“El banquete nupcial está preparado, pero los invitados no eran dignos de él”
San Mateo 22, 1-14:
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brantocds
1."MI BANQUETE ESTÁ PREPARADO”
Jesús se dirige a los sumos sacerdotes y fariseos, diciendo esta parábola: El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo. El rey, es Dios, y el Hijo es Jesucristo. El banquete esta preparado, es decir la alegría y felicidad del Reino. Envió entonces a sus servidores para avisar a los invitados. Esto servidores son los profetas, y a quienes les van avisar como invitados es a los judíos, pero éstos se negaron a ir. De este modo fue como después envió a otros servidores, es este caso los apóstoles, con el encargo de decir a los invitados: "Mi banquete está preparado”, El banquete es la felicidad mesiánica.
2.LA LLAMADA INSISTENTE DE DIOS A SU PUEBLO QUE AL PARECER ESTA SORDO
En aquel tiempo, en esta parábola Jesús se dirige a lo judíos y lo hace de forma insistente, como es la llamada insistente de Dios a su pueblo que al parecer esta sordo. Para mayor gravedad, los judíos no solo parecen faltos de interés por el llamado de Dios, además no muestran provecho en oír a su Dios. Lo que hace Dios es de toda lógica, esto es, considerar que el primer pueblo que es invitado es Israel, y esto es natural, por que Dios primero cumple su promesa con su pueblo.
Sin embargo ante el rechazo de los judíos, Dios invita a todos, incluso a los pecadores a disfrutar de su reino, pero no basta aceptar la invitación e ir, además el invitado deberá entrar con las debidas disposiciones espirituales, es decir con una vida de gracia y rectitud.
3.NO TUVIERON EN CUENTA LA INVITACIÓN
Pero ellos no tuvieron en cuenta la invitación, y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio; Es decir, estos malagradecidos consideraron más importante que aceptar la invitación, dedicarse a sus asuntos económicos, preocuparse de su apego a lo material, sus cosas personales, sus propiedades, todo ello mucho más interesante que asistir a tan bella invitación. Así fue, como por preferir las comodidades, estos se hicieron indignos y no merecedores del Reino de los Cielos.
4.PERO LOS INVITADOS NO ERAN DIGNOS DE ÉL
También se acusa, que hubo otros que aumentaron su error, es decir quedaron en una situación que no podía ser peor, pues se apoderaron de los servidores, los maltrataron y los mataron. En uno de estos caso es lo que le sucedió a Juan Bautista, quien fue decapitado por orden de Herodes Antipas a fin de complacer a su ilegal relación con Herodías y la hija de esta Salome. Al enterarse, el rey se indignó y envió a sus tropas para que acabaran con aquellos homicidas e incendiaran su ciudad y luego dijo a sus servidores, es decir los apóstoles: "El banquete nupcial está preparado, pero los invitados no eran dignos de él. Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren". Entonces, cumpliendo el mandato del rey, reunieron e invitaron a todo los que vivían en las cercanías, a los caminantes, a los gentiles y, a cuanta persona encontraron, siendo estas personas buenas y también malas, y la sala de fiesta se llenó de una gran variedad de convidados.
5."AMIGO, ¿CÓMO HAS ENTRADO AQUÍ SIN EL TRAJE DE FIESTA?"
Cuando el rey, Dios, entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta y le pregunto "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?". Lo que esta representando esta pregunta, es que este invitado no esta investido de la gracia, la piedad, la bondad, la justicia y la fe, y como éste permaneció en silencio, entonces el rey, Dios, dijo a los guardias, es decir a los ángeles: "Átenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes". Porque muchos son llamados, pero pocos son elegidos.
6.JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR, NOS INVITA EN CADA EUCARISTÍA A SU BANQUETE
Jesucristo Nuestro Señor, nos invita en cada Eucaristía a su banquete, y a el debemos llegar con la gracia. Jesús, a todos quien lo acepta le da su consuelo espiritual, a todo quien responde a su llamado, a todo el que va a El y se entrega aceptando el llamado radical, incondicional, si reservas, esto es con todo el alma, dando todo de sí, El le tiene un buen sitio en el banquete, este es el festín del Reino de los Cielos.
Sin embargo lo triste es que de los invitados hay muchos que están muy preocupados de muchos problemas o situaciones que acaparan su atención o consideran que es más importante y con ello renuncian a la posibilidad de participar en la Vida Eterna.
7.‘AMIGO, LE DIJO—, ¿CÓMO HAS ENTRADO AQUÍ SIN EL TRAJE DE FIESTA?.
Los servidores salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos, y la sala nupcial se llenó de convidados. Estos son los publícanos y pecadores, las gentes depreciables de Israel. Frente a los dirigentes, sabios y fariseos, que rechazaron su ingreso en el Reino a primera hora, que no fueron “dignos”. Los fariseos y los superiores religiosos de Israel — fueron los primeros invitados a ingresar en el reino; pero Dios es bueno con todos, y por eso abre también su reino para todos.
Cuando el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta. ‘Amigo —le dijo—, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?. El traje de fiesta, es la disposición moral requerida para participar en el reino. La unión a él por la fe se supone en todos los convidados — incluso en el que no está con el “traje de fiesta” —, pero hacen falta otras disposiciones de lealtad y entrega. El bautismo cristiano se supone como “ingreso” a este banquete de boda mesiánico, pero se exigen condiciones de permanencia en él, con aceptación y cumplimiento de los preceptos del Señor.
8.“SON MUCHOS LOS LLAMADOS, PERO POCOS LOS ELEGIDOS”
También es importante considerar que a pesar de que la entrada sea gratuita y que todos tienen la posibilidad de participar, no es menos importante que los invitados lleven el traje de fiesta y la disposición correspondiente. Los cristianos deben “revestirse de Cristo” (Rom 13,14; Gal 3,27), tener sus mismos pensamientos y sentimientos (cf. F1p 2,5).
El final de aquel que participa en el banquete sin el traje de boda, permaneció en silencio y fue apartado como la cizaña que esta junto al buen trigo (Mt 13,42) y como los peces malos de los buenos (13,50). La frase terminante de la parábola es una delicada advertencia: “Son muchos los llamados, pero pocos los elegidos”.
En la primera lectura leemos: “El Señor de los ejércitos ofrecerá a todos los pueblos sobre esta montaña un banquete de manjares suculentos, un banquete de vinos añejados, de manjares suculentos, medulosos, de vinos añejados, decantados”. Y en el evangelio: “Jesús habló en parábolas diciendo: El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo”.
La Palabra de este domingo se centra en los banquetes (cf también el salmo responsorial). La Iglesia nos ofrece datos y noticias de banquetes extraordinarios organizados por personajes importantes: el señor de los ejércitos (primera lectura) o un rey (evangelio). Cuentan con un programa detallado: se trata de un banquete que tendrá lugar en Jerusalén (primera lectura) o de otro, con ocasión de unas bodas reales, que se celebrará en una casa grandiosa (evangelio). Y un menú: excelente y exquisito en ambos casos: manjares suculentos y vinos añejados (primera lectura), los mejores terneros animales, (evangelio). Los invitados al convite son agasajados espléndidamente por los anfitriones. Invitados: todos los pueblos, sean muchos o pocos, todos los que se encuentren en las encrucijadas, sean hombres o mujeres.
Tanto en la primera lectura como en la parábola del evangelio (el invitado sin vestido), los comensales invitados al banquete se han debido preparar responsable y concienzudamente. El invitado, sorprendido sin traje de boda, no lo ha revestido el rey, como era costumbre en Oriente, sino que se lo ha ofrecido para que honre a todos los comensales.
No podemos y no debemos comportarnos como los ingratos invitados al banquete que respondieron hostilmente al rey, incluso maltratando y matando los servidores, ni tampoco como el comensal que no quiso vestirse de fiesta. Hagamos nuestros los sentimientos del salmo 22 y prolonguemos el momento del banquete “en la casa del Señor por un gran número de días”. ¡Dios es realmente grande y enormemente generoso!
1.EN AQUEL TIEMPO, LA GENTE SE APIÑABA ALREDEDOR DE JESÚS
Relata este fragmento del Evangelio, que en aquel tiempo, la multitud se apiñaba alrededor de Jesús, mostrando de esta forma que el Señor cautivaba a las gentes, y seguidamente nos dice que éste comenzó a decirles: “La gente de este tiempo es una gente perversa”. Perverso, es aquel que tiene mucha maldad, lo mismo que es perverso el que hace daño intencionadamente. Jesús continua diciendo que: “Piden una señal, pero no se le dará otra señal que la de Jonás”
2.CRISTO VA DESCUBRIENDO QUIÉN ES EL
A la predicación de Jonás, Nínive (capital de Asiria) se convirtió. Y ante la sabiduría de Salomón, vino a oírle la reina del Mediodía, la reina de Saba (1 Re 10:1). Ellos condenarán “en el juicio” probablemente aludiendo, con este término casi técnico, al juicio" postrero, a esta generación, porque aquí, es decir, en él, hay cosa mayor que la sabiduría de Salomón y el profetismo de Jonás. Es parte del Punto más alto o culminación de un proceso con que Cristo va descubriendo quién es EL; y que es mayor que reyes y profetas.
La cita de Jonás evoca su predicación en Nínive, con la conversión del pueblo, y, por contraste, la escasa atención que Israel prestó a su predicación.
3.PIDEN COMO CONDICIÓN SER TESTIGOS DE UN SIGNO
Judíos escribas y fariseos, con una engañosa disposición a creer, piden como condición ser testigos de un signo, o señal, esta es condición indispensable para creer, al parecer todo lo que había realizado Jesús les parecía poco, además que esta era una nueva maniobra de fariseísmo que acostumbraba a atacar a Jesús. En el fondo buscan probar si es verdad que es el Mesías. Jesús no da el milagro que piden, ni para cuando lo piden.
Los fariseos, pedían ver algo extraordinario, un milagro fuera de lo común, una manifestación asombrosa y sensacional.
4.¿NO LES BASTARÍA, NO SERIAN SUFICIENTEMENTE CONVINCENTE LAS SEÑALES QUE HABÍA DADO JESÚS?
Hoy, aún los hombres parecen insatisfechos con todo lo que el Señor les da, y tienen un gran gusto por pedir, incluso, piden cosas desmedidas y en un mundo con una problemática donde la irreverencia es dominante, donde el que puede le falta el respeto a nuestra fe, y la “crisis de la fe”, esta muy presente.
Los cristianos del mundo de hoy, tenemos que considerar un minucioso análisis de lo que esta sucediendo. No pensemos en milagros asombrosos para demostrar nuestra fe. Dispongámonos a vivir comprometidamente con nuestra fe, dando testimonio con nuestra actitud de vida, para que sirva de ejemplo a ese tipo de personas de hoy, las cuales no tienen muchas diferencias a las que en aquel tiempo Jesús responde: " Ésta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás” Esta respuesta de Jesús, va a los jefes del pueblo, escribas y fariseos de ese entonces, ¿a quien se la dirigimos hoy?
5.ENTONCES, EN EL MUNDO DE HOY, ¿LE PEDIMOS A JESÚS OTRA PRUEBA?
El "signo de Jonás" que propone Jesús a sus adversarios no puede limitarse al hecho de haber permanecido como muerto en el vientre del pez durante tres días y tres noches, sino al haber salido con vida. Jesús no les quiso dar otra prueba, es decir su propia resurrección, que sería la prueba divina, algo que nadie podría falsear o imitar.
Es triste ver hoy, como muchos no tienen interés en oír el mensaje de Jesús, como también es triste saber como algunos se dicen cristianos y desafían con su soberbia a Dios. También los hay de los que se jactan al decir que no hay pruebas de la existencia de Dios. Entonces, el mundo de hoy, ¿pide aún más pruebas?
6.JESÚS NOS HA COMPROMETIDO PERSONALMENTE
Jesucristo resucitó, y en consecuencia ahora vive en nosotros como cristianos. Y por tanto nos corresponde que le demostremos al mundo no creyente pruebas de que el ha resucitado y que vive en nosotros, para nosotros y por nosotros.
Pero tenemos que salir al mundo con ejemplos y testimonios de vida cristiana, como hombres solidarios, como personas que aman a su prójimo, afables, contrarios a la violencia en todas sus formas, respetuosos de la vida, con inclinación a hacer el bien, a fin de que aquellos que rechazan a Jesús, acepten a quien nos da razón de ser y se entusiasmen en oír sus enseñanzas.
Los fariseos no tenían excusas y nosotros tampoco, hemos recibido muchas bondades del Señor y tenemos los medios que nos da la gracia, hemos sido llamados, tenemos el bautismo, Jesús nos ha comprometido personalmente, y nuestra conversión será el milagro que esperan de nosotros para que ellos tomen el camino de Jesucristo Nuestro Señor.
QUIEN VERDADERAMENTE HA ENCONTRADO A CRISTO LE RESULTA IMPENSABLE NO ARDER EN DESEOS DE LLEVAR A TODOS EL ALEGRE ANUNCIO.
Desde que, en el camino de Damasco, Pablo encontró a Cristo, no puede pensar en sí mismo sin ponerse en relación con él. Pablo es ahora «siervo» de Cristo Jesús, su «apóstol», enviado a anunciar el Evangelio. En la apremiante presentación que hace de sí mismo a los romanos aparece un orgullo porfiado en su misión. Parece percibirse en sus palabras un estremecimiento de impaciencia; Pablo quisiera correr por todos los caminos para llevar a todos a la obediencia de la fe, a reconocer en Jesús al Cristo, al enviado del Padre para nuestra salvación.
El fragmento evangélico de Lucas habla de otro enviado: Jonás, el profeta menor que, a la inversa, no quiso saber nada de su encargo de predicar a los ninivitas y que ni siquiera se dio cuenta de que era tan importante para el Señor como para que le siguiera de un extremo al otro del mar y hasta en sus profundidades. Sin embargo, el caprichoso heraldo de la conversión de los paganos ha tenido el honor de convertirse nada menos que en la «señal» por excelencia ofrecida a la «generación malvada y perversa» que hay en cada uno de nosotros, o sea, la señal del Crucificado-Resucitado, que bajó —por solidaridad con nosotros, pecadores— a las profundidades de los infiernos. Allí permaneció Jesús para demostrar hasta qué punto nos ama: ahora ya no hay «lugar» exento de su presencia amorosa, no hay soledad que no esté habitada por su proximidad. Abrir nos a este don es fuente de bienaventuranza y nos hace por eso mismo gozosamente misioneros para los hermanos.
A quien verdaderamente ha encontrado a Cristo le resulta impensable no arder en deseos de llevar a todos el alegre anuncio. Sin embargo, qué fácil resulta dar por descontada la novedad de la vida cristiana, encerrarla en nuestros prejuicios, que nos hacen, como a Jonás, jueces de Dios y de sus designios. El Señor Jesús, misericordia del Padre, planta en nuestro corazón la señal grande de la cruz para que, vencidos por su amor, también nosotros lleguemos a ser testigos alegres en medio de los hermanos.
Ustedes, los fariseos, limpian por fuera el vaso y el plato, mientras por dentro están llenos de robos y maldades.”
Lc 11, 37- 41
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1.NADIE ESTA EXCLUIDO PARA JESÚS
Jesucristo conocía la malicia de los fariseos, sin embargo condescendió con ellos para ganarlos, como los buenos médicos, que entregan todo su tiempo a los enfermos más graves. Jesús ya lo ha dicho, “No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos” Mt 9, 9-13
El Señor, al ir a casa de este fariseo, nos ha enseñado que nadie esta excluido para El. Jesús no tuvo inconveniente en comer y alternar con publicanos y pecadores, y en este caso con fariseos, nosotros no somos mejores que otros, no debemos juzgar a los demás peor que nosotros, eso esta reservado para Dios. Así como Jesús, no excluyamos a nadie en el camino de la salvación, El quiere que nos salvemos todos.
2.EL USO RABÍNICO DE LAVARSE LAS MANOS
Así es, como Jesús entró y se sentó a la mesa. Entonces el fariseo se escandalizó, porque creyendo que era justo y profeta, no actuaba conforme a la costumbre de su pueblo y habría pensado: ¿Por qué no se habrá lavado antes de comer?". Los fariseos acostumbraban a lavarse con agua todos los días antes de comer, como si esto pudiera purificar su corazón. El uso rabínico de lavarse las manos, platos, hasta purificar los asientos para no contraer alguna impureza “legal,” no era precepto de la Ley, sino que procedía de la tradición de los antiguos rabinos.
3.LIMPIOS, NO SÓLO DE LA IMPUREZA DEL CUERPO
Así pensó, pues, el fariseo, pero no dijo nada. Sin embargo, lo oyó quien veía el interior del corazón de los hombres. Así es como Jesús les dijo: “Ustedes, los fariseos, limpian por fuera el vaso y el plato, mientras por dentro están llenos de robos y maldades.”
Jesús aprovechó la ocasión y formó su argumento de lo que tenía más a la mano. Así que, como estaban en la mesa y durante la comida, toma por ejemplo la copa y el plato. Y enseña que así como los vasos que se presentan en la mesa, deben estar limpios de toda suciedad exterior, así todos los que sirven al Señor sinceramente deben estar lavados y limpios, no sólo de la impureza del cuerpo, sino de la que está oculta en lo interior del alma.
4.EL NOS HABLA SIEMPRE DE LA PUREZA INTERIOR
Jesús siempre nos enseña una doctrina opuesta al pensar de los fariseos, El nos habla siempre de la pureza interior, por la transparencia desde el corazón mismo y la disposición esencial del Espíritu.
Por eso Jesús censura a los fariseos y escribas, ellos le echaron en cara que no se lavó las manos, como estos lo hacían. Los fariseos limpiaban hasta los asientos para purificarlos y no encontrar impurezas legales. Pero Jesús nunca fue tibio frente a la hipocresía de estos personajes. El señor no aprueba el fingimiento. Dios es la Verdad y ama la verdad. Dios no conciente la mentira, por eso a el se le adora en espíritu y verdad
5.SI CUIDAMOS EL EXTERIOR, CON MAYOR RAZÓN CUIDEMOS NUESTRO INTERIOR
Luego Jesús agrega; ¡Insensatos! El que hizo lo de fuera ¿no hizo también lo de dentro? El que hizo las dos dimensiones del hombre desea que ambas estén limpias. En efecto, nosotros no solo debemos procurar mantener limpio nuestro interior, sino que además nuestro exterior, nuestro cuerpo y nuestro espíritu. En otras palabras, si cuidamos el exterior, con mayor razón cuidemos nuestro interior, nuestro corazón, que es la morada preferida del Señor.
Jesús, como buen maestro, nos enseña de qué modo debemos limpiar la impureza de nuestro cuerpo, diciendo: Den limosna de lo de dentro, y entonces quedarán limpios». La misericordia nos purifica, la palabra de Dios nos purifica, según lo que está escrito (Jn 15,3): "Ya habéis quedado limpios por la palabra que os he dicho".
El, todo misericordioso aconseja que se ejercite la misericordia. Y, como desea preservar a todos los que ha redimido a tan gran precio, enseña que pueden purificarse de nuevo los que se han manchado después de la gracia del bautismo.
6.DIOS VE EN LOS MÁS PROFUNDO DE NUESTRO CORAZÓN
Todo este magnífico pasaje tiene por objeto invitarnos a que nos hagamos sencillos, condenando las cosas superfluas y terrenas. Con todo, con nuestras caídas, con nuestros errores, El nos ofrece el perdón de los pecados si ejercemos la misericordia.
Pero aún hay algo más de este fragmento del Evangelio, Dios ve en los más profundo de nuestro corazón, a El nada le podemos ocultar, El todo lo sabe.
CONFIARSE A LA FICCIÓN DE UN PERFECCIONISMO EXTERIOR
Los diez mandamientos, las leyes y las prescripciones -incluidas las de la Iglesia- tienen sentido y valor en la medida en que nos ponen en guardia contra las malas inclinaciones, contra los instintos frecuentemente perversos que se ocultan en nosotros. Sin embargo, no tienen que ser ellos los que determinen en cada uno de nosotros el grado de realización del ideal de pureza al que nos invita y desea para nosotros la santidad de Dios. La raíz originaria del pecado se desarrolla en lo íntimo de nuestro espíritu, en nuestro corazón, aunque Dios nos ha hecho bellos por dentro y por fuera, y así es como nos quiere.
No sirve, por tanto, de nada, e incluso es peligroso, confiarse a la ficción de un perfeccionismo exterior. Si ponemos en movimiento “la fe que obra por medio de la caridad”, si damos limosna desde nuestro interior, quemando en la caridad todo lo que acabaría por pudrirse si lo dejamos fermentar en el egoísmo del corazón, entonces “todo estará limpio”, entonces podremos esperar “de la fe la justificación que esperamos”.
1.LOS FARISEOS, PERSONIFICAN LA SOBERBIA Y SON ARROGANTES
Los fariseos son escrupulosos en las normas insignificantes, mientras desprecian cosas esenciales. A ellos les encanta aparecer como personas irreprochables, para ser honrados y considerados como hombres piadosos. Estos doctores de la ley, personifican la soberbia, son arrogantes, se auto califican en sus hechos de grandiosos, magníficos, o estupendos, y disfrutan placenteramente en la contemplación de sus cualidades propias, con menosprecio a los demás.
2.“¡HAY QUE PRACTICAR ESTO, SIN DESCUIDAR AQUELLO.”
Jesús, constantemente censura a los fariseos, pero también los descubre, especialmente cuando muestran una encubierta apariencia de ser hombres buenos, algo que no es natural en ellos. Del mismo modo Jesús les reclama: “¡Hay que practicar esto, sin descuidar aquello.”, La Ley por la letra, o por el espíritu, no tienen porque ser dos propuestas contradictorias, al contrario estas deben unir o armonizar para lograr un fin, esto es cumpliendo al letra, pero animadas por el espíritu.
Nosotros debemos valorar las cosas según su importancia, esto es, no despreciemos lo pequeño por ser así, ni lo grande por ser de otra forma, concentremos nuestro esfuerzo en lo fundamental, la justicia, el amor a Dios y nuestro prójimo.
3.JESÚS, ES INCANSABLE EN LA BÚSQUEDA DELA VERDAD.
La claridad para decir las cosas esta siempre presente en Jesús, aunque los ejemplos estén en metáforas, que es un recurso habitual en todos los evangelios, o como en muchos casos utilizando expresiones conocidas en la expresión popular, “el grano de mostaza”, o simples analogía de relación de semejanza o de parecido entre dos o más cosas distintas, pero fin del ejemplo, es recurrir a una cita para ilustrar o respaldar lo que se dice, de cualquier forma, Jesús se sabe hacer entender, para que todo quede bien claro.
Jesús, es incansable en la búsqueda de la verdad. Todas las represiones que les hace a los fariseos, buscan descubrir la maldad de estos, algo que ellos disimulaban con engañosas apariencias de bondad.
4.NO OLVIDEMOS SER JUSTOS CON EL PRÓJIMO
Jesús siempre nos esta indicando, que es lo mas importante, “La Justicia”, es importante en la Ley, porque para que esta tenga valor, ha de ser justa, respetuosa de los derechos de todos, pero antes que nada, debe respetar y cumplir los de Dios, porque está por encima de todo.
Con todo, no olvidemos ser justos con el prójimo, no pensemos solo en los deberes que ellos deben cumplir, ellos también tienen derechos, y algunos sobre nosotros, y si somos capaces de admitir esto, junto con los derechos de Dios, podremos pensar en que somos justos.
5.UNA ACTITUD CON UN BUEN CORAZÓN, COMPASIVO, COMPRENSIVO
Juntos con guardar la justicia, tenemos que hacerlo con la misericordia, otro aspecto importante paraJesús en la observancia de la Ley, esto es que nuestro prójimo, al aplicarle la Ley, debemos ser misericordiosos, eso supone una actitud con un buen corazón, compasivo, comprensivo y con mucha bondad, esto es para Jesús algo esencial en la Ley.
La fidelidad, es parte de la Ley, esta supone una aceptación incondicional de la Palabra de Dios, fidelidad a la voluntad de Dios, a los Planes de Dios, y a toda misión que el Señor nos haya encomendado.
6."MAESTRO, CUANDO HABLAS ASÍ, NOS INSULTAS TAMBIÉN A NOSOTROS".
"Un doctor de la Ley tomó entonces la palabra y dijo: "Maestro, cuando hablas así, nos insultas también a nosotros". El Señor Jesús, no se reprime, el expresa con nitidez sus sentimientos, para poner freno a las actitudes indignas, y dice: "¡Ay de ustedes también, porque imponen a los demás cargas insoportables, pero ustedes no las tocan ni siquiera con un dedo!". Aquí Jesús no pone su lenguaje de metáforas, pero del mismo modo deja al descubierto la falta de sinceridad habitual en los fariseos.
Nuestra salvación, no pasa por saber mucho, sino en cumplir lo que se sabe, no pasa por imponer cargas sobre los demás, sino en ayudar a los necesitados a llevar su propia carga.
7.PARA DIOS, NO TIENE IMPORTANCIA LO QUE APARENTEMOS
También recordemos que los fariseos acostumbran a las exterioridades, a las apariencias, pero descuidan lo que es verdaderamente significativo y valedero, lo interior, el fondo del alma. Para Dios, no tiene importancia lo que aparentemos, si no lo que verdaderamente seamos.
Jesús les hace notar a los de ayer y al mundo de hoy, que no debemos olvidarnos de la justicia y del amor de Dios y es algo que debemos practicar si descuidar ni el deber para con Dios ni para con el prójimo, porque el que ama de verdad a Dios y a su prójimo es verdaderamente justo y camina hacia la santidad.
ES NOBLE RECONOCERSE PECADOR, SI ESTO SUPONE EL PRIMER PASO PARA LA CONVERSIÓN.
La Palabra de Dios se muestra siempre viva y eficaz. Sin embargo, hay momentos en los que casi parece empeñarse con tesón en ponernos ante nuestro pecado de una manera que parece implacable. Las requisitorias de Pablo al comienzo de la Carta a los Romanos son duras, severas: nadie ha de gloriarse ante Dios. En el evangelio, Jesús nos hace comprender también que precisamente los que se creen justos y desprecian a los otros andan muy lejos de serlo. La condición para ser liberados del pecado es, por tanto, admitir que somos pecadores. Ahora bien, eso no es nunca motivo para dejamos caer en la tristeza o en el desánimo, sino más bien para hacemos tomar una conciencia más aguda de lo grande que es la misericordia de la que somos objeto en Cristo Jesús. Hoy, en el clima de permisividad que se propaga, el criterio de moralidad parece estar tomado de un indiferente “lo hacen todos”, pero no es ésa la escala de valores con la que hemos de medimos si queremos ser de Cristo. La grandeza del hombre viene dada por su libertad y, en consecuencia, por su responsabilidad.
Rechazar la perspectiva del juicio es rechazar la dignidad de la persona. En efecto, también hemos de reconocer nuestras culpas lealmente, sin llamar bien al mal. Es noble reconocerse pecador, si esto supone el primer paso para la conversión. El camino del arrepentimiento nos hace conocer la tolerancia, la paciencia y la bondad como rasgos del rostro de ese Dios que se nos ha revelado en Jesús como la verdad que nos hace libres.
En el Evangelio de hoy, Jesús continua condenando fuertemente a los doctores de la ley, escribas que eran expertos en la interpretación de la ley, estos eran en su mayoría de la secta de los fariseos, a quien también Jesús les habla con mucha claridad, y los siguen considerando hipócritas, y ellos no dejan de fingir cualidades distintas a las que verdaderamente aparentan tener.
Cuando leemos este Evangelio según San Mateo,(Mt, 23, 27.32) Jesús habló diciendo: ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que parecen sepulcros blanqueados: hermosos por fuera, pero por dentro llenos de huesos de muertos y de podredumbre!, este fragmento de Lucas dice; «¡Ay de ustedes, que les construyen sepulcros a los profetas que los padres de ustedes asesinaron! . Jesús les habla así por que no quiere una fe que solo es apariencia, esto es que esta por fuera, tiene el aspecto de algo, pero no es, entonces lo que El quiere y exige, es una fe “en espíritu y en verdad”. Este es el empeño, el interés que pone Jesús en hacerle ver a los escribas y fariseos y a todo el que oiga, que para dirigirse a Dios, es necesario e imprescindible tener santidad interior.
2.JESÚS LES HACER VERLOS FARISEOS SU ARROGANCIA INTELECTUAL Y RELIGIOSA
Estos fariseos, doctores de la Ley que vivieron en los tiempos de Jesús no eran mejores que sus padres. Jesús los desenmascara por su falsedad haciéndoles ver que su admiración por los profetas es hipocresía ya que en el momento que el Señor les habla, no están dispuestos a escuchar las llamadas de Dios, del mismo modo como lo hicieron sus padres en el pasado. Del mismo modo que los profetas fueron rechazados y muertos por ser embarazosos, así también es rechazado ahora Jesús.
Los sabios que construyen los sepulcros de los profetas, a quienes sus mismos padres han matado, no por ello se convierten en seguidores de los mismos, como quieren dar a entender y tal vez ellos mismos crean, sino en cómplices de quienes los mataron.
“Dios no envió a su Hijo al mundo para condenarlo, sino para salvarlo por medio de él” (Jn 3,17). Sin embargo, “Dios va a pedir cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas vertida desde la creación del mundo”, porque «el que no cree en él ya está condenado, por no haber creído en el Hijo único de Dios» (Jn 3,18).
Jesús les hacer verlos fariseos su arrogancia intelectual y religiosa, ellos aún disponiendo de los herramientas necesarias, no han sido capaces de reconocer el camino que conduce a Dios, indicado por la Ley y por los profetas, más aún, empeorándolo,lo han hecho inaccesible también al pueblo, privando a los preceptos y las normas de su real significado.
3.TAMBIÉN ENTRE NOSOTROS AÚN HAY MUCHOS FARISEOS
Jesús, con su excelente pedagogía, aprovecha la costumbre que se tenía de blanquear los sepulcros con cal, costumbre muy remota que existe hasta hoy día, recordemos que el tocar un muerto producía impureza, al pintar las sepulturas de blanco, se podían identificar para no tropezarse con ellas. Con todo, Jesús, les hace a lo escribas y fariseos tropezarse con la verdad.
La verdad era que los fariseos a la vista de todos aparecían como hombres muy estrictos y observadores de la Ley, pero con esas apariencias tapaban y encubrían una forma de vida contrariamente a los que decían. Es así como al igual que pintar la sepulturas con cal es una costumbre que se mantiene hasta hoy para que aparenten limpias, también entre nosotros aún hay muchos fariseos que aparentan lo que en verdad no son.
Es así como en Jesús nos hizo abrir los ojos para ver como los fariseos, blanqueados semejantes a los sepulcros, en alta voz hablaban de su bondad, y sin embargo por dentro eran abundantes en malignidad.
4.PARECEN JUSTOS DELANTE DE LOS HOMBRES, PERO POR DENTRO ESTÁN LLENOS DE HIPOCRESÍA Y DE INIQUIDAD
Jesús de los escribas y fariseos nos dice: “Así también son ustedes: por fuera parecen justos delante de los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad”. Los fariseos hicieron merito suficientes para que Jesús los regañara desaprobando su conducta, por su rechazo del Mesías, al que perseguían con oscuros propósitos, como darle muerte, algo que ellos estaban acostumbrado, porque con su forma de ser había dado muerte a hombres justos y a profetas.
En efecto así nos señala Jesús haciéndoles ver a los fariseos, que de esa manera atestiguan contra ellos mismos que son hijos de los que mataron a los profetas, para que colmen entonces la medida de sus padres!
5.APARENTAR LOS QUE NO SENTIMOS EN LA FE
Así es, como también tenemos que tener mucho cuidado, en caer en las mismas faltas de aquellos fariseos, esto es, aparentar los que no sentimos en la fe y ser exigente en todo lo que así esta escrito sin ser capaces de ver con el espíritu, con la verdad, con natural inclinación de hacer el bien, con espíritu de santidad y con autentica piedad.
No está bien decirle o hacerle de manera intencionada y generalmente desmedida lo que se cree que puede agradar a otra persona por el solo hecho de hacerle creer algo que no es cierto, eso es hipocresía. La palabra Hipocresía tiene su origen griego en el término para denominar a los actores teatrales, profesionales en representar una actitud de vida que no es la suya.
Jesús desenmascara y pone al descubierto, a los hipócritas, El no se deja engañar por las apariencias, al contrario y para mayor muestra de sinceridad el hace ver manifiestamente la maldad y la corrupción donde exista.
6.LO MÁS IMPORTANTE NO ES LO QUE OTROS PIENSEN DE NOSOTROS, SINO LO QUE DIOS PIENSA
En nuestra reflexión, miremos nuestra vida exterior, que imagen damos, talvez de una apariencia correcta, talvez ejemplar y casi santa, celosos del cuidado religioso, observante de todos los precepto, lleno de valores morales, todo eso parece fantástico, y es bueno llevar con un ejemplo de vida que motive a los demás a llevar una igual, sin embargo, lo más importante no es lo que otros piensen de nosotros, sino lo que Dios piensa de nosotros, a los demás podríamos hacerles creer o engañar, pero al Señor, NO.
El Ideal de Dios, es que vayamos por el mundo haciendo el Bien, pero no hace ninguna falta que nos vean hacer otros el bien, o que lo hagamos para que otros lo vean, como cuando oramos en silencio, sabemos que Dios no oye, sabemos que a Dios no le podemos ocultar nada, menos lo que hay en el fondo de nuestro corazón.
Un viejo refrán popular dice “Haz el bien sin mirar a quien”, porque el bien hay que hacerlo desinteresadamente. Decía San Alberto Hurtado: Pero Está muy bien no hacer el mal, pero está muy mal no hacer el bien.
¡Qué contraste entre la conmovida contemplación del grandioso proyecto de salvación «ideado» y puesto pacientemente en práctica por la benevolencia de Dios y las violentas y dramáticas invectivas de Jesús contra los doctores de la Ley y sus padres, que opusieron siempre un firme rechazo a las llamadas divinas. La Iglesia, sometiendo a confrontación estas «obstinaciones», nos lanza por lo menos una doble llamada.
El plan de la salvación es maravilloso: contemplémoslo; con ello obtendremos un profundísimo consuelo y alegría, que serán nuestra fuerza para los inevitables momentos de dificultad y para los tiempos -a menudo largos- de crecimiento y maduración, que con facilidad someten a una dura prueba nuestra perseverancia, aunque son necesarios para que se realice en nosotros el plan de Dios; ahora bien, también hemos de estar vigilantes, porque muchos a quienes Dios lo confió antes que a nosotros, en vez de colaborar, le opusieron resistencia y perdieron de vista la meta. ¡Que no nos suceda lo mismo a los que escuchamos esta palabra!
La segunda llamada es: No somos responsables sólo de nosotros mismos. Dios nos ha revelado a los cristianos el misterio de su voluntad, a saber: que todos los hombres se salven en Cristo, para que nosotros manifestemos este misterio y todos puedan entrar en él. Eso significa, por una parte, vigilar para no escandalizar con nuestros comportamientos y respetar a los que son diferentes, sin pretender imponer nuestra fe o nuestras formas culturales, a fin de convertirnos para los otros en lugar de encuentro con Cristo, y, por otra, significa también no escondernos, sino tener el valor de mostrarnos y actuar claramente como cristianos, a fin de llegar a ser vehículos de su amor.
Comienza el Evangelio; “En aquel tiempo, se reunieron miles de personas, hasta el punto de atropellarse unos a otros. “ Por mucho esfuerzo que hicieran los fariseos para tratar de que la gente no tuviera contacto con Jesús, nada les resultaba. Tampoco fueron capaces de sorprender a Jesús en algo que lo pudiera condenar. Todo se volvía contra ellos. Entonces acudían cada día a millares de personas deseando aproximarse a Jesús, hasta empujarse mutuamente. Esto nos demuestra lo poderosa que es en todas partes la verdad y tan débil el engaño.
2."CUÍDENSE DE LA LEVADURA DE LOS FARISEOS, QUE ES LA HIPOCRESÍA”
Jesús comenzó a decir, dirigiéndose primero a sus discípulos: "Cuídense de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía”. Al decir esto a sus discípulos, nos advierte de aquello que corrompe las intenciones de los hombres, El llama levadura a la hipocresía, porque penetra y altera, lo mismo que hace la hipocresía con las buenas costumbres. Basta una pequeña dosis de levadura para corromper la masa, basta que aparezca la hipocresía para corromper el alma, la sinceridad y la verdad.
3.“NO HAY NADA OCULTO QUE NO DEBA SER REVELADO”
Jesús dice; “No hay nada oculto que no deba ser revelado, ni nada secreto que no deba ser conocido.” Toda una gran verdad, una sabiduría plena esta enseñanza, para no hacer que nuestras obras se contradigan con nuestras palabras, porque en el último día el secreto de nuestra conciencia y las diferentes reflexiones, que en nuestro interior nos acusen o nos defiendan, serán conocidas y manifiestas.
“Ellos muestran la obra de la ley escrita en sus corazones, mientras que su conciencia concuerda en su testimonio; y sus razonamientos se acusan o se excusan unos a otros, en el Día en que, conforme a mi evangelio, Dios juzgue los secretos de los hombres, por medio de Cristo Jesús. “Romanos 2, 15-16
En aquel día Dios juzgará los secretos de los hombres. Algunos pretenderán ocultar las buenas acciones de otros por medio de infamias, pero el bien no puede estar oculto para el Señor.
A los apóstoles los llamaran con distintos nombres calumniosos, pero al final toda la verdad se sabrá. Por eso los enviados de Jesús no deben temer proclamar la palabra del Evangelio con la frente en alto.
4.“POR ESO, TODO LO QUE USTEDES HAN DICHO EN LA OSCURIDAD SERÁ ESCUCHADO EN PLENO DÍA”
Luego Jesús dice; “Por eso, todo lo que ustedes han dicho en la oscuridad será escuchado en pleno día; y lo que han hablado al oído, en las habitaciones más ocultas, será proclamado desde lo alto de las casas.” Así mismo todo lo que predicaron, proclamaron o dijeron los apóstoles en las tinieblas de la persecución, en la clandestinidad, entre cuatro paredes o en las sombras de las cárceles, debe luego de predicarse públicamente con la lectura de sus hechos en la Iglesia extendida por todo el mundo. “Será proclamado desde lo alto de las casas.” Esto es al descubierto para que todos oigan. (Nuestras casas tienen techos con declives para ambos lados, la de aquellos tiempos eran planas y se acostumbraba estar sobre ellos)
5.“A USTEDES, MIS AMIGOS”
Dice el Señor “A ustedes, mis amigos, les digo: Que amorosa forma de dirigirse a los apóstoles, “ustedes, mis amigos”. Nos acerca con confianza. Entonces nosotros nos podemos equivocar, podemos caer en falta, pero no por ellos estaremos asustados por el miedo sabiendo que Dios nos conoce de todo corazón y sabe de nuestra buena o mala intencionalidad. Dios sabe bien quienes le aman de todo corazón, del mismo modo, el sabe quien finge amarlo
¿Quién nos Separará del amor de Cristo?, ¿Tribulación?, ¿angustia? ¿Persecución?, ¿hambre?, ¿desnudez?, ¿peligros?, ¿espada? (Rom 8,35). Dice Jesús; No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos, y son ustedes mis amigos, si cumplen lo que les mando. (Jn 15,13-14). Entonces ¿Por qué no le devolvemos a Cristo lo que de El hemos recibido?
6.“NO TEMAN A LOS QUE MATAN EL CUERPO”
Dice Jesús; “No teman a los que matan el cuerpo y después no pueden hacer nada más.” Muchos han sido perseguidos y luego martirizados, quitándoles la vida o atormentados por su fe, pero esto no impide a Dios que los premie con la resurrección, ellos no pueden hacerle mas daño. Pero Dios, sabrá premiar a todos los que han sufrido persecución.
Jesús nos continua diciendo; “Yo les indicaré a quién deben temer: teman a aquél que, después de matar, tiene el poder de arrojar al infierno. Sí, les repito, teman a ése.” El alma es inmortal. La muerte física es el fin de la naturaleza, pero no de la pena. Esto es el término de los sufrimientos corporales, pero la pena del alma es eterna. Por cuya razón sólo a Dios debe temerse, cuyo poder no limita la naturaleza, sino que le está sometida. Para los pecadores la muerte es un suplicio, porque después de los sufrimientos que ocasiona la muerte, vienen a caer en las penas del infierno.
Pero Jesús dice “Aquel tiene poder de arrojar al infierno”. Bien entendido esto es una invitación a orar por nuestros difuntos, porque no todos los que mueren en pecado irán definitivamente al infierno, esa es facultad de Dios. Entonces no dejemos de orar por difuntos.
7.¿NO SE VENDEN ACASO CINCO PÁJAROS POR DOS MONEDAS?
Dice el Señor: ¿No se venden acaso cinco pájaros por dos monedas? Sin embargo, Dios no olvida a ninguno de ellos. Ustedes tienen contados todos sus cabellos: no teman, porque valen más que muchos pájaros". Jesús se inspira en el amor de la sencillez, utilizando un sencillo ejemplo de los pajaritos, como diciendo: ¿Si Dios no se olvida de los pájaros, cómo se olvidará de los hombres?, y luego prosigue “Ustedes tienen contados todos sus cabellos:”, De este modo indica que Dios nos conoce perfectamente en todo; porque las cuentas manifiestan un cuidado solícito y diligente.
TE HE AMADO CON AMOR ETERNO Y TE HE CREADO PARA QUE GOCES DE MÍ PARA LA ETERNIDAD
Nos quedamos sin palabras cuando alcanzamos a tener alguna conciencia del inestimable valor y la incomparable belleza de lo que Dios nos ha dado al crearnos y recrearnos como hijos suyos en Jesucristo. Nos quedamos espantados cuando pensamos que este bien lo pone Dios en nuestras manos y lo confía a nuestra libertad. Dios demuestra tener una confianza inmensa en nosotros, y, por haberse comprometido a no dejar que nos falte nada de lo que nos es necesario para corresponder a su don, nos inviste de una responsabilidad terrible: nos deja a nosotros determinar nuestra felicidad o infelicidad eterna.
Dios, que envió a su Hijo a la tierra para salvarnos y quiso que tomara nuestra carne para compartir en todo la condición humana, al recordarnos nuestro destino eterno, no quiere sacarnos del mundo en que vivimos y debemos vivir, sino que nos declara su amor y nos sitúa ente una alternativa y nos pide que elijamos: «Te he amado con amor eterno y te he creado para que goces de mí para la eternidad. Tú no eres capaz de llegar a mí, pero yo me ocuparé completamente de ti y haré que puedas. Te pido sólo que te fíes de mí y correspondas a mi amor, testimoniándolo con sencillez y valor. Por ti mismo, solo, no puedes hacer nada: vencerán en ti el miedo, la lógica de la componenda, los instintos del egoísmo y las debilidades de tu naturaleza y me perderás para siempre. ¿Qué es lo que quieres? ¡Elige!».
Al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará”
Lc 12, 8-12
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1.AQUEL QUE ME RECONOZCA ABIERTAMENTE DELANTE DE LOS HOMBRES.
El Hijo del hombre lo reconocerá ante los ángeles de Dios. Pero el que no me reconozca delante de los hombres no será reconocido ante los ángeles de Dios.
La fortaleza que el Señor les ha entregado a sus íntimos amigos, les llevará a confesarlo delante de los honores por Mesías e Hijo de Dios, y entonces el Hijo del hombre les reconocerá por dignos discípulos suyos ante los ángeles de Dios; lo mismo que negará al que le niegue (Mt 10:32-33).
Esta actuación de Jesús, tiene una especie de actuación judicial, y los ángeles, que son la corte de Dios, aparecen como los que estarán prontos a cumplir las órdenes del fallo de Cristo. Su “confesión” es su sentencia tipo judicial.
2.ESTAR A FAVOR O EN CONTRA DE JESÚS.
Tenemos como opción estar a favor o en contra de Jesús, esta es la que decide nuestra existencia temporal y luego la definitiva, por eso el dice: Les aseguro que aquél que me reconozca abiertamente delante de los hombres, el Hijo del hombre lo reconocerá ante los ángeles de Dios.
Jesús nos regala a todos la oportunidad de expresar externamente los verdaderos sentimientos hacia El. En efecto el no pide que nuestra fe no solo sea interna, también externa y que de ella tengamos confianza y gran afecto.
Dice San Pablo (Rom 10,9): “Si reconoces con tu boca que Jesús es el Señor, y si crees en tu Corazón que Dios le Levantó de entre los muertos, Serás salvo”
La oportunidad es para todos, “aquel que me reconozca” dice Jesús, entonces reconocemos que el Verbo nacido de Dios Padre, es su único Hijo es Jesucristo, y que resucitó de entre los muertos. Es decir, que el mismo que se hizo hombre padeció, fue crucificado, muerto y sepultado y resucitó de entre los muertos. A cualquiera, pues, de nosotros, que reconozca así a Jesucristo delante de los hombres -esto es, como Dios y como Señor-, Jesucristo le reconocerá delante de los ángeles de Dios cuando baje con ellos en la gloria de su Padre al fin del mundo.
3.“PERO EL QUE NO ME RECONOZCA DELANTE DE LOS HOMBRES NO SERÁ RECONOCIDO ANTE LOS ÁNGELES DE DIOS.”
Es decir, quien diga que Jesús no existe, quien diga que El no es verdad, quien prohíba que se hable de El, quien impida que se le conozca, quien lo rechace, no será reconocido por los ángeles.
Pero como todo en Jesús es honradez y su corazón refleja su amor y respeto por los hombres, el nos advierte oportunamente, para que no dejásemos de reconocerle menospreciando la pena de no ser reconocido por el Hijo de Dios. Lo cual equivale a ser negado por la sabiduría y a perder la vida eterna, a ser privado de la luz y de todos los bienes, a sufrir todo esto delante del Padre que está en los cielos y de los ángeles de Dios.
4.AL QUE BLASFEME CONTRA EL ESPÍRITU SANTO NO SE LE PERDONARÁ
Jesús dice; “Al que diga una palabra contra el Hijo del hombre se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará.”
Esto recuerda el perdón del pecado contra el Hijo del hombre, excepto en el caso de “blasfemia contra el Espíritu Santo,” que, por otros contextos, es cerrar los ojos a la evidencia de la obra de Dios. No que no se pueda perdonar, sino que el ser humano se empeña en no ser perdonado
Esta providencia de Dios, recordada también por la cita del Espíritu Santo — tipo de encadenamiento semita — , les asegura que no se preocupen cuando les llevan perseguidos, como discípulos de Jesús, a las “sinagogas” — persecuciones judías — o ante los “magistrados” y las “autoridades”— este vocabulario refleja el de Pablo — , persecuciones paganas, sobre lo que han de responder, porque esa providencia hará que el Espíritu Santo les ilumine en aquella hora.
5.HAY QUE LO NIEGAN POR DEBILIDAD O IGNORANCIA.
En efecto, lo que más vemos en las personas que nos rodean, es la falta de fe, la fe débil, o la incredulidad, situación que mueve a algunos a negar a Jesús. También los hay que lo niegan por debilidad o ignorancia. Pero Jesús, quiere insinuar que, cuando decimos una palabra injuriosa obtendremos el perdón si nos arrepentimos, porque Dios es bueno por naturaleza, enmienda a los que quieren arrepentirse.
Pero las palabras injuriosas no se deben devolver contra el mismo Jesucristo. Sabemos ciertamente que el Hijo del hombre es Jesucristo, que fue engendrado por obra y gracia del Espíritu Santo en la Virgen María. El es igualmente santo, pues de la misma manera que el Padre es Dios y el Hijo Señor, y el Padre Señor y el Hijo Dios, así también el Padre es santo, el Hijo es santo y santo el Espíritu. Por tanto, Cristo es uno y otro. Todo esto para comprender que no se permite negar la divinidad de Jesucristo.
6.NO SE PREOCUPEN DE CÓMO SE VAN A DEFENDER
También nos dice Jesús; Cuando los lleven ante las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo se van a defender o qué van a decir, porque el Espíritu Santo les enseñará en ese momento lo que deban decir.
El Señor les infundió a sus discípulos temor de lo que les podría suceder a los que reniegan su fe, pero al mismo tiempo los preparó para resistir con valor el separarse de la verdadera fe. También les mando que no se cuidasen de sus respuestas. Porque el Espíritu, que habita en los que están bien dispuestos, les inspirará lo que deban decir. Entonces Jesús no dice que cuando somos llevados a causa de EL ante los jueces, únicamente debemos ofrecer nuestra voluntad por El, porque lo que hemos de responder ya nos lo inspirará el Espíritu Santo.
7.“A ÉL LE AMÁIS, SIN HABERLE VISTO.
(Pedro 1, 3-5) “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien Según su grande misericordia nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva por medio de la Resurrección de Jesucristo de entre los muertos; para una herencia incorruptible, incontaminable e inmarchitable, reservada en los cielos para vosotros que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para la Salvación preparada para ser revelada en el tiempo final.”
(Pedro 1, 8-9) “A él le Amáis, sin haberle visto. En él creéis; y aunque no lo Veáis ahora, creyendo en él os Alegráis con gozo inefable y glorioso, obteniendo Así el fin de vuestra fe, la Salvación de vuestras almas.
El evangelio de Lucas reclaman nuestra atención sobre el «papel» insustituible del Espíritu Santo. Tal vez sea el Espíritu la Persona más «desconocida» de la Trinidad, aunque, en comunión con el Padre y el Hijo, está actuando constantemente en la Iglesia y en el mundo. Por ser el amor personal con el que se aman recíprocamente el Padre y el Hijo, conoce toda la intimidad de la vida divina y, por morar en las almas que le acogen, les transmite el conocimiento amoroso que es él mismo. Ahora bien, su modo de instruirnos y de actuar es de una naturaleza completamente distinta a lo que estamos acostumbrados. Nos enseña dando la vuelta a nuestros mecanismos: mientras que en la experiencia humana, por lo general, acogemos lo que antes hemos comprendido y consentido, el Espíritu se comunica al hombre en la medida en que encuentra una acogida confiada. De ahí que comprendamos las cosas del Espíritu sólo en la medida en que estemos dispuestos a adherirnos.
Cuando el Espíritu encuentra en un alma obediencia a la verdad y disponibilidad para hacer lo que Dios quiere, lleva a cabo los prodigios de los que ya ha sembrado la historia de la salvación: desde la transformación de doce hombres atemorizados en columnas de la Iglesia universal, sobre la que «no prevalecerán las puertas del infierno», al animoso testimonio de los miles de mártires de la fe y de la caridad de nuestro siglo... al testimonio, menos llamativo aunque no menos audaz, que la coherencia con nuestra fe nos pide frente a los continuos desafíos de una sociedad y de una cultura cada vez más descristianizadas.
“Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios”.
Mt 22,15-21
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1.LOS ASUNTOS DE LA FE Y POLÍTICA DEBEN IR JUNTOS O SEPARADOS?
Esta es una pregunta que lleva muchos siglos. En efecto, por años en la historia del cristianismo, han existido diversas respuestas, todas ellas tratando de buscar alguna justificación, por tanto estos dos puntos abarcan un amplio abanico de posibilidades.
Es así como la importancia de este tema, invita a Mateo a relatar el episodio del tributo al César y lo pone dentro de las discusiones de Jesús con los representantes de los diferentes grupos religiosos y políticos del judaísmo del tiempo en el cual era Jesús peregrino por la tierra.
No obstante la emboscada, Jesús no rehúye la trampa urdida por los fariseos y los herodianos, que además es un extraña asociación, ofreciendo una improbable respuesta que satisfaga a unos, sin inquietar a los otros. Sabe perfectamente que los integristas judíos niegan a los romanos el derecho de cobrar impuestos y que los herodianos, colaboracionistas del régimen imperial, no pueden oponerse al pago del tributo.
2.UNA INSIDIA FARISAICA BIEN PREMEDITADA
Esta fue una insidia farisaica bien premeditada. San Mateo y San Marcos tienen una narración muy semejante, también la trae el Evangelio de san Lucas. La mención de los “herodianos” lleva preferentemente a situar la escena en la época galilea. La pregunta no sólo era capciosa, sino especialmente comprometida en aquella época de exaltación mesiánico-política de independencia de Roma y de los “zelotes.” Admitir pagar tributo al Cesar era enemistarle con el pueblo. Negarlo era enemistarlo con las autoridades romanas y sanedritas, que lo utilizarían como halago a Roma.
La respuesta “Dad al Cesar lo que es del Cesar, y a Dios lo que es de Dios” es una respuesta habilísima. La tradición cristiana primitiva exigirá la obediencia a los poderes constituidos (Rom 13:7; 1 Pe 2:13-14). El Estado tiene sus exigencias legítimas, pero no al margen de Dios. Precisamente se ha de estar “sujetos a toda ordenación humana por respeto a Dios” (1 Pe 2:13; Ap 17:Ι7-18). La respuesta de Cristo tiene un enunciado “sapiencial.” También la dominación romana, como castigo, contaba en el plan de Dios.
3.LAS INTRIGAS CONTRA CRISTO CONTINUABAN.
Según san Mateo, los fariseos le enviaron alguno de los suyos, discípulos que eran estudiantes ya aprovechados de la Ley, pero que aún no habían recibido el título oficial de rabí. Estos jóvenes, que podrían aparentar más naturalidad, sin embargo eran los espías que le enviaron para sus oscuros propósitos.
Con ellos le enviaron también una representación de herodianos. Estos eran los partidarios de la dinastía de Herodes, por oposición a los partidarios de Antígono, lo mismo que gentes palaciegas de esta dinastía, y que estaban en buenas relaciones con la autoridad romana.
La pregunta podía encerrar un problema moral para algún judío de conciencia recta. Como seguía teniendo interés para las comunidades judeo-cristianas antes de la catástrofe de los años 70, y, en sentido más general, para el tema de la obediencia a la potestad civil (cf. Rom 13:6-7; 1 Pe 2:13). El Señor de Israel era Dios.
4.LA PREGUNTA CAPCIOSA QUE SE HACÍA A CRISTO ERA DE GRAVEDAD EXTREMA.
Pagar un tributo a otro que no fuera el representante de Dios ¿No era esto renunciar a la teocracia sobre Israel? Hasta hubo un levantamiento por este motivo. A la muerte de Arquelao, bajo el procurador Coponius (6 d.C.), Judas el Galileo (Hech 5:37) armó una revuelta echando en cara a los judíos que pagasen el tributo a los romanos y que sufriesen otros señores mortales distintos de Dios. La pregunta está muy bien ambientada en aquella época de zelotes. Se entendía por el impuesto del censo todos los impuestos que habían de pagarse, en contraposición a los impuestos aduaneros. Podría referirse a la capitación, que era el tributo personal que debían pagar al César todas las personas, incluidos los siervos; los hombres desde los catorce años, y las mujeres desde los doce, hasta la edad de sesenta y cinco años para todos. Pero sería muy probable que, por la palabra impuesto, se refiriese aquí a todos los impuestos que los judíos tenían que pagar, directa o indirectamente, a Roma, en contraposición al medio siclo que, por motivo religioso, se pagaba al templo.
La pregunta capciosa que se hacía a Cristo era de gravedad extrema. Si decía que había que pagarlo, iba contra el sentido teocrático nacional, pues sometía la teocracia al Cesar y a Roma; aprobaba a los publícanos, estos eran muy odiados por recaudar estas contribuciones; y hasta querían ponerlo en contradicción consigo mismo, al admitir injerencias extranjeras en el reinado mesiánico: él que se proclamaba Mesías.
5.PERO LA RESPUESTA DE CRISTO FUE INESPERADA.
En el Evangelio según san Mateo se refleja, probablemente, mejor las palabras de Cristo: “Muéstrenme la moneda con que pagan el impuesto”, en san Marcos: “Tráigame un denario para verlo.” Talvez esta moneda podía tener la imagen de Augusto o de Tiberio. Ya que las monedas del emperador anterior tenían curso válido en el del siguiente. Lo interesante es que pertenecía al Cesar.
Los judíos usaban las monedas romanas en su nación, por lo que reconocían de hecho el dominio sobre ellos del Cesar. La moneda extranjera se tenía por señal de sujeción a un poder extranjero. Por eso, si ellos reconocían este dominio de hecho, también de hecho, por ser súbditos de un poder y gobierno, estaban obligados a las relaciones que este gobierno les imponía. No sería eso para la nación teocrática lo ideal, pero sí era una situación de hecho, un gobierno de hecho, y de hecho había que cumplir con él las obligaciones exigidas por el bien común. La Iglesia primitiva insistirá sobre estas obligaciones (Roma 13:7; 1 Pe 2:13-14) al poder constituido.
6.“AL CESAR LO QUE ES DEL CESAR,”
Y no sólo de hecho. Los dirigentes de la nación preferían esta situación y veían en ello una buena protección contra la tiranía de Herodes. Ellos mismos rechazarán la realeza mesiánica de Cristo, diciéndole a Pilato: “No tenemos más rey que al Cesar” (Jn 19:15). Era el claro reconocimiento de la soberanía que el Cesar tenía en ellos, y de que ellos se consideraban de hecho sus súbditos.
Pero si, por tanto, había que dar “al Cesar lo que es del Cesar,” había otra obligación también en los súbditos. Hay también que “dar a Dios lo que es de Dios.” En realidad, este precepto abarca el otro, de sumisión al poder constituido, y en éste cobra su fuerza aquél. Que den, pues, “a Dios lo que es de Dios,” no sólo en el orden moral personal, sino en el colectivo de la nación, en cuanto las exigencias teocráticas sean compatibles, en aspectos no esenciales, con las determinaciones del poder que los tiene sometidos. Las obligaciones para con el Cesar son temporales; las obligaciones para con Dios son trascendentales. Fue una de estas enseñanzas definitivas de Jesucristo con una gran repercusión social-estatal.
7.JESÚS SITÚA EL PLANTEAMIENTO A UN NIVEL MÁS PROFUNDO
Dios y el hombre, el problema de la relación humana con Dios. El Señor ha pedido que le muestren la moneda del tributo, a saber un denario, acuñado con la efigie del emperador, y le digan de quién es la imagen y la inscripción grabada.Una gran habilidad invierte la situación que le han planteado y hace hundirse las expectativas de sus oyentes. Descompuesta la mala intención de los que vinieron con la pregunta, traslada la respuesta del plano ideológico al práctico, poniendo en el primerísimo puesto la decisión religiosa de la relación con Dios: sin tal opción, la solución de la interrelación de fe y poder resulta ambigua.
La célebre respuesta de Jesús: “Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios”,recuerda la necesidad de distinguir los dos planos y denuncia cualquier tipo de mezcolanza teocrática, ya sea por divinización (culto al emperador) o por injerencia del dominio religioso en el ámbito político. La reacción de quienes buscaban algún motivo de acusación en sus palabras (Al oír esto, se quedaron asombrados, lo dejaron y se fueron) refleja confusión y perplejidad; han fallado en el intento de encontrar un pretexto para encarcelar a Jesús. Sin embargo, si quieren escuchar, han encontrado un mensaje: anteponer a cualquier táctica política la búsqueda de la voluntad de Dios y someterse sinceramente a ella. “Dar a Dios lo que es de Dios.”