rimero ponemos las pechugas de pollo en el congelador durante unos 45 minutos para que se endurezcan. Pasado este tiempo las cortamos en láminas lo más finas posibles y las colocamos en platos.
Rociamos los platos con el zumo de limón mezclado con el aceite de oliva y la salsa de soja. Luego metemos los platos en el frigorífico durante una hora.
Pasado este tiempo, esparcimos unos piñones tostados y unas virutas de parmesano en cada plato. Salpimentamos, decoramos con las hojas de albahaca y servimos inmediatamente.