Por: María Elena de Lambaren
1ra de Cronicas 4:10
E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe!
Y le otorgó Dios lo que pidió.
Reflexión.
Apreciables amigos (as) cuántas veces nos hemos preguntado si Dios me respondiera, si Dios quiere, si Dios me permite, si Dios me diera esto o aquello, y muchas veces esperamos y no vemos el obrar del Señor.
Tal vez sea porque no hemos pedido con seguridad y con la misma confianza y tenacidad de Jabes.
El fue muy explicito y a la vez muy directo en su petición, lea nuevamente lo que le dice al Señor.
Y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe!
Observamos que fue tajante; No quería estar sin la presencia de Dios, sabiendo que si Dios estaba con él, quien contra él, también le rogó porque no quería daño sobre él, sabiendo que el Dios en el cual confiaba es tan Poderoso, que en el mismo instante le libraría de todo mal, lo bendeciría, no iba a sufrir ningún daño, y estaría con el todo el tiempo.
Que nos está haciendo falta, esa misma tenacidad para pedirle al Señor lo que anhelamos, el Señor conoce nuestros temores y nuestra necesidad, más sin embargo es necesario decirle todo aquello que nos angustia, con la confianza de que nos va a otorgar lo que le pidamos. Y recordando que sus promesas son para siempre, el Señor nos dice:
Clama a mí y yo te responderé, con esa misma confianza con que clamo Jabes al Dios de Israel, así clama hoy a tu Dios por todo aquello que te haga falta, por tu familia, por tu hogar, por tus hijos, por tu esposo, por la economía en tu casa, por tu país, por esa enfermedad que te tiene atado, puedes tener la seguridad que muy pronto otorgará a tu vida lo que hayas pedido en oración confiando.
Oremos
Bendito Dios, te imploro
¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe!
Por amor de tu bendito nombre, así como lo hiciste con Jabes has conmigo, te lo suplico, te lo ruego, te lo imploro en el nombre de tu hijo Jesucristo amén.
Por. María Elena de Lambaren
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