Lunes de la trigésima segunda semana del tiempo ordinario
Santo(s) del día : San Martín de Tours, Beata Vincenza María
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Papa Francisco: Aumentar nuestra fe en la Iglesia
Libro de la Sabiduría 1,1-7.
Amen la justicia, ustedes, los que gobiernan la tierra, piensen rectamente acerca del Señor y búsquenlo con sencillez de corazón.
Porque él se deja encontrar por los que no lo tientan, y se manifiesta a los que no desconfían de él.
Los pensamientos tortuosos apartan de Dios, y el Poder puesto a prueba, confunde a los insensatos.
La Sabiduría no entra en un alma que hace el mal ni habita en un cuerpo sometido al pecado.
Porque el santo espíritu, el educador, huye de la falsedad, se aparta de los razonamientos insensatos, y se siente rechazado cuando sobreviene la injusticia.
La Sabiduría es un espíritu amigo de los hombres, pero no dejará sin castigo las palabras del blasfemo, porque Dios es el testigo de sus sentimientos, el observador veraz de su corazón, y escucha todo lo que dice su lengua.
Porque el espíritu del Señor llena la tierra, y él, que mantiene unidas todas las cosas, sabe todo lo que se dice.
Salmo 139(138),1-3.4-6.7-8.9-10.
Señor, tú me examinas y conoces,
sabes si me siento o me levanto,
tú conoces de lejos lo que pienso.
Ya esté caminando o en la cama me escudriñas,
eres testigo de todos mis pasos.
Aún no está en mi lengua la palabra
cuando ya tú, Señor, la conoces entera.
Me aprietas por detrás y por delante
y colocas tu mano sobre mí.
Me supera ese prodigio de saber,
son alturas que no puedo alcanzar.
¿A dónde iré lejos de tu espíritu,
a dónde huiré lejos de tu rostro?
Si escalo los cielos, tú allí estás,
si me acuesto entre los muertos,
allí también estás.
Si le pido las alas a la aurora
para irme a la otra orilla del mar,
también allá tu mano me conduce
y me tiene tomado tu derecha.
Evangelio según San Lucas 17,1-6.
Después dijo a sus discípulos: "Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de aquel que los ocasiona!
Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de moler y lo precipitaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños.
Por lo tanto, ¡tengan cuidado! Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo.
Y si peca siete veces al día contra ti, y otras tantas vuelve a ti, diciendo: 'Me arrepiento', perdónalo".
Los Apóstoles dijeron al Señor: "Auméntanos la fe".
El respondió: "Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar', ella les obedecería.