No sé, quizás tenías razón
y ese empeño mío de buscarte,
de inventar un amor irreal
fue tal vez mi más grande error.
No sé, quizás fue esa locura
que se apoderó totalmente de mí,
esa primera vez que te acercaste,
que mis ojos se fijaron en ti.
No sé, quizás fue mi culpa
haberme atrevido a soñar contigo,
a robarte sin permiso al destino,
para sentirte unas horas mío.
No sé, supongo que no supe que hacer,
tan solo me dejé llevar por tus brazos
que me invitaban a navegar
a un mundo etéreo, para amarnos los dos.
No sé y nunca lo sabré,
nada más me quedará tu quizás,
tu promesa de volver algunas horas,
mientras, sigo sola en el andén,
no sé, quizás esperando el último tren,
se quedan contigo mis pensamientos
en un banco solitario deshojando el tiempo
porque aunque no lo sepas, te quiero.
No sé, quizás nunca me leas
ni nunca sientas lo que yo siento,
solo aprendí que el amor no se inventa
que puede nacer y morir en un momento.
No sé, quizás ahora estás muy lejos
pero siempre habrá una excusa
para regresarte a mí con otro verso
no sé, tú... que dirás al leer esto.
No sé, quizás yo sea una línea borrada
en la memoria de tus recuerdos,
mas me queda aún un poco de aliento
para posar en mis labios un beso,
no sé, quizás para que sientas
cuando al cerrar tus ojos un instante
tu piel se estremezca de deseo
y así sepas que estoy en ti, viva…
MARIA JOSÉ