PARECIDOS
Nunca escuché a nadie
hablar como tu hablabas.
Solamente tu gracia
me hacía reír a mí.
Y te imaginaba todo el día
saltando de piedra en piedra,
contando a las flores
historias de mil colores
de amores, de ilusiones,
de cosas la mar de bellas.
Recuerdo aquella vez,
que te fuiste andando a casa.
Decías que no dejabas
de oír mi voz en la calle.
Jajaj. Eso me pasaba a mí.
Y reías, y hasta a veces creías
que me podías ver.
Es cierto,
no miento,
el amor es así.
Tu dices,
yo contesto.
Si tu sueñas,
yo también sueño.
Si estás triste
quiero darte consuelo,
aunque ya sabes que yo
para esas cosas,
me pongo a llorar el primero.
¿Sabes qué?
Estoy pensando
que quizás estemos locos,
el uno y el otro.
Y aunque no nos veamos
y aunque no podamos
sentir nuestros cuerpos,
seguro que en ese mundo
NOS PARECEMOS.
¿A que si?
MMMMUUUAAAAKKKKKKKK.
COMUNERO