La mina terrestre del pecado sexual
Las personas justifican el pecado sexual de muchas maneras. Un argumento popular es: "Mi cuerpo me pertenece a mí". No, no le pertenece. Usted no creó su cuerpo, sino Dios. Por tanto, le pertenece a Él. El pecado sexual hace la oferta engañosa del placer inmediato sin castigo, pero ésa es una mentira porque Dios no nos creó de esa manera.
El sexo en sí mismo no es pecado. La intimidad física es un privilegio y un placer que Dios nos da dentro de ciertos límites. La experiencia sexual ha sido creada para que la compartan dos personas: esposo y esposa. La biblia dice que las relaciones sexuales no se hicieron para dos hombres, ni para dos mujeres, ni para los que no están unidos por el matrimonio (Levíticosd 20:13; Éxodo 20:14).
La relación física tiene el propósito de llevar a dos personas a una profunda sensación de intimidad, pero sólo cuando se expresa en una amorosa entrega conyugal. El matrimonio es una representación de una íntima relación espiritual y emocional con el Señor. Nadie más puede darnos la sensación de satisfacción que Él puede dar. Dios nunca tuvo el propósito de que un acto físico llenara nuestra necesidad de intimidad.
Las consecuencias del pecado sexual son graves. Algunos pueden decir que no se sienten culpables, pero no es así. Pueden justificarlo, o ignorarlo, pero es difícil erradicar la sensación de vergüenza es como una casa con termitas: por un tiempo no se notan, pero al final aparecen las grietas y el daño.
Dios nos dice que huyamos de la inmoralidad sexual: para protegernos de sus desvastadores resultados.
Dr. Charles F. Stanley ~~~~~~~~~~****~~~~~~~~~~~
1 Tesalonicenses 4
La vida que agrada a Dios
1 Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más.
2 Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús;
3 pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;
4 que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor;
5 no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios;
6 que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado.
7 Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.
8 Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo. ~~~~~~~~~~****~~~~~~~~~~ Y el mismo Dios de paz os santifique por completo. y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 1 Ts 5:23
Vive tu vida para agradar a Dios y no a ti mismo Que Dios te guarde del mal y te libre de tentaciones,
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