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“Enciérrate tú” el Devocional Hablado
Una viuda pobre tenía dos hijos a su cargo, y un despiadado acreedor le reclamaba el pago de una deuda (2 Reyes 4:1-7). “¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en casa”, le dijo el profeta. “Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite”. Eliseo puso a prueba la fe de esa mujer y le dijo: “Vé y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas. Entra luego, y enciérrate tú y tus hijos”. Ella siguió al pie de la letra las instrucciones del profeta y llenó todas las vasijas de aceite. Dios cumplió un milagro al que sólo la familia de la fe asistió.
Existen secretos que Dios reserva únicamente para los suyos. Jesús resucitó a la hija de Jairo sólo en presencia de los padres de la niña y de algunos discípulos.
El Señor Jesús resucitado sólo fue visto por sus discípulos, aunque permaneció cuarenta días en la tierra antes de subir al cielo. El mundo lo vio por última vez clavado en la cruz. Nadie más que los creyentes pueden ver por la fe al glorioso resucitado.
Cuando vuelva para arrebatar a su Iglesia, para introducirla en la casa del Padre, solamente aquellos que le pertenecen le verán, oirán su llamado y estarán con él en la gloria. ¿Usted estará allí?
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