Lea libros de actitud mental positiva y autoestima, será una inversión de gran ayuda para su mente.
8. Manténgase en forma. Si no puede salir de casa puede utilizar videos de ejercicios gimnásticos para mantenerse en forma y/o bicicleta estática. Fuera de casa, si cuenta con silla de ruedas para pasear al enfermo, puede aprovechar para hacer footing alrededor de un circuito desde el que usted controle la situación. Otra sugerencia es que usted acuda a un gimnasio algunos días por semana, en ratos en que otra persona pueda ocuparse de su familiar. Estos períodos de ejercicio favorecerán, además del mantenimiento de su forma física, y su bienestar psíquico, así como contribuir a que se relaje mentalmente.
9. Haga todo lo que pueda por conservar su buena salud; el enfermo es importante pero usted lo es más. Usted tiene que seguir viviendo y disfrutando de la vida y de su familia. Mantenga una dieta equilibrada con alimentos de los cuatro grupos básicos, lo mismo que la dieta de aquellos a los que cuidamos.
Si ofrecemos todos estos consejos para que usted se cuide es porque es bien sabido que el cuidado de estos enfermos proporciona escasas satisfacciones y un elevado riesgo de padecer diversos trastornos psicológicos. La prevalencia de depresión en ellos es del 40%. Esto repercute a su vez sobre el bienestar del anciano; más del 15% de los cuidadores tratan en algún momento con violencia a las personas que cuidan, sobre todo los que padecen depresión y, además, son hijos de la persona cuidada.
Las ayudas externas
Llegado cierto punto la mayoría de familias buscan ayuda de fuera para obtener información, tomar decisiones y planear el cuidado a largo plazo del miembro de la familia afectado de demencia. Todos los miembros de la familia deberían tomar parte en la decisión de solicitar ayuda externa, aunque cuando es así, no es inusual que surjan diferencias de opinión al respecto.
Antes de empezar a buscar ayuda, pregúntese qué tipo de ayuda necesita y qué es lo que desea saber.
Los grupos de autoayuda o asociaciones de familiares de Alzheimer están formados por personas con una problemática idéntica a la suya y pueden ayudarle enormemente, tanto para prevenir que su ánimo se venga abajo como para ayudarle a salir de un mal momento.
Los grupos de apoyo pueden ofrecerle más que un oído receptivo. Actúan como válvula de escape de nuestros sentimientos negativos e incluso nos ayudan a tomar decisiones importantes. Favorecen el intercambio de consejos prácticos sobre una determinada problemática que exhibe su familiar; unas veces es usted quien recibe el consejo y, otras, es quien lo da.
Los servicios que prestan las asociaciones podemos resumirlos en:
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Grupos de auto apoyo |
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Asesoramiento para tramitación de invalidez legal, tutoría y prestaciones sociales |
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Facilitar "días libres" a los familiares-tutores |
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Formación sobre cuidados prácticos al enfermo |
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Préstamo de materiales orto protésicos; orientación sobre su utilización y modo de conseguirlos |
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Información y gestión de recursos (instituciones de descanso temporal para la familia, ayudas económicas, centros de día, etc...) |
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Facilitar estrategias para afrontar las distintas fases de enfermedades |