Florece en mis labios el manantial de tus jardines,
colores afines que definen con amplitud
ese ancho azul del cielo de nuestros sueños,
hiedra del más adentro rebosante de actitud.

Una sola sonrisa en la mirada de los dos,
fresca pasión como el relente de la mañana ,
los pájaros nos cantan idiomas del corazón
en un tú y yo como la melodía que abraza.

Un solo río fluido de detalles,
anchura navegable donde circulamos sueltos,
entonando los cientos de suspiros que nos laten
haciendo trepidante cada átomo del segundero.

Aromas de alma en todas las estaciones,
encajando emociones como un puzle osado,
verídicos y apretados, presentes en los renglones
que la vida nos dispone por amarnos.

Esencia