Dejarnos instruir y guiar por la fe.
2014-02-20 Oración preparatoria
Señor, ayúdame a vivir animado por una fe más sólida, más firme, más auténtica. Te pido me concedas aprovechar este momento de oración para descubrir tu voluntad, comprenderla y vivirla con decisión, generosidad y valentía.
Petición (gracia/fruto que se busca)
Señor, dame la gracia de convertirme a Ti con todo mi corazón.
Texto base para entablar el diálogo con Dios
Del santo Evangelio según san Marcos 8, 27-33
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a los poblados de Cesarea de Filipo. Por el camino les hizo esta pregunta: «¿Quién dice la gente que soy Yo?» Ellos le contestaron: «Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que alguno de los profetas».
Entonces Él les preguntó: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy Yo?» Pedro le respondió: «Tú eres el Mesías». Y Él les ordenó que no se lo dijeran a nadie.
Luego se puso a explicarles que era necesario que el Hijo del hombre padeciera mucho, que fuera rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que fuera entregado a la muerte y resucitara al tercer día.
Todo esto lo dijo con entera claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y trataba de disuadirlo. Jesús se volvió, y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro con estas palabras: «¡Apártate de mí, Satanás! Porque tú no juzgas según Dios, sino según los hombres».
Palabra del Señor.
Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal)
Dejarnos instruir y guiar por la fe.
«El Evangelio habla de la confesión de Pedro: “Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo” una confesión que no viene de él, sino del Padre celestial. […]
El papel, el servicio eclesial de Pedro tiene su fundamento en la confesión de fe en Jesús, el Hijo de Dios vivo, en virtud de una gracia donada de lo alto. En la segunda parte del Evangelio de hoy vemos el peligro de pensar de manera mundana. Cuando Jesús habla de su muerte y resurrección, del camino de Dios, que no se corresponde con el camino humano del poder, afloran en Pedro la carne y la sangre: ‘Se puso a increparlo: ¡Lejos de ti tal cosa, Señor! Y Jesús tiene palabras duras con él: ‘Aléjate de mí, Satanás. Eres para mí piedra de tropiezo’ (cf Mt 16). .
Cuando dejamos que prevalezcan nuestras ideas, nuestros sentimientos, la lógica del poder humano, y no nos dejamos instruir y guiar por la fe, por Dios, nos convertimos en piedras de tropiezo. La fe en Cristo es la luz de nuestra vida de cristianos y de ministros de la Iglesia» (S.S. Francisco, 29 de junio del 2013).
Diálogo con Cristo
Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios.
Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo)
Hoy voy a hablar con alguien acerca de Cristo, y le compartiré cómo su amor puede transformar nuestra vida.
«El proceso de toda corrupción individual o colectiva nace en el momento en que se deja de luchar. Al mal se va cuando se deja de hacer el bien»