El Señor siembra en el corazón del hombre.
2013-08-10Del santo Evangelio según san Juan 12, 24-26
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “
Yo les aseguro que si el grano de trigo sembrado en la tierra, no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde; el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se asegura para la vida eterna.
El que quiera servirme, que me siga, para que donde yo esté también esté mi servidor. El que me sirve será honrado por mi Padre”.
Oración introductoria
Ven, Espíritu Santo, inspira esta oración para que sepa vivir de cara a la eternidad. Que viva sostenido por la convicción de que renunciando, muriendo a mí mismo, por amor a Ti, es la única manera de que mi caridad crezca.
Petición
Señor, dame la fe y la generosidad para pasar mi vida sirviendo a los demás.
Meditación
El Señor siembra en el corazón del hombre.
«Hay otra palabra de Jesús que utiliza la imagen de la semilla, y que se puede relacionar con la parábola del sembrador: "Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto". Aquí el Señor insiste en la correlación entre la muerte de la semilla y el "mucho fruto" que dará. El grano de trigo es Él, Jesús. El fruto es la "vida en abundancia", que nos ha adquirido mediante su cruz. Esta es también la lógica y la verdadera fecundidad de toda pastoral vocacional en la Iglesia: como Cristo, el sacerdote y el animador deben ser un "grano de trigo", que renuncia a sí mismo para hacer la voluntad del Padre; que sabe vivir oculto, alejado del clamor y del ruido; que renuncia a buscar la visibilidad y la grandeza de imagen que hoy a menudo se convierten en criterios e incluso en finalidades de la vida en buena parte de nuestra cultura y fascinan a muchos jóvenes. Queridos amigos, sed sembradores de confianza y de esperanza, pues la juventud de hoy vive inmersa en un profundo sentido de extravío» (Benedicto XVI, 21 de julio de 2009).
Reflexión apostólica
«La abnegación es necesaria también en el campo apostólico, pues la misión exige un gran desprendimiento personal para emprender con fruto cualquier iniciativa apostólica, y para arrostrar sin desfallecer fatigas, contrariedades e incomprensiones por la causa de Cristo» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 118).
Diálogo con Cristo
Es mejor si este diálogo se hace espontáneamente, de corazón a Corazón
Señor, ayúdame a ser más generosos en el tiempo que dedico a mi oración y a mi apostolado. Y aunque no me has llamado al martirio, como a san Lorenzo que recordamos hoy, permíteme ofrecer pequeños sacrificios por la Iglesia y la salvación de los demás.
Propósito
Buscar hacer un servicio a esa persona que lo necesita y no puede corresponderme.
«El dolor será dolor; pero la cruz de Cristo es una semilla hundida en lo más íntimo de nuestro ser; un día brotará con una espiga cuajada de frutos para la vida eterna»