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Correr hacia el Precipicio para ESCUCHAR ...haga clic aquí...
Alguien dijo: «Corremos sin preocupación hacia el precipicio, después de haber puesto algo delante que nos impida verlo». ¿Qué es este precipicio, sino la muerte, fin de la vida de todo ser humano? Nuestros ideales y proyectos son como pantallas que encubren este plazo. Alguien decía de uno de sus allegados: –Vive como si nunca tuviese que morir.
Tener proyectos, en cualquier edad, es una señal de buena salud psicológica. Sin embargo, los objetivos que perseguimos hoy no deben impedirnos pensar en nuestra suerte eterna. Al contrario, sería prudente interrogarse acerca del más allá. Sólo Dios lo conoce y puede hablarnos de él. Lo hace en las Escrituras y nos muestra claramente lo que espera a los hombres después de su muerte. Para unos, los que no hayan aceptado la salvación ofrecida por Jesucristo, habrá un juicio definitivo y la eterna desdicha; para los que hayan aceptado a Jesús como Salvador de sus vidas, una perfecta felicidad en compañía de su Salvador por toda la eternidad. “Dios… quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:4).
Se dice que el avestruz esconde su cabeza en la arena para no ver el peligro. ¡Que éste no sea su caso! Que el más allá no sea un precipicio desconocido en el que usted rehúsa pensar. Crea en el amor de Jesucristo quien murió para salvarle, acepte su perdón y entonces podrá pasar la eternidad con Él sin temor.
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