|
El Recurso de la Oración para ESCUCHAR ...haga clic aquí...
«A menudo mi padre nos recordaba ese período de desempleo que él había atravesado durante la gran crisis económica de 1936. Lo que hacía que la historia de mi padre fuese muy emocionante era nuestra situación familiar: criar seis niños con una ayuda estatal muy limitada. Pero mis padres habían aceptado a Jesús como su Salvador y su vida se anclaba en Él por medio de la oración. En esa época yo tenía sólo siete años, pero me acuerdo bien de los momentos en que cada noche después de la cena, todos reunidos y de rodillas, le pedíamos a Dios que diese una solución a esa situación difícil.
A principios del año 1937, una carta llegó a casa. Era la respuesta a una solicitud hecha a la autoridad militar en 1919. En esa época mi padre había pedido un empleo reservado a los heridos de guerra (1914-1918). Había hecho esta solicitud sin saber lo que el porvenir le reservaba. Y 18 años después, justo en el momento en que mi padre más lo necesitaba, Dios mandó este empleo. Era sólo un trabajo de peón, pero estaba feliz de poder trabajar; era magnífico. Esa noche, después de la cena, ¡qué gozo de agradecer a nuestro Dios por su fidelidad!».
Dios se complace en ilustrar en nuestras vidas las promesas de su Palabra: “Por nada estéis afanosos”.
|