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*★*:·Cuentos Leyendas: El albañil 2
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Respuesta  Mensaje 1 de 7 en el tema 
De: º°‘¨MICHELLEº°‘¨  (Mensaje original) Enviado: 13/06/2011 11:11
Sí, señor, desde luego.

- Entonces, de acuerdo. Te diré de qué se trata. Tengo una casa vieja, que se me está viniendo abajo. Pero, claro, no quiero gastar en ella más dinero en reparaciones de lo que por sí misma pueda valer. Mucho menos teniendo en cuenta que nadie quiere vivir en ella, lo cual significa que no me proporciona el menor beneficio. Resumiendo, sólo quiero que hagas las reparaciones precisas para que siga manteniéndose en pie.

- Estoy a vuestras órdenes, señor. Puedo empezar cuando queráis.

- Mañana al amanecer vendré a buscarte y te acompañaré.

Y tal como lo dijo, lo hizo.

Al día siguiente el avaro fue en busca del honrado albañil y le condujo hasta la puerta de un caserón que, en sus tiempos, debió pertenecer a algún personaje de alcurnia, porque se adivinaba amplio y de rica construcción. Pero con el paso de los años y sobre todo por el abandono que durante los últimos tiempos había sufrido, casi amenazaba ruina. Transpusieron el umbral y recorrieron amplias salas y largos corredores, hasta llegar a un patio interior, en cuyo centro se levantaba una vieja fuente morisca que, al instante, llamó poderosamente la atención de nuestro albañil.

Se detuvo un momento, observando con la mirada todos los rincones del patio, así como también las paredes y el techo de la cámara contigua, meditando, al parecer, el precio que debería pedir por su trabajo.

- Realmente, todo eso está muy mal -dijo-. Quien habitó esa casa últimamente, debía ser hombre de pocas exigencias.

- ¡No me recuerdes siquiera a mi último inquilino! exclamó el avaro-. Sólo de pensar en él, siento que me pongo enfermo.

- ¿Se murió, acaso, debiéndoos alquileres atrasados...? -preguntó el albañil.

- No, no se trata de eso. Siempre pagó puntualmente. Pero era un caballero que llegó a la ciudad sin que nunca nadie supiese jamás de dónde venía. No tenía familia alguna y no se ocupaba más que de sí mismo. Tenía fama de muy rico, de inmensamente rico, pero ya sabes, las apariencias engañan en ocasiones. ¡Lo mismo dicen de mí la gente del pueblo! Cualquier persona con la que hables, te dirá que yo tengo muchos doblones de oro y en realidad soy un pobre viejo que sólo posee algunas casas, casi todas en tan mal estado como esa, y que apenas si me proporcionan lo suficiente para mal vivir.

- Sí, claro -asintió el albañil, sin contradecirle aún sabiendo perfectamente que la fama del anciano avaro estaba más que justificada. Y añadió: - Pero, decidme, ¿qué fue del caballero...?

- ¡Ah, sí, el caballero! Pues, verás, un día murió de repente. ¡Apenas si tuvo tiempo de recibir los últimos sacramentos! Pero con gran sorpresa por parte de todos, no se halló en la casa más que una bolsa de cuero conteniendo algunos ducados. ¡Figúrate la desilusión que experimentaron todos los que, al saber su muerte, se habían apresurado a entrar en la casa, llamándose a sí mismos vecinos o amigos, con el fin de tomar parte en el reparto de sus bienes!... Yo mismo, claro está, fui el primero en llegar. Al fin y al cabo era mi inquilino y tenía más derecho que nadie. Pero, como te digo..., ¡el miserable sólo tenía unos pocos ducados!

Tras una pausa exigida por su excitación, prosiguió diciendo el viejo avaro:

- Pero no es eso lo peor. Lo peor es que ese caballero, aun a pesar de estar muerto desde hace tiempo, sigue habitando la casa..., ¡y sin pagar alquiler, eso es lo malo!

- ¿Decís que sigue habitando la casa... a pesar de estar muerto...? No os entiendo, señor -se sorprendió el albañil.

- Lo decía en sentido figurado. Pero la verdad es que a la gente le ha dado por decir que su alma sigue habitando la casa y muchos aseguran haber oído, por la noche, tintineo de monedas en la que fue la habitación del caballero. Aseguran que su espíritu vuelve cada día para contar una y otra vez las monedas que no pudo llevarse consigo. Y también hay quien asegura haber oído lamentos y quejidos en el patio.

- Habladurías... La gente tiene mucha imaginación, señor -afirmó nuestro hombre.

- ¡Claro que son simples habladurías de gente con exceso de imaginación!. Pero verdaderas o falsas, han conseguido que esa casa adquiera mala fama y por eso no consigo alquilarla, ni aun a pesar de ofrecerla por muy poco dinero.

- Se me ocurre una idea -dijo el albañil-. Advierto que esa casa necesita muchas reparaciones para dejarla en condiciones de ser habitada de nuevo. Y eso lleva tiempo...

El anciano avaro arrugó el entrecejo. Comenzaba a temer que el albañil no le resultara tan barato como en un principio esperaba. Sin embargo, nada dijo y le dejó proseguir.

- Lo mejor sería que yo habitara la casa, en tanto realizo las reparaciones necesarias. Si me permitís vivir en ella sin pagar alquiler, nada os cobraré por mi trabajo. Y la abandonaré, os lo prometo en cuanto se os presente un inquilino mejor. Además, eso servirá para que la gente cese en sus habladurías.

- Eres valiente, por lo que veo. ¿No temes a los espíritus?

- Los espíritus, vos lo dijisteis hace un momento, sólo existen en la imaginación de las gente. Yo soy buen creyente. Sólo temo a Dios, pero guardo sus preceptos y sé que me librará de todo mal.

- De acuerdo, entonces -dijo el viejo avaro, deseoso de cerrar pronto aquel trato que tanto le favorecería-. Trasládate a esa casa cuando quieras, y comienza tu trabajo tan pronto te sea posible.

Y se marchó muy contento, frotándose las manos con satisfacción. Pero no menos satisfecho se marchó el pobre albañil.

- ¡De una vez para siempre se acabaron todos los problemas! -se decía, mientras regresaba a su casa.

Al día siguiente las gentes vieron con asombro cómo el albañil trasladaba a la casa «embrujada», como desde hacía tiempo llamaban a la que había sido morada del caballero, los pocos muebles y enseres de que disponía.

- Algo horrible le sucederá, sin duda -se decían las viejas, llenas de temor.

Pero nada malo le sucedió al pobre albañil, ni a ninguno su familia. Por el contrario, poco a poco, fue reparando la casa, y como ya dijimos que era muy hábil en su trabajo y excelente conocedor del oficio, consiguió restaurarla con tal arte que volvió a convertirse en una de las mejores de la ciudad.

Y como si en lugar de las desgracias que la gente le profetizaba, la casa le hubiera traído la suerte, a la antigua pobreza sucedió un bienestar que aumentaba al paso de los días. El hambre huyó para siempre de la casa, su mujer y sus hijos compraron buenos vestidos, e incluso se permitieron el lujo de renovar el mobiliario.

Ya nadie volvió a decir que oía por las noches el tintineo de oro en la que fue habitación del caballero. Ahora todos lo oían de día y a la luz del sol, en los bolsillos del pobre albañil, al que todos sus vecinos llegaron a querer, admirar y respetar, por sus virtudes, así como también por su generosidad hacia todos.

Porque su fortuna parecía multiplicarse al paso de los días. Y así, una a una, fue comprando muchas fincas, entre ellas el mismo caserón que ahora habitaba, con lo cual se convirtió en uno de los hombres más ricos de la ciudad de Granada, y su bolsa no parecía agotarse nunca, a pesar de que dio importantes sumas a los necesitados y a los hospitales, y también socorría siempre con largueza a cuantos menesterosos llamaban a su puerta.

Su mujer intuía el origen de aquella fortuna, pero como era muy discreta, jamás se lo preguntó abiertamente, y jamás albañil se lo reveló tampoco con claridad. Su secreto se hubiera marchado con él a la tumba si no hubiera sido porque había llegado a viejo y sintiendo que llegaba su última hora, llamó a su hijo mayor.

- Tengo que decirte algo -le dijo.

El muchacho tenía los ojos llenos de lágrimas, pues pensaba que acaso fuera aquella la última conversación que tendría con su padre y dijo, haciendo un esfuerzo:

- Te escucho, padre. Dime lo que sea.

- Tienes derecho a conocer el secreto de nuestra fortuna. Eres mi primogénito y debo explicarte algo...

El antiguo albañil con voz débil, que a veces no era más que un simple murmullo, le explicó a su hijo una historia increíble. La de una noche de miseria y de hambre, en que un caballero alto y enjuto, llamó a su puerta y le pidió que le siguiera, para hacer unas reparaciones en su casa.

- Tuve que cavar una bóveda, bajo la fuente morisca del patio -dijo el anciano a su hijo-, y la casualidad quiso que meses después me encontrase en ella otra vez. Es ésta, hijo mío, en que vivimos y pronto comprendí todo lo que valía el secreto de aquellas noches en que trabajé con tanto secreto...

Y siguió contando a su hijo cómo encontró otra vez el tesoro, fabuloso en verdad, que él mismo escondiera y tapiara luego. Del mismo había podido hacer su suerte toda la familia y aún no lo habían terminado, pues la vida de orden, honradez y trabajo que llevaron siempre, había impedido que las monedas de oro fueran sólo el sueño de su vida.

De este modo sólo habían gastado una tercera parte y aun así ésta no se había evaporado, pues estaba en casas y terrenos. Y llevando una vida de bienestar y aun de opulencia, no tenían el temor de verse pobres otra vez.

Quizá el tesoro del albañil no fue el que encontró en la bóveda de la fuente morisca, sino su honradez, sentido del trabajo y ordenación de vida. Por eso el tesoro no se acabó nunca y el buen albañil lo dejó a sus hijos en herencia.

Fin.

 



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Respuesta  Mensaje 2 de 7 en el tema 
De: LILIBETH* Enviado: 13/06/2011 12:19
 

Respuesta  Mensaje 3 de 7 en el tema 
De: *·-»¦« SORAYA »¦«-* Enviado: 14/06/2011 03:03
 

Respuesta  Mensaje 4 de 7 en el tema 
De: ♥*:AURA·*♥ Enviado: 14/06/2011 15:29
Image1abrazos.jpg


Respuesta  Mensaje 5 de 7 en el tema 
De: ▒▓❤Mabel❤▓▒░ Enviado: 15/06/2011 16:47
CHICAAZUL10.jpg picture by VIUMOR18
 

Respuesta  Mensaje 6 de 7 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 21/06/2011 05:13
Hola mi gaviota, gracias por hacer este vuelo  una gran experiencia
en amistad  en sentir que tiene sentido este vuelo, el ensenarme
dia a dia con amor cada una de tus  presentaciones .. el tiempo
que te tomas en buscar algo especial para nosotros.
 
Necesito de tu amistad  de tu amor es lindo poder decir
te necesito no me dejes sola ...
 
Dios te multiplique en tu vida lo que nos brindas
 
besos bendiciones
 
Image27buenasnoches.jpg



Respuesta  Mensaje 7 de 7 en el tema 
De: NORIKO Enviado: 21/06/2011 12:19
 


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