecoroso le escribirá el libelo de repudio. Una vez que salió de la casa de él, podrá ella ser mujer de otro hombre” (Dt 24:1-2).
Este texto de la Ley era sumamente discutido en las escuelas de interpretación judía. Para algunos bastaba cualquier motivo, incluso el más intrascendente o caprichoso, como el no haberle preparado bien la comida. El mismo hecho de encontrar otra mujer más hermosa, era a veces motivo de divorcio, se decía “que se podía divorciar” incluso si halló una mujer más hermosa, pues en el Deuteronomio se dice: “Si ella no encuentra gracia a sus ojos” sin restricción alguna. Josefo repudia a su mujer, madre ya de tres hijos, porque no le agradaban sus costumbres. Acaso estos fariseos, reflejando este ambiente y buscando tentarle, le presentan la cuestión de si es “lícito repudiar — verdadero divorcio — a la mujer (Mc) por cualquier causa.” Literalmente, “darle libelo de repudio,” el llamado “escrito de divorcio”
3.DE MANERA QUE YA NO SON DOS, SINO UNA SOLA CARNE”
Cuando hablamos de algo lícito, es porque esta permitido por la ley, pero aquí esta pregunta la orientación es, si es justo desde el punto de vista de la razón o de la moral, la pregunta es hecha de manera que no se refiera al divorcio simplemente, sino al divorcio “por cualquier causa”, queriendo obligar a Jesús a que opine sobre la disputa entre si permitía el divorcio literalmente por cualquier razón o causa, o sólo por causa de adulterio.
Pero Jesús los desconcierta exponiendo una vía distinta, que era la de la revelación primitiva. En el Génesis se expone claramente la creación de los dos sexos y la unión inseparable de ellos. “De manera que ya no son dos, sino una sola carne” en el sentido de una persona; “y una sola carne” no se puede dividir sin matarla. Y Así es como Jesús afirma categóricamente sobre lo indisoluble del vínculo matrimonial, revalidando la dignidad del matrimonio, rechazando la teoría del repudio, y restaura el derecho en su sentido original, sin dejar de recordar que Moisés les permitió divorciarse de su mujer, debido a la dureza del corazón, pero al principio no era así.
4.“LO QUE DIOS UNIÓ, NO LO SEPARE EL HOMBRE.”
De este modo, Jesús pronuncia una sentencia definitiva, restituyendo el matrimonio a su indisolubilidad primitiva: “Lo que Dios unió, no lo separe el hombre.” La palabra de Jesús situó la verdad de las cosas. Moisés, en efecto, “permitió” el repudio, no lo “mandó.” Pero “en un principio no sucedía así.” El matrimonio, aludiendo al Génesis, se enseña que es de institución divina. El matrimonio en su institución creadora, por su naturaleza, era indisoluble. Y si Moisés hizo esto, sólo lo permitió, fue una concesión que se autorizó, como una dispensa temporal, a causa de la dureza del corazón y del carácter duro. Pero aquel paréntesis de concesión ya terminó.
El amor que nos prometemos al casarnos, es un amor para siempre, de lo contrario no estaríamos siendo honestos y sinceros, por tanto el amor tampoco seria verdadero. Como humanos, por lo general somos inconstantes, y tenemos facilidad para el cambio, en especial con el carácter de persona, y esta forma de ser voluble, es una amenaza para la permanencia del amor. Entonces la intervención de Dios en nuestra unión como esposos, es garantía de indisolubilidad de este sacramento. Esta es una obra de la creación, es obra de Dios, en la que los hombres no podemos intervenir.
5.EL QUE SE DIVORCIA DE SU MUJER, A NO SER EN CASO DE UNIÓN ILEGAL, Y SE CASA CON OTRA, COMETE ADULTERIO".
Sin embargo, muchas veces concientes que la unidad y la indisolubilidad del matrimonio son dos cualidades establecidas por Dios, se le exige intervención a la Iglesia e incluso se le hace ver que es demasiado terca, firme, perseverante o excesivamente tenaz en este propósito, pero con lo que nos dice Jesús, significa que ni la misma Iglesia puede intervenir, por tanto, lo que debemos comprender que lo que esta haciendo es ser fiel a lo mandado por Dios.
Jesús quiere devolver a la ley divina, su primitivo vigor, y dice:”Por lo tanto, yo les digo: El que se divorcia de su mujer, a no ser en caso de unión ilegal, y se casa con otra, comete adulterio". Sus discípulos le dijeron: "Si ésta es la situación del hombre con respecto a su mujer, no conviene casarse". La respuesta de Jesús al tema de la indisolubilidad del matrimonio fue tan tajante, que causó verdadera sorpresa en los discípulos.
6.MUCHAS VECES EL MATRIMONIO NO ES ALGO FÁCIL
Es cierto que muchas veces el matrimonio no es algo fácil, en otras palabras tiene su cruz y en ocasiones muy pesada, más aún si se mira como algo del cuerpo y de sus instintos, o relacionado con ellos, esto es carnal, pero si al contrario, si lo miramos con algo más de espíritu, y tomamos conciencia de que es un gran sacramento, descubriremos la riqueza del matrimonio.
Jesús respondió no sólo reafirmando implícitamente cuanto había dicho, sino presentando la excelencia de algo más grande y más difícil: la virginidad. De este modo, Jesús no aprobó la conclusión de “No conviene casarse”, y alaba la castidad consagrada, exponiendo metafóricamente la dignidad y excelencia de la continencia voluntaria: la virginidad.
7."NO TODOS ENTIENDEN ESTE LENGUAJE”
Entonces responde:"No todos entienden este lenguaje, sino sólo aquellos a quienes se les ha concedido, es decir es un privilegio de aquellos “a quienes ha sido dado, es por don de Dios.
En efecto, algunos no se casan, porque nacieron impotentes del seno de su madre; otros, porque fueron castrados por los hombres; y hay otros que decidieron no casarse a causa del Reino de los Cielos. ¡El que pueda entender, que entienda!".
Esta es una invitación a la continencia perpetua a los que quieran consagrase exclusivamente al Reino de Dios, pero este ideal no es válido para todos, sino para aquellos a los Dios llama a tal estado y que tienen una firme voluntad de guardarla. Entonces nosotros tenemos que saber cual es el estado de vida que Dios nos ha señalado en el puesto que hemos de servir, sea este el camino del matrimonio cristianos, o la soltería o la virginidad consagrada.
Dios tiene un proyecto respecto al hombre y la mujer, el proyecto del matrimonio: «¿No habéis leído que el Creador, desde el principio... ?». «De manera que ya no son dos, sino uno sólo. Por tanto, lo que Dios ha unido...». No nos unimos en matrimonio por instinto, por una elección personal, sino obedeciendo a la voluntad de Dios. No somos nosotros quienes escogemos, quienes nos unimos, sino que es él quien escoge, nos llama, nos une; nosotros respondemos libremente a su llamada de amor. Es difícil explicar cómo sucede esto; Dios se sirve de muchos factores o causas: los del cuerpo, los de las pulsiones interiores, los de los acontecimientos cotidianos...
Así las cosas, tanto el matrimonio como el celibato han de ser comprendidos como realidades cristianas, y tanto el uno como el otro sólo pueden ser comprendidos por aquellos a quienes se les ha concedido. Es difícil comprender el celibato: «No todos pueden comprender esto, sino sólo aquellos a quienes Dios se lo concede... Quien pueda comprender que lo haga». Los discípulos no «comprenden» las palabras de Jesús sobre el matrimonio tal como él lo propone; ante la revelación de su proyecto -que es el proyecto original de Dios-, dicen: «Si tal es la situación del hombre con respecto a su mujer, no tiene cuenta casarse». En consecuencia, el matrimonio -y no sólo el celibato- es algo que hemos de «comprender», fruto de una búsqueda, de un abandono a la acción misteriosa del amor del Padre y del Hijo.
El hombre y la mujer, para llevar a cabo su vocación, deben «dejar» («Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre»: Gn 2,24), deben realizar un éxodo. Dejan su «soledad», tierra de su esclavitud («No es bueno que el hombre esté solo»: Gn 2,18). Y al final de su camino encuentran a aquel o aquella que Dios les ha dispuesto como «ayuda adecuada» (Gn 2,18), hecha para él. Ambos viven el misterio de la pascua y pasan de este mundo al Padre, entran en el amor trinitario. Ambos «dejan» y, de extraños como eran, de «solos» como estaban, son conducidos a formar una intimidad más grande que cualquier otro vínculo: «Se une a su mujer, y los dos se hacen uno solo» (Gn 2,24). La unidad, la indisolubilidad, la fidelidad que sustancia esta unión, no son «ley», sino «Evangelio» de Jesús. Este parte del matrimonio y llega al celibato. En este punto parece necesario intuir que Jesús quiere afirmar dos cosas. En primer lugar, que el matrimonio, como toda realidad, está al servicio del Reino. El Reino está tan por encima de todo, debe ser hasta tal punto la única preocupación, que para ponerse a su servicio es justo no sólo construir un matrimonio indisoluble, sino también abrazar el celibato.
ORACION
Resultó difícil entonces, Señor, comprender lo que significaba casarse o vivir célibe; lo fue para aquellos que estaban familiarizados con la sagrada Escritura y para tus mismos discípulos; lo es para nosotros, que vivimos entre mil propuestas, bombardeados por tantos proyectos, apremiados por tantos expertos que pretenden tener la última palabra. Ahora, por fin, nos queda clara una cosa: todo está bajo el signo de tu gracia, tenemos necesidad de tu Espíritu.
Envíalo sobre nuestras soledades y nuestros aislamientos, sobre nuestras clausuras y nuestros arraigos, sobre nuestros egoísmos. Envíalo como Espíritu de unidad y de fidelidad para que el yo se abra al tú, y cada uno se encuentre con el otro hasta hospedarse y recrearse recíprocamente en el amor. Envíalo a nuestras confusiones y oscuridades, a nuestro andar a tientas y a nuestro errar. Envíalo como Espíritu de luz para que introduzca la claridad en nuestros corazones y en nuestros sentimientos, en nuestras mentes y en nuestras fantasías, en nuestros pequeños y en nuestros grandes proyectos. Envíalo sobre nuestras perezas y sobre nuestras debilidades, sobre nuestros titubeos y sobre nuestros cambios de opinión. Envíalo como Espíritu de fortaleza que nos invita a partir, a arriesgar, a fiarnos los unos de los otros, a creer firmemente que tú eres el único que puede llevar a puerto un proyecto que es tuyo antes de ser nuestro.
“No les impidan a los niños que se acerquen a mí, porque de los que son como ellos es el Reino de los cielos”
Mt 19, 13-15
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brantocds
Esta es la segunda vez que aparece Jesús con los niños en los Evangelios, en esta ocasión se los presentan. El motivo por que se los presentan es para que “les impusiese las manos y orase por ellos.” Era costumbre hacer bendecir a los niños por jefes de las sinagogas. Se pensaba que por la vinculación, como jerarcas, con Moisés, a su oración e imposición de manos, habían de recibir la bendición de Dios (Dt 34:9). Pero no sólo en estos casos, sino que también era costumbre que los hijos y los discípulos se presentasen a sus padres y a sus maestros para hacerse bendecir por ellos. En estos casos, la fórmula de bendición era improvisada. Todo esto prueba el concepto de grandeza moral y prodigiosa en que las gentes tenían a Jesús. Veían en su oración sobre ellos y en su imposición de las manos, la facultad de realizar milagros o actos extraordinarios.
Fácilmente podríamos imaginarnos la escena de esos momentos, talvez alguna cierta aglomeración de las mamas con sus hijos, intentando tener la preferencia de presentación de sus niños. Según se entiende en el Evangelio, esto incomodó a los apóstoles. Tanto, que ellos regañaron a las gentes. Lo que sucedía era que en ese momento Jesús estaba enseñando, y los apóstoles no miraron con buenos ojos este proceder de los padres y los niños, entonces ellos reprendieron a los muchachos, quizás pensaron que molestarían al Maestro.
Pero esta actitud de los apóstoles molesto a Jesús (Mc), quien les dijo que no les impidiesen acercarse a él, porque de los que son como ellos es el Reino de los Cielos. Frente a la actitud de los fariseos y de otros, Jesús señala la actitud de los niños para ingresar en el reino.
Frente a los fariseos, que se creían con derecho y exigencia del reino, Jesús señala de quiénes es: de los niños. Considerados en aquel tiempo, como sin valor, reciben el reino sin exigencia: como puro don gratuito del Padre.
Mateo y Marcos, dicen que Jesús les “impuso” las manos; sin embargo Lucas lo omite. Pero Marcos, lo describe minuciosamente: abrazándolos, los bendecía. El gesto de la “imposición” de manos, era muy frecuente en Jesús, incluso en sus milagros.
Así fue, como la gente trajo sus hijos para que Jesús les impusiera las manos. Nosotros no hemos visto a Jesús, no estuvimos junto a El, pero nos imaginamos que debe haber tenido un atractivo cautivante, encantador, maravilloso, muchos los seguían, querían tocarle, auque sean los flecos de su manto, su afabilidad y cordialidad, asombraban, y veían en El, facultad de realizar milagros o actos sorprendentes. Con esta forma de ser de Jesús, los niños deben haber actuado como son hasta hoy, donde ellos ven cariño, donde sienten paz, se acercan con mucha confianza.
Con esta lección de Jesús, cuando veamos a los niños acercarse al presbiterio, dejémoslo, esa confianza que a ellos les inquieta se les confirma en el corazón, la presencia de Cristo en el altar, allí está su cuerpo y sangre en cada eucaristía, aún más invitemos a los niños al sagrario, digámosle que es el tabernáculo, enseñemos a nuestros muchachos a orar, a hacer sus plegarias frente al santísimo, acostumbremos a nuestros niños a ofrecer sus oraciones por ellos y por sus familia al Señor Sacramentado, es justo eso lo que Jesús no esta pidiendo, "Dejen a los niños, y no les impidan que vengan a mí, porque el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos".
Jesús no solo quiere demostrarnos su gran amor por nuestros niños, en los Evangelios la sencillez de corazón es reclamada con insistencia, la limpieza y la humildad e espíritu es un requisito indispensable para llegar al Reino de los Cielos y Jesús quiere que todos lleguemos, por esa razón nos invita a ser como niños, por que en ellos las virtudes no están contaminadas, siempre esta presente la docilidad, y la buena disposición.
Cuando un niño asiste a una catequesis, oye, presta atención, pregunta y lleva a su corazón lo aprendido y lo hace con sencillez, es así, como Jesús ve en los niños el prototipo de sus discípulos, igual como los niños abren sus corazón, sin contradicciones al espíritu, sin juzgar el plan Salvador de Dios, así quiere nuestra disposición a oír los Evangelios.
Fomentemos en nosotros y nuestros niños las virtudes de los infantes, inocencia, sencillez de corazón, sinceridad, credibilidad, docilidad y buena disposición, especialmente para descubrir en los Evangelios el camino para participar en la pertenencia del Reino de los Cielos.
SERÁ VERDADERO DISCÍPULO Y APÓSTOL QUIEN SE HAGA NIÑO.
Los niños fueron «presentados» a Jesús «para que les impusiera las manos y orase». Fueron «presentados» tal vez porque eran verdaderamente pequeños y no sabían caminar todavía solos. Esa es la situación de todo hombre que busca la bendición de Dios y es incapaz de ir a él. Tenemos necesidad de «madres» que nos presenten a Jesús, que no tengan miedo a este Maestro. También tenemos necesidad de dejarnos presentar a Jesús, cosa que sólo es posible si tenemos el espíritu de los niños; si queremos hacerlo solos, tal vez no lleguemos.
Algunos querían impedírselo: llegamos a Dios, a conocerlo y a amarlo de verdad, sólo cuando nos encontramos en la madurez, cuando somos capaces de realizar gestos de adulto. Durante mucho tiempo se ha pensado -y todavía se piensa- que los niños no pueden ser santos. Jesús nos dice que precisamente «de los que son como ellos es el Reino de los Cielos». Nos vienen a la mente todos aquellos que fueron presentados a Jesús para que los curara: el paralítico, el ciego... Quizás nuestra única decisión, la única que tendrá éxito, es la de «dejarnos presentar». ¿Quién nos presentará? En el rostro de esas madres entrevemos al Espíritu del amor.
Podemos realizar aún una ulterior reflexión. Con el gesto de la imposición de las manos acompañado de la oración es posible que Jesús quiera darnos a entender que pretende confiar a los niños un poder, una misión en relación con el Reino: los niños no sólo forman parte del Reino, sino que tienen asimismo el poder de hacer entrar en él. Será verdadero discípulo y apóstol quien se haga niño.
ORACION
Estamos un poco confusos y nos cuesta todavía comprender. Ni siquiera percibimos que sea justo y nos cuesta tener que creer que tu Reino es de los niños, de aquellos que no hacen nada para tenerlo, de los que nada prometen o juran, de los que no piensan tener que darte nada: sólo muestran su disponibilidad para acogerlo, sólo gozan con recibirlo.
Quisiéramos estar entre «ésos» de quienes tú aseguras que forman parte ya de tu Reino. Danos el Espíritu del niño que tiene una confianza absoluta en el amor de quien lo acoge, de quien no quiere estar nunca solo, de quien goza con la posibilidad de referirse a alguien, de quien goza y se maravilla con todo don.