
Ahora, anota otro don. ¿Está envenenada tu sangre? ¿Está diluida por el agua y la supuración? No. En tus cuatro litros de sangre existen veintidós millones de células y dentro de cada célula existen millones de moléculas, dentro de cada molécula hay un átomo que oscila más de diez millones de veces por segundo. Cada segundo mueren dos millones de tus células sanguíneas para ser remplazadas por dos millones más en una resurrección que ha continuado desde el día de tu nacimiento. De la forma en que esto ha sucedido siempre en tu interior, sucede ahora en tu exterior. Anota otro don. ¿Eres retardado mental? ¿No puedes pensar por ti mismo? No. Tu cerebro es la estructura más compleja del universo. Lo sé. Dentro de sus mil o más gramos hay trece mil millones de células nerviosas, más de tres veces más células que personas habitan tu planeta. Para ayudarte a archivar cada percepción, cada sonido, cada sabor, cada olor, cada acción realizada por ti desde el día en que naciste, he implantado en tus células más de mil trillones de moléculas proteicas. Todos los sucesos de tu vida se encuentran ahí esperando a que los recuerdes. Y, para ayudar a tu cerebro en el gobierno de tu cuerpo, he dispersado en tu organismo cuatro millones de estructuras sensibles al dolor, quinientos mil detectores táctiles y más de doscientos mil detectores de temperatura. Ninguna nación protege sus reservas de oro mejor de lo que tú estás protegido. Ninguna de sus antiguas maravillas están mejor protegidas que tú. Tú eres mi creación más fina. Dentro de tu ser existe la suficiente fuerza atómica para destruir cualquiera de las grandes naciones de tu mundo... y para reconstruirla. ¿Eres pobre? ¿No posees oro ni plata? No. ¡Eres rico! Hemos contado juntos tu riqueza. Analiza la lista. Vuelve a contar. ¡Tasa tus bienes! ¿Por qué te has traicionado? ¿Por qué gritaste que todos los dones de la humanidad te habían sido negados? ¿Por qué te engañaste pensando que eras débil para cambiar tu vida? ¿Careces de talento, sentidos, capacidades, placeres, instintos, sensaciones y orgullo? ¿Por qué te arrastras en las sombras, como un gigante derrotado, esperando sólo el transporte hacia la vacía y húmeda bienvenida del infierno? Tienes demasiadas cosas. Tus dones se derraman de tu copa... y tú has sido negligente con ellos, como un niño echado a perder por lujos, debido a que los he implantado en ti con regularidad y generosidad. Contéstame. Contéstate a ti mismo. ¿Qué hombre rico, viejo o joven, retardado o inútil no cambiaría a todas sus riquezas por los dones que tú has tratado tan a la ligera? Conoce entonces el primer secreto de la felicidad y el éxito... que posees aún ahora, todos los dones necesarios para obtener la gran gloria. Esos son tus tesoros, tus herramientas con las cuales construir, empezando hoy, la base para una nueva y mejor vida. Por lo tanto, haz como te digo; cuenta tus dones, y está consciente de que eres mi creación más grande. Esta es la primera ley que debes obedecer para realizar el milagro más grande del mundo, el regreso de tu humanidad de la muerte viviente. Y agradece las lecciones aprendidas de la pobreza. El pobre no es el que tiene poco, sino el que desea mucho... y la verdadera seguridad descansa no en las cosas que uno posee sino en las cosas que puede hacer sin ellas. ¿Dónde están los defectos que ocasionaron tu fracaso? Sólo existen en tu mente.
|