Dedicado a mi mejor amiga Astrid La estrella fugaz mas especial de mi vida...
Acomodo entonces su espalda en aquel sofá que por tanto tiempo había compartido parte de su vida; Ubicado en el rincón menos lúgubre de su habitación. La luz de la ultima vela que había en el cajón de su fiel escritorio, es ya tenue al ser la única titilando en esa noche de otoño. Cierra sus ojos acompañado con un suspiro devastador para su alma; sus oídos acostumbrados a callar el bullicio del mundo, parecen llevarle como sus íntimos amigos la melodía que producen las agujas del reloj, cosa que no le extraña pues desde hace tanto ya que solo ha escuchado eso. Afuera, las nubes obligan al cielo a guardar su verdadero encanto, anunciando de esa forma el inicio del invierno. Despojando para sí, una triste y patética sonrisa, abre un mundo en el que se reflejan mil recuerdos, los cuales aparecen por instantes como aquella estrella fugaz, desvaneciéndose en el mar oscuro y poderoso, ese mismo mar que alguna vez solía abrazarlo en sus días de juventud. Abre los ojos y ve la candela frente a él; con una mirada de culpa parece acusarla por ser tan frágil, pero ni él se ha percatado que su visión ha dejado de tener contacto con la realidad. De pronto, parece emanar de la habitación mas lejana del lugar, un sonido melancólico, logrando así el brotamiento de sus lagrimas, provocando por fin una ultima vez, el ahogamiento de su soledad. Su ser ya no siente la presencia de otra persona. Y violando la promesa que el mismo se impuso de no volver atrás, empieza a emerger una luz que termina envolviéndolo por completo…Su cuerpo solo anuncia miseria y muerte pero su mente aun sigue intacta, expulsándolo hacia ese lugar en el que el tiempo ya no es parte del juego…Viviendo de esa forma en sus recuerdos.
Geovanni…Geovanni…….Despierta. –Le susurra Mary al oído-. Nos hemos quedado dormidos y parecen ser ya las seis de la tarde. No olvides que tengo que estar en casa antes del anochecer o mis padres no me volverán a dejar salir. Como si fuese mandado a traer por una tropa de los más dulces querubines, aquel muchacho esta vez despertó de su profundo sueño y con un sentimiento de infinita tristeza responde ocultando a su vez, con un rostro de ligera felicidad. -¿Te veré mañana?-, No lo se –responde ella- recuerda que mañana le dan los resultados médicos a mi madre, ella cree que estoy enferma pero ya veras que no es nada; lo ideal es que yo te busque, para que nos evitemos problemas. Esa noche decidió quedarse hasta tarde pensando en qué podría regalarle a Mary por su cumpleaños, aunque faltaban veinte días, El quería que fuese algo inolvidable. Nunca se imagino que así sería…
Un sudor frio le recorrió la frente a Giovanni cuando Mary termino de hablarle, su corazón parecía querer salirse de su lugar mientras que sus pupilas se dilataban a su vez. -¿Y? ¿Cuándo se van? ¿Te curaras?- es lo único que se le escuchó decir. –En un mes, todo dependerá de que tan rápido se mueva mi padre con las escrituras de la propiedad, en cuanto a la enfermedad, dijo el doctor que tengo por lo menos diez años de vida si el tratamiento es exitoso- Giovanni le apretó aún más su delicada mano. –Te sanaras, ya lo veras. No llores por que mi alma siempre va a estar contigo y jamás estarás sola ¿Me escuchas?- Y Mary asintió apretujándose sobre el mentón y el pecho de aquel gran amigo que pensó jamás volvería a ver, empapando su cuello de lágrimas término la conversación diciéndole –Tengo miedo, no me quiero morir-. Mientras que en el interior de aquel joven empezaba a crecer un rencor incontrolable consigo mismo por no poder hacer algo al respecto.
-Hoy es el cumpleaños de Mary-. Se dijo para sí. –Hoy, le diré que la amo y que quiero hacerla feliz el tiempo que lleguemos a estar juntos, el próximo año terminare mis estudios y de esa manera podre hacerme cargo de todo cuando trabaje.
¿Cómo estas? Vine a verte pues necesitaba decirte esto desde hace mucho tiempo. -dime-. Se escuchó una voz muy débil al final de la habitación. Mientras más tiempo pasan dos personas, más fuertes se hacen los lazos que las unen, y por supuesto de la misma manera se intensifica el amor. -¿Y?-. Me enamore, y por favor no me digas nada hasta que termine de hablar. Por fin encontré a la persona que me puede hacer feliz, pero no solo eso, yo también la puedo hacer feliz y eso es lo único que importa. Solo quería adelantarte un poco la situación, para que cuando llegaras esta noche a mi fiesta no te sorprendieras. Nos vemos mas tarde sí, Bryan esta afuera esperándome, me va a llevar a un lugar que según él me va hacer olvidar todo mi sufrimiento.
Y por primera vez él decidió que quería olvidar su dolor y empezó a beber el vino que aún conservaba su padre. No se detuvo hasta llegar aun éxtasis donde en verdad no existía dolor, aún así no la olvidó. Intento ponerse en sus cabales dándose una palmada en el rostro pero no se marchaba la idea de ir a verla y decirle lo que en verdad estaba sucediendo dentro de él, todo era tan confuso, cuando por fin se había llenado de valor para dar ese paso que por tanto tiempo estuvo dormido, todo había salido mal. Eran tantos los sentimientos que chocaban entre sí y tantas las voces dentro de su cabeza. No lo podía evitar, pensó en escribirle una carta pero claudico el deseo. Retorno por fin el valor pero solo para acosarlo, deseado fervientemente poder hablarle aquella madrugada intento ponerse de pie pero solo logro besar el suelo. -¿Esto era lo que realmente yo quería?-. Se dijo, y quedo pues con la evidencia en la mano, dormido en aquel suelo frio de aquella habitación que era para él en ese momento todo su mundo.
–Donde estoy-. Observando en su derredor se percata de la situación en que se encuentra. Un dolor bizarro lo obliga a llevarse su mano contra la parte izquierda de su pecho. El dolor es tan agudo que cae de rodillas, tambaleante intenta caminar hasta la orilla del lago desconocido que se encuentra ante sus ojos. Sumido por el dolor olvida que se encuentra en un lugar que no conoce y guiado por su instinto de sobrevivencia en su caminar consigue ver una luz a lo lejos. -Mary-. Que haces aquí, ¿Qué es este lugar?- Mary vuelve el rostro y con una mirada llena de amor se levanta de aquel tronco enmohecido. -¡Por fin llegaste!, te he estado esperando desde hace mucho tiempo, que no ves que siempre te he amado, que no ves que siempre aguarde a que vinieras, cuando nos conocimos fuiste tu quien acaricio mi corazón; Esta ansiedad que he tenido dentro de mi hoy se disipa por que tu estas aquí, ámame y no te vallas de mi que quiero ser feliz a tu lado- –Mary que es lo que dices, siempre te amaré y tu lo sabes- Respondió Geovanni casi instantáneamente poniendo su mirada en esos grades ojos color miel. Fue el sonido de una rama al quebrarse que lo sentencio para siempre pues habían permanecido largo rato mirándose. Giro entonces repentinamente intentando revelar el rostro del intruso pero no consiguió nada pues la oscuridad era muy densa. –Guiado por tu amor he venido hasta aquí, son tus lagrimas mi tormento y la razón por la que vine por ti- Parece responderle la voz del individuo a Mary. Aun se encontraba Geovanni intentando adivinar quien era esa persona cuando ve pasar a su lado a Mary en dirección a la oscuridad. De pronto todo era mas claro –Esas palabras…las de Mary. No eran para mí, eran para él-. Cegado por la tristeza se lanza a correr en dirección contraria a Mary. Luego de recorrer un gran sendero se detiene a dar un respiro. La dama de fuego blanco que los mortales llaman luna es ahora su única acompañante que parece ser hasta ese momento su cómplice. -¿Quien eres tú? ¿Quién eres? ¿Quién te crees tú Dios que haces que mis sueños se desbaraten? ¿Quién eres tú que me dejas concebir el bien pero haces que todo en mi vida vaya mal?--No lo entiendo Dios, por que cuando todos dicen que el infierno arde, yo siento frio al estar dentro de él. Mis recuerdos se vuelven pensamientos sin lograr guardar distancia entre ellos, provocando así la discordia en todo mi ser… ¡Permíteme entregarte a ti mi vida a cambio de la de Mary!, solo quiero que ella sea feliz… El sonido del tren hacer reaccionar a Giovanni del estado catatónico en que se encontraba, una sensación de miedo y soledad invade nuevamente su alma y la lluvia afuera solo consigue alimentar su vacio existencial. Ya es la séptima noche que tiene el mismo sueño. Toma el remoto del televisor y casi obligado por las voces en su cabeza que parecen recordarle su historia de miedo apaga el mismo. -Todo sigue igual que ayer, las mismas caras de siempre y el mismo llanto de este dolor eterno… no importa que haga… siempre regreso al mismo lugar.
Nada queda ya por intentar, supongo que es mi maldición… mi demonio. Me llevo en el corazón todos los gratos momentos que como amigos pasamos juntos. –Ya pensaste dos veces lo que pretendes hacer-. Comenta su mejor amigo obstruyéndole la salida. La vida se vuelve mas insoportable cada vez que la veo con él, si me quedo acabare llorando toda mi vida. La amo y solo quiero lo mejor para ella. –Escapar no es la solución… vayas a donde vayas si no enfrentas esto ahora lo vivirás hasta que quieras aprender, además estas seguro de que es amor lo que sientes por ella- Ella ahora necesita amor, en mi ya no queda ni una simple sonrisa, mira mis ojos…. Ya no tienen luz. Esta es la prueba de que en verdad la amo… estaré bien, ya lo verás. Cuando todo termine quizá vuelva. Hazme un favor y entrégale esta carta cuando vuelva de la luna de miel, no quiero causarle molestias en un momento de tan buena ventura. –Falta un año para la boda… ¿tanto tiempo te iras?-. Una sonrisa hipócrita y un par de ojos quebrados en lagrimas fue el ultimo recuerdo que le dejo a su buen compañero.
* * *
Creo que por fin entendí por que te gustaba tanto la puesta del sol en esta parte del muelle…. – ¿Con quien hablas?- Solo pensaba en voz alta. Lamento no haber podido darte consuelo cuando Bryan se fue. Tú crees que él aun piense en mí. ¿Bryan?... –No…- y un silencio acompaño a los hermanos con la caricia del aire que parecía ser hasta ese momento la mas sublime. Cuando estaba con él todo era mas fácil, todos los suspiros que juntos compartimos y… lo feliz que me hacia sentir cada vez que estaba triste. Pasamos mucho tiempo de nuestras vidas en este lugar y estar acá me hacia sentir segura. Ahora este lugar parece que perdió la vida, el atardecer acaba muy rápido y este tonto sentimiento que no se va de mi pecho. ¿Por qué nunca se lo dijiste? Esperaba que él llegara un día a casa y pidiera mi mano… de cualquier forma ya no importa, ya no esta aquí… él siempre me vio como una hermana. Vive en Los Encuentros a cuatro horas de aquí, puedes ir a buscarlo; me pidió que te diera esta carta después que te casaras pero ese día nunca llego y creí que ya no era necesario, ábrela es tuya. Han pasado ya cuatro años…. No creo que aun viva allí, y puede que ya se haya casado; no lo soportaría. Hace un mes fue la última vez que platique con él por teléfono, y estaría muy feliz de saber por tus labios que te has curado, a demás el tuvo que soportar verte con Bryan… Mary termino de leer el contenido de la carta… Llévame por favor…
“Tanto tiempo sin verte… Mi corazón se acelera por que esta mas cerca de ti… Quiero hacerte feliz como tú me haces a mí… Pronto toda esta confusión va a terminar… No dejaré que te vayas nunca mas… Espérame…. Te amaré siempre mi amor”.
Hermano ¿Qué esta pasando?... Por que esta toda esa gente allí. No lo sé… aguarda. En seguida baja del auto y se pone en marcha para investigar.
“He pintado tantas noches en mi alma sin saber lo que realmente sentías por mi, mi amor lindo aguarda solo un momento más… Te amo mucho”. Eran las frases que Mary no dejaba de repetirse una y otra vez esperando ver el amor de su vida mientras observaba como la muchedumbre rodeaba un edificio en malas condiciones. Ven… acompáñame, parece que algo sucedió…
Buenas noches, ¿Sabe usted donde vive Giovanni Herrera? Con una mirada de tristeza evita los ojos de Mary una anciana que se encontraba parada en la entrada del primer apartamento. Son ustedes familiares del Señor, responde un policía. Que sucedió… -El señor tuvo un infarto en el corazón… falleció hace una hora; ahora están por llevárselo al forense- “¿Giovanni?... –Aquí estoy, no tengas miedo-……” “Según un escritor la amistad es el Contrato por el cual nos obligamos a hacer pequeños favores a los demás para que los demás nos hagan favores grandes a nosotros pues se trata de un afecto personal puro y desinteresado que se fortalece con el trato, mientras mas trato exista, mas fuertes serán los lazos. En verdad, Gracias por tu amistad tan preciosa…. ¿Por qué me dices eso Giovanni?... Por nada...” “Te quiero y gracias de veras, probablemente sea el momento incorrecto para decírtelo, pero esta vez no tengo ninguna excusa y me pregunto si ¿esta bien?.... Giovanni ¿Por qué me dices eso ahora?... olvídalo...” “Niña, ruego a Dios, seas en verdad feliz como tu alguna vez lo has imaginado, le pido que encuentres en tus sueños el valor para seguir adelante, así como espero yo un día poder tener el valor de enfrentar alguna vez las cosas, para que junto a mi coraje pueda así existir por primera vez la Esperanza… Siempre estaremos juntos ya lo veras, gracias por ser tan lindo conmigo…” “Te prometo que no habrá amanecer en el que no luche por ser un hombre de bien y no deje nunca de crecer. Solo te pido que me abraces y que no me dejes caer. Te Quiero Mucho… Yo también Giovanni…” “Giovanni…Giovanni…….Despierta. Nos hemos quedado dormidos y parecen ser ya las seis de la tarde. No olvides que tengo que estar en casa antes del anochecer o mis padres no me volverán a dejar salir... ¿Te veré mañana?...” “Giovanni… Tengo Lupus… y nos mudaremos… ¿Y? ¿Cuándo se van? ¿Te curaras?...” “Por fin encontré a la persona que me puede hacer feliz, pero no solo eso, yo también la puedo hacer feliz y eso es lo único que importa… Me alegro…” “Te sanaras, ya lo veras. No llores por que mi alma siempre va a estar contigo y jamás estarás sola ¿Me escuchas?...”
Mi amor ¿Dónde estas?... Lo prometiste…… Giovanni no te vayas…. Giovanni no me dejes… Despierta, todo termino sí…. Te amo mi amor pero despierta…. Tienes que despertar… Giovanni…. Giovanni… Giovanni… -Mary suéltalo… se ha ido-. Giovanni por favor despierta… Ya estoy aquí mi amor… Yo también te amo, yo también te amo…. Giovanni…
Aquel muchacho esta vez no despertó de su profundo sueño… Hay tanto de Mary que se quedo guardado en su corazón y es quizá eso lo que ahora perfuma el alma de aquel muchacho que por tanto tiempo la amó… a ella le queda su sonrisa dormida en su recuerdo y un corazón que le dice que nunca lo olvidara… Una corona de flores sobre el ataúd y la misma carta que él un día escribió cuyo contenido es Te Amo.
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