Señor, cuando saliste al frente de tu pueblo, abriéndole camino y conviviendo con él, tembló la tierra y el cielo dejó caer su lluvia. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que hiciste a tu pueblo partícipe de tu redención, concédenos la gracia de alegrarnos profundamente por la resurrección del Señor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Hech 18,1-8
Lectura de los Hechos de los Apóstoles.
Pablo dejó Atenas y fue a Corinto. Allí encontró a un judío llamado Aquila, originario del Ponto, que acababa de llegar de Italia con su mujer Priscila, a raíz de un edicto de Claudio que obligaba a todos los judíos a salir de Roma. Pablo fue a verlos, y como ejercía el mismo oficio, se alojó en su casa y trabajaba con ellos haciendo tiendas de campaña. Todos los sábados, Pablo discutía en la sinagoga y trataba de persuadir tanto a los judíos como a los paganos. Cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo se dedicó por entero a la predicación de la Palabra, dando testimonio a los judíos de que Jesús es el Mesías. Pero como ellos lo contradecían y lo injuriaban, sacudió su manto en señal de protesta, diciendo: “Que la sangre de ustedes caiga sobre sus cabezas. Yo soy inocente de eso; en adelante me dedicaré a los paganos”. Entonces, alejándose de allí, fue a la casa de un tal Ticio Justo, uno de los que adoraban a Dios y cuya casa lindaba con la sinagoga. Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor, junto con toda su familia. También muchos habitantes de Corinto, que habían escuchado a Pablo, abrazaron la fe y se hicieron bautizar. Palabra de Dios.
COMENTARIO
Después de Atenas, Pablo va a Corinto, fundando una comunidad cristiana y convirtiendo esta ciudad mercantil en un centro de irradiación misionera hacia el mundo del Imperio. Comenzó a predicar en la sinagoga y pese a sus esfuerzos no obtuvo resultados. Su primer trabajo con los judíos fracasó; rompió con ellos y buscó otros destinatarios sin prejuicios. Pablo encontró entre los estibadores un público atento y cordial. Pero, como en cualquier parte de Grecia, había también filósofos aficionados a los hermosos discursos y a las nuevas teorías. Pablo no concedió nada a la sabiduría del mundo; prefería la locura de la cruz.
SALMO Sal 97,1-4
R. ¡El Señor reveló su victoria a las naciones!
Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria.
R. ¡El Señor reveló su victoria a las naciones!
El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones: se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel.
R. ¡El Señor reveló su victoria a las naciones!
Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos.
R. ¡El Señor reveló su victoria a las naciones!
ALELUYA Cf. Jn 14,18
Aleluya. “No los dejaré huérfanos; me voy y volveré a ustedes, y se alegrará su corazón”, dice el Señor. Aleluya
EVANGELIO Jn 16,16-20
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
A la hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: “Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver”. Entonces algunos de sus discípulos comentaban entre sí: “¿Qué significa esto que nos dice: ‘Dentro de poco ya no me verán, y poco después, me volverán a ver’? ¿Y qué significa: ‘Yo me voy al Padre’?”. Decían: “¿Qué es este poco de tiempo? No entendemos lo que quiere decir”. Jesús se dio cuenta de que deseaban interrogarlo y les dijo: “Ustedes se preguntan entre sí qué significan mis palabras: ‘‘Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver”. Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
El Maestro se va, pero intenta levantar la moral a los discípulos tristes y decaídos. Los que se aman, en lugar del “adiós” dicen simplemente: “hasta luego”. Jesús se va al Padre. Verlo o no verlo, ya no es cuestión de distancia. Su ausencia será breve y cuando vuelva ya no se marchará jamás: es la presencia de la fe. La vida de fe es un misterio de presencia y ausencia. La Iglesia está viuda y, en los rasgos de la Viuda podemos a veces descubrir el rostro del Amado.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Lleguen hasta ti, Señor, nuestras oraciones junto con estas ofrendas, para que, purificados por tu gracia, recibamos el sacramento de tu inmensa bondad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO DE PASCUA
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Mt 28, 20
Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo, aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, que nos haces renacer a la vida eterna por la resurrección de Cristo, concédenos que los sacramentos pascuales den fruto abundante en nosotros, e infunde en nuestros corazones la fuerza de este alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos Carlos Lwanga y compañeros, mártires. (MO). Rojo.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sab 3, 6-7-9
El Señor probó a sus elegidos como oro en el crisol y los aceptó como un holocausto. Por eso brillarán cuando Dios los visite, porque la gracia y la misericordia son para sus elegidos. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que hiciste de la sangre de tus mártires semilla de nuevos cristianos, concédenos bondadosamente que el campo de tu Iglesia, regado por la sangre de san Carlos Lwanga y sus compañeros, te brinde siempre una generosa cosecha. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Hech 18, 9-18
Lectura de los Hechos de los apóstoles.
Una noche, el Señor dijo a Pablo en una visión: “No temas. Sigue predicando y no te calles. Yo estoy contigo. Nadie pondrá la mano sobre ti para dañarte, porque en esta ciudad hay un pueblo numeroso que me está reservado”. Pablo se radicó allí un año y medio, enseñando la Palabra de Dios. Durante el gobierno del procónsul Galión en Acaya, los judíos se confabularon contra Pablo y lo condujeron ante el tribunal, diciendo: “Este hombre induce a la gente a que adore a Dios de una manera contraria a la Ley”. Pablo estaba por hablar, cuando Galión dijo a los judíos: “Si se tratara de algún crimen o de algún delito grave, sería razonable que los atendiera. Pero tratándose de discusiones sobre palabras y nombres, y sobre la Ley judía, el asunto les concierne a ustedes; yo no quiero ser juez en estas cosas”. Y los hizo salir del tribunal. Entonces todos se apoderaron de Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y lo golpearon ante el tribunal. Pero a Galión todo esto lo tuvo sin cuidado. Pablo permaneció todavía un cierto tiempo en Corinto. Después se despidió de sus hermanos y se embarcó hacia Siria en compañía de Priscila y de Aquila. En Cencreas, a raíz de un voto que había hecho, se hizo cortar el cabello.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Pablo ha recibido una misión: predicar el Evangelio. Dios por su parte le promete que nadie le hará daño. Dar testimonio del Evangelio implica en ocasiones dificultades, sin embargo, Dios es siempre fiel a sus promesas.
SALMO Sal 46, 2-7
R. ¡El Señor es el Rey de toda la tierra!
O bien: Aleluya.
Aplaudan, todos los pueblos, aclamen al Señor con gritos de alegría;porque el Señor, el Altísimo, es temible, es el soberano de toda la tierra. R.
Él puso a los pueblos bajo nuestro yugo, y a las naciones bajo nuestros pies; él eligió para nosotros una herencia, que es el orgullo de Jacob, su predilecto. R.
El Señor asciende entre aclamaciones, asciende al sonido de trompetas. Canten, canten a nuestro Dios, canten, canten a nuestro Rey. R.
ALELUYA Cfr. Lc 24, 46. 26
Aleluya. El Mesías debía sufrir, y resucitar de entre los muertos, para entrar en su gloria. Aleluya.
EVANGELIO Jn 16, 20-23
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
A la hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: “Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo. La mujer, cuando va a dar a luz, siente angustia porque le llegó la hora; pero cuando nace el niño, se olvida de su dolor, por la alegría que siente al ver que ha venido un hombre al mundo. También ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar. Aquel día no me harán más preguntas”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Mientras el mundo estará contento, los discípulos estarán con un agudo dolor, semejante a los del trabajo de parto. Es un dolor que parece superior a las fuerzas humanas. Sin embargo, la promesa de Jesús es superior a cualquier dolor, cuando lo volvamos a ver tendremos una alegría que nadie nos podrá quitar nunca.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al presentar nuestros dones, Señor, te pedimos que, así como diste a tus mártires la gracia de morir antes que pecar, nos concedas también a nosotros, servirte en tu altar con total entrega. Por Jesucristo, nuestro
ANTÍFONA Sal 115, 5
Es valiosa a los ojos del Señor la muerte de sus santos. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Padre, que estos divinos sacramentos, recibidos en la conmemoración de tus santos mártires, como a ellos les dieron el valor para superar los tormentos, a nosotros con concedan, en medio de las adversidades, la perseverancia en la fe y en la caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Ustedes son un Pueblo adquirido para anunciar la grandeza de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable, aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios nuestro, renueva nuestros corazones con obras buenas y, al tender siempre hacia lo más perfecto, concédenos vivir plenamente el misterio pascual. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Hech 18, 23-28
Lectura de los Hechos de los Apóstoles.
Después de haber permanecido un tiempo en Antioquía, Pablo partió de nuevo y recorrió sucesivamente la región de Galacia y la Frigia, animando a todos los discípulos. Un judío llamado Apolo, originario de Alejandría, había llegado a Éfeso. Era un hombre elocuente y versado en las Escrituras. Había sido iniciado en el Camino del Señor y, lleno de fervor, exponía y enseñaba con precisión lo que se refiere a Jesús, aunque no conocía otro bautismo más que el de Juan Bautista. Comenzó a hablar con decisión en la sinagoga. Después de oírlo, Priscila y Aquila lo llevaron con ellos y le explicaron más exactamente el Camino de Dios. Como él pensaba ir a Acaya, los hermanos lo alentaron, y escribieron a los discípulos para que lo recibieran de la mejor manera posible. Desde que llegó a Corinto fue de gran ayuda, por la gracia de Dios, para aquellos que habían abrazado la fe, porque refutaba vigorosamente a los judíos en público, demostrando por medio de las Escrituras que Jesús es el Mesías.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
El caso de Apolo nos ayuda a considerar que los dones deben ser puestos al servicio del evangelio. Su condición de judío, su capacidad de oratoria y su conocimiento de la Escritura permitieron que muchos judíos creyeran en Jesús. Es necesario tener conciencia de nuestros dones, de nuestras capacidades, y, con alegría y humildad, ponerlas al servicio del Reino de Dios.
SALMO Sal 46, 2-3.8-10
R. ¡El Señor es el Rey de toda la tierra!
Aplaudan, todos los pueblos, aclamen al Señor con gritos de alegría; porque el Señor, el Altísimo, es temible, es el soberano de toda la tierra.
R. ¡El Señor es el Rey de toda la tierra!
El Señor es el Rey de toda la tierra, cántenle un hermoso himno. El Señor reina sobre las naciones, el Señor se sienta en su trono sagrado.
R. ¡El Señor es el Rey de toda la tierra!
Los nobles de los pueblos se reúnen con el pueblo del Dios de Abraham: del Señor son los poderosos de la tierra, y él se ha elevado inmensamente.
R. ¡El Señor es el Rey de toda la tierra!
ALELUYA Jn 16, 28
Aleluya. Salí del Padre y vine al mundo. Ahora dejo el mundo y voy al Padre. Aleluya.
EVANGELIO Jn 16, 23b-28
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
A la hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: Les aseguro “que todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Hasta ahora, no han pedido nada en mi Nombre. Pidan y recibirán, y tendrán una alegría que será perfecta. Les he dicho todo esto por medio de parábolas. Llega la hora en que ya no les hablaré por medio de parábolas, sino que les hablaré claramente del Padre. Aquel día ustedes pedirán en mi Nombre; y no será necesario que yo ruegue al Padre por ustedes, ya que él mismo los ama, porque ustedes me aman y han creído que yo vengo de Dios. Salí del Padre y vine al mundo. Ahora dejo el mundo y voy al Padre.”
Palabra del Señor.
COMENTARIO
El discípulo logra una comunión tal con el Padre y el Hijo, que su oración llega a ser escuchada. Sin embargo, esto no significa que la oración deba entenderse como el resultado de pedidos y requerimientos personales o individuales, ni mucho menos como si Dios atendiera nuestra oración caprichosa de necesidad de bienestar. El verdadero discípulo vive en comunión plena con el Padre, y por lo tanto, su oración es conforme a la voluntad del Padre.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica los dones que te presentamos, Señor, y, al aceptar este sacrificio espiritual, conviértenos en ofrenda eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO DE PASCUA
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Jn 17, 24
Padre, quiero que los que tú me diste estén conmigo donde yo esté, para que contemplen la gloria que me has dado, aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Después de haber recibido los dones pascuales te pedimos humildemente, Señor, que la Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar en su memoria aumente la caridad en todos nosotros. El que vive y reina por los siglos de los siglos.
“Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra".
El misterio de la Ascensión celebra el triunfo total, perfecto y definitivo de Cristo. No sólo ha resucitado, sino que es el Señor. En Él Dios Padre ha desplegado su poder infinito. A san Pablo le faltan palabras para describir “la eficacia de la fuerza poderosa de Dios” por la que el crucificado, el despreciado de todos los pueblos, ha sido glorificado en su humanidad y en su cuerpo y ha sido constituido Señor absoluto de todo lo que existe. Todo ha sido puesto bajo sus pies, bajo su dominio soberano. La Ascensión es la fiesta de Cristo glorificado, exaltado sobre todo, entronizado a la derecha del Padre. Por tanto, fiesta de adoración de esta majestad infinita de Cristo.
Pero la Ascensión es también la fiesta de la Iglesia.
Aparentemente su Esposo le ha sido arrebatado. Y sin embargo la segunda lectura nos dice que precisamente por su Ascensión Cristo ha sido dado a la Iglesia. Libre ya de los condicionamientos de tiempo y espacio, Cristo es Cabeza de la Iglesia, la llena con su presencia totalizante, la vivifica, la plenifica. La Iglesia vive de Cristo. Más aún, es plenitud de Cristo, es Cuerpo de Cristo, es Cristo mismo. La Iglesia no está añadida o sobrepuesta a Cristo. Es una sola cosa con Él, es Cristo mismo viviendo en ella. Ahí está la grandeza y la belleza de la Iglesia: “Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”.
“Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos”
La Ascensión es también fiesta y compromiso de evangelización. Pero entendiendo este mandato de Jesús desde las otras dos frases que Él mismo dice –“Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra – “Yo estaré con ustedes”. Evangelizar, hacer apostolado no es tampoco añadir algo a Cristo, sino sencillamente ser instrumento de un Cristo presente y todopoderoso que quiere servirse de nosotros para extender su señorío en el mundo. El que actúa es Él y la eficacia es suya (Mc 16,20); de lo contrario, no hay eficacia alguna. (FGD)
I.-RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE ENTRADA Hech 1, 11
Hombres de Galilea, ¿por qué siguen mirando al cielo? Este Jesús, que les ha sido quitado y elevado al Cielo, vendrá de la misma manera que lo han visto partir. Aleluya.
ACTO PENITENCIAL
- Tú que estás glorificado junto al Padre. Señor, ten piedad.
- Tú que nos llamas a participar de tu gloria. Cristo, ten piedad.
- Tú que nos hiciste testigos tuyos. Señor, ten piedad.
SE DICE GLORIA A DIOS
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra suplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, darte gracias con santa alegría, porque en la Ascensión de Cristo, tu Hijo, nuestra humanidad es elevada junto a ti, ya que él, como cabeza de la Iglesia, nos ha precedido en la gloria que nosotros, su cuerpo, esperamos alcanzar. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
II.-LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El libro de los Hechos narra la Ascensión de Jesús y la promesa de enviar el Espíritu Santo.
Lectura de los Hechos de los apóstoles. Hech 1, 1-11
En mi primer Libro, querido Teófilo, me referí a todo lo que hizo y enseñó Jesús, desde el comienzo, hasta el día en que subió al cielo, después de haber dado, por medio del Espíritu Santo, sus últimas instrucciones a los Apóstoles que había elegido. Después de su Pasión, Jesús se manifestó a ellos dándoles numerosas pruebas de que vivía, y durante cuarenta días se les apareció y les habló del Reino de Dios. En una ocasión, mientras estaba comiendo con ellos, les recomendó que no se alejaran de Jerusalén y esperaran la promesa del Padre: “La promesa”, les dijo, “que yo les he anunciado. Porque Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo, dentro de pocos días”. Los que estaban reunidos le preguntaron: “Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?”. Él les respondió: “No les corresponde a ustedes conocer el tiempo y el momento que el Padre ha establecido con su propia autoridad. Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra”. Dicho esto, los Apóstoles lo vieron elevarse, y una nube lo ocultó de la vista de ellos.
Como permanecían con la mirada puesta en el cielo mientras Jesús subía, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: “Hombres de Galilea, ¿por qué siguen mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado y fue elevado al cielo, vendrá de la misma manera que lo han visto partir”.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Jesús no niega que el Reino de Dios tendrá una realización material; pero afirma que a los auténticos discípulos no les es lícito hacer cálculos. La plenitud del Reino vendrá cuando Dios lo quiera y en los momentos menos esperados. En cuanto a la Ascensión se ofrece como respuesta a la pregunta de los apóstoles. Es necesario que el Maestro les sea “quitado”, para que éstos comprendan, al fin, que él es verdaderamente el Señor, que su Reino no es de este mundo, sino que debe construirse aquí y ahora bajo el impulso del Espíritu, y gracias al testimonio misionero, hasta fines de la tierra. A partir de aquí lo que importa es poner manos a la obra y dejar de “quedarse mirando al cielo”.
SALMO
Frente al triunfo de Cristo, el salmo 46 es un canto triunfal, a Dios, rey de toda la tierra. La Iglesia lo aplica a Jesús. Participamos de esta oración, aclamando: “El Señor asciende entre aclamaciones.”
Sal 46, 2-3. 6-9
R. El Señor asciende entre aclamaciones.
O bien: Aleluya.
Aplaudan, todos los pueblos, aclamen al Señor con gritos de alegría; porque el Señor, el Altísimo, es temible, es el soberano de toda la tierra. R.
El Señor asciende entre aclamaciones, asciende al sonido de trompetas. Canten, canten a nuestro Dios, canten, canten a nuestro Rey. R.
El Señor es el Rey de toda la tierra, cántenle un hermoso himno. El Señor reina sobre las naciones; el Señor se sienta en su trono sagrado. R.
SEGUNDA LECTURA
En un texto muy bello, san Pablo explica como Dios resucitó y glorificó a Jesús y “lo sentó a su derecha”.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso.Ef 1, 17-23
Hermanos: Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les conceda un espíritu de sabiduría y de revelación que les permita conocerlo verdaderamente. Que él ilumine sus corazones, para que ustedes puedan valorar la esperanza a la que han sido llamados, los tesoros de gloria que encierra su herencia entre los santos, y la extraordinaria grandeza del poder con que él obra en nosotros, los creyentes, por la eficacia de su fuerza. Éste es el mismo poder que Dios manifestó en Cristo, cuando lo resucitó de entre los muertos y lo hizo sentar a su derecha en el cielo, elevándolo por encima de todo Principado, Potestad, Poder y Dominación, y de cualquier otra dignidad que pueda mencionarse tanto en este mundo como en el futuro. Él puso todas las cosas bajo sus pies y lo constituyó, por encima de todo, Cabeza de la Iglesia, que es su Cuerpo y la Plenitud de Aquél que llena completamente todas las cosas.
COMENTARIO
San Pablo quiere inspirar nuestra esperanza cristiana que consiste en esperar firmemente la realización de las promesas de Dios al hombre: total liberación y felicidad en Cristo. Se subraya la causa de nuestra esperanza: la promesa ya se realizó en la humanidad de Jesús, que resucitó de entre los muertos.
Palabra de Dios.
ALELUYA Mt 28, 19. 20
Aleluya. “Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO
Jesús asciende al cielo, y nos constituye en “testigos” de su resurrección y su mensaje.
EVANGELIO Mt 28, 16-20
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Después de la resurrección del Señor, los once discípulos fueron a Galilea, a lamontaña donde Jesús los había citado. Al verlo, se postraron delante de El; sin embargo, algunos todavía dudaron. Acercándose, Jesús les dijo: “Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que Yo les he mandado. Y Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
La entrega de una misión por parte de Jesús siempre conlleva una promesa. Que él siempre cumple. Pero ¿porque muchos de nosotros permanecemos inmóviles, ajenos a la misión? Porque dudamos. Oremos con Pedro: ‘Señor auméntanos la fe”.
SE DICE EL CREDO
Creo en Dios Padre todopoderoso. Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna. Amén
ORACION DE LOS FIELES
A cada intención, pedimos: Ayúdanos a ser testigos y misioneros.
·Para que se multipliquen los testigos y misioneros de Cristo en todos lospueblos. Oremos.
·Para que el amor triunfe sobre la indiferencia y las naciones ricas ayuden solidariamente a los pueblos pobres. Oremos.
·Para que los derechos de todos los hombres —en particular los indefensos— sean respetados, y que nadie esclavice al prójimo. Oremos.
·Para que cada uno de nosotros acepte la misión evangelizadora que lo hace testigo de Jesús. Oremos,
III.-LITURGIA EUCARISTICA
Presentación de la Ofrendas: Cristo estuvo presente en su palabra, pronto lo estará en su eucaristía. Unidos a él, junto al pan y el vino, llevemos altar las intenciones que guardamos en el corazón y el deseo de ser testigos de Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos humildemente este sacrificio, Señor, en la admirable ascensión de tu Hijo; concédenos por este sagrado intercambio elevarnos hacia los bienes celestiales. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de la Ascensión: Jesús nos constituyó sus testigos. Junto al celebrante, demos gracias al Señor, nuestro Dios, porque Jesús, Rey de la gloria, nos hará seguirlo a su reino glorioso. Coronamos la alabanza con el canto del Santo, canto de todos los que fueron testigos de Cristo.
PREFACIO DE LA ASCENSIÓN I
EL MISTERIO DE LA ASCENSIÓN
V. El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno:
Porque el Señor Jesús, Rey de la gloria, triunfador del pecado y de la muerte, ante la admiración de los ángeles ascendió (hoy) a lo más alto de los cielos, como Mediador entre Dios y los hombres, Juez del mundo y Señor de los espíritus celestiales. No lo hizo para apartarse de la pequeñez de nuestra condición humana sino para que lo sigamos confiadamente como miembros suyos, al lugar donde nos precedió él, cabeza y principio de todos nosotros. Por eso, con esta efusión del gozo pascual, el mundo entero está llamado a la alegría junto con los ángeles y los arcángeles que cantan un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...
RITO DE COMUNIÓN
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
LA PAZ
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”. No tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia, y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
CORDERO
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Mt 28, 20
Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo. Aleluya.
Comunión: La unión con Jesús en la eucaristía es un anticipo de nuestra futura gloria junto a él en el cielo. Llenos de gozo, vayamos a comulgar.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que nos permites participar en la tierra de los misterios divinos, concede que nuestro fervor cristiano nos oriente hacia el cielo, donde ya nuestra naturaleza humana está contigo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
IV.-RITOS DE CONCLUSION
BENDICION SOLEMNE
Dios todopoderoso los bendiga en este día en que su Hijo subió al cielo y les abrió la entrada de la gloria para llegar a estar junto a él. R. Amén.
Y al proclamarlo glorioso junto al Padre, les conceda la alegría de experimentar que permanece con ustedes hasta el fin del mundo, como lo ha prometido.
R.Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para siempre. R. Amén.
Cristo, que se apareció a sus discípulos después de su Resurrección, se manifieste también a ustedes lleno de misericordia, cuando venga para el juicio final. R. Amén.
ENVIO
Jesús prometió enviar el Espíritu Santo. Lo celebraremos el próximo domingo. Con alegría por ser testigos de Jesús, nos retiramos cantando.
La atmósfera de la liturgia de la ascensión está penetrada siempre por una atormentadora nostalgia, porque nos pone en una fuerte tensión hacia el Cielo, verdadera patria del cristiano, y nos hace experimentar con mayor intensidad el deseo de la eternidad que también deberíamos sentir todos los días. En efecto, deberíamos consumirnos verdaderamente con la esperanza de contemplar sin velos el rostro de Dios. Sin embargo, con excesiva frecuencia advertimos que el peso de las realidades materiales nos mantiene pegados al suelo, nos despunta las alas, suscita en nosotros cansancio y duda. Así se plantea un interrogante: ¿cómo llegar a gozar de realidades que no son terrenas, que escapan a la experiencia sensible? Necesitamos un gusto especial suscitado en nosotros por el Espíritu Santo.
La “santa alegría” que el Espíritu suscita en nosotros es muy diferente de la que se nos pasa de contrabando como tal. Es la alegría de las bienaventuranzas, fruto del sufrimiento, porque brota de la muerte y resurrección de Cristo. Se trata de una alegría santa, porque, en Cristo ascendido al cielo, nuestra humanidad ha sido ensalzada, elevada, mucho más allá de nuestros estrechos horizontes. Es preciso que nos dejemos educar para ver lo invisible. ¿Cómo? Se ve creyendo, se siente esperando, se conoce amando. El misterio de la ascensión, tan bello y gozoso por el hecho de que nos presenta a Cristo vuelto de nuevo al seno del Padre, nos colma al mismo tiempo el corazón de sentimientos de humildad y bondad: Jesús permanece entre nosotros hasta el fin del mundo. Sólo ha cambiado de aspecto: lo encontramos en el pobre y en el que sufre. Por ahora no lo vemos glorioso. Lo conseguiremos sólo si antes lo reconocemos con verdadero amor en su humillación, acogiéndonos los unos a los otros.
Jesús, quisiéramos saber qué ha sido para ti volver al seno del Padre, volver a él no sólo como Dios, sino también como hombre, con las manos, los pies y el costado con esa llaga de amor. Sabemos lo que es entre nosotros la separación de las personas que amamos: la mirada los sigue todo lo que puede cuando se alejan...
El Padre nos concede también a nosotros, como a los apóstoles, esa luz que ilumina los ojos del corazón y que nos hace intuir que estás presente para siempre. Así podemos gustar ya desde ahora la viva esperanza a la que estamos llamados y abrazar con alegría la cruz, sabiendo que el humilde amor inmolado es la única fuerza adecuada para levantar el mundo.
Recibirán la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos hasta los confines de la tierra. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, derrama sobre nosotros la fuerza del Espíritu Santo, para que cumplamos fielmente tu voluntad y, con nuestras obras, demos siempre testimonio de ti. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los Siglos.
PRIMERA LECTURA
LECTURA HECH 19, 1-8
De los Hechos de los Apóstoles.
Mientras Apolo permanecía en Corinto, Pablo atravesando la región interior, llegó a Éfeso. Allí encontró a algunos discípulos y les preguntó: "Cuando ustedes abrazaron la fe, ¿recibieron el Espíritu Santo?". Ellos le dijeron: "Ni siquiera hemos oído decir que hay un Espíritu Santo". "Entonces, ¿qué bautismo recibieron?", les preguntó Pablo. "El de Juan Bautista", respondieron. Pablo les dijo: "Juan bautizaba con el bautismo de penitencia, diciendo al pueblo que creyera en el que vendría después de él, es decir, en Jesús". Al oír estas palabras, ellos se hicieron bautizar en el Nombre del Señor Jesús. Pablo les impuso las manos, y descendió sobre ellos el Espíritu Santo. Entonces comenzaron a hablar en distintas lenguas y a profetizar. Eran en total unos doce hombres. Pablo fue luego a la sinagoga y durante tres meses predicó abiertamente, hablando sobre el Reino de Dios y tratando de persuadir a los oyentes.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Pablo encuentra en Éfeso unos que habían sido discípulos del Bautista, quienes habían recibido el bautismo para el perdón de los pecados. Frente a los errores de culto politeísta predica Pablo la enseñanza de Jesús sobre la adoración a Dios en espíritu y en verdad. Al oír hablar de la nueva espiritualidad pasan del bautismo de Juan al de Jesús. Poco después Pablo les impone las manos y reciben el don del Espíritu Santo, confirmando así su fe. La fe da serenidad al espíritu, pero no se puede buscar en ella un cómodo lecho donde reposar sin preocupaciones.
SALMO Sal 67, 2-5ac.6-7ab
R. ¡Pueblos de la tierra, canten al Señor!
¡Se alza el Señor! Sus enemigos se dispersan y sus adversarios huyen delante de él. Tú los disipas como se disipa el humo; como se derrite la cera ante el fuego, así desaparecen los impíos delante del Señor.
R. ¡Pueblos de la tierra, canten al Señor!
Los justos se regocijan, gritan de gozo delante del Señor y se llenan de alegría. ¡Canten al Señor, entonen un himno a su Nombre! Su Nombre es "el Señor".
R. ¡Pueblos de la tierra, canten al Señor!
El Señor en su santa Morada es padre de los huérfanos y defensor de las viudas: Él instala en un hogar a los solitarios y hace salir con felicidad a los cautivos.
R. ¡Pueblos de la tierra, canten al Señor!
ALELUYA Col 3, 1
Aleluya. Ya que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Aleluya.
EVANGELIO Jn 16, 29-33
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
A la Hora de pasar de este mundo al Padre, los discípulos le dijeron a Jesús: "Por fin hablas claro y sin parábolas. Ahora conocemos que tú lo sabes todo y no hace falta hacerte preguntas. Por eso creemos que tú has salido de Dios". Jesús les respondió: "¿Ahora creen? Se acerca la hora, y ya ha llegado, en que ustedes se dispersarán cada uno por su lado, y me dejarán solo. Pero no, no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Les digo esto para que encuentren la paz en mí. En el mundo tendrán que sufrir; pero tengan valor: Yo he vencido al mundo".
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Al leer el evangelio de Juan se llega a una conclusión fundamental referida a Jesús: "Tú has salido de Dios". Los discípulos llegan a la fe en la persona de Jesús, al comprender que él ha vivido su vida de hombre en comunión con el Padre. Les falta descubrir aún que él vivirá igualmente su muerte en comunión. Entonces su fe llegará a dar un sentido a la vida de todo hombre, especialmente a sus pruebas, iluminándolas a la luz de la unión del discípulo con su Maestro. La fe no es opio que adormece ni calmante que insensibiliza. Es fuerza que potencia en la lucha contra la maldad. "Esta es la victoria que vence el mundo: nuestra fe" (1 Jn 5, 4).
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que este santo sacrificio nos purifique e infunda en nosotros la fuerza de tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr.Jn14, 18; 16, 22.
Dice el Señor: no los dejaré huérfanos, volveré a ustedes, y se alegrará su corazón. Aleluya.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Padre, ayuda con bondad a tu pueblo, que has alimentado con los sacramentos celestiales; concédele apartarse del pecado y comenzar una vida nueva Por Jesucristo, nuestro Señor.
Yo soy el primero y el último, el viviente. Estuve muerto pero ahora vivo para siempre. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, te pedimos que, al venir el Espíritu Santo, se digne habitar en nosotros y nos convierta en templos de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Hech 20, 17-27
Lectura de los Hechos de los apóstoles.
Pablo, desde Mileto, mandó llamar a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso. Cuando éstos llegaron, Pablo les dijo: “Ya saben cómo me he comportado siempre con ustedes desde el primer día que puse el pie en la provincia de Asia. He servido al Señor con toda humildad y con muchas lágrimas, en medio de las pruebas a que fui sometido por las insidias de los judíos. Ustedes saben que no he omitido nada que pudiera serles útil; les prediqué y les enseñé tanto en público como en privado, instando a judíos y a paganos a convertirse a Dios y a creer en nuestro Señor Jesús. Y ahora, como encadenado por el Espíritu, voy a Jerusalén sin saber lo que me sucederá allí. Sólo sé que, de ciudad en ciudad, el Espíritu Santo me va advirtiendo cuántas cadenas y tribulaciones me esperan. Pero poco me importa la vida, mientras pueda cumplir mi carrera y la misión que recibí del Señor Jesús: la de dar testimonio de la Buena Noticia de la gracia de Dios. Y ahora sé que ustedes, entre quienes pasé predicando el Reino, no volverán a verme. Por eso hoy declaro delante de todos que no tengo nada que reprocharme respecto de ustedes. Porque no hemos omitido nada para anunciarles plenamente los designios de Dios”.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
San Pablo de manera conmovedora se despide de los presbíteros. Tiene pena, pero la robustez de su fe le mantiene sereno. Su ser está anhelando la meta; sabe que ha corrido bien la carrera.
SALMO Sal 67, 10-11. 20-21
R. ¡Pueblos de la tierra, canten al Señor!
O bien: Aleluya.
Tú derramaste una lluvia generosa, Señor:
tu herencia estaba exhausta y tú la reconfortaste;
allí se estableció tu familia, y tú, Señor,
la afianzarás por tu bondad para con el pobre. R.
¡Bendito sea el Señor, el Dios de nuestra salvación!
Él carga con nosotros día tras día;
él es el Dios que nos salva y nos hace escapar de la muerte. R.
ALELUYA Jn 14, 16
Aleluya. Yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito, para que esté siempre con ustedes. Aleluya.
EVANGELIO Jn 17, 1-11
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús levantó los ojos al cielo, orando así: “Padre, ha llegado la Hora: glorifica a tu Hijo para que el Hijo te glorifique a ti, ya que le diste autoridad sobre todos los hombres, para que él diera Vida eterna a todos los que tú les has dado. Ésta es la Vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a tu Enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste. Ahora, Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que yo tenía contigo antes que el mundo existiera. Manifesté tu Nombre a los que separaste del mundo para confiármelos. Eran tuyos y me los diste, y ellos fueron fieles a tu palabra. Ahora saben que todo lo que me has dado viene de ti, porque les comuniqué las palabras que tú me diste: ellos han reconocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me enviaste. Yo ruego por ellos: no ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque son tuyos. Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío, y en ellos he sido glorificado. Ya no estoy más en el mundo, pero ellos están en él; y yo vuelvo a ti.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
¿Para que has nacido? Para ser amado con un amor capaz de dar sentido a tu existencia. El dialogo de Jesús con su Padre muestra la plenitud del amor. Se trata de la total entrega del uno por el otro.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las oraciones de tus fieles junto con estas ofrendas; haz que esta eucaristía, celebrada con amor, nos lleve a la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Jn 14, 26
Dice el Señor: el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Después de haber recibido los dones pascuales te pedimos humildemente, Señor, que la Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar en su memoria aumente la caridad en todos nosotros. El que vive y reina por los siglos de los siglos.
El Señor es la fuerza de su pueblo, es el baluarte de salvación para su Ungido. Señor, salva a tu pueblo y bendice tu herencia; apaciéntalo y sé su guía para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor y Dios nuestro, vivir siempre en el amor y respeto a tu santo nombre, ya que en tu providencia nunca abandonas a quienes estableces en el sólido fundamento de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Gn 16, 1-12. 15-16
Lectura del libro del Génesis. Sarai, la esposa de Abrám, no le había dado ningún hijo. Pero ella tenía una esclava egipcia llamada Agar. Sarai dijo a Abrám: “Ya que el Señor me impide ser madre, únete a mi esclava. Tal vez por medio de ella podré tener hijos”. Y Abrám accedió al deseo de Sarai. Ya hacía diez años que Abrám vivía en Canaán, cuando Sarai, su esposa, le dio como mujer a Agar, la esclava egipcia. Él se unió con Agar, y ella concibió un hijo. Al ver que estaba embarazada, comenzó a mirar con desprecio a su dueña. Entonces Sarai dijo a Abrám: “Que mi afrenta recaiga sobre ti. Yo misma te entregué a mi esclava, y ahora, al ver que está embarazada, ella me mira con desprecio. El Señor sea nuestro juez, el tuyo y el mío”. Abrám respondió a Sarai: “Puedes disponer de tu esclava. Trátala como mejor te parezca». Entonces Sarai la humilló de tal manera, que ella huyó de su presencia. El ángel del Señor la encontró en el desierto, junto a un manantial –la fuente que está en el camino al Sur– y le preguntó: “Agar, esclava de Sarai, ¿de dónde vienes y adónde vas?”. “Estoy huyendo de Sarai, mi dueña”, le respondió ella. Pero el ángel del Señor le dijo: “Vuelve con tu dueña y permanece sometida a ella”. Luego añadió: “Yo multiplicaré de tal manera el número de tus descendientes, que nadie podrá contarlos”. Y el ángel del Señor le siguió diciendo: “Tú has concebido y darás a luz un hijo, al que llamarás Ismael, porque el Señor ha escuchado tu aflicción. Más que un hombre, será un asno salvaje: alzará su mano contra todos y todos la alzarán contra él; y vivirá enfrentado a todos sus hermanos”. Después Agar dio a Abrám un hijo, y Abrám lo llamó Ismael. Cuando Agar lo hizo padre de Ismael, Abrám tenía ochenta y seis años.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Necesitamos un gran esfuerzo de imaginación para llegar a otra cultura primitiva y poder comprender la historia de la familia de Abraham. Todo sucede conforme a la usanza de la época. El hijo de la esclava es el primogénito legítimo, si bien será Isaac el hijo de la promesa. Éstos son relatos del nacimiento y del destino de Ismael que unen el Islam a la Alianza y a la fe monoteísta de Abraham. De Ismael descienden los pueblos árabes del desierto y Abraham es su patriarca lo mismo que de los semitas. Yahvé promete y es fiel a su promesa. Pero su voluntad no elimina las envidias y rivalidades. Ojalá algún día, judíos, árabes y cristianos nos sintamos depositarios de una misma Alianza y una misma fe.
SALMO Sal 105, 1-5
R. ¡Den gracias al Señor porque es bueno!
¡Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterno su amor! ¿Quién puede hablar de las proezas del Señor y proclamar todas sus alabanzas? R.
¡Felices los que proceden con rectitud, los que practican la justicia en todo tiempo! Acuérdate de mí, Señor, por el amor que tienes a tu pueblo. R.
Visítame con tu salvación, para que vea la felicidad de tus elegidos, para que me alegre con la alegría de tu nación y me gloríe con el pueblo de tu herencia. R.
ALELUYA Jn 14, 23
Aleluya. “El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará e iremos a él”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Mt 7, 21-29
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: No son los que me dicen: “Señor, Señor”, los que entrarán en el reino de los cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu nombre? ¿No expulsamos a los demonios e hicimos muchos milagros en tu nombre?”. Entonces mal”. Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero ésta no se derrumbó, porque estaba construida sobre roca. Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande”. Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, la multitud estaba asombrada de su enseñanza, porque él les enseñaba como quien tiene autoridad y no como sus escribas.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Mateo es un hombre eminentemente concreto. Para él, el Evangelio es una exigencia imperiosa de vida: urge ponerlo en práctica. Essí como se edifica sobre la roca. Los oradores de hermosas palabras son inoperantes e inútiles en el Reino.
¡Cuántas veces hablamos en nombre del Evangelio sin tener el coraje lúcido de la acción necesaria! Pero, se pueden hacer cosas que coinciden con el evangelio, sin aceptarlo, del mismo modo que es posible aceptarlo sin poner en práctica sus palabras. El pasaje de Mateo nos instruye sobre el compromiso de una fe realista.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza, y concédenos que, purificados por su poder, sea de tu agrado el afecto de nuestro corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 144, 15
Los ojos de todos esperan en ti, Señor, y tú les das la comida a su tiempo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados con el sagrado Cuerpo y Sangre de tu Hijo, imploramos, Señor, tu clemencia; haz que en la plenitud de la redención alcancemos lo que celebramos en cada eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
REFLEXIÓN BÍBLICA
“Los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo”
Mt 7, 21-29
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1.NO SON LOS QUE ME DICEN: SEÑOR, SEÑOR, LOS QUE ENTRARÁN EN EL REINO DE LOS CIELOS
Jesús dijo a sus discípulos: No son los que me dicen: Señor, Señor, los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
Si se descubren los profetas verdaderos y falsos, también se pueden distinguir los cristianos falsos y verdaderos. No basta creer lo que Jesús enseña, hay que ponerlo por obra. En los hombres justos, la justicia tenía que superar a la de los escribas y fariseos (Mt 5:20), porque de ellos dice: Haced y guardad lo que os digan. Pero no los imitéis en las obras, porque ellos dicen y no hacen (Mt 23:3). El control de autenticidad cristiana en el Reino está en las obras. Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, es el cristiano auténtico. Ni vale como excusa el haber profetizado en su nombre o el haber exorcizado demonios o el haber hecho milagros.
San Pablo dirá que si uno tuviese profecías, o actos heroicos, milagros, y no tuviese caridad, nada soy (1 Cor 13:1-3). La epístola de Santiago dice: La fe sin obras es fe muerta (Sant 2:17; 2:14-26).
2.ESTAR ATENTOS PARA DISTINGUIR DE LOS BUENOS Y LOS MALOS MAESTROS
Nuestro Señor Jesús, nos advierte en este fragmento del evangelio, como reconocer a aquellos que aparentan llevar una buena vida en las palabras, pero en los hechos y en sus obras no son ejemplos de nada. Esto, porque los hechos y las palabras son necesarias de cumplir por igual a los que sirven al Señor. Y aún hay más exigencia, una y otra cosa son necesarias, pero estas deben ir acompañada de de la aceptación y del cumplimiento de la voluntad de Dios.
Es necesario entonces estar atentos para distinguir de los buenos y los malos maestros. Debemos en otras palabras, cuidarnos de nos ser engañados por los que hablan en nombre de Cristo, pero entienden mal las verdaderas enseñanzas y las acomodan a su manera y sus estatus de vida.
Así es, como si confesamos nuestra fe, debemos vivir nuestra fe, es decir vivir según la palabra de Jesucristo, si no es así, no entraremos al Reino de los Cielos. El camino del Reino de los Cielos, incluye aceptación y obediencia a los propósitos y planes de Dios, y no se esta caminando por El, por el solo hecho de repetir sus nombre.
3.JESÚS VINO A CUMPLIR LA VOLUNTAD DEL PADRE
No es otra la voluntad del Hijo que la del Padre que esta en los cielos, son palabras que hemos oído con mucho énfasis de Jesús. Pongamos nosotros el mismo empeño, el mismo interés y esfuerzo en imitar a Jesús, aceptando y haciendo la voluntad del Padre en los hechos y las palabras. Pero no dejemos de tener presente, que para pertenecer al Reino, no basta con invocar al Señor, auque sintamos que lo hacemos con fe viva, es indispensable cumplir la voluntad de Dios y hacer una vida coherente a los principios y enseñanzas de Jesucristo.
Jesús ilustra y confirma la enseñanza propuesta. La imagen es una parábola, la descripción que hace san Mateo, no sólo es literariamente bella, sino que refleja exactamente el medio ambiente palestino. Su relato tiende a ilustrar genéricamente la idea central de los que, oyendo la palabra de Jesús, luego no la practican o no la ponen por obra.
4.ESTAMOS EXPUESTOS A ENCONTRARNOS CON MUCHAS DIFICULTADES
Dice Jesús; Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero ésta no se derrumbó, porque estaba construida sobre roca. Esto es frente a muchas dificultades, nuestra fe y nuestros principios no han de caerse y nuestra Iglesia permanece firme. La lluvia, representa el elemento que al unirse con la arena arrastra nuestros principios, pero si cae sobre roca, no le hace mella, los torrentes, representan los impulsos de avaricia, los vientos las soberbias. Estamos expuestos a encontrarnos con muchas dificultades, toda clase de peligros contra nuestra fe, pero el que se funda sobre Cristo, permanece en pie y ninguna adversidad lo derriba.
5.COMPARARSE A UN HOMBRE SENSATO
Nos dice Jesús: Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica puede compararse a un hombre sensato. Es decir el que oye y practica sus enseñanzas, es semejante a un varón prudente. Pero no se trata de alguien inteligente o intuitivo, con un gran sentido práctico, sino del que cree y obedece sus enseñanzas, el que pone en práctica los Evangelios, el que lleva en la práctica de su vida una vida religiosa.
La conclusión es clara: la vida cristiana está sólidamente construida, como el edificio bien cimentado, si la fe se traduce en hechos, no en expresiones de deseos.
Pongamos entonces el Hágase tu voluntad que rezamos cada día en practica y disposición de cumplirla, viviendo siempre conforme a ella y para que no nos sea tan difícil, alimentemos nuestro corazón de la Palabra de Dios con la lectura y comprensión de los Evangelios, para que sepamos bien lo que nos dice el Señor y que es lo que nos pide.
6.FELICES LOS QUE ESCUCHAN LA PALABRA DE DIOS Y LA PRACTICAN (Lc 11, 28)
Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, la multitud estaba asombrada de su enseñanza, porque él les enseñaba
En varias ocasiones los evangelios recogen la admiración de las gentes ante las obras o dichos de Jesús: su palabra, que acusa la autoridad que tenía para expulsar demonios (Lc 4:36); pero aquí el motivo es por su doctrina y por el modo como la enseñaba: como quien tiene autoridad y no como sus escribas.
7.VERDADERO MAESTRO Y CON AUTORIDAD PROPIA
El procedimiento didáctico de los escribas y doctores era todo lo opuesto a la enseñanza de Jesús. Para enseñar oficialmente hacía falta haber sido discípulo de algún rabino y haber sido autorizado oficialmente, mediante la imposición de manos, para enseñar en Israel. Jesús, que no había sido discípulo de ningún rabí, ni había recibido esta investidura oficial de la Sinagoga (Jn 7:15), se presenta como verdadero Maestro y con autoridad propia. En este discurso san Mateo, sintetiza el poder y grandeza magisterial de Jesús en su vida docente.
En la conversación de Jesús con la Samaritana, le dirá a El: “Yo sé que el Mesías está para venir y que, cuando El venga, nos hará saber todas las cosas” (Jn 4:25)
Vayamos confiadamente al trono de la gracia, a fin de obtener misericordia y alcanzar la gracia de un auxilio oportuno. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Padre, que tu Espíritu derrame con abundancia sus dones en nosotros, nos dé un corazón que sea de tu agrado y nos disponga a cumplir tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA Hech 22, 30; 23, 6-11
Lectura de los Hechos de los Apóstoles.
Queriendo saber con exactitud de qué acusaban los judíos a Pablo, el tribuno mandó quitarle lascadenas, y convocando a los sumos sacerdotes y a todo el Sanedrín, hizo comparecer a Pablo delante de ellos. Pablo, sabiendo que había dos partidos, el de los saduceos y el de los fariseos, exclamó en medio del Sanedrín: “Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseos, y ahora me están juzgando a causa de nuestra esperanza en la resurrección de los muertos”. Apenas pronunció estas palabras, surgió una disputa entre fariseos y saduceos, y la asamblea se dividió. Porque los saduceos niegan la resurrección y la existencia de los ángeles y de los espíritus; los fariseos, por el contrario, admiten una y otra cosa. Se produjo un griterío, y algunos escribas del partido de los fariseos se pusieron de pie y protestaron enérgicamente: «Nosotros no encontramos nada de malo en este hombre. ¿Y si le hubiera hablado algún espíritu o un ángel...?». Como la disputa se hacía cada vez más violenta, el tribuno, temiendo por la integridad de Pablo, mandó descender a los soldados para que lo sacaran de allí y lo llevaran de nuevo a la fortaleza. A la noche siguiente, el Señor se apareció a Pablo y le dijo: “Ánimo, así como has dado testimonio de mí en Jerusalén, también tendrás que darlo en Roma”.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
A los fariseos y saduceos los unía el juicio a una persona. No la verdad. Pablo hábilmente se los demuestra al proclamar la verdad de la resurrección. Ahí está el fundamento de nuestra fe, de nuestra unidad.
SALMO Sal 15, 1-2ª. 5. 7-11
R. ¡Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti!
O bien: Aleluya.
Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti. Yo digo al Señor: “Señor, Tú eres mi bien”.El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz,¡Tú decides mi suerte! R.
Bendeciré al Señor que me aconseja, ¡hasta de noche me instruye mi conciencia! Tengo siempre presente al Señor: Él está a mi lado, nunca vacilaré. R.
Por eso mi corazón se alegra, se regocijan mis entrañas y todo mi ser descansa seguro: porque no me entregarás a la Muerte ni dejarás que tu amigo vea el sepulcro. R.
Me harás conocer el camino de la vida, saciándome de gozo en tu presencia, de felicidad eterna a tu derecha. R.
ALELUYA Jn 17, 21
Aleluya. “Que todos sean uno, como Tú, Padre, estás en mí y Yo en ti, para que el mundo crea que Tú me enviaste”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Jn 17, 20-26
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús levantó los ojos al cielo, y Oró diciendo: Padre santo, no ruego solamente por ellos, sino también por los que, gracias a su palabra, creerán en mí. Que todos sean uno: como Tú, Padre, estás en mí y Yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que Tú me enviaste. Yo les he dado la gloria que Tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno -Yo en ellos y Tú en mi- para que sean perfectamente uno y el mundo conozca que Tú me has enviado, y que los has amado a ellos como me amaste a mí. Padre, quiero que los que Tú me diste estén conmigo donde Yo esté, para que contemplen la gloria que me has dado, porque ya me amabas antes de la creación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero Yo te conocí, y ellos reconocieron que Tú me enviaste. Les di a conocer tu Nombre, y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que Tú me amaste esté en ellos, y Yo también esté en ellos.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Muchos hombres no han experimentado el amor de Dios, ¿porqué? La división de los cristianos es un signo de contradicción. La unidad perfecta será el signo que convencerá a los hombres que el Padre los ha amado hasta el extremo.
ORACIÓN SOBRE LA S OFRENDAS
Santifica los dones que te presentamos, Señor, y, al aceptar este sacrificio espiritual, conviértenos en ofrenda eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Jn 16, 7
Dice el Señor: les digo la verdad, les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Paráclito no vendrá a ustedes. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, que los santos misterios recibidos nos instruyan con sus enseñanzas y nos renueven interiormente, para que merezcamos alcanzar los frutos espirituales. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Cristo nos amó, y nos purificó de nuestros pecados por medio de su sangre, e hizo de nosotros un reino sacerdotal para Dios, su Padre. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por la glorificación de tu Hijo y la venida del Espíritu Santo nos abriste las puertas de la vida eterna; al participar de un don tan grande, concédenos que se acreciente nuestra entrega a tu servicio y que vivamos con plenitud las riquezas de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Hech 25, 13-21
Lectura de los Hechos de los Apóstoles.
El rey Agripa y Berenice llegaron a Cesarea y fueron a saludar a Festo. Como ellos permanecieron varios días, Festo expuso al rey el caso de Pablo, diciéndole: “Félix ha dejado a un prisionero, y durante mi estadía en Jerusalén, los sumos sacerdotes y los ancianos de los judíos, presentaron quejas pidiendo su condena. Yo les respondí que los romanos no tienen la costumbre de entregar a un hombre antes de enfrentarlo con sus acusadores y darle la oportunidad de defenderse. Ellos vinieron aquí, y sin ninguna demora, me senté en el tribunal e hice comparecer a ese hombre al día siguiente. Pero cuando se presentaron los acusadores, éstos no alegaron contra él ninguno de los cargos que yo sospechaba. Lo que había entre ellos eran no sé qué discusiones sobre su religión, y sobre un tal Jesús que murió y que Pablo asegura que vive. No sabiendo bien qué partido tomar en un asunto de esta índole le pregunté a Pablo si quería ir a Jerusalén para ser juzgado allí. Pero como éste apeló al juicio de su majestad imperial, yo ordené que lo dejaran bajo custodia hasta que lo enviara al Emperador”. Palabra de Dios.
COMENTARIO
Aunque a Festo le es ajena la fe en Jesús y su resurrección, trata de actuar justamente. Dios ha puesto en el corazón de todo hombre una ley que él no se dicta a si mismo y que le mueve a hacer el bien y evitar el mal.
SALMO Sal 102, 1-2. 11-12. 19-20
R. ¡El Señor tiene su trono en el cielo!
O bien: Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga a su santo Nombre; bendice al Señor, alma mía, y nunca olvides sus beneficios. R.
Cuanto se alza el cielo sobre la tierra, así de inmenso es su amor por los que lo temen; cuanto dista el oriente del occidente, así aparta de nosotros nuestros pecados. R.
El Señor puso su trono en el cielo, y su realeza gobierna el universo. ¡Bendigan al Señor, todos sus ángeles, los fuertes guerreros que cumplen sus órdenes! R.
ALELUYA Jn 14, 26
Aleluya. El Espíritu Santo les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho. Aleluya.
EVANGELIO Jn 21, 15-19
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Después de la aparición a la orilla del lago, Jesús resucitado dijo a Simón Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?”. Él le respondió: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis corderos”. Le volvió a decir por segunda vez: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas?”. Él le respondió: “Sí, Señor, sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis ovejas”. Le preguntó por tercera vez: “Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?”. Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntara si lo quería, y le dijo: “Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis ovejas. Te aseguro que cuando eras joven, tú mismo te vestías e ibas a donde querías. Pero cuando seas viejo, extenderás tus brazos, y otro te atará y te llevará a donde no quieras”. De esta manera, indicaba con qué muerte Pedro debía glorificar a Dios. Y después de hablar así, le dijo: “Sígueme”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Después de la triple negación viene la triple confesión de amor. Pedro recibe entonces una misión: apacentar el rebaño. Es convertido en Vicario de Cristo en la tierra. Este renovado amor de Pedro lo llevará a dar su vida por Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios, mira con bondad las ofrendas de tu pueblo y, para que podamos presentarte un sacrificio agradable, haz que la venida del Espíritu Santo nos purifique de todo pecado. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Jn 16, 13
Dice el Señor: cuando venga el Espíritu de la verdad, él los introducirá en toda la verdad. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, que nos purificas y alimentas con este sacramento, concédenos, por su eficacia, alcanzar la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Feliz este santo que mereció ser contado entre los apóstoles; era un hombre bondadoso, lleno del Espíritu Santo y de mucha fe. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que para convertir a los paganos elegiste a san Bernabé, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo; concede que el Evangelio de Cristo, predicado por él con tanta firmeza, sea anunciado fielmente con palabras y obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Hech 28, 16-20. 30-31
Lectura de los Hechos de los Apóstoles.
Cuando llegamos a Roma, Pablo recibió autorización para alojarse en una casa particular con unsoldado que lo custodiara. Tres días después, convocó a los judíos principales, y cuando se reunieron les dijo: “Hermanos, sin haber hecho nada contra el pueblo ni contra las costumbres de nuestros padres, fui arrestado en Jerusalén y puesto en manos de los romanos. Después de interrogarme, quisieron dejarme en libertad, porque no encontraban en mí nada que mereciera la muerte; pero ante la oposición de los judíos, me vi obligado a apelar al Emperador, sin querer por esto acusar en nada a mi pueblo. Por eso he querido verlos y hablarles, ya que a causa de la esperanza de Israel llevo estas cadenas”. Pablo vivió dos años enteros por sus propios medios, recibiendo a todos los que querían verlo, proclamando el Reino de Dios, y enseñando con toda libertad y sin encontrar ningún obstáculo, lo concerniente al Señor Jesucristo.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
El celo de Pablo permanece intacto, sin embargo, su vehemencia ha sido moderada por los años y la experiencia. Fraternalmente se dirige a los judíos para decirles que es a causa de la esperanza de Israel que ésta preso. No se trata de una acusación a su pueblo.
SALMO Sal 10, 4-5. 7
R. ¡Los que son rectos verán tu rostro, Señor!
O bien: Aleluya.
El Señor está en su santo Templo, el Señor tiene su trono en el cielo. Sus ojos observan el mundo, sus pupilas examinan a los hombres. R.
El Señor examina al justo y al culpable, y odia al que ama la violencia. Porque el Señor es justo y ama la justicia, y los que son rectos verán su rostro. R.
ALELUYA Cfr. Jn 16, 7. 13
Aleluya. “Les enviaré el Espíritu de la verdad; él les hará conocer toda la verdad”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Jn 21, 19-25
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Jesús resucitado había anunciado con qué muerte Pedro debía glorificar a Dios. Pedro, volviéndose, vio que lo seguía el discípulo al que Jesús amaba, el mismo que durante la Cena se había reclinado sobre Jesús y le había preguntado: “Señor, ¿quién es el que te va a entregar?”. Cuando Pedro lo vio, preguntó a Jesús: “Señor, ¿y qué será de éste?”. Jesús le respondió: “Si yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa? Tú sígueme”. Entonces se divulgó entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría, pero Jesús no había dicho a Pedro: “él no morirá”, sino: “Si yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa?”. Este mismo discípulo es el que da testimonio de estas cosas y el que las ha escrito, y sabemos que su testimonio es verdadero. Jesús hizo también muchas otras cosas. Si se las relatara detalladamente, pienso que no bastaría todo el mundo para contener los libros que se escribirían.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Este es el final del evangelio de Juan. Pedro y los hermanos manifiestan una inquietud muy humana: saber sobre la suerte de otro y correr la voz. No es necesario saber todo. Es importante conocer aquello que da la vida. De hecho solo algunas cosas de las que dijo e hizo el Señor quedaron por escritas, las que se consideraron necesarias.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Feliz este santo que mereció ser contado entre los apóstoles; era un hombre bondadoso, lleno del Espíritu Santo y de mucha fe. Aleluya.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Jn 16, 14
Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor. Yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Después de recibir el anticipo de la vida eterna, te suplicamos, Padre, que lleguemos a poseer en plenitud lo que celebramos sacramentalmente en la fiesta del apóstol san Bernabé. Por Jesucristo, nuestro Señor
He aquí la característica principal de la Iglesia primitiva tal como los Hechos de los Apóstoles nos la presentan. Es el Espíritu Santo quien pone en marcha a la Iglesia. Es su alma y su motor. Sin Él, la Iglesia es un grupo de hombres más, sin fuerza, sin entusiasmo, sin vida. He aquí el secreto de la Iglesia: no con “algo” de Espíritu Santo, sino “llenos” de Él; y llenos no alguno, sino “todos”.
Aquí radican también todos los males de la Iglesia: En la falta de Espíritu. Por eso, la solución a los problemas y dificultades de la Iglesia no consisten en una mejor organización o en un cambio de métodos, sino en volver a sus orígenes, a su identidad más profunda: Que cada uno de sus miembros acepte dejarse llenar de Espíritu Santo. Sin esta vida en el Espíritu todo lo demás será completamente estéril.
Este es el pecado de la Iglesia de nuestros días, nuestro pecado: intentar combatir con las armas de este mundo, con armas humanas, que son impotentes e inútiles, dejando de lado la fuerza infinita y omnipotente del Espíritu Santo. Una Iglesia o un cristiano que olvidan al Espíritu Santo son una Iglesia o un cristiano que reniegan de su identidad, de lo que les constituye como tales. Una Iglesia o un cristiano que olvidan al Espíritu Santo son como un cuerpo sin alma: está muerto, no tiene vida, no da fruto ni puede darlo.
“Recibid el Espíritu Santo”.
Cristo da a su Esposa la Iglesia el don del Espíritu, el único que la hace fecunda. Pentecostés funda y edifica la Iglesia. Para esto ha muerto Cristo, para darnos el Espíritu que brota de su costado abierto. Cristo quiere a su Esposa, en este final del segundo milenio, llena de hermosura, santa, fecunda. Para eso le da su Espíritu, el Espíritu que viene no sólo a santificar a cada uno, sino a santificar y a acrecentar la Iglesia, y, a través de ella, a renovar la faz de la tierra. (FGD)
I.-RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE ENTRADA Sab 1, 7
El Espíritu del Señor llenó toda la tierra, y él que da unidad a todas las cosas, habla con sabiduría. Aleluya.
ACTO PENITENCIAL
- Tú, resucitaste por la obra del Espíritu Santo. Señor, ten piedad.
- Tú nos enviaste al Espíritu, Señor y dador de vida Cristo, ten piedad.
- Tú nos devolverás la vida gracias al Espíritu, Señor, ten piedad.
SE DICE GLORIA A DIOS
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra suplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por el misterio de esta fiesta santificas a tu Iglesia extendida entre las naciones, derrama sobre toda la tierra los dones del Espíritu Santo e infunde en el corazón de tus fieles las maravillas que obraste en los comienzos de la predicación evangélica. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
II.- LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Utilizando dos símbolos, el viento y el fuego, Lucas describe la venida del Espíritu Santo.
Lectura de los Hechos de los Apóstoles. Hech 2, 1-11
Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban.
Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse. Había en Jerusalén judíos piadosos, venidos de todas las naciones del mundo. Al oírse este ruido, se congregó la multitud y se llenó de asombro, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Con gran admiración y estupor decían: “¿Acaso estos hombres que hablan no son todos galileos? ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye en su propia lengua? Partos, medos y elamitas, los que habitamos en la Mesopotamia o en la misma Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia Menor, en Frigia y Panfilia, en Egipto, en la Libia Cirenaica, los peregrinos de Roma, judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos los oímos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios”.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
En la celebración del Pentecostés judío, la pequeña comunidad de discípulos toma conciencia de que la Alianza del Sinaí, que ahora se conmemora, ha sido reemplazada por la Nueva Alianza realizada en Cristo y caracterizada por el don del Espíritu y de la libertad, y no ya por una ley grabada en tablas de piedra, sino en el corazón. Si el viejo relato de la torre de Babel, evocaba la humanidad profundamente dividida, Pentecostés reúne a los hombres y les revela las maravillas de Dios. El don que recibimos se transforma ahora en compromiso y solidaridad con el mundo. Ojalá este milagro se realice hoy para todos aquellos que buscan la unidad entre los hombres y creen en el poder del amor.
SALMO
Como el Espíritu de Dios anima la creación entera, el salmo bendice y glorifica al Señor por su obra creadora. Participamos de esta oración, aclamando: Señor, envía tu Espíritu y renueva la faz de la tierra.
Sal 103, 1. 24. 29-31. 34
R. Señor, envía tu Espíritu y renueva la faz de la tierra.
O bien: Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía: ¡Señor, Dios mío, qué grande eres! ¡Qué variadas son tus obras, Señor! ¡La tierra está llena de tus criaturas! R.
Si les quitas el aliento, expiran y vuelven al polvo. Si envías tu aliento, son creados, y renuevas la superficie de la tierra. R.
¡Gloria al Señor para siempre, alégrese el Señor por sus obras! Que mi canto le sea agradable, y yo me alegraré en el Señor. R.
SEGUNDA LECTURA
San Pablo enseña que un mismo Espíritu que se manifiesta en diversidad de dones y actividades, anima un mismo cuerpo, que es la Iglesia.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto. 1Cor 12, 3-7. 12-13
Hermanos: Nadie puede decir: “Jesús es el Señor”, si no está impulsado por el Espíritu Santo. Ciertamente, hay diversidad de dones, pero todos proceden del mismo Espíritu. Hay diversidad de ministerios, pero un solo Señor. Hay diversidad de actividades, pero es el mismo Dios el que realiza todo en todos.
En cada uno, el Espíritu se manifiesta para el bien común. Así como el cuerpo tiene muchos miembros, y sin embargo, es uno, y estos miembros, a pesar de ser muchos, no forman sino un solo cuerpo, así también sucede con Cristo. Porque todos hemos sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo, judíos y griegos, esclavos y hombres libres, y todos hemos bebido de un mismo Espíritu.
Palabra de Dios
SECUENCIA
La liturgia incluye hoy un himno de súplica y alabanza al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, y envía desde el cielo un rayo de tu luz. Ven, Padre de los pobres, ven a darnos tus dones, ven a darnos tu luz. Consolador lleno de bondad, dulce huésped del alma, suave alivio de los hombres. Tú eres descanso en el trabajo, templanza de las pasiones, alegría en nuestro llanto. Penetra con tu santa luz en lo más íntimo del corazón de tus fieles. Sin tu ayuda divina no hay nada en el hombre, nada que sea inocente. Lava nuestras manchas, riega nuestra aridez, sana nuestras heridas. Suaviza nuestra dureza, elimina con tu calor nuestra frialdad, corrige nuestros desvíos. Concede a tus fieles, que confían en ti, tus siete dones sagrados. Premia nuestra virtud, salva nuestras almas, danos la eterna alegría.
ALELUYA
Aleluya. Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Aleluya.
EVANGELIO
El Espíritu Santo, dado por Jesús, anima y sostiene la misión que él nos encomendó.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.Jn 20, 19-23
Al atardecer del primer día de la semana, los discípulos se encontraban con las puertas cerradas por temor a los judíos. Entonces llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: “¡La paz esté con ustedes!”. Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. Jesús les dijo de nuevo:
“¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, Yo también los envío a ustedes”. Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: “Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Según el testimonio de Juan, el envío en misión y el don del Espíritu ocurrieron durante la primera aparición del Resucitado a sus apóstoles la noche de Pascua: es decir, lo esencial del misterio de Pentecostés en su plena manifestación. El Pentecostés judío, que evocaba la Alianza del Sinaí, era apropiado para servir de punto de apoyo al primer testimonio autorizado sobre la resurrección. Una nueva Alianza se ha concluido en el Espíritu del Padre y del Hijo.
SE DICE EL CREDO
Creo en Dios Padre todopoderoso. Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna. Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada intención, pedimos: Ven, Espíritu Santo. Llena los corazones de tus fieles.
Para que nuestra Iglesia Católica y las otras Iglesias cristianas sigan empeñadas en lograr la unidad de los cristianos. Oremos.
Para que los gobernantes abran su corazón a las inspiraciones de Dios a favor de la justicia y la paz. Oremos.
Para que el don de fortaleza llegue abundantemente a todos los que sufren. Oremos.
Para que nuestra comunidad parroquial encuentre en esta celebración un nuevo impulso a su actividad misionera. Oremos.
III.-LITURGIA EUCARISTICA
Presentación de la Ofrendas: Todos hemos recibido abundantes dones de Dios. Por eso, junto al pan y al vino, presentemos al Señor el propósito de hacerlos fructificar a favor de los hermanos.
RITO DE COMUNIÓN
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
LA PAZ
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”. No tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia, y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
CORDERO
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor y Dios nuestro, concédenos, según la promesa de tu Hijo, que el Espíritu Santo nos revele con más claridad el misterio de este sacrificio y nos manifieste toda su verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO PROPIO (como en la Vigilia)
Por el bautismo y la confirmación todos tenemos el Espíritu Santo. Por eso, unidos al celebrante, alabemos y demos gracias al Padre porque para llevar a su plenitud el misterio pascual envió el Espíritu Santo.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Hech 2, 4. 11
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban las maravillas de Dios. Aleluya.
Comunión: La eucaristía nos da fuerzas para compartir nuestros dones y buscar la unidad guiados por un mismo Espíritu. Con alegría, vayamos a recibir el Pan de Vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que concedes a tu Iglesia los bienes del cielo, conserva en ella la gracia que le has dado, para que el Espíritu Santo sea siempre nuestra fuerza y esta eucaristía nos sirva para la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
III.-RITO DE CONCLUSIÓN
BENDICIÓN SOLEMNE
Dios, Padre y fuente de toda luz, que iluminó los corazones de los discípulos derramando en ellos el Espíritu Santo, los bendiga y les conceda la abundancia de sus dones.
R. Amén.
El fuego admirable que apareció sobre los discípulos purifique los corazones de ustedes de todo mal y los ilumine con su luz.
R. Amén.
El Espíritu, que por la proclamación de una misma fe reunió a los pueblos de diferentes lenguas, los haga perseverar en esa misma fe y llegar, gracias a ella, a la visión que esperan.
R. Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
R. Amén.
Finalizado el tiempo de Pascua, se apaga el cirio pascual, que es conveniente colocar en un lugar digno del bautisterio, para que en la celebración del bautismo enciendan en su llama los cirios de los bautizados.
ENVIO
Canto final: Con la plenitud de la alegría pascual y el deseo de renovar el mundo por el amor, nos retiramos, cantando.
El Señor es mi herencia y mi cáliz; tu me entregas mi herencia.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que en san Antonio de Padua nos diste a un insigne predicador del Evangelio y un intercesor en las necesidades, concédenos, con su ayuda, que viviendo cristianamente experimentemos tu protección en toda adversidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTU RA 2Cor 6,1.10
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Porque somos colaboradores de Cristo, los exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios. Porque él nos dice en la Escritura: “En el momento favorable te escuché, y en el día de la salvación te socorrí». Este es el tiempo favorable, éste es el día de la salvación. En cuanto a nosotros, no damos a nadie ninguna ocasión de escándalo, para que no se desprestigie nuestro ministerio. Al contrario, siempre nos comportamos como corresponde a ministros de Dios, con una gran constancia en las tribulaciones, en las adversidades, en las angustias, al soportar los golpes, en la cárcel, en las revueltas, en las fatigas, en la falta de sueño, en el hambre. Nosotros obramos con integridad, con inteligencia, con paciencia, con benignidad, con docilidad al Espíritu Santo, con un amor sincero, con la palabra de verdad, con el poder de Dios; usando las armas ofensivas y defensivas de la justicia; sea que nos encontremos en la gloria, o que estemos humillados; que gocemos de buena o de mala fama; que seamos considerados como impostores, cuando en realidad somos sinceros; como desconocidos, cuando nos conocen muy bien; como moribundos, cuando estamos llenos de vida; como castigados, aunque estamos ilesos; como tristes, aunque estamos siempre alegres; como pobres, aunque enriquecemos a muchos; como gente que no tiene nada, aunque lo poseemos todo.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Para Pablo ejercer su ministerio o apostólico equivale a proclamar el «tiempo favorable». Y lo que garantiza dicho ministerio es la misma vida del apóstol, hecha sobre todo de fidelidad en la prueba y calcada sobre el retrato del Siervo de Yahvé. Siguiendo a Cristo el apóstol vive efectivamente lo que anuncia: el «tiempo favorable» es el lapso en el que Dios trabaja en el corazón del mundo y llama a los hombres a colaborar con él en una obra común, de la que nos ha re velado el secreto de la Cruz.
SALMO SaI 97, 1.4
R. ¡El Señor manifestó su victoria! Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria. R.
El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones: se acordó de su amory su fidelidad en favor del pueblo de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos. R.
ALELUYA Sal 118, 105
Aleluya. Tu palabra es una lámpara para mis pasos y una luz en mi camino. Aleluya.
EVANGELIO Mt 38-42
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes han oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente”, Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra. Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él. Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
La llamada Ley del Talión es una reacción espontánea que impulsa a tomarse la justicia por la propia mano. El Maestro enseña que esta norma de conducta debe ser superada. En oposición a las prescripciones legalistas, el Maestro libera el ejercicio del amor de su encadenamiento al ámbito de la familia, de la nación o de la raza. El amor busca alcanzar la persona en su secreto último. El amor lleva en si mismo su dimensión religiosa: Dios se revela, se deja imitar en el acto de amar. Por muchas diferencias que la historia o la naturaleza hayan interpuesto entre nosotros, todos somos hijos de un mismo Padre.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios misericordioso, que te dignaste hacer de san Antonio de Padua una nueva criatura según tu imagen, despojándolo de su antigua condición, concédenos que, renovados también nosotros, podamos ofrecer un sacrificio agradable a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cf r. Mt 19, 27-29
Yo les digo: Ustedes que lo dejaron todo y me siguieron, recibirán cien veces más, y poseerán la vida eterna.
ORACIÓN DE LA COMUNIÓN
Por la eficacia de este sacramento te pedimos, Padre, que a ejemplo de San Antonio de Padua, nos conduzcas siempre por el camino de tu amor y perfecciones hasta el día de Cristo Jesús la buena obra que has comenzado en nosotros. El que vive y reina por los siglos de los siglos.
Escucha, Señor, la voz de mi clamor: no me rechaces ni me abandones, Dios, mi salvador, porque tú eres mi refugio.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, fuerza de los que esperan en ti, escucha con bondad nuestras súplicas, ya que sin tu ayuda nada puede la fragilidad humana, y concédenos la gracia de cumplir tus mandamientos para agradarte con nuestras acciones y deseos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA 2Cor 8, 1-9
Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Queremos informarles acerca de la gracia que Dios ha concedido a las Iglesias de Macedonia. Porque, a pesar de las grandes tribulaciones con que fueron probadas, la abundancia de su gozo y su extrema pobreza han desbordado en tesoros de generosidad. Puedo asegurarles que ellos estaban dispuestos a dar según sus posibilidades y más todavía: por propia iniciativa, ellos nos pidieron, con viva insistencia, que les permitiéramos participar de este servicio a favor de los hermanos de Jerusalén. Y superando nuestras esperanzas, ellos se entregaron, en primer lugar al Señor, y luego a nosotros, por la voluntad de Dios. Por eso, hemos rogado a Tito que lleve a feliz término entre ustedes esta obra de generosidad, de la misma manera que la había comenzado. Y ya que ustedes se distinguen en todo: en fe, en elocuencia, en ciencia, en toda clase de solicitud por los demás, y en el amor que nosotros les hemos comunicado, espero que también se distingan en generosidad. Esta no es una orden: solamente quiero que manifiesten la sinceridad de su amor, mediante la solicitud por los demás. Ya conocen la generosidad de nuestro Señor Jesucristo que, siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Nos encontramos hoy con Pablo que abre colectas en las comunidades de Asia para enviar ayuda a la comunidad de Jerusalén, que pasaba estrechez económica. Las colectas tienen una larga tradición. Domingo tras domingo se recuerda a los fieles cristianos las necesidades de otros hermanos y el compromiso de solidaridad. En muchos países se lanza todos los años la Campaña de Fraternidad, sobre todo durante la Cuaresma. Según Pablo dar es enriquecerse. La razón para ser generosos es la generosidad de Dios, que se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza (2Cor8, 9). La conducta de Cristo es siempre norma segura de crecimiento integral.
SALMO Sal 145, 2. 5-9
R. ¡Ataba, alma mía, al Señor!
Alabaré al Señor toda mi vida; mientras yo exista, cantaré al Señor. R.
Feliz el que se apoya en el Dios de Jacob y pone su esperanza en el Señor, su Dios:
El hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos. R.
Él mantiene su fidelidad para siempre. Hace justicia a los oprimidos y da pan a los hambrientos. El Señor libera a los cautivos. R.
El Señor abre los ojos de los ciegos y endereza a los que están encorvados, el Señor ama a los justos y protege a los extranjeros. R.
ALELUYA Jn 13, 34
Aleluya. “Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros, así como Yo los he amado”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Mt 5, 43-48
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: “Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo’. Pero Yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque El hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos? Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.
Palabra del Señor.
COMENTA RIO
Con el mandato del amor a los enemigos llegamos a la cumbre de la perfección moral evangélica. No se pide lo imposible, sino lo perfecto. En tiempo de Jesús la palabra enemigo podía designar al perseguidor del pueblo elegido, al extranjero, al extraño al propio clan. Al verbo odiar no se le aplica el sentido que le damos en nuestra cultura. Debe entenderse como sinónimo de “prescindir de”, “no preocuparse de”, “no tener obligación de” amar. Al prójimo se podría amar menos o prescindir de él pero no odiar. El amor pedido no puede entenderse como sentimiento, que nos libre. El discípulo de Jesús Maestro amplía las exigencias del amor por encima de la pura filantropía o sentimientos naturales.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que nos alimentas con estos dones, y nos renuevas con tu sacramento, concédenos que nunca nos falte el sustento para el alma y para el cuerpo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Sal 26,4
Una sola cosa he pedido al Señor, y esto es lo que quiero: vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos Padre, que así como la comunión que hemos recibido es signo de la unión de los creyentes en ti, también se realice la unidad en tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Escucha, Señor, la voz de mi clamor: no me rechaces ni me abandones, Dios, mi salvador, porque tú eres mi refugio.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, fuerza de los que esperan en ti, escucha con bondad nuestras súplicas, ya que sin tu ayuda nada puede la fragilidad humana, y concédenos la gracia de cumplir tus mandamientos para agradarte con nuestras acciones y deseos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA 2Cor 9, 6-11
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto:
Hermanos: Sepan que el que siembra mezquinamente, tendrá una cosecha muy pobre; en cambio, el que siembra con generosidad, cosechará abundantemente. Que cada uno dé conforme a lo que ha resuelto en su corazón, no de mala gana o por la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría. Por otra parte, Dios tiene poder para colmarlos de todos sus dones, a fin de que siempre tengan lo que les hace falta, y aún les sobre para hacer toda clase de buenas obras. Como dice la Escritura: «El justo ha prodigado sus bienes: dio a los pobres y su justicia permanece eternamente». El que da al agricultor la semilla y el pan que lo alimenta, también les dará a ustedes la semilla en abundancia, y hará crecer los frutos de su justicia. Así, serán colmados de riquezas y podrán dar con toda generosidad; y esa generosidad, por intermedio nuestro, se transformará en acciones de gracias a Dios.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Pablo, apelando a la generosidad de sus comunidades a favor de los más pobres, dice: “el que siembra generosamente, cosecha generosamente”. Por eso, la caridad es instrumento de unidad entre las comunidades, por encima de las diferencias culturales, raciales o económicas. El hambriento necesita pan, pero es pobre también el necesitado de afecto, compañía, amistad. La razón para ser generosos la encontramos en la generosidad de Dios, que se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza (2Cor 8, 9).
SALMO Sal 111, 1-4. 9
R. ¡Feliz el que teme al Señor!
Feliz el hombre que teme al Señor y se complace en sus mandamientos. Su descendencia será fuerte en la tierra: la posteridad de los justos es bendecida. R.
En su casa habrá abundancia y riqueza, su generosidad permanecerá para siempre. Para los buenos brilla una luz en las tinieblas: es el bondadoso, el compasivo y el justo. R.
Él da abundantemente a los pobres: su generosidad permanecerá para siempre, y alzará su frente con dignidad. Feliz el hombre que teme al Señor. R.
ALELUYA Jn 14, 23
Aleluya. “El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará e iremos a él”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Mt 6, 1-6. 16-18
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: “Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo. Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan.
Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
La caridad en la vida eclesial encontró en ciertas épocas, su expresión en estas tres prácticas: oración, ayuno, limosna. El Maestro enseña a la samaritana que Dios es espíritu y debe recibir culto verdadero en espíritu y en verdad (Jn 4, 23). La palabra es medio de comunicación, pero no es exclusiva ni suficiente. Hay sentimientos y emociones que no encuentran fácil vehículo en la palabra y deben ser acompañados de gestos. Por tanto, la oración, la limosna y el ayuno son “gestos” que tienden a favorecer la comunicación con Dios, que ve en lo más secreto de nuestro corazón.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que nos alimentas con estos dones, y nos renuevas con tu sacramento, concédenos que nunca nos falte el sustento para el alma y para el cuerpo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 26, 4
Una sola cosa he pedido al Señor, y esto es lo que quiero: vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos Padre, que así como la comunión que hemos recibido es signo de la unión de los creyentes en ti, también se realice la unidad en tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.