Primero ponemos el horno a 200º. A continuación separamos las claras de las yemas y ponemos las claras en un bol. Con ayuda de unas varillas montamos las claras a punto de nieve y les añadimos un poco de pimienta blanca.
A continuación untamos con mantequilla cuatro cazuelitas individuales de barro y ponemos en cada una la clara montada. Hacemos un pequeño huevo en el centro con ayuda de una cuchara y ponemos una yema en cada uno.
Luego rodeamos la yema con una cucharada de nata líquida. Espolvoreamos las claras con queso rallado y metemos en el horno. Dejamos 5 minutos, hasta que las claras queden doradas pero las yemas continúen fluidas.
Servimos al momento.