El encuentro comienza con un saludo poetico de mi parte y el cortes pero superficial chitchat acostumbrado, seguido de tu elocuente silencio y sonrisa expresiva. "- Puedes venir a mi clase", me sugieres "- Lo consideraré si dejas de comtemplarme con esa mirada enigmática como si yo fuera un rompecabezas cuyas piezas no encajan." La verdad es que la mayoría de nuestros encuentros no son producto del azar. Vi tu auto afuera y mi mente no puede registrar que nuestros cuerpos estén en un mismo edificio y nuestras miradas no se encuentren. No tienes que decir nada con los ojos me hablas y me besas con la mirada esos besos telepaticos, hipoteticos, que crean adiccion que me llevan a aquel universo paralelo donde podemos amarnos sin limitaciones donde no existen las absurdas reglas de la sociedad donde pintamos con los dedos y ecribimos poemas en la arena que no son borrados por el viento Me alejo de tu presencia con nuevas energias y un millon de ideas. Sin duda hay eternidad en estos instantes de encuento.
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