Esto era como un cocktail como para aniquilar a cualquiera y en mi desesperación un día me dije que no todo estaba acabado y que aún habría algo por hacer .
En este espacio empecé a darme cuenta de que yo necesitaba un alto en mi vida, una profunda reflexión y fue así que tomé otra decisión tomar con otra actitud lo que estaba viviendo y poco a poco fui digiriendo los acontecimientos.
El Regatéo, es una negociación con Dios ante no poder afriontar la triste realidad y sí ya en un principio nos enojamos con Dios y con todos los que nos rodean, en este momento a lo mejor podamos llegar a un acuerdo que posponga lo inevitable. Igual que lo hicimos de niños ante la negación de un permiso, primero nos enfurecimos, pero pronto cambiamos de idea y negociamos.
En mi experiencia fue un querer negociar, no sólo con mi familia y hermanos, sino también con Dios quien me había fallado y feo.
Me enfrenté al Dios de mi infancia y me divorcié de Él, rompí relaciones. Paulatinamente he ido conciliando y dándome cuanta que Dios es todo amor y un amor que me deja en la libertad de elegir lo que yo decida hacer puesto que me ama profundamente.
La Depresión: Comienza cuando la persona quien ya sabe su diagnóstico y ya no puede seguir negando su enfermedad ni sostener su rabia, empieza a tener la sensación de una gran pérdida, ésto es la Depresión
Reactiva y existe lo que también conocemos como Depresión Anticipatoria que es el dolor que va preparando a la persona que tiene que enfrentar su muerte.
La depresión se manifestó en mí como una profunda tristeza, como si me estuviera sumiendo en un pozo negro y obscuro al cual no le veía salida.
Perdí todo deseo de todo, mi vida no tenía ningún sentido, sin embargo hubo algo que no dejé de hacer, seguir acudiendo a Dios. Aunque sentía que Dios se había olvidado de mi, seguí tratando de no olvidarme de Él.
Un buen día tomé la decisión muy firme de que no me podía permitir sentirme tan abatida y desesperada y que podía salir de esta sensación de tantos sentimientos encontrados de alguna manera. Así es que elegí amarme y cuidar de mí atendiendo mi salud física y espiritual.
En este momento puedo afirmar que lo que me ayudó mucho a salir de la depresión, fue la decisión de elegir responsablemente una nueva actitud ante la vida. Esta medicina me calmó y calmó a mi madre.
La Acepatación: Esta última etapa es la que el paciente queda en estado de paz, tranquilidad y esperanza para lo que va a venir y en el caso de los pacientes cuya muerte es inminente, solo esperará que venga el final pero con una profunda esperanza.
En este caso y en particular, yo no se cuando mi madre vaya a morir, lo que espero es que los días que viva, los viva con calidad. Y ante esta situación necesito aprovechar las oportunidades que la vida me brinda para estar en paz y que ella también lo este.
Conclusión
Para concluir me surge la pregunta ¿Para qué me ha servido la elaboración de este trabajo?
Haber escrito lo que llevaba dentro, me lleva a hacer un mejor contacto conmigo misma y sobre todo a poner las emociones y sentimientos encontrados fuera de mi y de este modo clarificarlos y aterrizarlos en algo concreto.
Hoy puedo afirmar que la presencia de una enfermedad terminal, como lo es el Alzheimer, en la vida de cualquier persona puede resultar devastadora o puede dar la pauta para elegir un camino más esperanzador y enfrentarlo con una nueva actitud.
En lo personal escribir me sirve para ir dejando la primera huella que queda impresa en mi corazón y sentime más reconciliada con mi vida al ir pasando por un proceso de duelo.
En segundo lugar me hace pensar que mi testimonio puede trascender y servirle a otras personas quienes como yo atraviesen un momento de profundo dolor y puedan ver que no todo está perdido que siempre está la esperanza, que es lo que no hay que perder. Y una última cosa que se me hace importante es darme cuenta de que gracias a esta pérdida, a este duelo, o al golpe de la vida o como ustedes quieran llamarle, he ido adquiriendo experiencia, tras lo cual me siento más preparada para enfrentarme a la vida
¡¡¡Dios les bendiga en ésta árdua labor, dándoles paciencia, compasión y muchísimo amor!!!
Concepción Contreras
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