MORIBUNDO
Entre sueños y verdades,
creo que voy caminando.
Pienso que todo son cuentos
que terminan cuando empieza alguno nuevo.
Y repaso hoja por hoja,
y recuerdo lo que hice.
Ayer, el otro mes, el año pasado.
Es como volver a leer
tus palabras,
mis deseos,
los amigos y conocidos
los senderos y caminos
que recorrimos al dar
nuestros tiernos paseos.
Y recuerdo cuando jóvenes,
más jóvenes de lo que ahora somos,
que teníamos tantas ganas
y tantas ilusiones
que veíamos en el cielo
tantas cosas
que pensábamos que algún día
las íbamos a lograr.
Y ahora,
pasado el tiempo
veo todo eso y digo,
qué iluso,
qué necio,
todo se quedó atrás...
Parece como si ahora
me conformara con menos.
Con un poco de lo que entonces tenía.
Que el barco de la fantasía
deje su estela en mi puerto.
Y lo espero como un viejo
explorando el universo
a través de un catalejo
en un acantilado,
dentro de un faro,
callado,
moribundo y medio muerto,
dejando al silencio que llegue
y me rodee con sus alas,
cerrando los ojos y en calma
dormir en las olas del tiempo.
COMUNERO