Cuando Luz Gabriela (mi madre) llegó desde Santiago a mi casa en Villarrica, después de un largo viaje de 10 horas en autobús…dijo: ¿Dónde está mi familia?..Si venía con ella!......Y agregó al verme: ¿Quién eres tú, linda?
La enfermedad de alzheimer, trastorno cerebral debilitante, ataca a una de cada 10 personas mayores de 65 años y a entre un tercio y la mitad de las mayores de 85.
La devastación que ocasiona este padecimiento es mucho peor de lo que la gente se imagina. Una vez que aparecen los síntomas, el cerebro se va deteriorando progresivamente en el lapso de cinco a veinte años, y las inocuas lagunas mentales iniciales van convirtiéndose en confusión total, hasta que sobreviene la muerte.
Por cada víctima de la enfermedad hay muchos seres queridos afligidos. "Esta enfermedad no destruye a quien la padece, porque no sabe qué esta pasando", según transcurre el tiempo, es la familia quien se siente destruida.
No se ha encontrado una cura ni tratamiento eficaz para esta enfermedad. Se van muriendo las células nerviosas y sus conexiones en el cerebro. Este mapa de desolación en constante avance parece corresponder a la conducta cada vez más anormal de la víctima.
Los primeros estragos consisten en los olvidos del pasado reciente, luego se desvanecen imágenes más antiguas.Cuando se le diagnostica que probablemente padece la enfermedad de Alzheimer, Luz Gabriela ya no puede darse cuenta de que está perdiendo sus facultades mentales."Escuchame bien" dice. "Tengo muy bien puestos los pies sobre la tierra", "no me has dado la pastilla para dormir, y tu me dices que si"….Y añade: "quien es esa niñita que está ahí, no la he visto nunca…
"Luz Gabriela puede recordar acontecimientos de hace 20 años, pero no logra acordarse de lo sucedido hace 5 minutos,…me sigue por toda la casa, repitiendo una y otra vez las mismas preguntas. Soy muy paciente y amable. Le digo: "hoy es domingo, Acabamos de almorzar, es mi hija Mayra y tiene 13 años.
Luz Gabriela se retira a su habitación para acomodar y reacomodar su ropa en los cajones de la cómoda. Revisa su cartera, cuenta el dinero que guarda celosamente, y en seguida vuelve a contarlo y lo guarda de nuevo. Luego pregunta: "donde guardé mi dinero" seguro ya me lo robaron. Sale de la habitación y pregunta de nuevo: "¿Qué día es hoy?.
La enfermedad ataca con mayor saña la corteza, la región raciocinante del cerebro. Algunos tienen delirios, otros presentan alucinaciones, y otros se vuelven suspicaces, pues a menudo imaginan que sus parientes les roban dinero. Aunque aún perciben sensaciones, como el dolor y la temperatura, las víctimas pueden perder la capacidad de entender el lenguaje. Algunos dejan de reconocer objetos y rostros, incluso la de sus seres mas queridos. Algunos se vuelven violentos.
De noche, Luz Gabriela no puede dormir, va y viene por su cuarto; de día deambula por toda la casa y sólo se detiene frente a mí….le digo: Mamita! Que pasa?...y ella se enoja y dice: es que no me has sacado a pasear!....Y aunque acabamos de llegar de un largo paseo, le digo: perdona viejita, iremos ahora……y se pone contenta de nuevo!
Aunque sé que mi madre nunca podrá curarse, y que cada vez su estado empeorará, mi optimismo se basa en saber que hay tantos jóvenes científicos, médicos, enfermeras y epidemiólogos que están dedicando la labor de su vida a esta enfermedad, y tal vez, en un día no muy lejano, millones de personas, se librarán de este terrible padecimiento.
Percita / año 2003