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Testimonio de un Preso para ESCUCHAR ...haga clic aquí...
«Si antes de mi carrera criminal hubiese comprendido estas palabras del Señor Jesús: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6), habría evitado mucho sufrimiento, tanto a mis víctimas como a mí mismo.
Al llegar a los 20 años de edad había cometido ya muchos abusos de alcohol. Entonces caí en la depresión, y para curarme tomé drogas; como consecuencia me volví drogadicto. Con las drogas pensaba que sería más consciente de la realidad, pero en lugar de esto quedé aún más confundido. A los 28 años de edad tuve que responder ante la justicia por venta de drogas, robo de banco, secuestro y toma de rehenes.
En la prisión preventiva mi conciencia me habló y me puse enfermo mentalmente. Después de largas discusiones acerca de mi estado psíquico, los jueces me condenaron a 16 años de cárcel.
Debido a mi estado y a la larga pena, me sobrevino una profunda angustia. Pero gracias a los servicios religiosos dominicales de mi lugar de detención, a otros detenidos y a mi regular asistencia a un grupo de estudio bíblico, el mensaje de Jesucristo me alcanzó.
Después de cinco años pude acercarme a Él con fe. Comprendí que Dios es amor y que el Señor Jesús expió mis pecados en la cruz. ¿Qué puede liberar más a un ser humano que la seguridad de que el Señor Jesús murió por él y le permite vivir? ¡Qué regalo! Finalmente mi depresión se cambió en esperanza y en bien aventuranza».
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