En un hermoso campo del Pwru, ubicado en el Callejón de Huaylas, Departamento de Ancash, cada año se realizaba un concurso de menestras para escoger al nuevo rey. En este caso, el Rey Pallar tenía que dar su corona real al nuevo ganador.

Días antes a dicho evento, todas las menestras buscaban la manera de demostrar sus cualidades.
Llegó el gran día, todos asistieron con sus mejores ropas de gala.
Hablaban no sólo de sus cualidades físicas sino de sus cualidades nutricionales.

El Señor Frijol Canario dijo: “Yo seré el ganador, porque las amas de casa me prefieren por mi sabor y mi color”.

Don Frijol Castilla con su sombrero negro, al instante sonrió, pues decía que se veía bien como el ganador, porque de apellido ilustre de España al Perú llegó.


La Señorita Habas se volvió verde de tanta carcajada, que su vestido reventó pero demostró que las amas de casa, de las habas, no sólo guiso hacen de ellas, sino también sopas y pachamanca además yo hago que los niños desarrollen mejor su cerebro.


El señor Tarwi, ilustre candidato de la ciudad de Ancash, sonrió diciendo:” desde épocas atrás los ancashinos están orgullosos de nosotros, porque no sólo acompañamos en el guiso sino también en ensaladas, mazamorras y el famoso ceviche de chocho”.

Pero de pronto saltó toda orgullosa La Señorita Arverja, exclamando:” Mi color y mi tamaño en los platos se ve mejor, nunca falto en el arroz con pollo, en las ensaladas y en otros platos de mi lindo Perú”.

Mientras todos hablaban de sus cualidades, la señorita Frijol Negro bailó el festejo con mucha sazón y después de este baile, exclamó: “En el Sur Chico las amas de casa hacen de nosotros el dulce y rico Frijol Colado”.

Don Garbanzo de tanto y tanto bailar de felicidad saltó y rebotó hacia el grupo de las notables señoras norteñas Frijoles Zarandajas, quienes manifestaron: ”Nosotras somos escogidas por las amas de casa para acompañar al rico ceviche, pero Don Garbanzo les dijo a ver notables señoras queremos verlas bailar la linda marinera al son de la guitarra y el cajón”.

Y la hora del concurso llegó, el rey Pallar inauguró el gran certamen, teniendo como jurados a : Don Frijol Loctao , invitado desde China por el Rey ; a Doña Brócoli , vestida de verde ; a Doña Papa Peruanita y finalmente a El Señor Zanahoria.

Durante la Noche escuchaban a los participantes sus cualidades nutritivas.

Al final , la Señorita Lenteja , la última participante , subió al estrado a decir sus cualidades , pero no le dejaban hablar , todos le decían que ella no podía ser una reina por ser pequeña; ella suspiró de tristeza al escuchar esto , todos se reían de ella ;hasta que el rey Pallar dijo : “Todos tienen derecho a participar , no pueden discriminar a nadie”
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Después de decir estas palabras a todos.
Le preguntó a la Señorita Lenteja:
¿Y tú que ofreces?. La Señorita Lenteja dijo: “Gracias Rey Pallar por darme la oportunidad de participar en este notable evento; es cierto, somos pequeñas, pero a las amas de casa por tradición los lunes nunca faltamos en su mesa, somos un alimento a base de hierro y de esta manera fortalecemos a todo el hogar”.

Luego de hablar los candidatos, el jurado deliberó, mientras que en la sala el público exclamaba su emoción mediante sus barras a sus candidatos.
La emoción llegó cuando Don Zanahoria alcanzó el resultado al Rey Pallar.

De pronto invadió la sala y el Rey Pallar exclamó: ”Señoras y Señores, el resultado llegó. No olviden que Dios creó este hermoso campo lleno de ricas menestras y de otros alimentos. Es un honor para mí coronar al nuevo rey o reina”.
“La ganadora de este concurso es... la Señorita Lenteja”.

Y así la Señorita Lenteja fue coronada como nueva reina del campo.
Todos la aplaudieron y la felicitaron.