
LOS TRES DEPARTAMENTOS DE LA JERARQUIA Por el Maestro Tibetano Djwhal Khul
Muchos grandes Seres, de origen planetario y solar, y a veces provenientes de fuentes cósmicas, prestaron Su ayuda en deter¬minados momentos y residieron brevemente en nuestro planeta. Por la energía que fluía a través de Ellos y por Su profunda sabi¬duría y experiencia, estimularon la evolución terrestre y contri¬buyeron en gran medida a la realización de los propósitos del Lo¬gos planetario. Después siguieron Su camino, y Sus lugares fueron ocupados por esos miembros de la Jerarquía que estaban dispues¬tos a someterse a un entrenamiento específico y a una expansión de conciencia.
A su vez, los cargos de estos adeptos y Maestros fueron ocupados por iniciados, por eso los discípulos y hombres y mujeres altamente evolucionados, continuamente tuvieron opor¬tunidad de entrar en las filas de la Jerarquía, y así hubo una constante circulación de nueva vida y sangre, y la llegada de quie¬nes pertenecen a un período o época especial.
Algunos de los grandes nombres de las últimas épocas son conocidos en la historia como Shri Sankaracharya, Vyasa, Mahoma, Jesús de Nazareth y Krishna, y también los iniciados menores co¬mo Pablo de Tarso, Lutero y algunas luminarias destacadas de la historia europea. Estos hombres y mujeres siempre han sido agentes para llevar a cabo el propósito de la raza, lograr condi¬ciones grupales y fomentar la evolución de la humanidad. A ve¬ces han aparecido como fuerzas benefactoras, trayendo consigo paz y bienestar. Con frecuencia han llegado como agentes de destrucción de las antiguas formas religiosas y de gobierno, para poder ser liberada la vida dentro de la forma en rápida cristali¬zación, construyendo para sí un nuevo y mejor vehículo.
Mucho de lo que aquí se dice es bien conocido y fue expuesto en diferentes libros esotéricos. Sin embargo, en la sabia y cuida¬dosa enunciación de los hechos recopilados y su correlación con lo que podría ser nuevo para algunos estudiantes, llega la eventual captación sintética del gran plan y la comprensión inteligente y uniforme del trabajo de ese gran grupo de almas liberadas que, con absoluta autoabnegación, permanece silenciosamente detrás del panorama mundial. Por el poder de Su voluntad, la fuerza de Sus meditaciones, la sabiduría de Sus planes y Su conocimiento científico de la energía, dirigen las corrientes de fuerza y contro¬lan a esos agentes constructores de la forma que producen lo visi¬ble y lo invisible, lo activo y lo inactivo, en la esfera de la creación en los tres mundos. Esto, unido a su vasta experiencia, los capa¬cita para ser agentes distribuidores de la energía del Logos pla¬netario.
Como ya se ha afirmado, a la cabeza de todas las actividades, controlando cada unidad y dirigiendo toda evolución, se halla el REY, el Señor del Mundo, Sanat Kumara, el Joven de los Eternos Veranos, y el Manantial de la Voluntad (demostrándose como Amor) del Logos planetario.
Colaborando con Él y como Sus con¬sejeros, hay tres Personajes llamadas Pratyeka Budas, o Budas de Actividad. Estos cuatro Seres encarnan la voluntad activa, amorosa e inteligente. Son el pleno florecimiento de la inteligen¬cia, habiendo logrado en un sistema solar anterior lo que el hom¬bre está ahora tratando de perfeccionar. En anteriores ciclos de este sistema, Ellos comenzaron a demostrar amor inteligente y, desde el punto de vista del hombre, el ser humano común, son el amor e inteligencia perfectos, aunque desde el punto de vista de esa Existencia que en Su cuerpo de manifestación abarca también nuestro sistema planetario, ese aspecto amor se halla aún en pro¬ceso de desarrollo y la voluntad es sólo embrionaria. Será otro el sistema solar que verá fructificar el aspecto voluntad, así como el amor madurará en el nuestro.
En torno al Señor del Mundo, pero separados y ocultos, hay otros tres Kumaras, que completan los siete de la manifestación planetaria.
Su trabajo es necesariamente incomprensible para no¬sotros. Los tres Budas exotéricos o Kumaras, son la totalidad de la actividad o energía planetaria, y los tres Kumaras esotéricos encarnan tipos de energía que no están en plena manifestación en nuestro planeta. Cada uno de estos seis Kumaras es un reflejo y un agente distribuidor de la energía y fuerza de uno de los otros seis Logos planetarios, los restantes seis espíritus ante el Trono. En este esquema sólo Sanat Kumara se sostiene y se basta a Sí Mismo, porque es la encarnación física de uno de los Logos plane¬tarios, pero no puede ser revelado cuál de ellos, por ser uno de los secretos de la iniciación. A través de cada uno de Ellos pasa la fuerza vital de uno de los seis rayos, y al considerarlos se po¬dría resumir Su trabajo y posición de la manera siguiente:
1. Cada uno encarna uno de los seis tipos de energía, sien¬do el Señor del Mundo el que sintetiza y encarna el per¬fecto séptimo tipo, nuestro tipo planetario.
2. Cada uno se caracteriza por uno de los seis colores, y el Señor del Mundo manifiesta el pleno color planetario, siendo éstos también los seis subsidiarios.
3. Por lo tanto, Su trabajo no sólo consiste en distribuir la fuerza, concierne a la entrada de los egos que buscan ex¬periencia terrestre en nuestro esquema y que vienen de otros esquemas planetarios.
4. Cada uno de Ellos está en comunicación directa con uno de los planetas sagrados.
5. De acuerdo a las condiciones astrológicas y al giro de la rueda planetaria de la vida, así estará activo uno de es¬tos Kumaras. Los tres Budas de actividad cambian de vez en cuando y se trasforman a su vez en exotéricos o esotéricos, según sea el caso. Únicamente el Rey per¬manece constante y alerta en activa encarnación física.
Además de estos personajes principales que presiden la Cá¬mara del Concilio de Shamballa, existe un grupo de cuatro Seres que representan en el planeta los cuatro Maharajáes, o los cuatro Señores del Karma en el sistema solar, y se ocupan específicamente de la evolución del reino humano en la actualidad. Estos cuatro Seres tienen relación con: La distribución del karma o destino humano, en lo que afecta a los individuos y, a través de los individuos, a los grupos.
1. El cuidado y clasificación de los archivos akásicos. Éstos se ocupan de la Sala de los Archivos o de las "anotacio¬nes en los libros”, según se dice en la Biblia cristiana. En el mundo cristiano son conocidos como los ángeles registradores.
2. La participación en los concilios solares. Sólo Ellos tie¬nen derecho, durante el ciclo mundial, a pasar más allá de la periferia del esquema planetario y participar en los concilios del Logos solar. Debido a esto, son literal¬mente mediadores planetarios, que representan a nuestro Logos planetario y a todo aquello que Le concierne en el esquema mayor, del cual Él es sólo una parte.
Cooperando con los Señores del Karma hay grandes grupos de iniciados y devas que se ocupan del correcto reajuste de
1. el karma mundial, 2. el karma racial, 3. el karma nacional, 4. el karma grupal, 5. el karma individual,
y son responsables ante el Logos planetario de la correcta manipu¬lación dé esas fuerzas y son agentes constructores que traen a los egos de los distintos rayos, en los momentos y temporadas exactos.
Poco tenemos que ver con todos estos grupos, porque sólo los iniciados de tercera iniciación y los de rango aún más excelso, en¬tran en contacto con ellos.
Los otros miembros de la Jerarquía se dividen en tres grupos principales y cuatro subsidiarios; cada uno, está precedido por uno de los que denominamos los tres Grandes Señores.
Tomado del Libro. Los 10 Pilares Iniciales de la Metafísica
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