En un cazo mezclamos la Coca Cola con el azúcar, la soja, el zumo de limón y el orégano. Calentamos al fuego hasta que el azúcar se disuelva por completo. Ponemos a precalentar el horno a 150º.
Mientras, vamos colocando las alitas de pollo en una fuente de horno y las salpimentamos. Con el horno ya caliente, metemos la fuente y horneamos las alitas, hasta que estén un poco doradas.
Luego sacamos la fuente, agregamos la mitad de la salsa anteriormente preparada y volvemos a asar, dándoles la vuelta cada cierto tiempo. Una vez la salsa se haya reducido, añadimos el resto de la salsa reservada y continuamos horneando, sin olvidar de dar la vuelta a las alitas.
Una vez la salsa se haya reducido, sacamos la fuente y servimos las alitas con un poco de perejil por encima.