FELIZ SAN VALENTÍN
Era un hombre
tímido hasta en el mirar,
solía hablar
con su sombra entre los árboles.
Y siempre jugaba
a que alguien le amaba
y él se dejaba llevar.
Era un hombre
triste y solitario,
muchas veces
a diario
recordaba las palabras que oía,
y a veces,
cuando leía algo
se creía el protagonista de la acción.
Era un hombre
como tu y como yo,
y a escondidas
escribía poesías
pensando que alguna mujer
algún día las leería.
Y alguna mujer,
las leyó.
Pero no le dijo nada,
y el vacío en él
se adueñó.
La soledad de aquel hombre
pasó a ser su compañía,
y aunque pasaron años, meses y días
nunca supo en la vida
que alguien por él se moría
y le mandaba sus suspiros de amor.
Hasta que un día
sin querer y sin saber
recibió la mayor alegría
que nadie puediera tener.
Una carta en su puerta,
escrita con temblorosa letra
le decía:
soy yo,
tu amor,
y debajo,
un corazón atravesado por una flecha.
Nadie supo
quién sería,
la dueña de aquella carta,
pero el hombre a las estrellas
siempre dijo que eras tu,
y así sin más
volvió a nacer,
volvió a vivir,
y volvió a creer
en el AMOR.
Ese AMOR que nos cautiva,
nos alimenta sin comer
y nos enseña a vencer
los dilemas de la vida.
Y volvió a recobrar
la alegría,
a sonreír de felicidad,
a sentir
que hay magia,
que se puede volar,
que no hay distancias,
que con fé
hay que creer
que delante
de estas teclas,
tus manos
traviesas,
me acarician y me rozan,...
y me quieren,
si, MIVIDA,
noto
que me quieren.
MMMMMMMUUUUUUUUAAAAAAAAAAAKKKKKKK
TE QUIEROOOOOOOO
MUAK MUAK MUAK MUAK MUAK
COMUNERO