Sálvanos, Señor y Dios nuestro, congréganos de entre todas las naciones, para celebrar tu santo nombre y alegrarnos en tu alabanza.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, concédenos honrarte con todo el corazón y amar a todos con amor verdadero. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Heb 12, 1-4
Lectura de la carta a los Hebreos.
Hermanos: Ya que estamos rodeados de una verdadera nube de testigos, despojémonos de todo lo que nos estorba, en especial del pecado, que siempre nos asedia, y corramos resueltamente al combate que se nos presenta. Fijemos la mirada en el iniciador y consumador de nuestra fe, en Jesús, el cual, en lugar del gozo que se le ofrecía, soportó la cruz sin tener en cuenta la infamia, y ahora «está sentado a la derecha» del trono de Dios, piensen en Aquél que sufrió semejante hostilidad por parte de los pecadores, y así no se dejarán abatir por el desaliento. Después de todo, en la lucha contra el pecado, ustedes no han resistido todavía hasta derramar su sangre.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Dice el Beato Santiago Alberione: “Salido de las manos de Dios para glorificarlo en la eternidad, el hombre debe hacer un viaje de prueba que se llama vida”. Ciertamente la vida, y con mayor razón, la vida cristiana es un “viaje de prueba” permanente. Nadie puede quedarse sin hacerlo, despojándose de todo peso inútil. En las gradas del estadio los antepasados se han ubicado para animar a sus descendientes. En cuanto a los atletas, su mirada está puesta en un modelo: Cristo Jesús, cuya cruz les advierte que es arduo el obstáculo que deben superar y que se llama pecado o iniquidad. Lo que para los hebreos era amenaza es para nosotros cansancio o indiferencia. El fuego de unos ideales puede reducirse a ceniza inconsistente sin posibilidad de luz ni de calor.
SALMO Sal 21, 26-28. 30. 31-32
R. ¡Los que te buscan te alabarán, Señor!
Cumpliré mis votos delante de los fieles: los pobres comerán hasta saciarse y los que buscan al Señor lo alabarán. ¡Que sus corazones vivan para siempre! R.
Todos los confines de la tierra se acordarán y volverán al Señor; todas las familias de los pueblos se postrarán en su presencia. R.
Todos los que duermen en el sepulcro se postrarán en su presencia; todos los que bajaron a la tierra doblarán la rodilla ante Él. R.
Hablarán del Señor a la generación futura, anunciarán su justicia a los que nacerán después, porque ésta es la obra del Señor. R.
ALELUYA Mt 8, 17
Aleluya. Cristo tomó nuestras debilidades y cargó sobre sí nuestras enfermedades. Aleluya.
EVANGELIO Mc 5, 21-43
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Cuando Jesús regresó en la barca a la otra orilla, una gran multitud se reunió a su alrededor, y él se quedó junto al mar.
Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verlo, se arrojó a sus pies, rogándole con insistencia: «Mi hijita se está muriendo; ven a imponerle las manos, para que se sane y viva». Jesús fue con él y lo seguía una gran multitud que lo apretaba por todos lados. Se encontraba allí una mujer que desde hacía doce años padecía de hemorragias.
Había sufrido mucho en manos de numerosos médicos y gastado todos sus bienes sin resultado; al contrario, cada vez estaba peor. Como había oído hablar de Jesús, se le acercó por detrás, entre la multitud, y tocó su manto, porque pensaba: «Con sólo tocar su manto quedaré sanada». Inmediatamente cesó la hemorragia, y ella sintió en su cuerpo que estaba sanada de su mal.
Jesús se dio cuenta en seguida de la fuerza que había salido de él, se dio vuelta y, dirigiéndose a la multitud, preguntó: «¿Quién tocó mi manto?». Sus discípulos le dijeron: «¿Ves que la gente te aprieta por todas partes y preguntas quién te ha tocado?». Pero él seguía mirando a su alrededor, para ver quién había sido. Entonces la mujer, muy asustada y temblando, porque sabía bien lo que le había ocurrido, fue a arrojarse a sus pies y le confesó toda la verdad.
Jesús le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda sanada de tu enfermedad ». Todavía estaba hablando, cuando llegaron unas personas de la casa del jefe de la sinagoga y le dijeron: «Tu hija ya murió; ¿para qué vas a seguir molestando al Maestro?». Pero Jesús, sin tener en cuenta esas palabras, dijo al jefe de la sinagoga: «No temas, basta que creas». Y sin permitir que nadie lo acompañara, excepto Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago, fue a casa del jefe de la sinagoga. Allí vio un gran alboroto, y gente que lloraba y gritaba. Al entrar, les dijo: «¿Por qué se alborotan y lloran? La niña no está muerta, sino que duerme». Y se burlaban de él. Pero Jesús hizo salir a todos, y tomando consigo al padre y a la madre de la niña, y a los que venían con él, entró donde ella estaba. La tomó de la mano y le dijo: «Talitá kum», que significa: «¡Niña, yo te lo ordeno, levántate!». En seguida la niña, que ya tenía doce años, se levantó y comenzó a caminar. Ellos, entonces, se llenaron de asombro, y él les mandó insistentemente que nadie se enterara de lo sucedido. Después dijo que dieran de comer a la niña.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Marcos nos enfrenta hoy con dos situaciones límites: una mujer desahuciada y un padre que lucha por la vida de su hija que agoniza y cuya muerte se le anuncia mientras habla con el Maestro. ¿Resignarse y darlo todo por perdido cuando se han agotado los medios humanos? Donde la limitación humana acaba puede empezar el poder de Dios. El Maestro interviene con su poder donde los medios humanos se han agotado. La mujer es sanada y la niña muerta vuelve a la vida. Jesús entra en una humanidad desesperada por las incómodas situaciones de incertidumbre o de fracaso, enfrentadas por los hombres. El Maestro se rebela contra estas situaciones, pero, al mismo tiempo, las asume.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Presentamos ante tu altar, Señor, los dones de nuestra entrega; te rogamos que los aceptes con bondad y los conviertas en el sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 30, 17-18
Que brille tu rostro sobre tu servidor, sálvame por tu misericordia. Señor, que no me avergüence de haberte invocado.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el don de nuestra redención, te pedimos, Padre, que con este auxilio de salvación eterna, se acreciente siempre en nosotros la verdadera fe. Por Jesucristo nuestro Señor.
A los cuarenta días del nacimiento, Jesús es presentado en el templo. El texto evangélico subraya que ello sucede para cumplir la Ley de Moisés, que es asimismo la Ley del Señor. Es un detalle que manifiesta el realismo de la encarnación del Hijo de Dios: hecho hombre, se hace en todo igual a nosotros menos en el pecado, y actúa como uno de tantos, como un hombre cualquiera, sometiéndose a las más mínimas prescripciones de la Ley. Profunda obediencia y humildad del Hijo de Dios.
La presentación significa también que Dios nos presenta a su Hijo, como lo reflejan las palabras de Simeón: «Mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos». Dios Padre nos manifiesta y da a conocer a su Hijo. Y nosotros, por la eficacia y la gracia de la liturgia, podemos conocer y tener experiencia de Cristo. La experiencia de ver, oír y tocar a Cristo (1 Jn 1,1) no es exclusiva de los apóstoles. También a nosotros se nos concede hoy. Dios Padre nos presenta a su Hijo para que también nuestros ojos vean al Salvador. La única condición es que salgamos decididos al encuentro de Cristo.
María ofrece a su Hijo a Dios para significar que pertenece. Todo primogénito es ofrecido a Dios porque la vida es de Dios y viene de Él. Pero Jesús es el Primogénito de toda criatura y pertenece a Dios más que nadie. Desde el principio de su vida humana, Cristo se manifiesta con-sagrado, dedicado al Señor, y toda su existencia testimoniará de mil maneras –viviendo para el Padre, agradándole en todo, dedicándose a sus cosas...– esa total pertenencia al Padre. (FGD)
BENDICIÓN Y PROCESIÓN DE LOS CIRIOS
PRIMERA FORMA: PROCESIÓN
1. A una hora conveniente el pueblo se reúne en una iglesia menor o en un lugar adecuado, fuera de la iglesia hacia la cual se dirigirá la procesión. Los fieles llevan en las manos cirios sin encender.
2. El sacerdote, revestido con ornamentos blancos como para la Misa, se acerca con los ministros. En lugar de la casulla, el sacerdote puede usar la capa pluvial que se quitará una vez concluida la procesión.
3. Mientras se encienden los cirios se canta la antífona:
Nuestro Señor vendrá con poder, e iluminará los ojos de sus servidores. Aleluya.
U otro canto apropiado.
4. El sacerdote saluda a los fieles en la forma acostumbrada; luego, con estas u otras palabras semejantes, hace una breve monición invitando a los fieles a participar activa y conscientemente en la celebración de esta fiesta:
Queridos hermanos, hace cuarenta días celebramos con alegría la fiesta del Nacimiento del Señor. Hoy conmemoramos el día feliz en que Jesús fue presentado en el templo, cumpliendo así, externamente, la Ley de Moisés; pero en realidad para salir al encuentro de su pueblo creyente. Los santos ancianos Simeón y Ana fueron al templo impulsados por el Espíritu Santo, e iluminados por este mismo Espíritu reconocieron al Señor y lo proclamaron con gozo. Del mismo modo nosotros, congregados por el Espíritu Santo, vayamos también a la casa de Dios, al encuentro de Cristo. Lo hallaremos y lo reconoceremos en la fracción del pan, hasta que él vuelva revestido de gloria.
5. Después de la exhortación, el sacerdote bendice los cirios y dice, con las manos juntas:
OREMOS:
Señor, fuente y origen de toda luz que hoy mostraste al justo Simeón a Cristo, la Luz para iluminar a las naciones; humildemente te suplicamos que santifiques con tu † bendición estos cirios y escuches los deseos de tu pueblo que se dispone a llevarlos para alabanza de tu nombre, a fin de que, por la práctica de las virtudes, pueda llegar un día a la luz inextinguible.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
O bien:
Señor, luz verdadera, que creas y difundes la luz eterna, derrama la claridad de tu luz imperecedera en los corazones de tus fieles, para que quienes en tu santo templo somos iluminados por el esplendor de estos cirios, podamos llegar felizmente a la luz de tu gloria. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Y rocía los cirios con agua bendita, sin decir nada.
6. Luego el sacerdote toma el cirio preparado para él, y da comienzo a la procesión aclamando: Marchemos en paz al encuentro del Señor.
7. Durante la procesión, se canta la antífona siguiente con su cántico, u otro canto apropiado: Ant.: Luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido.
Ant.: Luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
Porque mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos.
Ant.: Luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
8. Al entrar la procesión en la iglesia, se canta la Antífona de entrada de la Misa. Al llegar al altar, el sacerdote hace la debida reverencia y, según las circunstancias, lo inciensa. Luego se dirige a la sede –donde se quitará la capa pluvial si la ha usado para la procesión, y reviste la casulla – y, una vez cantado el himno Gloria, dice la oración colecta como de costumbre. La Misa continúa en la forma acostumbrada.
SEGUNDA FORMA: ENTRADA SOLEMNE
9. Los fieles se congregan en la iglesia y tienen los cirios en las manos. El sacerdote, revestido con ornamentos blancos, se dirige a un lugar apropiado con los ministros y parte de los fieles: delante de la puerta o en la misma iglesia, donde al menos la mayor parte de los fieles pueda participar cómodamente del rito.
10. Cuando el sacerdote llega al lugar establecido para la bendición de los cirios, éstos se encienden mientras se canta la antífona «Luz para iluminar a las naciones», u otro canto apropiado.
11. El sacerdote, después del saludo y la exhortación bendice los cirios como se indica en los nn. 4-5; y se hace la procesión hacia el altar, mientras se canta (nn. 6-7). Para la Misa se observa todo lo que se indica en el n. 8.
MISA
ANTÍFONA DE ENTRADA Cr. Sal 47,10-11
En tu Sano templo, Señor, evocamos tu misericordia; la gloria de tu nombre llega hasta los confines de la tierra. Tu derecha está llena de justicia.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, te pedimos humildemente que así como tu Hijo unigénito, hecho hombre, fue presentado hoy en el templo, también nosotros podamos presentarnos a ti con un corazón puro. Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Se dice Gloria
PRIMERA LECTURA Mal 3, 1-4
Lectura de la profecía de Malaquías.
Así habla el Señor Dios: Yo envío a mi mensajero, para que prepare el camino delante de mí. Y en seguida entrará en su Templo el Señor que ustedes buscan; y el Ángel de la alianza que ustedes desean ya viene, dice el Señor de los ejércitos.
¿Quién podrá soportar el Día de su venida? ¿Quién permanecerá de pie cuando aparezca? Porque él es como el fuego del fundidor y como la lejía de los lavanderos. Él se sentará para fundir y purificar: purificará a los hijos de Leví. Y los depurará como al oro y la plata; y ellos serán para el Señor los que presentan la ofrenda conforme a la justicia. La ofrenda de Judá y de Jerusalén será agradable al Señor, como en los tiempos pasados, como en los primeros años.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Como ningún personaje de su época merece despertar esperanza mesiánica alguna, Malaquías prefiere proyectarla sobre el mismo Yahvé. Pero la teocracia que prevé es de naturaleza cultual. Yahvé vendrá a su Templo y ello será ocasión de una renovación profunda de la casta sacerdotal. En la persona del Niño Jesús presentado en el Templo, es Dios quien viene con él para purificar el culto y salvar al pueblo.
SALMO Sal 23, 7-10
R. El Rey de la gloria es el Señor de los ejércitos.
¡Puertas, levanten sus dinteles, levántense, puertas eternas, para que entre el Rey de la gloria! R.
¿Y quién es ese Rey de la gloria? Es el Señor, el fuerte, el poderoso, el Señor poderoso en los combates. R.
¡Puertas, levanten sus dinteles, levántense, puertas eternas, para que entre el Rey de la gloria! R.
¿Y quién es ese Rey de la gloria? El Rey de la gloria es el Señor de los ejércitos. R.
SEGUNDA LECTURA Heb 2, 14-18
Lectura de la carta a los Hebreos.
Hermanos: Ya que los hijos tienen una misma sangre y una misma carne, Jesús también debía participar de esa condición, para reducir a la impotencia, mediante su muerte, a aquél que tenía el dominio de la muerte, es decir, al demonio, y liberar de este modo a todos los que vivían completamente esclavizados por el temor de la muerte. Porque él no vino para socorrer a los ángeles, sino a los descendientes de Abraham. En consecuencia, debió hacerse semejante en todo a sus hermanos, para llegar a ser un Sumo Sacerdote misericordioso y fiel en el servicio de Dios, a fin de expiar los pecados del pueblo. Y por haber experimentado personalmente la prueba y el sufrimiento, él puede ayudar a aquéllos que están sometidos a la prueba.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Es de consanguinidad de lo que habla el autor para expresar la relación entre Cristo y los hombres. Todos los hombres morimos.
La solidaridad del Hijo con los hombres exigía que también él muriera. Su muerte tenía como finalidad reducir a la impotencia al señor de la muerte y abrir a la humanidad las puertas de la vida. Pero, en razón de esta misma participación, hasta en la prueba del sufrimiento, Cristo ejerce su función sacerdotal de “sumo sacerdote misericordioso y fiel”, expiando por los pecados del pueblo. Sabemos desde ahora cuál es la naturaleza del culto agradable al Padre.
Este culto es el de la obediencia perfecta a Dios en la asunción integral de la condición humana. El templo será en adelante el cuerpo de Cristo.
ALELUYA Lc 2, 32
Aleluya. Luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel. Aleluya.
EVANGELIO Lc 2, 22-40
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación de ellos, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está escrito en la Ley: --Todo varón primogénito será consagrado al Señor--. También debían ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor. Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel.
El Espíritu Santo estaba en él y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor. Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las prescripciones de la Ley, Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo: --Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido, porque mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos: luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel--. Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de él. Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: -- Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos --. Había también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la familia de Aser, mujer ya entrada en años, que, casada en su juventud, había vivido siete años con su marido. Desde entonces había permanecido viuda, y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones. Se presentó en ese mismo momento y se puso a dar gracias a Dios. Y hablaba acerca del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de Nazaret, en Galilea. El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Jesús aparece en el Templo como la luz que ilumina a todas las naciones. Así lo canta Simeón. Lucas hace decir a Simeón que la “gloria” se ha manifestado, pero que ésta se llevará a cabo en el sufrimiento y la humillación. El Mesías traerá la división y la contradicción y, a causa de él, una espada traspasará el alma de María. En cuanto al testimonio de Ana viene a confirmar de propósito el de Simeón. La ley exigía, al menos, dos testigos para garantizar la autenticidad de un hecho, y Ana es idónea como testigo; con ella la esperanza de los “pobres de Yahvé” descubre su objeto en la persona de Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que te sean agradables estas ofrendas de tu Iglesia desbordante de alegría, tú que quisiste que tu Hijo único se ofreciera como Cordero inmaculado para la vida del mundo. Por Jesucristo nuestro Señor.
PREFACIO
EL MISTERIO DE LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR
V/. El Señor esté con ustedes.
R/. Y con tu espíritu.
V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.
Realmente es justo y necesario, esnuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque tu Hijo eterno, al ser presentado hoy en el templo, es proclamado por el Espíritu: --Luz de las naciones y gloria de Israel--. Por eso, nosotros llenos de alegría salimos al encuentro de nuestro Salvador y con los ángeles y los santos te alabamos, diciendo sin cesar:
Santo, santo, santo...
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Lc 2, 30-31
Mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre, por estos sacramentos recibidos, completa en nosotros la obra de tu gracia, y así como colmaste el anhelo de Simeón de contemplar al Mesías antes de morir, concédenos recibir la vida eterna saliendo al encuentro del Señor. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
Sálvanos, Señor y Dios nuestro, congréganos de entre todas las naciones, para celebrar tu santo nombre y alegrarnos en tu alabanza.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, concédenos honrarte con todo el corazón y amar a todos con amor verdadero. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Heb 12, 18-19. 21-24
Lectura de la carta a los Hebreos.
Hermanos: Ustedes no se han acercado a algo tangible: «fuego ardiente, oscuridad, tinieblas, tempestad, sonido de trompeta, y un estruendo tal de palabras », que aquéllos que lo escuchaban no quisieron que se les siguiera hablando. Este espectáculo era tan terrible, que Moisés exclamó: Estoy aterrado y tiemblo. Ustedes, en cambio, se han acercado a la montaña de Sión, a la Ciudad del Dios viviente, a la Jerusalén celestial, a una multitud de ángeles, a una fiesta solemne, a la asamblea de los primogénitos cuyos nombres están escritos en el cielo. Se han acercado a Dios, que es el Juez del universo, y a los espíritus de los justos que ya han llegado a la perfección, a Jesús, el mediador de la Nueva Alianza y a la sangre purificadora que habla más elocuentemente que la de Abel.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
¿Por qué querer volver al Sinaí donde se concluyó la primera Alianza? Allí era necesario mantenerse a distancia, tan grande era el terror que inspiraba esta montaña sagrada. Con Cristo, por el contrario, todas las alienaciones son superadas: unos hombres libres se encuentran para una “reunión de fiesta” en la “ciudad del Dios vivo”.
Hacia ella y tras los pasos del Mediador camina el pueblo de la nueva Alianza. Se necesita haber hecho la experiencia espiritual de la cercanía de Dios y de la liberación que ella procura para poder testimoniarla ante aquéllos para quienes Dios permanece tan lejano e inaccesible.
SALMO Sal 47, 2-4. 9-11
R. ¡El Señor es grande y digno de alabanza!
El Señor es grande y digno de alabanza, en la Ciudad de nuestro Dios. Su santa Montaña, la altura más hermosa, es la alegría de toda la tierra. R.
La Montaña de Sión, la Morada de Dios, es la Ciudad del gran Rey: el Señor se manifestó como un baluarte en medio de sus palacios. R.
Hemos visto lo que habíamos oído en la Ciudad de nuestro Dios, en la Ciudad del Señor de los ejércitos, que él afianzó para siempre. R.
Nosotros evocamos tu misericordia en medio de tu Templo, Señor. Tu alabanza, lo mismo que tu renombre, llega hasta los confines de la tierra. Tu derecha está llena de justicia. R.
ALELUYA Mc 1, 15
Aleluya. El Reino de Dios está cerca. Crean en la Buena Noticia. Aleluya.
EVANGELIO Mc 6, 7-13
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús llamó a los Doce y los envió de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros. Y les ordenó que no llevaran para el camino más que un bastón; ni pan, ni provisiones, ni dinero; que fueran calzados con sandalias y que no tuvieran dos túnicas. Les dijo: «Permanezcan en la casa donde les den alojamiento hasta el momento de partir. Si no los reciben en un lugar y la gente no los escucha, al salir de allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos». Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión; expulsaron a muchos demonios y sanaron a numerosos enfermos, ungiéndolos con óleo.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Inmediatamente antes de este episodio, vemos al Maestro rechazado por los suyos. Pero él irá, en compañía de sus enviados, a todos los hombres, quienes quiera que ellos sean, y especialmente a los más pobres y marginados. Por todas partes irán en busca de hospitalidad, mientras que ellos mismos serán completamente pobres.
Su misión será llamar a la conversión y realizar la misericordia con todos. Ellos no hablarán por cuenta propia porque “son enviados” y deben reflejar la voluntad y transmitir el mensaje de quien los envía. El enviado del Evangelio sólo va “en nombre del Señor”, como David frente a Goliat, y “no debe llevar nada” para que el contenido del mensaje hable por sí solo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Presentamos ante tu altar, Señor, los dones de nuestra entrega; te rogamos que los aceptes con bondad y los conviertas en el sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 30, 17-18
Que brille tu rostro sobre tu servidor, sálvame por tu misericordia. Señor, que no me avergüence de haberte invocado.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el don de nuestra redención, te pedimos, Padre, que con este auxilio de salvación eterna, se acreciente siempre en nosotros la verdadera fe. Por Jesucristo nuestro Señor.
Sálvanos, Señor y Dios nuestro, congréganos de entre todas las naciones, para celebrar tu santo nombre y alegrarnos en tu alabanza.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, concédenos honrarte con todo el corazón y amar a todos con amor verdadero. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Heb 13, 1-9a
Lectura de la carta a los Hebreos.
Hermanos: Perseveren en el amor fraternal. No se olviden de practicar la hospitalidad, ya que gracias a ella, algunos, sin saberlo, hospedaron a los ángeles. Acuérdense de los que están presos, como si ustedes lo estuvieran con ellos, y de los que son maltratados, como si ustedes estuvieran en su mismo cuerpo.
Respeten el matrimonio y no deshonren el lecho conyugal, porque Dios condenará a los lujuriosos y a los adúlteros. No se dejen llevar de la avaricia, y conténtense con lo que tienen, porque el mismo Dios ha dicho: «No te dejaré ni te abandonaré ». De manera que podemos decir con plena confianza: «El Señor es mi protector: no temeré. ¿Qué podrán hacerme los hombres?». Acuérdense de quienes los dirigían, porque ellos les anunciaron la Palabra de Dios: consideren cómo terminó su vida e imiten su fe. Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y lo será para siempre. No se dejen extraviar por cualquier clase de doctrinas extrañas.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Liberado de los sacrificios y del sacerdocio del Templo, el cristiano participa en una liturgia nueva en que los comportamientos éticos juegan el rol esencial. La carta se cierra con una lista de exhortaciones dirigidas al corazón como catalizador de la vida cristiana: caridad fraterna, amor conyugal, desinterés frente al dinero, veneración debida a los jefes de la comunidad. Pero, la cuestión fundamental es siempre el culto nuevo, realizado “en espíritu y en verdad”.
SALMO Sal 26, 1. 3. 5. 8b-9c
R. ¡El Señor es mi luz y mi salvación! El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida, ¿ante quién temblaré? R.
Aunque acampe contra mí un ejército, mi corazón no temerá; aunque estalleuna guerra contra mí, no perderé la confianza. R.
Él me cobijará en su Tienda de campaña en el momento del peligro; me ocultará al amparo de su Carpa y me afirmará sobre una roca. R.
Yo busco tu rostro, Señor, no lo a-partes de mí. No alejes con ira a tu servidor, tú, que eres mi ayuda. R.
ALELUYA Cfr. Lc 8, 15
Aleluya. Felices los que retienen la palabra de Dios con un corazón bien dispuesto y dan fruto gracias a su constancia. Aleluya.
EVANGELIO Mc 6, 14-29
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
El rey Herodes oyó hablar de Jesús, porque su fama se había extendido por todas partes. Algunos decían: «Juan el Bautista ha resucitado, y por eso se manifiestan en él poderes milagrosos». Otros afirmaban: «Es Elías». Y otros: «Es un profeta como los antiguos». Pero Herodes, al oír todo esto, decía: «Este hombre es Juan, a quien yo mandé decapitar y que ha resucitado». Herodes, en efecto, había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado. Porque Juan decía a Herodes: «No te es lícito tener a la mujer de tu hermano». Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo, pero no podía, porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía, quedaba perplejo, pero lo escuchaba con gusto. Un día se presentó la ocasión favorable. Herodes festejaba su cumpleaños, ofreciendo un banquete a sus dignatarios, a sus oficiales y a los notables de Galilea. Su hija, también llamada Herodías, salió a bailar, y agradó tanto a Herodes y a sus convidados, que el rey dijo a la joven: «Pídeme lo que quieras y te lo daré». Y le aseguró bajo juramento: «Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino». Ella fue a preguntar a su madre: «¿Qué debo pedirle?». «La cabeza de Juan el Bautista», respondió ésta. La joven volvió rápidamente adonde estaba el rey y le hizo este pedido: «Quiero que me traigas ahora mismo, sobre una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista». El rey se entristeció mucho, pero a causa de su juramento, y por los convidados, no quiso contrariarla. En seguida mandó a un guardia que trajera la cabeza de Juan. El guardia fue a la cárcel y le cortó la cabeza. Después la trajo sobre una bandeja, la entregó a la joven y ésta se la dio a su madre. Cuando los discípulos de Juan lo supieron, fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
A continuación de la misión de los Doce, se narra el martirio de Juan Bautista. El trágico destino del Precursor, deja prever el destino del Maestro. La suerte del Bautista está en manos de una bailarina, a quien el testigo de la verdad resulta una presencia incómoda. Juan muere así, pobre y oprimido, víctima del capricho y la arbitrariedad de los poderosos, víctima de la prioridad del instinto sobre el respeto a la dignidad humana y al mismo Dios. El inocente es ejecutado. Su delito fue anunciar la verdad y defender la justicia. Los que levantan la voz como el Bautista corren el riesgo de seguir su misma suerte. Desde entonces la historia no ha cambiado mucho. Pero, entre tanto, Cristo ha venido a desvelar el sentido de este sufrimiento.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Presentamos ante tu altar, Señor, los dones de nuestra entrega; te rogamos que los aceptes con bondad y los conviertas en el sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 30, 17-18
Que brille tu rostro sobre tu servidor, sálvame por tu misericordia. Señor, que no me avergüence de haberte invocado.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el don de nuestra redención, te pedimos, Padre, que con este auxilio de salvación eterna, se acreciente siempre en nosotros la verdadera fe. Por Jesucristo nuestro Señor.
Alegrémonos con gran regocijo porque el Señor del universo amó a esta virgen santa y gloriosa.
ORACIÓN COLECTA
Señor, te rogamos que santa Águeda nos consiga tu perdón, ya que ella te agradó siempre por la fortaleza en el martirio y por el mérito de su castidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Heb 13, 15-17. 20-21
Lectura de la carta a los Hebreos.
Hermanos: Por medio de Jesús, «ofrezcamos sin cesar a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios» que confiesan su Nombre. Hagan siempre el bien y compartan lo que poseen, porque ésos son sacrificios agradables a Dios. Obedezcan con docilidad a quienes los dirigen, porque ellos se desvelan por ustedes, como quien tiene que dar cuenta. Así ellos podrán cumplir su deber con alegría y no penosamente, lo cual no les reportaría a ustedes ningún provecho. Que el Dios de la paz –el mismo que resucitó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús, el gran Pastor de las ovejas, por la sangre de una Alianza eterna – los perfeccione con toda clase de bienes para cumplir su voluntad. Que él haga en nosotros lo que es agradable a sus ojos, por Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
La carta a los Hebreos ha expuesto los rasgos característicos del sacerdocio de Cristo como sacrificio de sí mismo ofrecido al Padre, y concluye hablando del sacrificio de los fieles cristianos. Por última vez, el autor invita a sus destinatarios al sacrificio espiritual, recordando que el contenido de éste y de este culto es, ante todo, moral última llamada también a la confianza en los responsables de las comunidades.
SALMO Sal 22, 1-6
R. ¡El Señor es mi pastor, nada me puede faltar!
El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. Él me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas. R.
Me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre. Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza. R.
Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la Casa del Señor, por muy largo tiempo. R.
ALELUYA Jn 10, 27
Aleluya. «Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen», dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO MC 6, 30-34
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Al regresar de su misión, los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: «Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco». Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer. Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto. Al verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos. Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
El Maestro desea consagrarse, lejos “del mundanal ruido”, a la formación integral de sus discípulos. Él sabe muy bien que este puñado de hombres asumirá concretamente el destino de la humanidad. Pero, debe ceder ante la multitud que lo busca y camina “como ovejas sin pastor”. Para Marcos, la reacción del Maestro ante esta masa desorientada, fue la de un nuevo Moisés, capaz de tomar en sus manos el rebaño dejado sin pastor. He aquí la imagen de una tensión, que será permanente en la Iglesia, entre la preocupación por los suyos y la apertura a todos. Es, por lo demás, una tensión fecunda y gestora de vida nueva y abundante.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al presentarte esta ofrenda, te pedimos que su eficacia nos purifique de nuestras malas inclinaciones, y nos renueve mediante una creciente fidelidad a tu gracia. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Mt 25, 4-6
Las vírgenes prudentes tomaron sus lámparas y llenaron de aceite sus frascos. A medianoche se oyó un grito: Ya viene el Esposo, salgan al encuentro de Cristo, el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, te pedimos, que la comunión del Cuerpo y Sangre de tu Hijo nos aparte de todas las cosas transitorias, para que, a ejemplo de santa Agueda, nuestro amor a ti se acreciente cada vez más en la tierra y podamos gozar en el cielo de la visión de tu gloria. Por Jesucristo nuestro Señor
«No fui con el prestigio de la palabra o de la sabiduría a anunciaros el misterio de Dios». Los medios no deben entorpecer la acción de Dios. Dar demasiada importancia a los medios es sustituir a Cristo. Apoyarse en los medios es una idolatría, además de una insensatez. Toda sabiduría que no viene de Cristo y no conduce a Él es un estorbo. «¡Mire cada cuál cómo construye!» (1 Cor 3,10).
«No quise saber sino a Jesucristo, y éste crucificado». ¿Cuándo nos convenceremos de que Cristo basta? No se trata de tener a Cristo y «además» otras cosas, otros medios, etc. En Cristo tenemos todo. Él es para nosotros «sabiduría, justicia, santificación y redención» (1 Cor 1,30). La santidad viene sólo del costado abierto de Cristo crucificado. Sólo Él redime, sólo Él convierte. Quedarnos en los medios es quedarnos sin la gracia que sólo de Él procede.
Más aún, es Cristo lo único que tenemos que dar al mundo. Como Iglesia, hemos de sentirnos dichosos de no tener otra cosa que ofrecer. ¡Ojala nuestra Iglesia pudiera decir con toda verdad como los apóstoles: «No tengo oro ni plata, te doy lo que tengo: en nombre de Jesús Nazareno echa a andar!» (He 3,6). No tengo nada más que a Cristo –¡y nada menos!– Cuando la Iglesia es verdaderamente pobre, entonces es cuando brilla con fuerza su auténtica riqueza: Cristo, con todo su poder salvador.
«Mi palabra... fue una demostración de Espíritu y de poder». Desde la debilidad del apóstol y desde la pobreza de los medios se manifiesta la potencia infinita de Dios. Desde la carencia se pone de relieve que el milagro de la conversión, el cambio de los corazones, es absolutamente desproporcionado a los medios humanos y por tanto es obra de la acción omnipotente del Espíritu Santo. De esta manera se construye con solidez para la vida eterna, pues la fe se apoya no en razones o convicciones humanas, sino en el poder de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 94,6-7
Vengan, inclinémonos para adorar a Dios, doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó; porque él es nuestro Dios.
ACTO PENITENCIAL
·Tú eres la luz que brilla en las tiniebla. Señor, ten piedad
·Tú eres la luz que alimenta a todo hombre Cristo, ten piedad.
·Tú eres la luz que da vida al mundo. Señor, ten piedad.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, cuida a tu familia con incansable bondad, y, ya que sólo en ti ha puesto su esperanza, defiéndela siempre con tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA Is 58, 7-10
Lectura del libro de Isaías.
Así habla el Señor Si compartes tu pan con el hambriento y albergas a los pobres sin techo si cubres al que ves desnudo y no te despreocupas de tu propia carne entonces despuntará tu luz como la aurora y tu llaga no tardará en cicatrizar; delante de ti avanzará tu justicia y detrás de ti irá la gloria del Señor. Entonces llamarás, y el Señor responderá; pedirás auxilio, y El dirá: «Aquí estoy!» Si eliminas de ti todos los yugos, el gesto amenazador y la palabra maligna; si ofreces tu pan al hambriento y sacias al que vive en la penuria, tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad será como al medio día.
Palabra de Dios
COMENTARIO
Este oráculo está en línea con la exigencia de la interiorización de las prácticas religiosas: si éstas no salen del corazón y sobre todo como fruto de una verdadera justicia, se convierten en abominación para Dios. Compartir el pan con el hambriento, hospedar al sin techo, vestir al desnudo y no despreocuparse del prójimo, traerá la bendición de Dios.
SALMO Sal 111,49
R. Para los buenos brilla una luz en las tinieblas.
Para los buenos brilla una luz en las tinieblas: es el Bondadoso, el Compasivo y el Justó. Dichoso el que se compadece
y da prestado, y administra sus negocios con rectitud: R.
El justo no vacilará jamás, su recuerdo permanecerá para siempre. No tendrá que temer malas noticias: su corazón está firme, confiado en el Señor. R.
Su ánimo está seguro, y no temerá. Él da abundantemente a los pobres: su generosidad permanecerá para siempre, y alzará su frente con dignidad. R.
SEGUNDA LECTURA 1Cor 2,1-5
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos, cuando los visité para anunciarles el misterio de Dios, no llegué con el prestigio de la elocuencia o de la sabiduría. Al contrario, no quise saber nada, fuera de Jesucristo, y Jesucristo crucificado. Por eso, me presenté ante ustedes débil, temeroso y Vacilante. Mi palabra y mi predicación no tenían nada de la argumentación persuasiva de la sabiduría humana, sino que eran demostración del poder del Espíritu, para que ustedes no basaran su fe en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Pablo insiste en cómo se presentó ante los corintios sin prestigio ni sabiduría humana, sino débil y con miedo, de modo qué su saber y credenciales eran solamente Jesús, y éste crucificado.
ALELUYA Jn 8,12
Aleluya. «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue tendrá la luz de la vida», dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Mt 5, 13 16
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres. Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en el cielo.
Palabra del Señor
COMENTARIO
La tradición bíblica ha visto en la sal que da sabor y preserva los alimentos un símbolo de la sabiduría que para Mateo es la Palabra de Dios o la Buena Noticia. Por su parte la luz evoca el mensaje de Jesús reflejado en la conducta diaria de sus seguidores. Así como la sal sin sabor no sirve, de igual forma la luz sin él testimonio es opaco.
Se dice el Credo
A cada intención, pedimos: Ayúdanos a iluminar el mundo con la caridad.
·Para que la Iglesia sea vista por todos los hombres como luz que ilumina y orienta la vida. Oremos.
·Para que los pueblos sumergidos en la pobreza encuentren en los cristianos ayuda e iluminación para crecer. Oremos.
·Para que los educadores, padres, maestros, catequistas, no se desalientes en su empeño, siempre difícil de ser luz para los educandos. Oremos
·Para que comprendamos que los ritos religiosos cobran valor si compartimos el pan, recibimos al pobre y practicamos las buenas obras. Oremos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor y Dios nuestro, qué has creado los frutos de la tierra para sostener nuestra fragilidad, haz que estos dones se conviertan en sacramento de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor
PREFACIÓDOMINICAL DURANTE EL AÑO
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. SaI 106,8-9
Den gracias al Señor por su misericordia y por sus maravillas en favor de los hombres, porque El sació a los que sufrían sed y colmó de bienes a los hambrientos.
O bien:
Mt 5,4.6
Felices los afligidos, porque serán consolados. Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Señor, que nos hiciste compartir el mismo pan y el mismo cáliz, concédenos vivir de tal manera que, unidos en Cristo, demos fruto con alegría para la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sálvanos, Señor y Dios nuestro, congréganos de entre todas las naciones, para celebrar tu santo nombre y alegrarnos en tu alabanza.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, concédenos honrarte con todo el corazón y amar a todos con amor verdadero. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Gn 1, 1-19
Lectura del libro del Génesis.
Al principio, Dios creó el cielo y la tierra. La tierra era algo informe y vacío, las tinieblas cubrían el abismo, y el soplo de Dios se cernía sobre las aguas. Entonces Dios dijo: «Que exista la luz». Y la luz existió. Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas; y llamó Día a la luz y Noche a las tinieblas. Así hubo una tarde y una mañana: éste fue el primer día. Dios dijo: «Que haya un firmamento en medio de las aguas, para que establezca una separación entre ellas». Y así sucedió. Dios hizo el firmamento, y éste separó las aguas que están debajo de él, de las que están encima de él; y Dios llamó Cielo al firmamento. Así hubo una tarde y una mañana: éste fue el segundo día. Dios dijo: «Que se reúnan en un solo lugar las aguas que están bajo el cielo, y que aparezca el suelo firme». Y así sucedió. Dios llamó Tierra al suelo firme y Mar al conjunto de las aguas. Y Dios vio que esto era bueno. Entonces dijo: «Que la tierra produzca vegetales, hierbas que den semilla, y árboles frutales que den sobre la tierra frutos de su misma especie con su semilla adentro». Y así sucedió. La tierra hizo brotar vegetales, hierba que da semilla según su especie y árboles que dan fruto de su misma especie con su semilla adentro. Y Dios vio que esto era bueno. Así hubo una tarde y una mañana: éste fue el tercer día. Dios dijo: «Que haya astros en el firmamento del cielo para distinguir el día de la noche; que ellos señalen las fiestas, los días y los años, y que estén como lámparas en el firmamento del cielo para iluminar la tierra ». Y así sucedió. Dios hizo los dos grandes astros –el astro mayor para presidir el día y el menor para presidir la noche– y también hizo las estrellas. Y los puso en el firmamento del cielo para iluminar la tierra, para presidir el día y la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y Dios vio que esto era bueno. Así hubo una tarde y una mañana: éste fue el cuarto día.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
El relato de la creación nada dice de lo que ha sucedido verdaderamente en los orígenes. No es descripción exacta ni relato preciso según una norma y una cronología. Su ambición es sólo religiosa: enseña a leer el universo y el hombre como el ámbito donde es posible una comunión con el Creador.
La creación aparece, por ello, como un vasto templo abierto al culto espiritual del hombre, mientras que éste, creado “a imagen y semejanza de Dios”, participa en la acción creadora y tiene por misión encaminar todas las cosas hacia el bien.
SALMO Sal 103, 1-2. 5-7. 10. 12. 24. 35
R. ¡Bendice, alma mía, al Señor!
¡Señor, Dios mío, qué grande eres! Estás vestido de esplendor y majestad y te envuelves con un manto de luz. Afirmaste la tierra sobre sus cimientos: ¡no se moverá jamás! R.
El océano la cubría como un manto, las aguas tapaban las montañas; pero tú las amenazaste y huyeron, escaparon ante el fragor de tu trueno. R.
Haces brotar fuentes en los valles, y corren sus aguas por las quebradas. Las aves del cielo habitan junto a ellas y hacen oír su canto entre las ramas. R.
¡Qué variadas son tus obras, Señor! ¡Todo lo hiciste con sabiduría, la tierra está llena de tus criaturas! ¡Bendice al Señor, alma mía! R.
ALELUYA Cfr. Mt 4, 23
Aleluya. Jesús proclamaba la Buena Noticia del Reino y sanaba todas las dolencias de la gente. Aleluya.
EVANGELIO Mc 6, 53-56
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Después de atravesar el lago, Jesús y sus discípulos llegaron a Genesaret y atracaron allí. Apenas desembarcaron, la gente reconoció en seguida a Jesús, y comenzaron a recorrer toda la región para llevar en camilla a los enfermos, hasta el lugar donde sabían que él estaba. En todas partes donde entraba, pueblos, ciudades y poblados, ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y los que lo tocaban quedaban sanos.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
La bondad de la creación a la que se refiere el poema del Génesis recién leído, contrasta con la dura realidad del mal, expresado a través del sufrimiento y del dolor, presentes en el mundo en que vivimos. Dios está en el origen de la creación, pero él no creó el mal.
En múltiples pasajes del Evangelio se hace resaltar con fuerza la presencia del mal en el mundo y del poder de Jesús sobre éste.
Es la experiencia que hacen los habitantes de Genesaret al descubrir la presencia del Maestro entre ellos. Éstos expresan su fe llevándole los enfermos. Y, al ser sanados experimentan el poder salvador del Maestro.
Ahora bien, los beneficios aportados por el Mesías, sobrepasan los confines nacionales y los paganos son admitidos a participar en ellos. Así el Maestro inició la obra de la restauración como una segunda creación y sus milagros son signos destinados a engendrar la fe en el Enviado de Dios Padre y Creador.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Presentamos ante tu altar, Señor, los dones de nuestra entrega; te rogamos que los aceptes con bondad y los conviertas en el sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 30, 17-18
Que brille tu rostro sobre tu servidor, sálvame por tu misericordia. Señor, que no me avergüence de haberte invocado.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el don de nuestra redención, te pedimos, Padre, que con este auxilio de salvación eterna, se acreciente siempre en nosotros la verdadera fe. Por Jesucristo nuestro Señor.
Sálvanos, Señor y Dios nuestro, congréganos de entre todas las naciones, para celebrar tu santo nombre y alegrarnos en tu alabanza.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, concédenos honrarte con todo el corazón y amar a todos con amor verdadero. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Gn 1, 20–2, 4
Lectura del libro del Génesis.
Continuando la creación, Dios dijo: «Que las aguas se llenen de una multitud de seres vivientes y que vuelen pájaros sobre la tierra, por el firmamento del cielo». Dios creó los grandes monstruos marinos, las diversas clases de seres vivientes que llenan las aguas deslizándose en ellas y todas las especies de animales con alas. Y Dios vio que esto era bueno. Entonces los bendijo, diciendo:«Sean fecundos y multiplíquense; llenen las aguas de los mares y que las aves se multipliquen sobre la tierra». Así hubo una tarde y una mañana: éste fue el quinto día. Dios dijo: «Que la tierra produzca toda clase de seres vivientes: ganado, reptiles y animales salvajes de toda especie». Y así sucedió. Dios hizo las diversas clases de animales del campo, as diversas clases de ganado y todos los reptiles de la tierra, cualquiera sea su especie. Y Dios vio que esto era bueno. Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestrasemejanza; y que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado las fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo».Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer. Y los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra».Y continuó diciendo: «Yo les doy todas las plantas que producen semilla sobre la tierra, y todos los árboles que dan frutos con semilla: ellos les servirán de alimento. Y a todas las fieras de la tierra los vivientes que se arrastran por el suelo, les doy como alimento el pasto verde». Y así sucedió. Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno. Así hubo una tarde y una mañana: éste fue el sexto día. Así fueron terminados el cielo y la tierra, y todos los seres que hay en ellos. El séptimo día, Dios concluyó la obra que había hecho, y cesó de hacer la obra que había emprendido. Dios bendijo el séptimo día y lo consagró, porque en él cesó de hacer la obra que había creado. Éste fue el origen del cielo y de la tierra cuando fueron creados.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
El relato de la creación, con que comienza el libro del Génesis, presenta todo lo creado respondiendo a un plan armónico, donde cada elemento cumple una función determinada. Así como los astros iluminan el día o la noche y señalan el paso del tiempo y el paso de las estaciones, así también, cada criatura está para servir al ser humano.
SALMO Sal 8, 4-9
R. ¡Señor, qué admirable es tu Nombre!
Al ver el cielo, obra de tus manos, la luna y las estrellas que has creado: ¿qué es el hombre para que pienses en él, el ser humano para que lo cuides? R.
Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y esplendor; le diste dominio sobre la obra de tus manos, todo lo pusiste bajo sus pies. R.
Todos los rebaños y ganados, y hasta los animales salvajes; las aves del cielo, los peces del mar y cuanto surca los senderos de las aguas. R.
ALELUYA Sal 118, 36. 29
Aleluya. Inclina mi corazón hacia tus prescripciones y dame la gracia de conocer tu ley. Aleluya.
EVANGELIO Mc 7, 1-13
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Los fariseos con algunos escribas llegados de Jerusalén se acercaron a Jesús, y vieron que algunos de sus discípulos comían con las manos impuras, es decir, sin lavar. Los fariseos, en efecto, y los judíos en general, no comen sin lavarse antes cuidadosamente las manos, siguiendo la tradición de sus antepasados; y al volver del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones. Además, hay muchas otras prácticas, a las que están aferrados por tradición, como el lavado de los vasos, de las jarras, de la vajilla de bronce y de las camas. Entonces los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: --¿Por qué tus discípulos no proceden de acuerdo con la tradición de nuestros antepasados, sino que comen con las manos impuras?--. Él les respondió: --¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, en el pasaje de la Escritura que dice: - Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.En vano me rinde culto: las doctrinas que enseñan no son sino preceptos humanos --. Ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios, por seguir la tradición de los hombres --. Y les decía: -- Por mantenerse fieles a su tradición, ustedes descartan tranquilamente el mandamiento de Dios. Porque Moisés dijo: “Honra a tu padre y a tu madre”, y además: “El que maldice a su padre y a su madre será condenado a muerte”. En cambio, ustedes afirman: “Si alguien dice a su padre o a su madre: Declaro corbán –es decir, ofrenda sagrada – todo aquello con lo que podría ayudarte...--. En ese caso, le permiten no hacer nada más por su padre o por su madre. Así anulan la palabra de Dios por la tradición que ustedes mismos se han transmitido. ¡Y como éstas, hacen muchas otras cosas!.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Jesús no se oponía a las tradiciones, ni a las leyes religiosas de su pueblo, pero sí combate el concepto legalista de pureza que excluye a los enfermos, los pobres, mujeres y extranjeros. Y la respuesta que da Jesús a los letrados y fariseos, se fundamenta en las propias Escrituras, que condenan la hipocresía de un culto sin justicia y a creyentes de la Palabra sin coherencia de vida.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Presentamos ante tu altar, Señor, los dones de nuestra entrega; te rogamos que los aceptes con bondad y los conviertas en el sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 30, 17-18
Que brille tu rostro sobre tu servidor, sálvame por tu misericordia. Señor, que no me avergüence de haberte invocado.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el don de nuestra redención, te pedimos, Padre, que con este auxilio de salvación eterna, se acreciente siempre en nosotros la verdadera fe. Por Jesucristo nuestro Señor.
Vengan, inclinémonos para adorar a Dios, doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó; porque él es nuestro Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, cuida a tu familia con incansable bondad, y, ya que solo en ti ha puesto su esperanza, defiéndela siempre con tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en lá unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Gn 2, 4-9. 15-17
Lectura del libro del Génesis.
Cuando el Señor Dios hizo la tierra y el cielo, aún no había ningún arbusto del campo sobre la tierra ni había brotado ninguna hierba, porque el Señor Dios no había hecho llover sobre la tierra. Tampoco había ningún hombre para cultivar el suelo pero un manantial surgía de la tierra y regaba toda la superficie del suelo. Entonces el Señor Dios modeló al hombre con arcilla del suelo y sopló en su nariz un aliento de vida. Así el hombre se convirtió en un ser viviente. El Señor Dios plantó un jardín en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado. Y el Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles, que eran atrayentes para la vista y apetitosos para comer; hizo brotar el árbol de la vida en medio del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y del mal. El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín de Edén, para que lo cultivara y lo cuidara. Y le dio esta orden: «Puedes comer de todos los árboles que hay en el jardín, exceptuando únicamente el árbol del conocimiento del bien y del mal. De él no deberás comer, porque el día que lo hagas quedarás sujeto a la muerte».
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Hoy meditamos el segundo relato de la creación del hombre y su destino. De las dos narraciones que contiene el libro del Génesis, ésta es la más antigua y también la menos universalista. El autor comparte los interrogantes del campesino palestino de su tiempo y trata sólo de explicarle el origen de sus dificultades y alegrías. La narración responde a las cuestiones que tocan las contradicciones de la existencia.
El árbol de la vida estaba destinado a que el hombre fuera feliz. El árbol del conocimiento del bien y del mal, lo invitaba a reconocer su condición de criatura dependiente. No es creador de la naturaleza, sino administrador. Pero la criatura se rebela acarreando las consecuencias de esta rebelión a todos sus congéneres.
SALMO Sal 103, 1-2. 27-30
R. ¡Bendice, alma mía, al Señor!
Bendice al Señor, alma mía: ¡Señor, Dios mío, qué grande eres! Estás vestido de esplendor y majestad y te envuelves con un manto de luz. R.
Todos esperan de ti que les des la comida a su tiempo: se la das, y ellos la recogen; abres tu mano, y quedan saciados. R.
Si les quitas el aliento, expiran y vuelven al polvo. Si envías tu aliento, son creados, y renuevas la superficie de la tierra. R.
ALELUYA Cfr. Jn 17, 17
Aleluya. Tu palabra, Señor, es la verdad; conságranos en la verdad. Aleluya.
EVANGELIO Mc 7, 14-23
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús, llamando a la gente, les dijo: --Escúchenme todos y entiéndanlo bien. Ninguna cosa externa que entra en el hombre puede mancharlo; lo que lo hace impuro es aquello que sale del hombre. ¡Si alguien tiene oídos para oír, que oiga!--. Cuando se apartó de la multitud y entró en la casa, sus discípulos le preguntaron por el sentido de esa parábola. Él les dijo: --¿Ni siquiera ustedes son capaces de comprender? ¿No saben que nada de lo que entra de afuera en el hombre puede mancharlo, porque eso no va al corazón, sino al vientre, y después se elimina en lugares retirados?--. Así Jesús declaraba que eran puros todos los alimentos. Luego agregó: --Lo que sale del hombre es lo que lo hace impuro. Porque es del interior, del corazón de los hombres, de donde provienen las malas intenciones, las fornicaciones, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, los engaños, las deshonestidades, la envidia, la difamación, el orgullo, el desatino. Todas estas cosas malas proceden del interior y son las que manchan al hombre-.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
“Lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre”. Con esta réplica, el Maestro, opone el mandamiento de Dios a la tradición de los hombres. La “tradición de los antiguos” sólo determina el comportamiento exterior. Y cuando pretende identificarse con el mandamiento de Dios, tal tradición atribuye al hombre un poder absoluto de juzgar sin cesar entre el bien y el mal, que pertenece sólo a Dios. El mandamiento de Dios es personal; no aporta nuevos preceptos que desconocerían las tradiciones humanas. Pero aporta un modo nuevo de plegarse libremente a las tradiciones, al vivirlas en la fe y en la comunión con el Dios que cuestiona.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor y Dios nuestro, que has creado los frutos de la tierra para sostener nuestra fragilidad, haz que estos dones se conviertan en sacramento de vida eterna Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Ctr. SaI 106,8-9
Den gracias al Señor por su misericordia y por sus maravillas en favor de los hombres, porque El sació a los que sufrían sed y colmo de bienes a los hambrientos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que nos hiciste compartir el mismo pan y el mismo cáliz, concede- nos vivir de tal manera que, unidos en Cristo, demos fruto con alegría para la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
«No fui con el prestigio de la palabra o de la sabiduría a anunciaros el misterio de Dios». Los medios no deben entorpecer la acción de Dios. Dar demasiada importancia a los medios es sustituir a Cristo. Apoyarse en los medios es una idolatría, además de una insensatez. Toda sabiduría que no viene de Cristo y no conduce a Él es un estorbo. «¡Mire cada cuál cómo construye!» (1 Cor 3,10).
«No quise saber sino a Jesucristo, y éste crucificado». ¿Cuándo nos convenceremos de que Cristo basta? No se trata de tener a Cristo y «además» otras cosas, otros medios, etc. En Cristo tenemos todo. Él es para nosotros «sabiduría, justicia, santificación y redención» (1 Cor 1,30). La santidad viene sólo del costado abierto de Cristo crucificado. Sólo Él redime, sólo Él convierte. Quedarnos en los medios es quedarnos sin la gracia que sólo de Él procede.
Más aún, es Cristo lo único que tenemos que dar al mundo. Como Iglesia, hemos de sentirnos dichosos de no tener otra cosa que ofrecer. ¡Ojala nuestra Iglesia pudiera decir con toda verdad como los apóstoles: «No tengo oro ni plata, te doy lo que tengo: en nombre de Jesús Nazareno echa a andar!» (He 3,6). No tengo nada más que a Cristo –¡y nada menos!– Cuando la Iglesia es verdaderamente pobre, entonces es cuando brilla con fuerza su auténtica riqueza: Cristo, con todo su poder salvador.
«Mi palabra... fue una demostración de Espíritu y de poder». Desde la debilidad del apóstol y desde la pobreza de los medios se manifiesta la potencia infinita de Dios. Desde la carencia se pone de relieve que el milagro de la conversión, el cambio de los corazones, es absolutamente desproporcionado a los medios humanos y por tanto es obra de la acción omnipotente del Espíritu Santo. De esta manera se construye con solidez para la vida eterna, pues la fe se apoya no en razones o convicciones humanas, sino en el poder de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 94,6-7
Vengan, inclinémonos para adorar a Dios, doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó; porque él es nuestro Dios.
ACTO PENITENCIAL
·Tú eres la luz que brilla en las tiniebla. Señor, ten piedad
·Tú eres la luz que alimenta a todo hombre Cristo, ten piedad.
·Tú eres la luz que da vida al mundo. Señor, ten piedad.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, cuida a tu familia con incansable bondad, y, ya que sólo en ti ha puesto su esperanza, defiéndela siempre con tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA Is 58, 7-10
Lectura del libro de Isaías.
Así habla el Señor Si compartes tu pan con el hambriento y albergas a los pobres sin techo si cubres al que ves desnudo y no te despreocupas de tu propia carne entonces despuntará tu luz como la aurora y tu llaga no tardará en cicatrizar; delante de ti avanzará tu justicia y detrás de ti irá la gloria del Señor. Entonces llamarás, y el Señor responderá; pedirás auxilio, y El dirá: «Aquí estoy!» Si eliminas de ti todos los yugos, el gesto amenazador y la palabra maligna; si ofreces tu pan al hambriento y sacias al que vive en la penuria, tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad será como al medio día.
Palabra de Dios
COMENTARIO
Este oráculo está en línea con la exigencia de la interiorización de las prácticas religiosas: si éstas no salen del corazón y sobre todo como fruto de una verdadera justicia, se convierten en abominación para Dios. Compartir el pan con el hambriento, hospedar al sin techo, vestir al desnudo y no despreocuparse del prójimo, traerá la bendición de Dios.
SALMO Sal 111,49
R. Para los buenos brilla una luz en las tinieblas.
Para los buenos brilla una luz en las tinieblas: es el Bondadoso, el Compasivo y el Justó. Dichoso el que se compadece
y da prestado, y administra sus negocios con rectitud: R.
El justo no vacilará jamás, su recuerdo permanecerá para siempre. No tendrá que temer malas noticias: su corazón está firme, confiado en el Señor. R.
Su ánimo está seguro, y no temerá. Él da abundantemente a los pobres: su generosidad permanecerá para siempre, y alzará su frente con dignidad. R.
SEGUNDA LECTURA 1Cor 2,1-5
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos, cuando los visité para anunciarles el misterio de Dios, no llegué con el prestigio de la elocuencia o de la sabiduría. Al contrario, no quise saber nada, fuera de Jesucristo, y Jesucristo crucificado. Por eso, me presenté ante ustedes débil, temeroso y Vacilante. Mi palabra y mi predicación no tenían nada de la argumentación persuasiva de la sabiduría humana, sino que eran demostración del poder del Espíritu, para que ustedes no basaran su fe en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Pablo insiste en cómo se presentó ante los corintios sin prestigio ni sabiduría humana, sino débil y con miedo, de modo qué su saber y credenciales eran solamente Jesús, y éste crucificado.
ALELUYA Jn 8,12
Aleluya. «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue tendrá la luz de la vida», dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Mt 5, 13 16
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres. Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en el cielo.
Palabra del Señor
COMENTARIO
La tradición bíblica ha visto en la sal que da sabor y preserva los alimentos un símbolo de la sabiduría que para Mateo es la Palabra de Dios o la Buena Noticia. Por su parte la luz evoca el mensaje de Jesús reflejado en la conducta diaria de sus seguidores. Así como la sal sin sabor no sirve, de igual forma la luz sin él testimonio es opaco.
Se dice el Credo
A cada intención, pedimos: Ayúdanos a iluminar el mundo con la caridad.
·Para que la Iglesia sea vista por todos los hombres como luz que ilumina y orienta la vida. Oremos.
·Para que los pueblos sumergidos en la pobreza encuentren en los cristianos ayuda e iluminación para crecer. Oremos.
·Para que los educadores, padres, maestros, catequistas, no se desalientes en su empeño, siempre difícil de ser luz para los educandos. Oremos
·Para que comprendamos que los ritos religiosos cobran valor si compartimos el pan, recibimos al pobre y practicamos las buenas obras. Oremos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor y Dios nuestro, qué has creado los frutos de la tierra para sostener nuestra fragilidad, haz que estos dones se conviertan en sacramento de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor
PREFACIÓDOMINICAL DURANTE EL AÑO
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. SaI 106,8-9
Den gracias al Señor por su misericordia y por sus maravillas en favor de los hombres, porque El sació a los que sufrían sed y colmó de bienes a los hambrientos.
O bien:
Mt 5,4.6
Felices los afligidos, porque serán consolados. Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Señor, que nos hiciste compartir el mismo pan y el mismo cáliz, concédenos vivir de tal manera que, unidos en Cristo, demos fruto con alegría para la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Vengan, inclinémonos para adorar a Dios, doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó; porque él es nuestro Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, cuida a tu familia con incansable bondad, y, ya que solo en ti ha puesto su esperanza, defiéndela siempre con tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en lá unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Gn 2, 18-25
Lectura del libro del Génesis.
Después que creó al hombre, el Señor Dios dijo: «No conviene que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada ». Entonces el Señor Dios modeló con arcilla del suelo a todos los animales del campo y a todos los pájaros del cielo, y los presentó al hombre para ver qué nombre les pondría. Porque cada ser viviente debía tener el nombre que le pusiera el hombre. El hombre puso un nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales del campo; pero entre ellos no encontró la ayuda adecuada. Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un profundo sueño, y cuando ¿éste se durmió, tomó una de sus costillas y cerró con carne el lugar vacío. Luego, con la costilla que había sacado del hombre, el Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre. El hombre exclamó: «¡Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Se llamará Mujer, porque ha sido sacada del hombre ». Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne. Los dos, el hombre y la mujer, estaban desnudos, pero no sentían vergüenza.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
El hombre no agota su vocación dominando el universo y la vida; el hombre ha sido hecho para amar, para encontrar al “otro” y entrar en comunión con él. Pero el universo de Génesis 2, se mueve aún dentro de una mentalidad típicamente masculina y lo que el hombre descubre en la mujer no es más que otro “él mismo”: “hueso de mis huesos, carne de mi carne”. La mujer como “ayuda adecuada” no ha sido únicamente creada para sacar al hombre de su propia soledad, sino también para que ella descubra su originalidad y sobrepase su propio aislamiento. Pero, para unirse a su mujer, el hombre no debe dudar en abandonar la casa paterna o materna. Se trata del misterio del otro que lo atrae y lo llama a salir de sí mismo y experimentar su propio éxodo con todas sus alegrías, esperanzas, dolores y angustias.
SALMO Sal 127, 1-5
R. ¡Feliz el que teme al Señor!
¡Feliz el que teme al Señor y sigue sus caminos! Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y todo te irá bien. R.
Tu esposa será como una vid fecunda en el seno de tu hogar; tus hijos, como retoños de olivo alrededor de tu mesa. R.
¡Así será bendecido el hombre que teme al Señor! ¡Que el Señor te bendiga desde Sión todos los días de tu vida: que contemples la paz de Jerusalén! R.
ALELUYA Sant 1, 21bc
Aleluya. Reciban con docilidad la Palabra sembrada en ustedes, que es capaz de salvarlos. Aleluya.
EVANGELIO Mc 7, 24-30
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos. Jesús fue a la región de Tiro. Entró en una casa y no quiso que nadie lo supiera, pero no pudo permanecer oculto. En seguida una mujer cuya hija estaba poseída por un espíritu impuro, oyó hablar de él y fue a postrarse a sus pies. Esta mujer, que era pagana y de origen sirofenicio, le pidió que expulsara de su hija al demonio. Él le respondió: -- Deja que antes se sacien los hijos; no está bien tomar el pan de los hijos para tirárselo a los cachorros --. Pero ella le respondió: -- Es verdad, Señor, pero los cachorros, debajo de la mesa, comen las migajas que dejan caer los hijos --. Entonces él le dijo: -- A causa de lo que has dicho, puedes irte: el demonio ha salido de tu hija --. Ella regresó a su casa y encontró a la niña acostada en la cama y liberada del demonio.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
En el momento en que Marcos redacta su evangelio, la comunidad primitiva había tomado conciencia definitivamente de que Israel había sido rechazado y el Reino había pasado a otros. Por eso, Marcos nos ofrece el encuentro del Maestro con una mujer sirofenicia. Este encuentro ha sido vivido por Jesús como la invitación a ensanchar la conciencia que él tenía de su misión: el Mesías de Israel viene para la salvación de todos los hombres. La salvación no se queda encerrada ni en fronteras ni en nacionalidades o culturas; las trasciende a todas.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor y Dios nuestro, que has creado los frutos de la tierra para sostener nuestra fragilidad, haz que estos dones se conviertan en sacramento de vida eterna Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Ctr. SaI 106,8-9
Den gracias al Señor por su misericordia y por sus maravillas en favor de los hombres, porque El sació a los que sufrían sed y colmo de bienes a los hambrientos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que nos hiciste compartir el mismo pan y el mismo cáliz, concede- nos vivir de tal manera que, unidos en Cristo, demos fruto con alegría para la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
En el 1858 la Virgen María hizo la primera de sus 18 apariciones a la niña Bernardita Soubirous en Lourdes (Francia), pidiéndole que los sacerdotes le edificaran allí un santuario y que rezara el Rosario por la conversión de los pecadores. La Señora le dijo: ‘Yo soy la Inmaculada Concepción”, y añadió: ‘No te haré feliz en este mundo, sino en el otro”. Millones de personas acuden a Lourdes en busca de perdón, millares de enfermos recobran allí la salud física y muchos más recuperan la fe, pidiendo la confesión y recibiendo la comunión.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Te saludamos, santa Madre de Dios, porque diste al mundo al Rey que gobierna para siempre el cielo y la tierra.
ORACIÓN COLECTA
Padre misericordioso, ayúdanos en nuestra debilidad, para que, al celebrar a la Madre inmaculada de tu Hijo, su intercesión nos libre de todo pecado. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Gn 3, 1-8
Lectura del libro del Génesis.
La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que el Señor Dios había hecho, y dijo a la mujer: «¿Así que Dios les ordenó que no comieran de ningún árbol del jardín?». La mujer le respondió: «Podemos comer los frutos de todos los árboles del jardín. Pero respecto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: “No coman de él ni lo toquen, por que de lo contrario quedarán sujetos a la muerte”». La serpiente dijo a la mujer: «No, no morirán. Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y serán como dioses, conocedores del bien y del mal». Cuando la mujer vio que el árbol era apetitoso para comer, agradable a la vista y deseable para adquirir discernimiento, tomó de su fruto y comió; luego se lo dio a su marido, que estaba con ella, y él también comió. Entonces se abrieron los ojos de los dos y descubrieron que estaban desnudos. Por eso se hicieron unos taparrabos, entretejiendo hojas de higuera. Al oír la voz del Señor Dios que se paseaba por el jardín, a la hora en que sopla la brisa, se ocultaron de él, entre los árboles del jardín. Palabra de Dios.
COMENTARIO
Desde siempre los hombres han intentado comprender las contradicciones en las que se debaten y de las que adquieren experiencia de generación en generación. Casi siempre han recurrido al relato mítico de lo sucedido en los “orígenes” de la humanidad. El mito del “paraíso perdido” es una de las explicaciones. Pero nuestro relato tiene la marca de la fe en la medida en que la libertad del hombre es sacada a luz. La experiencia del pecado entraña la conciencia de que está en manos del hombre el poder evitarlo. Pero, de hecho, el hombre no cesa de endiosarse, cuando él es sólo una creatura y tiene por destino la vida divina. El pecado de Adán y Eva consistió en procurarse por sus propios medios una fecundidad que se revela contra su Señor y Creador.
SALMO Sal 31, 1-2. 5-7
R. ¡Feliz el que ha sido absuelto de su pecado!
¡Feliz el que ha sido absuelto de su pecado y liberado de su falta! ¡Feliz el hombre a quien el Señor no le tiene en cuenta las culpas, y en cuyo espíritu no hay doblez! R
Yo reconocí mi pecado, no te escondí mi culpa, pensando: «Confesaré mis faltas al Señor». ¡Y Tú perdonaste mi culpa y mi pecado! R.
Por eso, que todos tus fieles te supliquen en el momento de la angustia; y cuando irrumpan las aguas caudalosas no llegarán hasta ellos. R.
Tú eres mi refugio, Tú me libras de los peligros y me colmas con la alegría de la salvación. R
ALELUYA Cfr. Hech 16, 14b
Aleluya. Señor, abre nuestro corazón, para que aceptemos las palabras de tu Hijo. Aleluya.
EVANGELIO Mc 7, 31-37
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos. Cuando Jesús volvía de la región de Tiro, pasó por Sidón y fue hacia el mar de Galilea, atravesando el territorio de la Decápolis. Entonces le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera las manos. Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua. Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: -- Efatá --, que significa: -- Ábrete --. Y en seguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente. Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero cuanto más insistía, ellos más lo proclamaban y, en el colmo de la admiración, decían: --Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos --. Palabra del Señor.
COMENTARIO
“Hace oír a los sordos y hablar a los mudos”. Esta curación de un sordomudo es propia de Marcos. Al narrarla, el evangelista, recoge por su cuenta, el tema clásico que liga mudez y sordera a falta de fe y su curación. El milagro se da en territorio pagano y lejos de la multitud, pues, el Maestro está imposibilitado de hablar y, como antiguamente los profetas, que no eran escuchados. La lección es clara: se necesita una larga iniciación en la fe, para poder escuchar la Palabra y estar en disposición de comunicarla.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Escucha, Señor, la oración de tu pueblo y acepta nuestras ofrendas, para que, por intercesión de la santísima Virgen María, Madre de tu Hijo, sea atendido todo deseo y escuchada toda petición. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO 1 DE LA VIRGEN MARÍA,
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Lc 11, 27
Feliz la Virgen María, que llevó en su seno al Hijo del Padre eterno.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Después de recibir los sacramentos celestiales, te suplicamos, Dios nuestro, que cuantos nos alegramos en la celebración de la santísima Virgen María, a ejemplo suyo, colaboremos dignamente en el misterio de nuestra redención.Por Jesucristo, nuestro Señor.
Tú eres feliz, Virgen María, porque llevaste en tu seno al Creador del universo. Engendraste al que te creó, y para siempre permaneces virgen.
ORACIÓN COLECTA
Padre misericordioso, ayúdanos en nuestra debilidad, para que, al celebrar a la Santa Madre de Dios, su intercesión nos libre de todo pecado. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Gn 3, 9-24
Lectura del libro del Génesis. Después que el hombre y la mujer comieron del árbol que Dios les había prohibido, el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: «¿Dónde estás?». «Oí tus pasos por el jardín, respondió él, y tuve miedo porque estaba desnudo. Por eso me escondí». Él replicó: «¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol que Yo te prohibí?». El hombre respondió: «La mujer que pusiste a mi lado me dio el fruto y yo comí de él». El Señor Dios dijo a la mujer:¿Cómo hiciste semejante cosa?». La mujer respondió: «La serpiente me sedujo y comí». Y el Señor Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho esto, maldita seas entre todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Ella te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón». Y el Señor dijo a la mujer: «Multiplicaré los sufrimientos de tus embarazos; darás a luz a tus hijos con dolor. Sentirás atracción por tu marido, y él te dominará». Y dijo al hombre: «Porque hiciste caso a tu mujer y comiste del árbol que yo te prohibí, maldito sea el suelo por tu culpa. Con fatiga sacarás de él tu alimento todos los días de tu vida. Él te producirá cardos y espinas y comerás la hierba del campo. Ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la tierra, de donde fuiste sacado. ¡Porque eres polvo y al polvo volverás!». El hombre dio a su mujer el nombre de Eva, por ser ella la madre de todos los vivientes. El Señor Dios hizo al hombre y a su mujer unas túnicas de pieles y los vistió. Después el Señor Dios dijo: «El hombre ha llegado a ser como uno de nosotros en el conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que ahora extienda su mano, tome también del árbol de la vida, coma y viva para siempre». Entonces expulsó al hombre del jardín del Edén, para que trabajara la tierra de la que había sido sacado. Y después de expulsar al hombre, puso al oriente del jardín del Edén a los querubines y la llama de la espada zigzagueante, para custodiar el acceso al árbol de la vida. Palabra de Dios.
COMENTARIO
Después que Adán y Eva cayeron en la trampa del Tentador, “disfrazado” de serpiente, vienen las maldiciones. Dios maldice a la serpiente (vv. 14-15), a la mujer (v. 16), al hombre (vv. 17-19). Para el autor estas maldiciones son las que explican las dificultades y desdichas de la vida presente. Pero todo está mezclado: lo propio de la naturaleza humana y lo que son consecuencias del pecado. Sin embargo, en esta antigua narración, se abre paso una esperanza: el mal será vencido un día, gracias a la descendencia de la Mujer. La historia de la salvación se pone en camino. Se abre, pues, ante el hombre la posibilidad de replantear sus “orígenes”. En el orden de la historia no hay fatalidad.
SALMO Sal 89, 2-6. 12-13
R. ¡Tú has sido nuestro refugio, Señor!
Antes que fueran engendradas las montañas, antes que nacieran la tierra y el mundo, desde siempre y para siempre Tú eres Dios. R.
Tú haces que los hombres vuelvan al polvo, con sólo decirles: «Vuelvan, seres humanos». Porque mil años son ante tus ojos como el día de ayer, que ya pasó, como una vigilia de la noche. R.
Tú los arrebatas, y son como un sueño, como la hierba que brota de mañana: por la mañana brota y florece, y por la tarde se seca y se marchita.R
Enséñanos a calcular nuestros años, para que nuestro corazón alcance la sabiduría. ¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo...? Ten compasión de tus servidores. R.
ALELUYA Mt 4, 4
Aleluya. El hombre no vive solamente de pan, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. Aleluya.
EVANGELIO Mc 8, 1-10
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos. En esos días, volvió a reunirse una gran multitud, y como no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: --Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer. Si los mando en ayunas a sus casas, van a desfallecer en el camino, y algunos han venido de lejos--. Los discípulos le preguntaron: --¿Cómo se podría conseguir pan en este lugar desierto para darles de comer?--. Él les dijo: --¿Cuántos panes tienen ustedes?--. Ellos respondieron: --Siete--. Entonces él ordenó a la multitud que se sentara en el suelo, después tomó los siete panes, dio gracias, los partió y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. Ellos los repartieron entre la multitud. Tenían, además, unos cuantos también los repartieran. Comieron hasta saciarse y todavía se recogieron siete canastas con lo que había sobrado. Eran unas cuatro mil personas. Luego Jesús los despidió. En seguida, subió a la barca con sus discípulos y fue a la región de Dalmanuta.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Marcos nos ofrece un segundo relato de una multiplicación de los panes. El contexto misionero del pasaje invita a leerlo subrayando la mención de los siete cestos de restos. En la vida del Maestro el acontecimiento fue, sin duda, único, pero la comunidad primitiva le presta gran interés en razón de sus resonancias eucarísticas. La Eucaristía reúne a los “ya reunidos” en vista a reunir a aquellos que aún no lo están.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
En la conmemoración de la Madre-de tu Hijo, te pedimos, Señor, que por la gracia de este sacrificio nos conviertas en ofrenda eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Lc 1,49
El Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas; su nombre es santo
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, en esta celebración de la Madre de tu Hijo te pedirnos que la participación en los misterios de la redención eterna, nos conceda experimentar la abundancia de tu gracia y nos lleve a la plenitud de tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
“Hablamos...una sabiduría divina, misteriosa...” Uno de los grandes dones que Cristo nos ha traído es esta sabiduría, este conocimiento de Dios y de sus planes. Es el misterio de Cristo, mantenido en secreto durante siglos, que ahora, en esta etapa final de la historia, nos ha sido dado a conocer por beneplácito de Dios para nuestra salvación (Ef 3,4-6; Rom 16,25-26). ¡Cuánta gratitud debería desbordar nuestro corazón! ¡Cómo deberíamos vivir a tono con este misterio y con esta sabiduría revelada! Por fin conocemos el sentido de la vida y de la muerte, del sufrimiento y del trabajo... Por fin sabemos el por qué y el para qué... «¡Cuántos desearon ver lo que vosotros veis y no lo vieron y oír lo que vosotros oís y no lo oyeron!» (Mt 13,17).
“Dios nos lo ha revelado por su Espíritu”. Necesitamos invocar continuamente el Espíritu para que nos dé a conocer a Cristo y al Padre. Sin Él somos ciegos, incapaces de ver y de entender (Mc 8,17-21). Sin Él no entendemos los planes de Dios, sin Él no comprendemos las Escrituras. Necesitamos pedir la acción de este Maestro interior para que nos invada con su luz y Cristo no nos parezca un fantasma, un extraño. Sólo Él, que sondea lo profundo de Dios, que conoce lo íntimo de Dios, puede dárnoslo a conocer, y de manera atractiva, de modo que ese conocimiento nos haga amarle hasta dar la vida por Él.
“Lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó ...” Nos equivocamos continuamente al valorar las cosas de Dios con nuestras capacidades naturales. Lo que Él tiene preparado para nosotros es infinitamente más grande, más bello, más rico de lo que imaginamos y pensamos. Y no sólo en el cielo; ya en este mundo Dios quiere colmarnos de manera insospechada, quiere hacer cosas grandes en nosotros. Por eso necesitamos dejar que el Espíritu Santo nos dilate la capacidad y el deseo de recibir estos dones. (fgd)
ANTÍFONÁ DE ENTRADA Cf r. Sal 30, 3-4
Señor, sé para mí una roca protectora, un baluarte donde me encuentre a salvo, porque tu eres mi roca y mi baluarte por tu nombre guíame y condúceme
ACTO PENITENCIAL
·Tú eres la verdad sin error Señor, ten piedad.
·Tú eres el camino seguro Cristo, ten piedad.
·Tú eres la vida en plenitud. Señor, ten piedad.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que te complaces en habitar en los corazones rectos y sencillos, concédenos la gracia de vivir de tal manera que encuentres en nosotros una morada digna de tu agrado Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA Ecli 15, 15 20
Lectura del libro del Eclesiástico
Si quieres puedes observar los mandamientos y cumplir fielmente lo que agrada al Señor. El puso ante ti el fuego y el agua hacia lo que quieras, extenderás tu mano Ante los hombres están la vida y la muerte: a cada uno se le dará lo que prefiera Porque grande es la sabiduría del Señor, El es fuerte’ y poderoso, y ve todas las cosas. Sus ojos están fijos en aquellos que lo temen y El conoce todas las obras del hombre. A nadie le ordenó ser impío ni dio a nadie autorización para pecar.
Palabra de Dios.
COMENTA RIO
Se desarrolla aquí el tema de la libertad personal para elegir entre el bien ye! mal, la vida o la muerte. El pecado, asÍ como los antivalores existentes en el mundo, no son obra de Dios ni corresponden a su designio sobre el mundo. De ahíla invitación aguardar sus mandatos y cumplir su voluntad.
SALMO Sal 118, 1-2. 4-5. 17-18. 33-34
R. Felices los que siguen la ley del Señor:
Felices los que van por un camino intachable, los que siguen la ley del Señor Felices los que cumplen sus prescripciones y lo buscan de todo corazón. R.
Tú promulgaste tus mandamientos para que se cumplieran íntegramente ¡Ojala yo me mantenga firme en la observancia de tus preceptos! R.
Sé bueno con tu servidor, para qué yo viva y pueda cumplir tu palabra. Abre mis ojos, para que contemple las maravillas de tu ley. R.
Muéstrame, Señor, el camino de tus preceptos, y yo los cumpliré a la perfección instrúyeme, para que observe tu ley y la cumpla de todo corazón. R.
SEGUNDA LECTURA 1Cor 2, 6-10
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Es verdad que anunciamos una sabiduría entre aquellos que son personas espiritualmente maduras, pero no la sabiduría de este mundo ni la que ostentan los dominadores de este mundo, condenados ala destrucción. Lo que anunciamos es una sabiduría de Dios, misteriosa y secreta, que El preparó para nuestra gloria antes que existiera el mundo; aquélla que ninguno de los dominadores de este mundo alcanzó a conocer, porque si la hubieran conocido no habrían crucificado al Señor de la gloria. Nosotros anunciamos, como dice la Escritura, «lo que nadie vio ni oyó y ni siquiera pudo pensar, aquello que Dios preparó para los que lo aman». Dios nos reveló todo esto por medio del Espíritu, porque el Espíritu lo penetra todo, hasta lo más íntimo de Dios.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Para acercarse al misterio de Dios y describir de alguna forma lo que significa esa experiencia, Pablo recurre al profeta Isaías: ningún ojo vio, ni oído oyó, ni mente humana concibió” (Is 64, 3) a lo que él agrega: “lo que Dios preparó para quienes lo aman’ Así deja de manifiesto a un Dios que sigue saliendo al encuentro del hombre.
ALELUYA Cf r. Mt 11,25
Aleluya. Bendito eres, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque revelaste los misterios del Reino a los pequeños. Aleluya.
EVANGELIO Mt 5, 17-37.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: Yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no quedarán ni una i ni una coma de la Ley sin cumplirse, antes que desaparezcan el cielo y la tierra. El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.
Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos. Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: «No matarás, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal». Pero Yo les digo que todo aquél que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquél que lo insulta, merece ser castigado por el Tribunal. Y el que lo maldice, merece el infierno. Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario té entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso, Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.
Ustedes han oído que se dijo: «No cometerás adulterio». Pero Yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. También se dijo: «El que se divorcia de su mujer, debe darle una declaración de divorcio». Paro Yo les digo: El que se divorcia de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio.
Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: «No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor». Pero Yo les digo que no juren dé ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de su pies; ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey. No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos. Cuando ustedes digan «sí», que sea sí, y cuando digan «no», que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Jesús expone su pastura frente a la Ley. Él reconduce los mandamientos a su raíz ya su objetivo último: el servicio a la vida, a la justicia, al amor ya la verdad. No opone a la Ley antigua una nueva ley, sino que la transforma y la lleva hacia una radicalidad sin precedentes, rompiendo todos los moldes y criterios que la asemejan a una legislación humana.
Se dice el Credo
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada intención, pedimos: Danos la alegría de cumplir tu ley.
·Por la Iglesia: para que en sus disposiciones brille el mandamiento nuevo de Cristo. Oremos.
·Por los que elaboran las leyes: para que procuren siempre lo que es justo e interesa al bien común. Oremos.
·Por los que prescinden de toda norma moral: para que descubran la felicidad de cumplir la ley del Señor. Oremos.
·Por los grupos parroquiales: para que experimenten la alegría de cumplir las exigencias del amor fraterno. Oremos
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que esta ofrenda nos purifiqué y renueve, Señor y sea causa de recompensa eterna para quienes cumplen tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACÍO DOMINICAL DURANTE EL AÑO
ANTIFONADE COMUNION
Ellos comieron y se saciaron, el Señor les dio lo que habían pedido, no fueron defraudados
O bien: Jn3,16
Dios amo tanto al mundo que entrego a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Saciados con el pan del cielo, te pedimos, Padre, la gracia de desear siempre este alimento que nos da la vida verdadera Por Jesucristo, nuestro Señor