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Nacimiento – casamiento – duelo el Devocional Hablado
Estas tres palabras presiden el escaparate de un florista del sur de Francia con el propósito de atraer la atención de los clientes. Lacónicamente sugieren que esas flores son ideales en cada etapa de la vida para expresar sentimientos de alegría, amor o tristeza.
Nacimiento: ¡Cuántos interrogantes cuando un niño llega al mundo! ¿Qué será de su vida? ¿Cuáles serán sus gustos, su carácter y sus aspiraciones profundas? Pero la pregunta primordial es saber si en el curso de su vida ese niño aprenderá a conocer a Jesús como su Salvador personal, pasando así por el nuevo nacimiento, único medio para ser salvo.
Casamiento: Con flores en abundancia, es una real alegría ver a nuevas parejas casarse, reconociendo así el vínculo que Dios instituyó. ¿Han puesto ambos su confianza en el Señor Jesucristo? Es de desear que el amor que los une el día de su boda tenga su fuente en el Señor; pues así no se marchitará, sino que volverá a florecer cada día en su hogar.
Duelo: Un montón de flores cubre una nueva tumba. Esto no cambia en nada la eterna suerte de aquel que se fue. Durante su vida, Dios le dio la oportunidad de volverse a él para ser salvo. Ahora que su vida acabó, ¿dónde está su alma? ¿Con Cristo, o lejos de él para siempre?
No son las flores lo que ante todo precisa el lector en cada etapa de su vida, sino acudir a Dios, quien le ama y quiere darle, por medio de Jesucristo, el perdón, la paz y el gozo.
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