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Estado de espíritu y estado de salud el Devocional Hablado
En una revista científica se leyó: «Según recientes descubrimientos, el cerebro y el sistema inmunológico del ser humano, considerados durante mucho tiempo como dos sistemas autónomos, en realidad mantienen un diálogo permanente. La resistencia individual al estrés, determina en parte la resistencia a ciertas enfermedades. El estado de espíritu influye, pues, en el estado de salud».
La Escritura constata: “Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los huesos” (Proverbios 16:24). “El corazón alegre constituye buen remedio” (Proverbios 17:22). El profeta Isaías nos asegura que “en quietud y en confianza será vuestra fortaleza” (30:15). Para tener esta fuerza interior son necesarias dos condiciones:
La tranquilidad: saber buscar la quietud apartándose para descansar, pero también reservando el tiempo para orar y hacer el balance con Dios, leyendo la Biblia, su Palabra. El Señor Jesús dijo a sus discípulos cuando regresaron de una misión: “Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer” (Marcos 6:31):
La confianza: Dios nos dice: “No te desampararé, ni te dejaré”. Llenos de confianza podremos decir: “El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre” (Hebreos 13:5-6; Salmo 118:6).
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