Desde siempre hemos estado en deuda con las brujas.
Ellas han mejorado y alborotado la hoja de vida de la humanidad entera.
También hay colegas hombres con el rótulo de brujos, pero carecen del glamur
de ellas... Son ilustres segundones.
Hasta la famosa escoba que les servía de medio de transporte se ha
convertido en nostalgia.
Flaca imaginación la de las brujas -o de sus creadores- transportarse en
semejante incomodidad.
Si revivieran hoy, volarían en primera clase. O en tren bala.
¿Por qué escogieron la escoba como ícono?
Algunos aventuran la tesis de que se trata de un símbolo fálico,
que reflejaría la promiscuidad sexual de estos seres que incorporaban
a Satanás en su menú kamasútrico.
A espaldas de los gatos, se ha dicho en forma irresponsable que ellas
solían encarnar en los relajados felinos, siempre y cuando fueran negros.
Calumnias de la oposición.
Neskatilla
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