Primero freímos el pollo en aceite en una sartén mediana y una vez lo ponemos a hervir en ocho vasos de agua durante media hora.
A continuación sofreímos las alcachofas y el pimiento para dejarlos aparte. Luego sofreímos el tomate y el ajo. Una vez el tomate y el ajo preparados, añadimos el arroz y le damos unas vueltas.
Antes de que se sofría el arroz, agregamos todo a la paella por este orden: el pollo con su agua, las alcachofas y el pimiento, el zumo de medio limón, un poquito de pimienta, de tomillo y de romero, la hebra de azafrán picada (o bien colorante) y salamos al gusto.
Dejamos al principio a fuego fuerte, y tras diez minutos, bajamos a medio fuego y lo dejamos diez minutos más.
Para finalizar, retiramos y dejamos reposar entre cinco y diez minutos.