Orar para no perder la fe.
2013-11-12 Oración introductoria
Señor, no quiero ser unsiervo inútil e infiel, pero soy débil y sin tu gracia me siento perdido. Aumenta mi fe, mi esperanza y mi caridad. Envía tu Espíritu Creador para que me guíe en este rato de oración.
Petición
Jesús, dame la gracia de vivir con un espíritu de servicio profundo, y que cuando haya servido, esté convencido, en lo profundo de mi corazón, que sólo he hecho lo que tenía que hacer.
Del santo Evangelio según san Lucas 17, 7-10
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: «¿Quién de ustedes, si tiene un siervo que labra la tierra o pastorea los rebaños, le dice cuando éste regresa del campo: “Entra enseguida y ponte a comer”? ¿No le dirá más bien: “Prepárame de comer y disponte a servirme, para que yo coma y beba; después comerás y beberás tú”? ¿Tendrá acaso que mostrarse agradecido con el siervo, porque éste cumplió con su obligación?
Así también ustedes, cuando hayan cumplido todo lo que se les mandó, digan: “No somos más que siervos; sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer”».
Palabra del Señor.
Meditación
Orar para no perder la fe.
«¿Rezamos por la Iglesia, pero por toda la Iglesia? ¿Por nuestros hermanos y hermanas que no conocemos, que están por todas partes del mundo? Es la Iglesia del Señor, y nosotros en nuestra oración le decimos al Señor: Señor, mira a tu Iglesia... Es tuya. Tu Iglesia son nuestros hermanos. Esta es una oración que tenemos que hacer desde el corazón, cada vez más. Es fácil orar pidiendo una gracia al Señor, para dar las gracias o cuando necesitamos algo. Pero fundamentalmente es orar al Señor por todos, por los que han recibido el mismo bautismo, diciendo: "Son los tuyos, son los nuestros, protégelos". Encomendar al Señor la Iglesia, es una oración que hace crecer la Iglesia. Es también un acto de fe; no podemos hacer nada, somos siervos pobres --todos--, de la Iglesia. Él es quien puede mantenerla en marcha y hacerla crecer, hacerla santa, defender, protegerla del príncipe de este mundo y de lo que él quiere que la Iglesia se convierta: en más y más mundana» (cfS.S. Francisco, 30 de abril de 2013).
Diálogo con Cristo
Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior.
Propósito
En lugar dequejarme o desalentarme, la próxima vez queme encuentre con una decepción ocontradicción, la voy a ofrecercon alegríaa Cristo.
«No somos siervos sino amigos. Obedecemos por amor»